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obra
La pared norte del antedormitorio de los Príncipes de Asturias en el Palacio de El Pardo iba a ser decorada con dos tapices para los que Goya ejecutó los modelos; éstos son los Leñadores y el Majo de la guitarra, dos obras donde el pintor parece estar marcado por Zacarías González Velázquez, considerándose esta influencia un retroceso.Esta escena que aquí contemplamos resulta excesivamente oscura, animada por el traje naranja del protagonista que recibe un fuerte fogonazo de luz. El fondo está muy esbozado, alejándose de la influencia velazqueña. La pincelada continua siendo suelta, aplicada a base de largos toques que se pueden apreciar a simple vista, creando una interesante sensación atmosférica. La perspectiva empleada es la típica a la que se recurre cuando se trata de una obra que el espectador contempla desde abajo.
Personaje
Militar
Cónsul romano en Hispania. Fue elegido en el año 139 a.C. para sustituir a Quinto Pompeyo Aulo. Permaneció en el cargo durante un solo año. Cuando llegó a Numancia comunicó a los numantinos que los acuerdos que éstos habían alcanzado con Pompeyo Aulo no eran válidos, ya que habían sido rechazados por el Senado romano. Pompeyo Aulo había llegado a un acuerdo con Numancia garantizándoles la paz a cambio de una elevada cantidad de dinero, motivo por el cual debía realizarse el pago en dos plazos. Ante la noticia de Popilio Lenas, los numantinos le mostraron las pruebas de la legalidad del acuerdo, enviando las mismas a Roma, quien las rechazó. Mientras esperaba la respuesta del Senado, Popilio se dedicaba a instruir a las tropas, evitando acercarse a las zonas dominadas por los celtiberos, hasta que tuvo al ejército listo para atacar. En la primavera del año 138 a.C., el ejército romano en Hispania, bajo el mando de Popilio Lenas marchaba hacia las inmediaciones de Numancia. Al llegar a las inmediaciones de Numancia, Popilio Lenas encontró una ciudad aparentemente desierta. Sin embargo, desconocía que los numantinos estaban escondidos. Ante la situación, Popilio dio orden de no atacar, a la espera de un ataque numantino. Finalmente, debido a la larga espera decidió lanzar a sus tropas contra la ciudad. Al iniciarse el asalto, los soldados romanos pensaron que se trataba de una trampa, por lo que comenzaron a huir. Esto fue aprovechado por los numantinos para salir de su escondite y arrasar al ejército romano. Tras la derrota, Popilio se retiró hacia el valle del Jalón, para alejarse de Numancia y centrarse en combatir a los lusones, quienes también le derrotaron. Según Schulten, tras las derrotas sufridas, Popilio se retiró a Cartago Nova, donde permaneció hasta que a finales del año 138 a.C. regresó a Roma. Le sustituyó entonces Cayo Hostilio Mancino.
obra
Debido a su cargo como Pintor de Cámara, Goya estaba obligado a solicitar el necesario permiso cada vez que abandonaba la Corte. En 1824 y temiendo caer en la purga que se estaba llevando a cabo contra los liberales, decidió trasladarse fuera de las fronteras españolas. Para no levantar sospechas solicitó permiso para tomar las aguas en el balneario francés de Plombières, siendo admitida su petición. Nunca llegó a dicho balneario, iniciando su particular exilio, visitando primero París para después instalarse en Burdeos donde existía una nutrida colonia de exiliados españoles. Allí se reencontrará con sus amigos, especialmente con el personaje que aquí tenemos retratado. Don Leandro puede ser considerado como uno de los mejores dramaturgos de la literatura española, comparable con Lope o Calderón cuya tradición continuó. Moratín muestra el mismo espíritu crítico y mordaz en sus obras que Goya en sus grabados. Esta realista imagen del dramaturgo es uno de los últimos retratos realizados por Goya; representado de medio cuerpo, apoya su brazo derecho sobre una mesa en la que encontramos varios papeles, en uno de los cuales ha aprovechado el pintor para plasmar su firma. El oscuro fondo sirve para centrar nuestra atención en su expresivo rostro, de mirada ausente no exenta de preocupación y de nostalgia hacia la lejana patria. Sus inteligentes ojos son punto de referencia para el pintor, sacando a través de ellos la personalidad y el carácter de su amigo y compañero de sufrimientos. Con estos retratos finales, Goya se anticipa al Romanticismo por la forma de tratar a sus personajes, mientras que la soltura de la pincelada le sitúa a un paso del Impresionismo.
