Brown considera este lienzo como obra de taller, copia del original que guarda el Museo del Prado para ser enviado a la corte francesa. La reina viste un amplio vestido con guardainfante - forma acampanada que partía desde la cintura formada por aros y rígidas ballenas que servía para esconder embarazos no deseados por lo que fue prohibido años después - en tonos oscuros con ribetes plateados. Su mano derecha se apoya en una silla mientras en la izquierda sujeta un blanco pañuelo de encaje. Tras ella encontramos un reloj en forma de torre, símbolo de puntualidad y categoría. Un cortinaje rojo completa la esquina superior izquierda. Mariana de Austria era hija del emperador Fernando III y de doña María de Hungría - hermana de Felipe IV - ; nació en Neustad el 21 de diciembre de 1634 y estaba destinada a ser la esposa del príncipe Baltasar Carlos pero al fallecer éste en 1646 y haber quedado viudo el monarca español, se decidió que ambos contrajeran matrimonio. Mariana tenía 14 años y Felipe más de 40. La pareja se encontró en la madrileña villa de Navalcarnero, celebrándose la misa de velaciones el 4 de octubre de 1648. El carácter divertido y afable de Mariana se tornó en triste y huraño debido a la rigidez de la etiqueta española. Precisamente el gesto de cierta tristeza queda perfectamente reflejado en este retrato que, a pesar de ser copia, ha sabido interpretar la sabiduría velazqueña, incluso en el estilo que caracteriza al maestro en su etapa de madurez, a base de pinceladas aparentemente desordenadas pero repletas de vida y de luz. El peinado de mariposas recuerda al retrato de la infanta María Teresa de España, también realizado en estos años iniciales de la década de 1650.
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obra
Es este un retrato del segunda esposa del rey Felipe IV muy relacionado con el que se exhibe en el Museo del Prado, aunque existe cierta diferencia en el peinado. El rostro de la reina es idéntico por lo que podría tratarse de un estudio preparatorio. La figura aparece de busto, vistiendo un elegante vestido de época en tonos claros, con un recargado peinado tocado con plumas y adornos plateados. La pincelada rápida, casi impresionista, que hace gala Velázquez en esta obra es insuperable; aparentemente parecen ser toques desordenados, causales, obteniendo, sin embargo, una viveza difícilmente alcanzable. La mirada triste y distante de la joven reina también es un elemento de extraordinaria belleza, captando la psicología de su modelo con gran franqueza.
obra
Según Brown nos encontramos con una obra salida del taller de Velázquez tomando como original el retrato de cuerpo entero que se conserva en el Museo del Prado. La figura de la segunda esposa de Felipe IV aparece de busto, recortada sobre un fondo oscuro, a la edad de 18 años, a los tres años de su llegada a Madrid. Mujer alegre y jovial, durante sus primeros años en la corte madrileña pudo disfrutar del bullicio y las fiestas pero la rigidez de la etiqueta española - su camarera mayor la reprimió reír las gracias de los bufones - hicieron de ella una mujer triste y solitaria, tristeza acentuada en los retratos que la hicieron Mazo y Carreño con tocas de viuda. La fuerza del rostro que observamos impacta indudablemente al espectador, destacando la genialidad del maestro a la hora de captar la personalidad de sus modelos.
