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obra
La referencia espacial en sombras de esta estampa la hace una de las más atractivas de la serie. El famoso torero americano Ceballos mata a un toro desde su caballo, arriesgando su vida y la del animal. Las audacias de este matador también aparecen en los Toros de Burdeos.
contexto
Auténtica revelación en su tiempo, ningún pintor español había conseguido hasta entonces el nombre, la fama, de Mariano Fortuny. Sus contemporáneos admiraron ante todo la prodigiosa factura del artista, pues muy pocos manejaban el dibujo con tal seguridad, el color con aquella magistral combinación de luces y sombras, o sabían armonizar la franqueza de Velázquez y Goya con el fino acabado de Teniers, pocos conocían como él los secretos de la acuarela, el óleo, el aguafuerte. Pero por encima de su tremenda destreza en cualquier técnica, Fortuny poseía una gracia exquisita, una fina sensibilidad para dar vida a los asuntos buscados por el gusto de la época. "Virtuoso de sangre ardiente", creador de escenas, de modelos internacionalmente imitados, su estilo elegante y mágico fue el más apreciado, solicitado por coleccionistas y marchantes. Sin embargo, tras el éxito y reconocimiento, el arte de Fortuny se verá sometido a distintas valoraciones, juzgado por criterios ajenos a su tiempo. Famoso por sus cuadros de género -pintura considerada menor entre otros por Miguel Angel y Diderot-, perteneciente por lo demás a un momento fronterizo, tras el cual el arte no volverá a ser el mismo, Fortuny será tachado de pintor frívolo, banal, complaciente en exceso con el público y relegado después a un respetuoso olvido. Figura sumamente atractiva, comienza a ser conocida, apreciada, ahora con mayor ecuanimidad, sin radicalismos. Sus obras suponen no sólo el reflejo de las aspiraciones sentimentales de la sociedad, de la época que le tocó vivir, sino de las propias aspiraciones e inquietudes del artista. Sus últimas creaciones en las que quiso pegarse el gusto de pintar para sí, pintar "como le diese la santísima gana", son un sorprendente avance de modernidad.
obra
Mariano era el hijo primogénito de Francisco Javier Goya y Gumersinda Goicoechea. Había nacido en Madrid en 1806 y siempre sería la debilidad del anciano pintor. Sentía Goya verdadera pasión por su nieto, estando siempre pendiente del pequeño; cuando el artista falleció en Burdeos en 1828 Mariano estaba presente, una muestra más de la intensa relación entre ambos. Aquí vemos a Marianito a la edad de diez años aproximadamente, tras pasar el horror de la Guerra de la Independencia, representado de medio cuerpo vistiendo traje negro, sombrero a juego y bordado cuello de encaje blanco. En su mano derecha agarra un papel con fuerza mientras que la izquierda se la lleva a la cintura, en un gesto muy repetido por el artista para no pintar las manos. Tras el niño contemplamos una partitura que quizá indicaría la afición musical del pequeño. El fondo neutro sirve para otorgar mayor volumen al cuerpo y la cabeza de Mariano, siendo ésta el principal centro de atención. La luz procedente de la izquierda parece esculpir su atractivo rostro como si se tratara de una estatua, haciendo sus inteligentes ojos más negros de lo que verdaderamente son. La pincelada rápida vuelve a protagonizar un lienzo ejecutado con cariño, en el que los detalles se omiten para concentrarnos en la ausente figura del nieto, quien fallecerá en 1874 habiendo vendido la Quinta del Sordo, lugar para donde Goya realizó sus Pinturas Negras.