contexto
En líneas generales, el panorama que se desprende de las tradiciones legendarias coincide sustancialmente con el que ofrecen los estudios dialectológicos de la lengua griega. A partir de polémicas científicas todavía parcialmente vigentes, donde la formación de los diferentes dialectos se ha explicado por procedimientos variados, por oleadas o por separaciones internas ya dentro de la época oscura, al sumarse los datos de la arqueología y predominar los intentos totalizadores, se llega a una visión dinámica de la configuración del griego como lengua poseedora de ricas variedades dialectales. Sin duda, el gran movimiento diferenciador tuvo lugar en la edad oscura, como consecuencia del amplio proceso migratorio que llevó a la ocupación de Asia Menor y a la formación de los dialectos orientales. Sin embargo, el dialecto dorio posee características propias que llevan a los investigadores del pasado a colocarlo en una posición específica, de introducción reciente, consecuencia de una nueva migración que sería la causante de la destrucción del mundo de los palacios micénicos. Las matizaciones que han resultado de estudios más recientes llevaron primero a identificar el dialecto con el hablado por las clases oprimidas del mundo micénico, cuya destrucción sería la consecuencia de una revuelta social. Más tarde, se ha admitido de nuevo el carácter migratorio de su aparición, pero más bien situada en la Edad Oscura, consecuencia, más que causa, de la catástrofe. Por otro lado, la migración no representaba una nueva invasión exógena de pueblos procedentes del norte, síntoma de una renovación racial. Las características de la lengua doria se hallan desde época anterior situadas en amplias regiones del norte o del oeste de Grecia, donde no influyeron los aspectos renovadores que llevan a la constitución de los dialectos orientales. Tesalia, Dóride, Fócide, Lócride, Etolia y Acarnania poseían en sus lenguas los rasgos con que se identifica el dorio, lengua de los pueblos que se movieron hacia el Peloponeso en época oscura, en la que se asentaron y consolidaron sus caracteres. Estos representaron el resultado histórico de la confluencia de los movimientos de pueblos con la configuración de la nueva sociedad, en que las agrupaciones concretas tienden paulatinamente a constituirse en ciudades estado.
contexto
El Islam se expandió sobre áreas lingüísticas y culturales heterogéneas. Nada más falso que imaginar una rápida unificación cultural en el crisol de la nueva religión, a medida que crecía el número de sus adeptos, y del nuevo poder. Sin embargo, el resultado final sería el logro, en éste como en otros aspectos, de un ámbito de civilización con rasgos comunes predominantes en cuyo seno los valores y productos culturales circulaban y se comunicaban con fluidez de unos a otros núcleos, sobre todo en los medios urbanos. La aceptación del árabe como lengua común y su uso literario fue, indudablemente, una de las claves del éxito, que se logró en buena parte por el prestigio religioso de que gozaba. En Palestina y Siria el griego ya no se usaba a finales del siglo VIII y el arameo sólo se conservó en los medios nestorianos como lengua litúrgica y literaria. Más resistencia opuso el copto, al menos hasta el siglo X, y su uso continuó en el ámbito litúrgico cristiano hasta el XIII. En Irán, el pehlví no desapareció nunca y revivió desde el siglo X, pero convivió con el árabe. Algo semejante, aunque sin desarrollo literario, ocurría con los dialectos bereberes en el Magreb, cuya supervivencia en ámbitos rurales de montaña fue muy prolongada, además de que el árabe norteafricano adquirió pronto ciertas calidades propias. Y, aun arabizada, la mayoría de la población de al-Andalus conservó, junto al uso del árabe, el del romance, a veces de manera predominante, al menos hasta el siglo XI. La época áurea de la cultura clásica musulmana fueron los siglos IX al XI, cuando se tradujeron y se asimiló el contenido de numerosas obras filosóficas y científicas griegas, y también de otras iranias. Se fundaron bibliotecas con apoyo político en Bagdad, en la llamada "Casa de la Sabiduría" y Basra en el siglo