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En España, las opiniones de la ciencia que podríamos llamar oficial eran eco de las que se exponían en Francia: los naturalistas Ignacio Bolívar, Eugenio Lemus, F. Quiroga y R. Torres-Campos, el antropólogo Manuel Antón, el historiador santanderino Angel de los Ríos, e incluso J. Puig y Larraz, negaron la autenticidad de las pinturas de Altamira. En su ámbito local, Sautuola se veía sostenido por algunos de sus amigos, como Eduardo del Molino, Eduardo de la Pedraja, Augusto González Linares y otros. El principal valedor de Sautuola siguió siendo Vilanova y Piera, que, cuando hubo ocasión, habló sin éxito de la autenticidad del arte de Altamira, entre 1880 y 1893, año este último de su fallecimiento. Antes, el 2 de junio de 1888, había muerto Sautuola. Los dos grandes hombres desaparecieron sin ver reconocido y elevado a la categoría de monumento de la humanidad el objeto de sus afanes: las pinturas de Altamira. En los últimos años del siglo XIX se pusieron las bases para la rectificación. En 1895, Lombard Dumas percibe una silueta de mamut en la cueva de Chabot, al propio tiempo que E. Riviére estudia los grabados y pinturas de la cueva de La Mouthe y señala el primer signo tectiforme (representación de tipo abstracto y significado desconocido; cf. el apartado de temática). En la misma línea, en 1896, François Daleau, aleccionado por los hallazgos de Riviére, encuentra los grabados zoomorfos de Pair-non-Pair que, en parte, ya había observado en 1883 y que estaban en contacto con los niveles arqueológicos. Al mismo tiempo, F. Regnault y R. Jammes descubrían las pinturas de Marsoulas (Pirineos). Pero todo esto no habría sido suficiente sin los trabajos de un joven sacerdote llamado Henri Breuil.
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La división del mundo entre España y Portugal resultante del Tratado de Tordesillas (1494), empujó a Francia e Inglaterra a buscar la ruta hacia Catay por el Norte, tanto hacia el Este como hacia el Oeste. El resultado de estos viajes descubridores fue el reconocimiento de la costa atlántica septentrional del Nuevo Continente y aun el internamiento a través de sus ríos, con la esperanza de que alguno de ellos llevara finalmente al ansiado Pacífico, que algunas narraciones indígenas sobre grandes mares, que resultaron ser los Grandes Lagos, hacían suponer cerca. Hasta la segunda mitad del siglo XVI no se planteó el asentamiento de colonos en las nuevas tierras descubiertas, aunque tardarían en hacerse realidad. Ya en 1497 el rey de Inglaterra había financiado una expedición encomendada al genovés Giovanni Caboto para hallar la ruta a la China por el Noroeste, aunque donde llegó fue a las pesquerías de Newfoundland (Terranova). Los marinos franceses, por su parte, habían emprendido expediciones al Brasil, pero el Gobierno francés se encontraba incapacitado para prestarles su apoyo, ocupado en las guerras contra los Habsburgo y, más tarde, en las guerras civiles. Aun así, algunos viajes pudieron ser financiados, como el emprendido en 1523 por el florentino Giovanni de Verazzano, que, partiendo de Florida, recorrió la costa hasta el cabo Fear, en Carolina del Norte, pasó por el estuario del Hudson y la bahía de Narrangassett y llegó al Maine, donde las noticias de los indios sobre los Grandes Lagos hicieron creer durante mucho tiempo en el "mar de Verazzano". El marino de Saint-Malo, Jacques Cartier, continuando la búsqueda del paso por el Norte de 1533 a 1541, exploró la costa norte de Terranova y pasó por el estrecho de Belle Isle. Recorrió a partir de ahí la ribera occidental de la península del Labrador y remontó el río San Lorenzo hasta la isla donde un siglo después se construiría Montreal, regresando por el cabo Bretón. En