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Localidad situada en la provincia catalana de Tarragona, en una cuenca muy fértil donde los campos cultivados ocupan un espacio preferencial. Los orígenes del núcleo urbano de Tortosa se remontan a periodo romano, adquiriendo importancia gracias a su cercanía con Zaragoza. Por ella también pasaron otros pueblos y culturas, como los visigodos o los árabes, quienes la conquistaron entre los años 713-718. Éstos últimos fueron los encargados de la construcción del Castillo de la Suda, ubicado sobre la colina y Monumento Nacional en la actualidad. Es este un periodo de esplendor comercial gracias a su cercanía con el río Ebro. La coexistencia pacífica entre judíos, musulmanes y cristianos se rompió definitivamente en el siglo XII, cuando Ramón Berenguer IV ponga cerco y conquiste la urbe en 1148. Se abre a partir de ese momento el periodo de dominación cristiana, dándose al asentamiento la configuración y fisonomía que ha permanecido hasta hoy. Poco a poco se va consolidando política y económicamente durante la Baja Edad Media, siendo además una de las Diócesis más extensas de toda la Península. Es durante este periodo bajomedieval cuando se lleva a cabo la construcción de gran cantidad de edificios, como la catedral, de estilo gótico y cuya construcción se prolongó a lo largo de dos siglos, desde mediados del siglo XIV hasta mediados del XVI; la fachada no fue terminada hasta la etapa barroca. Destaca también el palacio episcopal con patio en estilo catalán, del siglo XIV, con la clásica escalera que lleva a la galería de arcadas: sobre ésta se abre el portal esculpido de la capilla gótica con bóveda de ojivas.
obra
Realizada hacia 1109 con una técnica muy cuidada, sobre un espeso enlucido de base, en la decoración de la iglesia de Berzé-la-Ville se representaba en el interior del ábside una composición en tres niveles: arriba, Cristo en majestad; en el medio, escenas relativas a los martirios de san Blas y san Lorenzo o san Vicente; abajo, una serie de bustos de santos, en total, dieciséis figuras alrededor del Pantocrátor. Ademanes y caracterización de los rostros denuncian el conocimiento de obras bizantinas. Sin embargo, es posible, como creen algunos especialistas, que el pretendido bizantinismo no corresponda a una dependencia directa, sino a algo aprendido a través de modelos italianos.
obra
Tras la victoria de Constantino sobre Magencio, el emperador romano reunió a todos los pontífices con el fin de averiguar a qué dios pertenecía la señal en cuyo nombre había conseguido tan importante triunfo. Ningún sacerdote le supo dar respuesta pero sí acertaron algunos cristianos que le explicaron el misterio de la Santa Cruz y la fe cristiana, siendo Constantino bautizado en la religión cristiana. Santa Elena, la madre del emperador, se trasladó a Jerusalén para encontrar los restos de la Sagrada Cruz, escondidos tras la crucifixión de Cristo bajo la edificación de un templo a Venus, construido para evitar las peregrinaciones de cristianos a lugares sagrados. La santa convocó a los sacerdotes judíos más sabios de Palestina para que le revelaran el lugar del escondite pero se negaron a desvelar el misterio, siendo condenados a morir quemados vivos. Ante esta dura amenaza indicaron que Judas, el nieto de Zaqueo, conocía el lugar requerido por Santa Elena. Judas tampoco quiso revelar el secreto emplazamiento, por lo que fue condenado a morir de hambre en el fondo de un pozo; transcurridos seis días de tortura, el judío descubrió el lugar donde se encontraba la Sagrada Cruz. Piero muestra el momento en el que Judas es descendido al pozo por los sirvientes de santa Elena, empleando una polea situada en una estructura formada por tres gruesos listones. Uno de los verdugos agarra de los cabellos al hebreo, que más tarde se convierte al cristianismo tomando el nombre de Ciriaco, siendo nombrado obispo de Jerusalén. La escena se desarrolla ante un fondo de murallas, apreciándose una torre en la zona izquierda; un potente foco de luz ilumina a los personajes para dotar de volumen y anatomía a sus figuras, destacando la ausencia de expresividad y la escasa fuerza de los hombres que izan a Judas. Sin embargo, sus miembros están sabiamente trabajados, superando incluso a Masaccio, cuya obra admiró Piero durante su estancia en Florencia en el año 1439.
lugar
Tosantos se encuentra situado en la comarca de Montes de Oca, a 42 kilómetros de Burgos, abarca una extensión de 6 km2 y cuenta con una población aproximada de 80 habitantes. Desde el camino jacobeo, que atraviesa la población, el viajero puede divisar la peculiar ermita rupestre de Nuestra Señora de la Peña, su monumento más importante y un centro de especial significación religiosa.