IX, El Cairo y Córdoba en el X, y todavía en el XI las cortes provinciales, desde los taifas andalusíes hasta los samaníes y gaznovíes del extremo oriental, mostraron una vitalidad cultural extraordinaria. Pero, ¿qué composición tenía aquella cultura profana (adab) cuyo dominio era necesario para el hombre que quisiera moverse en los medios cortesanos y urbanos? La filosofía y la ciencia eran de origen griego mientras que la reflexión ética incorporaba elementos iranios (por ejemplo, en el "Libro de la Conducta" de Ibn al-Muqaffa): se trataba pues, de asimilar ideas y conocimientos exteriores al Islam, de desarrollar nuevas reflexiones y experiencias a partir de ellos o de construir obras con espíritu enciclopédico, pero no se superaron dos límites: no hubo, o apenas, renovación de métodos, y no hubo flexibilidad o interés cultural a la hora de desarrollar el diálogo y la concordancia entre razón y fe.
contexto
El Tratado de Guadalupe-Hidalgo (1848) no hizo ninguna referencia explícita a los derechos de la lengua española. En 1879 California promulgó una nueva constitución bajo la cual todos los procedimientos oficiales debían ser en inglés. El español se ha hablado alrededor del Nuevo México norteño, Colorado meridional y en la frontera con México desde el siglo XVI. Texas heredó una población hispana desde la guerra Mexicano-Americana, además de tener una afluencia constante de mexicanos y otros inmigrantes de habla hispana, pero no tiene lengua oficial. Existen áreas geográficas estadounidenses donde el español se ha hablado de forma interrumpida desde el siglo XVIII: los habitantes de Saint Bernard, en Louisiana, han conservado el español de sus antepasados Canarios. Tras el inglés, es el segundo idioma más estudiado en EE.UU. según el Instituto Cervantes -tiene sedes en Nueva York, Chicago, Alburquerque y Seattle, y desde 2008 Washington, Boston, Houston, Los Ángeles y San Francisco- hay al menos, 6 millones de estudiantes, y el 60% de los estudiantes de EE.UU. lo eligen como lengua extranjera. Según los estudios del U.S. Census Bureau, en Estados Unidos cada vez se habla más español: si en el 2002 lo hablaban en sus casa el 11,1%, en el 2006 el 12,2%, siendo Texas, California y Nuevo México los primeros Estados, con un porcentaje próximo al 30%. El 56% de los hispanos, utiliza el español como primera lengua dominante sobre el inglés en sus casas, el 26% son bilingües y el 18% restante utilizan el español como segunda lengua o sólo utilizan el inglés. Fuera de sus casas, el 41,2% habla más español que inglés. Por último, un total de 50 millones de personas en Estados Unidos saben hablar español o tienen conocimientos del idioma. En New York se han publicado, o se publican en la actualidad, revistas literarias como Caronte, Lugar sin límite, Románica, Lyra, Emen-Ya, La Nuez, Brújula, Tercer Milenio, De Azur, Transimagen, Realidad Aparte y La Ñ. En la ciudad se encuentran la Videoteca del Sur, varias galerías que se especializan en arte hispano, algunos centros donde se puede escuchar música contemporánea latinoamericana, todos los años se realiza una feria del libro en lengua española. Las editoriales norteamericanas como Penguin, Ballantine y Vintage publican colecciones en español, en las que aparecen autores hispanos, latinoamericanos y algunos españoles. La vitalidad de la lengua española y la cultura hispana es innegable. Innegable, pero no fácil. La presión por parte de movimientos por la exclusividad del inglés -desde niveles cotidianos hasta el Congreso de los Estados Unidos- se deja notar. El aumento de seguidores del "spanglish" representa una amenaza real al idioma español en Estados Unidos. La controversia en torno a la lengua resulta muy representativa de las inquietudes actuales. En 1982 se creó un grupo de presión anglófona, Us English, opuesto al bilingüismo anglo español del sur y el oeste del país y partidario de la adopción del inglés como idioma único. Tras el primer referéndum sobre este tema, celebrado en 1986 en California, el 75 % de los electores se pronunciaron a favor de medidas restrictivas para el español. Después, otros 15 estados han seguido el