su encuentro con los hurones, Cartier conoció las posibilidades de cultivo de aquellas tierras y con el fin de crear asentamientos de colonos llevó a cabo su viaje de 1541, también con financiación real. La colonia de Charlebourg Royal, formada por varios centenares de franceses, no tuvo más que una vida efímera, diezmada por el hambre, el frío, las enfermedades y los ataques indios y desalentada por las condiciones de vida tan diferentes a las conocidas hasta entonces. En los años siguientes hubo otros intentos que resultaron igualmente fallidos. Sólo cuando terminaron las guerras religiosas pudo el gobierno de Enrique IV tener la tranquilidad suficiente para emprender una política de colonización que diese resultados estables. Inglaterra, por su parte, aprovechó la amistad española iniciada durante el matrimonio de María I con Felipe II para intentar introducirse en el comercio americano, incluso ofreciendo su ayuda para combatir a los piratas del Caribe. John Hawkins inició en 1562 el comercio triangular con el tráfico de esclavos negros entre Sierra Leona y la Española, donde los cambió por azúcar y pieles destinadas a Europa, con licencia de las autoridades locales españolas, a quienes les costó cara la extralimitación en sus funciones. El éxito del viaje animó a la Corte inglesa a financiar un segundo, que se dirigió con éxito a Venezuela y el istmo de Panamá. Un tercer viaje no tuvo gran provecho y el último (1567-1569) terminó con la destrucción de parte de la flota inglesa por la española y una gran tirantez en las relaciones entre ambos países. Francis Drake, pariente y acompañante de Hawkins, continuó estas actividades, abordando a los barcos españoles para apoderarse de los envíos de plata y convirtiéndose en el mejor ejemplo del corsario que atacaba las posiciones españolas en el Caribe. La temporal reconciliación de los dos países en 1574 llevó a Drake a una de sus grandes empresas, el viaje de circunnavegación (1577-1579), en el que exploró las costas de Chile y Perú, subió hasta California y desde allí atravesó el Pacífico hasta las Molucas, desde donde regresó, cargado de especias, por la ruta de Elcano. La guerra con España en 1585 llevó a Drake de nuevo al Caribe, donde con una flota de 20 navíos y la ayuda de los filibusteros, saqueó Santo Domingo y Cartagena de Indias, luego Nombre de Dios y Panamá, y después La Habana. Si hubiese podido retenerlas, hubiese desarbolado el sistema comercial mantenido por España, pero al no ser así sólo fue un grave descalabro para ésta y una considerable merma para su prestigio. Posteriores ataques a estas y otras plazas en los años noventa fueron rechazados por los españoles, que habían tenido que fortificar sus posiciones. Un último intento en este siglo contra el imperio colonial español tuvo que llevarse a efecto mediante la alianza con Francia y Holanda para conseguir tener éxito. En 1595 se firmó entre los tres países el Tratado de La Haya, cuyo resultado fue la destrucción de la flota española en Cádiz al año siguiente, pero los ataques en San Juan de Puerto Rico y Panamá fueron rechazados por los españoles. Salvo los descalabros económicos inmediatos, los ataques de las otras potencias, incluso en aquellos casos que formaban parte de un plan preconcebido, no supusieron daño alguno estructural en la organización colonial española. Si en el Caribe los ingleses no lograron más que incomodar a los españoles y conseguir el éxito en algunos viajes episódicos, en la América situada al norte de La Florida llevaron a cabo algunas expediciones para intentar encontrar el famoso paso hacia Oriente. Ése fue el objetivo de la expedición de Martín Frobisher, que en 1576 inició el primero de sus tres viajes, en los que ni encontró un paso ni consiguió una colonia