obra
Don Mariano Luis de Urquijo nació en Bilbao en 1768; en Salamanca y Madrid estudió Derecho, pasando algunos años en Inglaterra donde tradujo obras de Voltaire lo que le provocó la persecución inquisitorial. Floridablanca le salvó del Santo Oficio y le destinó al cuerpo diplomático. En 1792 ingresó en la Secretaría de Estado, desempeñando el cargo de Secretario en 1798 tras la caída de Francisco de Saavedra. Desde ese cargo se dedicó a actualizar el país, encontrándose con la oposición de Napoleón, de Godoy y del Papado por lo que el 13 de diciembre de 1800 fue cesado de su puesto y encerrado en las cárceles inquisitoriales durante un año y medio. Con José I volvió a ocupar la Secretaría de Estado, huyendo a Francia en 1813 tras ser declarado reo de alta traición. En París falleció en 1817.Este retrato de medio cuerpo fue ejecutado por Goya alrededor de 1798, cuando Urquijo recibió tan alto cargo en la política española. Su figura se recorta sobre un fondo oscuro y aparece en una pose totalmente "oficial", con la mano izquierda apoyada en el sable y la derecha portando un papel. En su levita podemos distinguir las condecoraciones. Pero el verdadero atractivo del lienzo está en el rostro del político, auténtica radiografía de la personalidad del modelo, mostrándose alegre y feliz por su nuevo cargo, con los ojos vivos e inteligentes. La iluminación empleada por Goya, impactando en el rostro del modelo, acentúa aun más el carácter de don Mariano, resaltando ante el conjunto dominado por las rápidas pinceladas que apenas paran en detalles, a excepción de las condecoraciones y la empuñadura del sable.
Personaje Científico
Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Madrid. Cuando estalló la Guerra Civil se puso de parte de los republicanos. Al finalizar el conflicto fue perseguido por el régimen de Franco. "Historia de la filosofía", su primera, obra vio la luz en 1941. Zubiri, Manuel García Morente y Ortega y Gasset fueron sus maestros. Con ellos creó el Instituto de Humanidades de Madrid en 1948. Tres años después comenzó a impartir clases en el Wellesley College de Estados Unidos. Reconocido en Europa y América, ha dado numerosas conferencias y ha colaborado con diversos rotativos. Desde 1965 es miembro de la Real Academia Española. A lo largo de su vida, su obra ha sido reconocida con numerosos galardones, como el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades. Su pensamiento sigue el razonamiento de Ortega y se basa en la "razón vital". Para Marías la filosofía debe tener en cuenta las circunstancias que marcan las vivencias de cada ser. La aportación de este filósofo a la llamada "estructura de la vida humana" es fundamental. En esta estructura los hechos y experiencias cotidianas se fusionan con las circunstancias en que ocurren. Dentro de su producción cabe destacar obras como "Miguel de Unamuno", "Introducción a la filosofía", "El método histórico de las generaciones", "Ensayos de convivencia", "El intelectual y su mundo", "El oficio del pensamiento", "El tiempo que ni vuelve ni tropieza" y "España ante la historia y ante sí misma" entre otras obras.
Personaje Literato Político
Desde 1914 comienza a desplegar un ardua trabajo periodístico, colaborando en publicaciones como "Nuestra Época" o "La Razón". Una beca conseguida en 1919 le permite emprender un viaje por Europa, que se prolongará durante cuatro años, en los que madurará su formación intelectual y tomará contacto con el pensamiento de izquierdas. De nuevo en su Perú, es perseguido a causa de sus ideas, plasmadas en su revista "Amauta" (1926), que se convierte en un órgano de expresión y referencia intelectual en todo el ámbito americano. De resultas de su ideología, se enfrenta en 1928 a Haya de la Torre, creando el Partido Socialista del Perú, de corte marxista-leninista. Escribió "Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana"
lugar
obra
Marica en la rama de un árbol formaba parte de la decoración del comedor de los Príncipes de Asturias en el Palacio de El Pardo, acompañando en la misma pared a La era al tratarse de una referencia al verano, época en la que los pájaros están más activos. Goya aplica el color en grandes zonas paralelas y sobre ellas realiza las ramas de los árboles, sin necesidad de un dibujo previo. Los pájaros están distribuidos en toda la superficie creando un atractivo ritmo serpenteante que aumenta la sensación de profundidad, resultando una escena de lo más atractivo.