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Los múltiples encargos no permitirán a Tiziano desempeñar a pleno rendimiento su puesto de pintor oficial de la Serenísima República de Venecia. Como tal debía realizar los retratos de los dux de la ciudad, aunque fuera con cierto retraso como en este caso, ya que Andrea Gritti falleció en 1538 y el cuadro está fechado hacia 1545.El responsable de la Serenísima aparece ataviado con sus mejores galas, cubriéndose con un amplio manto dorado que sujeta con la mano izquierda. Lleva el gorro característico de los dux y su amplia figura se recorta ante un fondo neutro, en el que se abandonan las tonalidades pardas características de otras obras para emplear un color verdoso. Sin embargo, el verdadero centro de atención del retrato está en el rostro del mandatario, interpretando de manera perfecta su expresivo gesto de autoridad, dirigiendo su inteligente mirada hacia la izquierda. Las pinceladas son cada vez más rápidas, aplicando el color de manera fluida, sin atender a detalles superfluos. Esta manera de trabajar será criticada en algunas ocasiones como en el retrato de su buen amigo Pietro Aretino.
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Antonio Grimani fue uno de los dux venecianos más controvertidos del Renacimiento. Tras la derrota sufrida ante los turcos en la batalla de Zonchio (1494), fue en un primer momento condenado a muerte para ser después enviado al exilio. Su posterior rehabilitación le permitió ser elegido dux de la Serenísima República de Venecia en 1521, cuando contaba con 85 años, falleciendo dos años más tarde. Esta obra es uno de los escasos ejemplos que se conservan de las pinturas votivas realizadas por Tiziano destinadas al Palazzo Ducale de Venecia. La costumbre obligaba a cada dux a realizar una obra de estas características y como Tiziano era pintor oficial de la República tenía la obligación de ejecutarla. El incendio sufrido por el palacio el 11 de mayo de 1574 dañó la mayor parte de las obras votivas de los dux Marcantonio Trevisan, Andrea Gritti y Pietro Lando -realizadas por Tiziano y rehechas por Tintoretto y sus ayudantes en la década de 1580- situadas en la sala del Colegio lo que hace considerar a algunos especialistas que la obra que contemplamos aún no estaba concluida. A esto debemos añadir que los laterales -el evangelista San Marcos, protector de la ciudad de los canales, y un portaestandarte- necesarios para ubicar la tela en su actual emplazamiento, fueron realizados por Marco Vecellio, nieto del maestro, lo que induce a pensar que buena parte de la obra fue ejecutada en el taller bajo la ya anciana mirada del genial artista. El dux aparece arrodillado en primer plano de la composición, contemplando la visión de la Fe que porta en su mano derecha un cáliz y en la izquierda la cruz de Cristo, ayudada por dos angelitos en esta tarea. Una corte de querubines acompaña a la Fe, convirtiéndose esta zona en el foco de luz que ilumina todo el conjunto. En la zona inferior central podemos apreciar una vista de la plaza de San Marcos y un amplio número de barcos en la laguna, realizado este paisaje con una pincelada rápida y empastada. La fuerza de otras obras votivas -véase la Familia Vendramin- parece dejar paso a un tipo de cuadro más aparatoso pero que carece de la personalidad y fuerza de los trabajos maduros como el Desollamiento de Marsias o la Religión socorrida por España.
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Francesco Vernier fue elegido dux de la República de Venecia el 11 de junio de 1554, cuando contaba con 64 años. Durante los dos años que ocupó el cargo destacó por su severidad y templanza. Su delicada salud le obligaría a hacerse ayudar por dos personas para sus desplazamientos, falleciendo el 2 de junio de 1556.Su retrato oficial fue el último realizado por Tiziano como pintor de la Serenísima ya que los próximos dogos, Lorenzo y Girolamo Priuli, otorgaron el cargo a Girolamo di Tiziano y Tintoretto, respectivamente. Ese retrato oficial ocupó, según la costumbre, la sala del Gran Consejo del Palacio de los Dux. Fue destruido por un terrible incendio en 1577, conservándose esta imagen privada que contemplamos. Esta es uno de los pocos retratos conservados entre los que Tizano realizó a los dux. Se trata de un magnífico ejemplo del interés del artista por captar la psicología de su modelo, mostrando su simpatía y complicidad con el gobernante, sin renunciar a mostrar su delicada salud y su aspecto sufriente. Tras la ventana podemos apreciar un incendio en la laguna veneciana -pudiendo aludir a algún suceso ocurrido durante el mandato del dux- . Este soberbio retrato es un excelente ejemplo de la manera de trabajar del maestro en su último periodo, aplicando el color de manera fluida sin renunciar a las calidades táctiles de las telas. La potente iluminación empleada crea un acentuado contraste lumínico con el que el maestro acentúa la carga psicológica del retrato. El resultado es un trabajo difícilmente superable. kVernier también encargó, junto a su retrato oficial, el lienzo conmemorativo del Dux Antonio Grimaldi arrodillado ante la Fe.
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En 1516 Tiziano obtiene la Senseria del Fondaco dei Tedeschi, cargo que le convierte en pintor oficioso de la Serenísima República de Venecia. Una de sus obligaciones será realizar los retratos de los dux y algunos cuadros votivos como el de la Familia Vendramin. Nicolò Marcello asumió el más alto cargo político de la República durante un breve periodo de tiempo, entre el 13 de agosto de 1473 y el 1 de diciembre de 1474. Tiziano sigue modelos del Quattrocento al retratar al dux de perfil, tomando como modelo bien una medalla bien un retrato oficial realizado por Gentille Bellini que habría desaparecido en el incendio de la sala del Gran Consejo del Palacio Ducal en 1577. El gesto bonachón del gobernante se reafirma con la mano derecha extendida, en actitud de saludar, mientras que en la izquierda agarra con fuerza un documento. La luz empleada resalta los bordados de la capa con la que se cubre, pero el estilo no es tan impactante como el que se aprecia en el retrato del dux Andrea Gritti.