estable, aunque dio a conocer los alrededores de la llamada bahía de Frobisher, al sur de la isla de Baffin. John Davis siguió intentando la búsqueda del paso y su atención se fijó en la franja de mar que separa el Ártico de Groenlandia, pero el hielo le interceptó el camino. La búsqueda del paso también se llevó a cabo por el Nordeste, y fue fundamentalmente realizada por la "sociedad de los comerciantes aventureros para el descubrimiento de regiones, dominios, islas y lugares desconocidos", presidida por Sebastián Cabot, hijo del legendario navegante. Entre los viajes cabe destacar el que iniciaron tres barcos en 1553, de los que sólo el "Edward Bonaventura" consiguió no quedar atrapado por el hielo y arribar a Arkángelsk. Su capitán, Richard Chancellor, marchó a Moscú, iniciándose las relaciones comerciales entre Inglaterra y Rusia, para las que se creó la Compañía de Moscovia. Los ingleses continuaron buscando el paso por el Nordeste, aunque fueron los holandeses quienes consiguieron los mayores logros. En 1596, Willem Barentz llegó hasta Nueva Zembla, donde consiguió sobrevivir al invierno, regresando en 1597. Todos los intentos posteriores de navegar los mares árticos fueron frustrados por los hielos, hasta el presente siglo. Si la búsqueda del paso por el Norte resultó un fracaso repetido, tuvo al menos utilidad para balleneros, pescadores y buscadores de pieles de foca y osos. Contribuyó además al reconocimiento de las costas americanas y a evaluar las posibilidades de crear comunidades estables que aportasen con su esfuerzo nuevos ingresos a la Corona. A pesar de que, al igual que en Francia, en Inglaterra faltaban excedentes de población susceptibles de volcarse en la colonización, existía un pequeño sector comprometido en este empeño, confiado en la experiencia conseguida en la colonización de Irlanda. Con este fin, sir Humphrey Gilbert consiguió una patente de Isabel I y se dirigió a Terranova, la zona más conocida y frecuentada por los pescadores europeos, donde fundó la primera colonia americana de Inglaterra (1583). Asimismo, sir Walter Raleigh intentó crear una colonia en Virginia y en su nombre Greenville fundó en 1585 un establecimiento en la isla de Roanoke, junto a la costa virginiana, un establecimiento fracasado debido a la dificultad de mantener relaciones continuadas con la metrópoli para asegurar su abastecimiento hasta que pudiese ser autosuficiente. De hecho, cuando en 1590 pudo llegar una expedición en su socorro, todos los colonos habían desaparecido sin conocerse el motivo. En 1587 Raleigh realizó un segundo intento con el mismo resultado. Cuando terminó el siglo, España y Portugal, unidas bajo la misma Monarquía, seguían manteniendo en América una posición hegemónica, mientras que Inglaterra y Francia apenas habían pasado el estadio de las intenciones. Sin embargo, los continuos viajes descubridores habían formado unos navegantes experimentados que cruzaban el Atlántico con soltura y poseían un conocimiento bastante ajustado de las costas y los ríos americanos.
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ÍNDICE DEL CAPÍTULO El fin del siglo XVII. Final de los Austrias: Carlos II. La restauración de Portugal. La restauración inglesa. El auge de Holanda. El surgimiento de Prusia. La hegemonía de Suecia. Monarquía absolutista en Dinamarca. Polonia y sus luchas contra Turquía. El engrandecimiento de Rusia. La hegemonía francesa. El sistema económico colbertista. El esplendor del absolutismo. La expansión territorial. Guerra de Sucesión española. La batalla de Blenheim. Guerras en Europa del Norte y del Este. Auge y decadencia de Suecia. Decadencia otomana y auge de Austria. La expansión de Rusia. Pensamiento religioso y filosofía en el Barroco. Regalismo y galicanismo. Revocación del