Personaje
Político
Al quedarse el rey Felipe IV sin heredero masculino y viudo, era necesario buscar una nueva esposa que diese un heredero a la Corona. La elegida sería María Ana de Austria, hija del emperador Fernando III y de María de Austria, hermana del monarca por lo que la nueva reina será sobrina de don Felipe. Tenía trece años y su esposo cuarenta y uno. La boda se celebró en el madrileño pueblo de Navalcarnero en octubre de 1649 y en El Escorial pasaron los recién casados la noche de bodas. Del enlace nacerán seis hijos: la infanta Margarita (1651), protagonista de Las Meninas de Velázquez y futura esposa del emperador Leopoldo I; María Ambrosia (1655) que fallece a los quince días de su nacimiento; una niña que murió al poco de nacer sin recibir nombre (1656); el príncipe Felipe Próspero (1657) que sólo llegó a cumplir los cuatro años; Fernando (1658) murió a los 10 meses; y Carlos (1661) que sucederá a su padre. A la muerte de Felipe IV el nuevo rey sólo tiene cuatro años y se establece un Consejo de Regencia en el que doña Mariana ocupa un importante papel, manifestando su escasa habilidad política. Entrega las riendas del poder a su confesor, el jesuita padre Nithard y aparta a don Juan José de Austria de los círculos de gobierno. La reina, tras las protestas que suscita el nuevo hombre fuerte, le sustituye por Fernando Valenzuela hasta que don Carlos alcanzó la mayoría de edad y don Juan José ocupa un importante papel en el gobierno. Doña Mariana se retira a Toledo y después a Aranjuez hasta el fallecimiento del nuevo valido. La reina regresó a Madrid y recuperó la confianza y la voluntad de su hijo hasta su fallecimiento, víctima de un cáncer de pecho. Su cuerpo reposa en el Panteón de los Reyes de El Escorial.
Personaje
Literato
Religioso
Desde que era un adolescente ingresó en la Compañía de Jesús. Gracias a sus conocimientos y su sólida formación, con 24 años ya se dedicó la enseñanza de teología en el colegio de Roma. También impartió clases en Sicilia y fue profesor de literatura sagrada en París. Al regresar a España se instaló en Toledo y se dedicó a predicar. Atravesó por varios cargos eclesiásticos hasta ser nombrado consultor del tribunal de la Inquisición. Revisó la edición siriaca del Nuevo Testamento de Arias Montano, ya que había sido clasificada de herejía. Trabajó en la edición de las obras de San Isidoro. Su cuidada prosa será uno de los aspectos más llamativos de sus publicaciones, además de sus atractivas descripciones. Su imparcialidad, junto con la libertad e independencia de sus textos le costaron duros ataques e, incluso, persecuciones en tiempos de Felipe II y Felipe III. Una de sus obras más importantes es "Historiae de rebus Hispaniae libri XX", que abarca desde la antigüedad hasta la muerte de Fernando el Católico. También escribió "De rege et regis institutione", "Tractatus septem", "De monetae mutatione", "De adventu Jacobi apostoli in Hispania", "Pro editione Vulgatae", "De morte et inmortalitate", "De die mortis Christi" y "De annis arabum".
lugar
Archipiélago del Pacífico occidental, en Micronesia, comprende unas quince islas. Algunas, como Asunción, Agrihan, Saipan o Guam tienen origen volcánico y cuentan con un relieve montañoso. Las costas suelen estar rodeadas de arrecifes coralinos, siendo también frecuentes los atolones. La mayor de las islas es Guam, con 549 km2 de superficie. Los cultivos (maíz, caña de azúcar, batata, mandioca) se conjugan con las palmeras cocoteras como base alimentaria tradicional. Sus habitantes forman el grupo chamorro, de estirpe mongoloide pero de origen oscuro. Tradicionalmente se han mezclado con españoles y filipinos, y recientemente se han occidentalizado, debido a la presencia de una importante base americana en Guam. Aún se conserva su lengua. Las islas Marianas fueron descubiertas para Occidente por Magallanes, quien las llamó islas de los Ladrones. En 1668 recibieron el nombre de Marianas, en honor de la reina Mariana de Austria. Después de la guerra entre España y EEUU de 1898 Guam fue cedida a estos últimos. Un año después las islas fueron vendidas a Alemania y, tras la I Guerra Mundial, pasaron a ser administradas por el Japón. Este país ocupó Guam durante la II Guerra Mundial, aunque los EEUU la recuperaron en 1944.
Personaje
Escultor
Gran observador de la obra de A. Vittoria se empapó del pictoricismo y el naturalismo de Venecia. Estando en Roma sus esculturas adquieren formas más monumentales y elocuentes. Trabajó en San Juan de Letrán y Santa María Maggiore.