ejemplo californiano. Esta movilización ha representado un golpe decisivo al bilingüismo en la enseñanza, pero no ha impedido la progresión del mismo en la vida cotidiana (anuncios, periódicos, emisoras de radio, programas y cadenas de televisión en español). Gráfico La segunda generación de hispanos habla inglés fluido en un 98%, y solo el 29% es realmente bilingüe. El español se mantiene en casa (35%) y hablando con los amigos ( 43,8). Un 65% pierde facilidad pero mantiene su español, en buena parte por la expansión increíble de los medios de comunicación en nuestra lengua. No todos los hispanos hablan español, solo 34.500.000 de los 45.500.000. Pero es la única lengua presente en todos los estados; requerida y estudiada en todos los niveles de enseñanza. Pero una lengua es además una cultura. Frente a la cultura dominante de los WASP la cultura hispana se cohesiona a partir de los años 60 -no es que antes no la hubiera- como una forma de fijar la identidad de una minoría creciente, de luchar por sus derechos civiles, por el pluralismo cultural, entre otras formas desde el Movimiento Chicano y la Cultura Nuyorican. La cultura chicana siempre ha tenido, como característica fundamental, una fuerte carga de la cultura mexicana; comparte con ésta normas y valores que tienen un carácter simbólico, de ahí que defienda su propio derecho de conservar sus raíces y de auto designarse orgullosamente como chicanos o puertorriqueños dentro de la sociedad anglosajona contemporánea. Los Estudios Chicanos tienen fuerza en Estados Unidos: a raíz de las investigaciones por ejemplo de Magdalena Mora, Virginia Sánchez Korrol, o de los estudios sobre literatura chicana de Lorna Dee Cervantes Por razones demográficas y socioeconómicas, la cultura mexicana ha influido notoriamente en varios grupos de descendientes de mexicanos, cada vez más numerosos, que mantienen sus diferencias con la cultura mayoritaria. El año de 1977 es, desde el punto de vista histórico, muy significativo para los escritores hispanos, o latinos, de New York: se fundó el Centro para las Artes Ollantay. Su programa de literatura presentó exclusivamente a artistas hispanos del entorno neoyorquino. Desde entonces, Ollantay ha convocado todo tipo de encuentros, lecturas, presentaciones teatrales, exposiciones, y ha publicado algunos libros relacionados con dichos escritores. Aquel momento de los años setenta sólo significó una toma de conciencia sobre el hecho de que muchos de los autores que escribían en la ciudad tenían que replantearse sus relaciones con la tradición poética de cada uno de sus países de origen, a la vez que se les ofrecía la tradición de la poesía de lengua española escrita allí. En vez de asimilarse al American Way of Life, el chicano adopta y adapta valores culturales, reforzando sus orígenes para poder sobrevivir y satisfacer necesidades mínimas. Sus raíces mexicanas siempre han estado presentes en la comunidad chicana pero afloraron con más fuerza desde los años sesenta, coincidiendo con el interés de los propios anglos por conocer su cultura. El escritor Carlos Fuentes, entrevistado por Cayuela en 1996, afirmaba "...Estoy convencido de que se está creando una nueva cultura en la frontera. Una cultura que no nos debe asustar, con su fusión de valores anglosajones y latinos, y que va a darle más vitalidad a las culturas nacionales, tanto de México como de Estados Unidos." La cultura chicana refleja la vitalidad de la fusión de intereses y tradiciones, el impacto que ha tenido en la identidad e idiosincrasia, en los comportamientos sociales, en el lenguaje, etc. Los valores de la cultura mexicana son solidaridad, cooperación, servicio, lealtad, amor, afecto, cordialidad y confianza, o dicho de otra manera, la familia, la religión, la patria y la libertad. El 89% de los mexicanos consideran que es importante mantener la unidad en la familia como base para su felicidad y equilibrio emocional. En 1989 se efectuó una encuesta "Los valores de los mexicanos" por Alduncín Abitia, cuyos resultados son significativos: el 70% de los mexicanos tratan de influir en su entorno y sólo el 30% trata de adaptarse al mismo. El 68% de