Personaje Científico
Como su padre Calixto Tosca de los Ares, médico y catedrático de "theorica", mostró una clara inclinación por el estudio de las ciencias. Se graduó como maestro en artes y doctor en teología por la universidad de Valencia. Cumplidos los veintisiete años entró en la Congregación de San Felipe Neri, donde se le confiaron cargos de gran responsabilidad. Su interés por las matemáticas despertó cuando todavía era un adolescente, gracias a la influencia que ejerció sobre él Félix Falcó de Belaochaga, estudioso de esta materia. Su participación en las tertulias valencianas fue otro de los aspectos decisivos para ampliar sus conocimientos de física y astronomía. Incluso formó parte de la "Academia de Matemáticas". Dio clases particulares de matemáticas a Vicente Cortés y Damián Polou y en los últimos años del siglo XVII creó una escuela de matemáticas, donde enseñaba a los jóvenes de la ciudad. Tosca participó en algunos asuntos de tipo técnico, relacionados con trabajos de ingeniería y arquitectónicos que se desarrollaron en la ciudad. Durante la celebración de los Comicios Generales de los mínimos se produjo un incidente con Jean Saguens, partidario del atomismo. A pesar de ser atacado por la mayor parte de sus compañeros, Tosca le defendió y estableció con él una estrecha amistad. En 1717 fue nombrado vicerrector de la Universidad. Tosca ha pasado a la historia como uno de los personajes fundamentales para el desarrollo de la ciencia moderna. Es autor de un "Compendio mathematico" y un "Compendium philosophicum". En el primero recurrió a comentarios de otros autores como Sebastián Izquierdo o Hugo de Omerique. Su tratado sobre filosofía está compuesto de once títulos sobre lógica y metafísica. El eclecticismo es su principal rasgo. Para la elaboración de este compendio recurre a nociones de Descartes, Gassendi y Honré Fabri, entre otros.
Personaje Científico
Sus primeros estudios se dirigieron a la medicina pero pronto se interesó por la geografía y los viajes que se estaban realizando en los últimos años. Tras cruzar Vasco de Gama el cabo de Buena Esperanza, Toscanelli planteó la hipótesis de que había una nueva ruta para llegar a Asia: la occidental. Toscanelli es el autor de una carta náutica (1474) en la que pone de manifiesto su idea de que las costas de Asia están cerca de las de Portugal, suponiendo que entre Cipango y Canarias había 3.000 millas náuticas -en realidad entre Japón y Canarias existen 10.600 millas-. La carta de Toscanelli fue utilizada por Colón en su primer viaje a las Indias ya que el geógrafo genovés se la remitió en 1474, convirtiéndose en el documento fundamental para argumentar la navegación a las Indias por la ruta occidental. En la carta de Toscanelli aparece una isla llamada Brasil situada en el occidente de Irlanda, recogiendo también las islas de Azores, Canarias y Cabo Verde.
obra
Las ciudades fenicias fundadas en la península Ibérica se componen de un ámbito cerrado, contenido por murallas (Gadir significa ciudad cercada) y de instalaciones externas, especialmente industriales, así como de zonas específicas para enterramientos, verdaderas ciudades de los muertos, que deben influir en el abandono definitivo por las comunidades indígenas de la costumbre de conservar los cadáveres bajo el suelo de las propias viviendas. Los fenicios transformaron así un litoral, hasta entonces casi deshabitado, en un reguero de poblados, necrópolis y santuarios, que ocupaban los cabos, islas y desembocaduras de ríos. En Toscanos, el emporio fenicio de la desembocadura del río Vélez, al este de Málaga, se observan cinco transformaciones en siglo y medio, es decir, una por generación, a veces con cambios radicales del trazado de calles; las viviendas son rectangulares con habitaciones pequeñas, pero hay también un almacén de tres naves largas y un foso defensivo, que llegó después a transformarse en muralla de sillares.
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