los encuestados "no están dispuestos a conformarse con la manera en que las cosas se dan o se dieron, saben que el porvenir será mejor que el presente o el pasado, desean crecer y mejorar y hacerse más grandes y poderosos". En el campo artístico, las obras chicanas son el espejo de esa realidad social compleja, donde se combinan líneas artísticas tan disímiles como el arte indígena mesoamericano, el muralismo revolucionario, el realismo ruso, el Pop Art y la estética punk. Otros fenómenos relevantes son la poesía y la literatura nuyoricans. Casi todos los autores que hacen parte de este grupo escriben principalmente en inglés, o una mezcla de español-inglés llamada spanglish, a veces ¿Qué es lo que significa realmente poesía nuyorican? En principio quiere decir poetas de origen puertorriqueño que escriben en spanglish o en inglés, y que a veces insertan el vocabulario español en sus poemas escritos en inglés, y en otros casos españolizan el inglés. Desde el punto de vista social, este movimiento poético hacía parte de un conjunto de manifestaciones artísticas y políticas comprometidas: los graffitti callejeros y en los metros fueron una de las aportaciones más significativas. Lo característico de esta cultura es su compromiso social y la manifestación de una identidad puertorriqueña dentro del idioma inglés y de la sociedad norteamericana y, por la otra, su oralidad: suele ser una poesía que está concebida para ser actuada y con la posibilidad de convertirse en performance. Los poetas del Nuyorican's Café han sido considerados como una tendencia más dentro de la poesía estadounidense. El Nuyorican Poets' Café fue el motor que impulsó el spanglish entre los narradores hispanos y definió una nueva tendencia decisiva para la literatura de Estados Unidos, como para la nueva narrativa en español en Estados Unidos. El spanglish es más que una lengua hablada y escrita: es gastronomía, música y la moda. Grupos musicales que cantan en spanglish ; una fusión especial de sabores y productos diversos procedentes de América Latina y Estados Unidos, ofrece nuevos platos en restaurantes de Nueva York, Miami o Los Ángeles; y los diseñadores no cesan de lanzar colecciones cuyo origen y destino es esta cultura híbrida. La presencia del spanglish en tantos escenarios cotidianos y en los medios de comunicación es una buena manifestación de su apogeo. Si comenzó a hablarse en la frontera entre México y Estados Unidos y en los barrios de hispanos en las grandes ciudades como propio de gente pobre, y marginal, ha pervivido durante más de 150 años y ha cambiado de significado en los años setenta con la irrupción de fuertes movimientos políticos y culturales como el nacimiento de la conciencia chicana (entre inmigrantes de origen mexicano) y una gran promoción de poetas y dramaturgos nuyorriqueños en New York. Ambos núcleos de hispanos dieron una nueva posición al spanglish, y lo convirtieron en símbolo de identidad de sus propuestas ideológicas y estéticas. Hablar y escribir spanglish -como hablar o escribir español- es un signo de identidad y rebeldía ante el mundo anglo y su cultura algo menos dominante. En el panorama literario de los Estados Unidos -ya no solo chicano o nuyorican- muchas mujeres hispanas se expresan con un notable nivel de aceptación de la crítica y los lectores, y alcanzan cotas importantes de creatividad y producción editorial. Escritoras en inglés son M? Amparo Ruiz de Burton -primera hispana que publicó en esta lengua The Squatter and the Don (1885)-Beatriz Eugenia de la Garza; Demetria Martínez; Helena María Viramontes, profesora de Inglés y escritora; Bernice Zamora; Pat Mora; Cherrie Moraga; Sandra Cisneros; Alisa Valdés-Rodríguez; la boricua Judith Ortiz Cofer, y dos autoras del movimiento nuyorican, Sandra María Esteves y Nicholasa Mohr, escritora y pintora. Gloria Andalzúa y Rhina Espaillat son escritoras bilingües. Por último, entre aquellas que escriben en español se puede citar a Marisela Norte; Ana Castillo; Jesusa Alfau Galván; Denise Chávez; Cristina García; o María Irene Fornés, cubana llegada antes del exilio, autora y directora de Teatro de Vanguardia en New York.
contexto
La introducción del alfabeto en Roma se produce en tiempos de la monarquía gracias a los griegos de la Italia meridional. Desde ese momento podemos hablar de la existencia de una literatura, aunque no tengamos testimonios. Quizá los primeros restos escritos sean las anotaciones sagradas, los anales, los elogios o la literatura diplomática y legal de la que Roma cuenta con un amplio número -las XII Tablas o diferentes tratados-. Entre los primeros literatos encontramos a Apio Claudio, primer historiador romano que dio forma literaria a sus discursos. También es el autor de un tratado jurídico, de una serie de versos con cierto aire pedagógico y elaboró una reforma ortográfica que implicó el cambio de la letra s por la letra r. En la época de las grandes conquistas se manifiesta en la literatura romana -y en el conjunto de la vida- la influencia griega, motivada por el estrecho contacto de Roma con las ciudades helénicas a través de relaciones militares, económicas o diplomáticas. Los saqueos de ciudades como Siracusa y Corinto llenaron las calles y las casas romanas de arte griego al tiempo que un buen número de griegos llegaron a Roma como esclavos o diplomáticos. La élite cultural griega desembarcó en la península Itálica para formar a una amplia generación de hombres y mujeres romanos. Esta helenización se manifiesta con fuerza desde el siglo II a.C., cuando la mayoría de la aristocracia romana hablaba en griego. Esta influencia cultural motivará la diferenciación de los géneros literarios. El primer poeta romano es Livio Andrónico (284-204 a.C.), griego de Tarento que fue hecho esclavo hasta su liberación por su amo que le dio el nombre de su estirpe. Dedicado a la enseñanza, ante la falta de libros para enseñar el latín decidió traducir la "Odisea", convirtiéndose en el principal texto escolar hasta época de Augusto. Con motivo de los ludi Romani del año 240 a.C. Andrónico escribió una tragedia y una comedia, introduciendo el teatro griego en Roma. Su fuente de inspiración sería Eurípides y Meandro, aunque los versos de Andrónico no dejen de ser bastante malos. En el 207 el Estado le encargó un himno en honor de Juno que sigue la línea de las piezas teatrales. La importancia de Andrónico radica en que estableció las bases para el desarrollo de una literatura romana original. Entre sus principales representantes encontramos a Cneo Nevio (270-200 a.C.) adaptador de tragedias y comedias griegas y creador del drama histórico romano -praetexta- y de las primeras comedias, basadas aún en las griegas. Quinto Ennio manifiesta una importante influencia griega como se aprecia en las reformas en la métrica que realizó, introduciendo el hexámetro griego. Realizó adaptaciones de comedias griegas y sus tragedias están inspiradas directamente en Eurípides, siendo muy apreciadas por la sociedad culta. También se dedicó a la sátira a través de las fábulas, leyendas o parodias. Plauto (hacia 254-184 a.C.) será el creador de la comedia romana. Entre su dilatada producción -la leyenda le atribuye más de 130 obras- se han conservado 20 comedias completas, adaptando en ellas el modelo extranjero a las condiciones específicas de la vida romana, apareciendo personajes característicos como la brillante cortesana, el hábil ladrón o el locuaz cocinero. Su lenguaje es muy rico, introduciendo elementos populares -incluso insultos- al habla culta para otorgar ciertas dosis de humorismo a sus obras, lo que le convierten en uno de los más importantes dramaturgos de la antigüedad. Terencio (195-159) nos ha dejado sólo seis obras en las que adapta la comedia griega de una manera muy sutil, con un idioma elegante, personajes más estudiados, psicologías matizadas, alejándose de la chabacanería de Plauto. La gran prosa de la época de las conquistas está encabezada por Catón, autor de innumerables discursos de los que nos han llegado fragmentos de unos 80. Sus obras están caracterizadas por su agudeza, imaginación y expresividad, recurriendo a dichos populares para acercar el discurso al pueblo. También conservamos íntegramente "De agricultura", trabajo en el que Catón hace referencia a la economía agrícola, la vida doméstica, recetas medicinales o preparación de comidas. Aunque pueda resultar paradójico, la cultura romana alcanzará su máximo esplendor en la época de las guerras civiles y en el principado de Augusto. La encendida defensa de las ideas de cada uno de los grupos llevará al desarrollo de la oratoria, donde los Gracos alcanzarán un elevado grado. Tras ellos encontramos a Lucio L. Craso (140-91) quien tuvo la oportunidad de recibir formación de los grandes oradores atenienses, brindando su oratoria a la causa senatorial. Hortensio (114-50) recogió el testigo hasta que fue superado por Cicerón, momento que la oratoria romana alcanza su apogeo. Los maestros romanos y atenienses formaron a este genio de la palabra, de amplio vocabulario en el que incluía metáforas, parangones o sinónimos, utilizando la ironía e incluso la violencia dialéctica como ningún otro. Si durante el siglo II a.C. encontramos las primeras muestras de poesía satírica; será en los últimos años de esa centuria cuando de sus mejores frutos Cayo Lucilio (180-100), testigo de la decadencia de su ciudad que fue recogida en una treintena de libros satíricos de los que nos quedan unos 80 fragmentos. En ellos se aprecia el empleo de un lenguaje fácil, popular, que permitió una mayor difusión de sus escritos. La lírica se va a desarrollar en Roma en el siglo I a.C. cuando un grupo de jóvenes pondrá empeño en reformar la lengua lírica latina, adaptándose a la métrica griega. El más importante de este grupo será Cátulo (87-54 a.C.) en cuya obra podemos encontrar obras cargadas de sentimiento con versos eruditos o poemas políticos. Sus versos amorosos están dedicados a Clodia por la que sentía un atormentado y ardiente amor, narrando las diferentes etapas de su pasión. El teatro alcanzó su máximo esplendor en época de los Graco, momento heroico que bien recoge Lucio Acio (170-85 a.C.) en sus numerosas tragedias en las que imitaba a los griegos Esquilo y Sofocles. El testigo de la tragedia fue cogido por la comedia llamada "atelana" o "mimo" donde se ofrecían más posibilidades para el autor y el actor, participando incluso mujeres en los papeles femeninos. La vida cotidiana era el tema preferido aunque también encontramos asuntos mitológicos o aventuras. El esquema no era muy tenido en cuenta ya que se permitía y favorecía la improvisación e incluso la participación del público. La paz que trajo el gobierno de Augusto fomentará el desarrollo cultural, especialmente gracias a dos personajes que patrocinaron a los literatos y artistas: Cayo C. Mecenas y Mesala. El primero se considera el creador de una corte literaria en la que se reunían Virgilio, Propercio y Horacio, entre otros, intentando dirigir las obras de los maestros hacia la posición más favorable al emperador. El más importante poeta de esta época es, sin duda, Virgilio, el autor de las "Bucólicas" -canciones pastorales idílicas-, las "Geórgicas" -obra propagandística en la que se canta la economía agraria- y "La Eneida" -donde narra las aventuras de Eneas, inspirándose en las obras de Homero, cargando la obra de elementos políticos al enaltecer el pueblo romano y la estirpe del emperador-. Horacio (65-8 a.C.) nos ofrece una visión más calmada y equilibrada del mundo, invitándonos a disfrutar de la felicidad. Su poesía está llena de elegantes imágenes, diversos metros y variados temas. Conocemos 103 odas en las que alcanza la perfección lírica y nos transmite su pensamiento que se recoge en la expresión "Carpe diem". Con las "Epístolas" inaugura un nuevo género poético, exponiendo las ideas estéticas griegas basándose en Aristóteles. El tercer gran maestro de esta generación es Ovidio (43 a.C.- 17 d.C.). Desde joven sintió atracción por la poesía, realizando un amplia producción que se divide en tres etapas: juventud con obras eróticas - en las que puede alcanzar la pornografía como en los "Amores" o "El arte de amar"-, madurez con las obras festivas - en "Los fastos" se dedica a recoger los orígenes de las principales fiestas del calendario romano- y su principal poema, "La metamorfosis" donde narra las transformaciones de dioses, hombres y objetos; y decadencia motivada por el exilio a la actual Constanza donde escribe "Los tristes" y las "cartas del Ponto". En los siglos I y II de nuestra era la literatura romana presenta un curioso contraste entre evolución y anquilosamiento. Mientras algunos géneros avanzan vertiginosamente otros se anclan en el pasado como la epopeya y la tragedia. Entre las grandes figuras de este periodo destaca Marco A. Lucano (39-65) de quien sólo nos ha llegado "La guerra civil" donde narra el enfrentamiento entre César y Pompeyo, utilizando hexámetros y un estilo rebuscado, refinado, pero algo frío. El "Satiricón" será una de las mejores obras de este momento. Posiblemente fue escrito por Petronio y los escasos fragmentos que se conservan nos transmiten una imagen despiadada de la vida cotidiana en su tiempo, presentándonos a diversos personajes de manera naturalista, estereotipada, grotesca o fantástica. Su estilo expresivo recoge los distintos lenguajes de los protagonistas. Ese aire satírico también se manifiesta en buena parte de Marco V. Marcial (41-102) cuyos versos envenenados están dirigidos a tipos específicos de la población: ladrones, esposas infieles, taberneros, ancianos ricos y sin descendencia, etc. Esta sátira superficial, que no penetra en los sentimientos, será superada por Juvenal, convirtiéndole en un poeta caústico que ridiculiza los vicios de su tiempo pero no aporta ningún elemento alternativo, sólo se dedica a la crítica. Apuleyo, autor de "El asno de oro", también se encuentra en la nómina de los satíricos. Bajo el aspecto de una novela de aventuras, tomando como modelo una fábula griega, Apuleyo enseña los aspectos negativos de la vida y del ser humano, mostrándonos un completo cuadro de las provincias romanas durante el siglo II con los abusos de los administradores, la dureza de los esclavos o la ruina de los pequeños agricultores. Luciano de Samosata será el último poeta satírico, dirigiendo sus envenenados dardos a las religiones de la época, empezando por los dioses del Olimpo y acabando con los cristianos. También satiriza sobre las novelas de aventuras o la historiografía. El llamado "renacimiento griego" que se produce en el siglo II debido a la política helénica de los emperadores, inaugurada por Nerón, nos trae a grandes maestros entre los que destaca Plutarco, eminente historiador y genial literato. Conservamos una serie de obras morales donde manifiesta su filosofía ecléctica El teatro serio de la época republicana acabó dando paso a lo que podemos denominar comedia. El drama serio deja de ser interpretado y pasa a ser leído por las clases más cultas. Séneca se convertirá en el mejor representante del drama literario. Nos ha dejado ocho obras ("Medea", "Agamennon" o "Phaedra") inspiradas en la tragedia griega, en las que nos presenta a sus personajes condenados a terribles sufrimientos y desesperados, sin encontrar ninguna esperanza. Su estilo sencillo cae en ocasiones en la monotonía.