edicto de Nantes. La Mecánica de Newton. Filosofía política inglesa. Crisis de la conciencia europea. Descartes y Spinoza. El Empirismo. Crítica a la religión revelada. Europa y el Mundo en 1700. El lento atardecer del Rey Sol. Las últimas guerras de Luis XIV. Expansión colonial inglesa. España, entre Austrias y Borbones. Provincias Unidas: esplendor y declive. El Portugal de Pedro II. Superioridad europea y dominio del Mundo. Demografía y sociedad. Población en el siglo XVIII. Ciclo demográfico antiguo. Evolución divergente de la fecundidad. Retroceso de la mortalidad. Estructuras por edades y sexo. Población activa. El desarrollo urbano. Movimientos migratorios. Desarrollo de los censos. Tipologías familiares. Familias, solidaridades y clientelas. Sociedad en el siglo XVIII. La nobleza. El estamento clerical. Los no privilegiados. La burguesía. Campesinado y mundo rural. Del artesano al obrero. La conflictividad social. Economía en el siglo XVIII. Las relaciones comerciales. Expansión de la demanda. Comunicaciones y comercio interior. Comercio exterior. Area atlántica y trata de esclavos. Comercio asiático. Comercio inter-europeo. Moneda, crédito y finanzas. La agricultura. Agricultura del Antiguo Régimen. La producción agraria. Renovación teórica. Continuidad estructural. ¿Revolución agraria?. Industria. La producción industrial. Los avances técnicos. Apoyo e intervención estatal. Formas de organización industrial. Pervivencia y crisis gremial. Pre-industrialización. La industria concentrada. Inicios de la Revolución Industrial. El mosaico europeo. Francia. Reinado de Luis XV. Primeros años de Luis XVI. Gran Bretaña. Dinastía Hannover. Jorge II. Jorge III. Las Provincias Unidas. Segundo interregno. Guillermo IV. Guillermo V. Suecia. Inicios de la decadencia. El constitucionalismo democrático. Gustavo III y el despotismo ilustrado. Dinamarca. Polonia. La dominación sajona. Ilustración y disgregación del Reino. Prusia. Federico Guillermo I. Federico II el Grande. Federico Guillermo II. España. Felipe V. Fernando VI. Carlos III. Portugal. Juan V. José I. La Península italiana. La Italia de los Habsburgo. Lombardía. Dominios meridionales. La Toscana. La Italia de los Borbones. Reino de las Dos Sicilias. Parma, Piacenza y Guastalla. Estados del Papado. La república de Génova. La república de Venecia. Reino del Piamonte. Módena. Austria. Carlos VI. María Teresa. José II. Turquía. Período de transición. Inicios de la cuestión de Oriente. Las provincias balcánicas. Rusia. Pedro el Grande. La época de la inestabilidad. Catalina la Grande. Relaciones internacionales. Guerra y sus características. Convencionalismo y guerra defensiva. Las fortificaciones. La Marina. Los hombres. Las tácticas. Diplomacia y relaciones internacionales. El equilibrio de poder. Evolución del Derecho Internacional. La comunidad jurídica internacional. Organización y mecanismos diplomáticos. La guerra del Norte. El fin de la guerra: Nystad. Revisionismo, intrigas y contradicciones diplomáticas. Desarrollo del conflicto: 1717-1725. La pacificación. La guerra de Sucesión polaca. El Este y el tratado de Belgrado. La sucesión austriaca. Prusia y las diplomacias francesa y británica. La segunda guerra de Silesia. Rivalidades e intereses ultramarinos. Fin de los conflictos. Tratado de Aquisgrán. Guerra de los Siete Años. La guerra. Las negociaciones. Las paces. Problemas del Este. El Báltico y Gustavo III de Suecia. Repartos y diplomacia. Expansionismo de Catalina II. José II: los Países Bajos y Baviera. Crisis franco-británica. El Este y la guerra ruso-turca. El Mundo diverso. China. La administración manchú. Sociedad y economía. Religión y cultura chinas. Ocaso de la dinastía Manchú. Japón. La administración centralizada. Las reformas Kansei. Sociedad y dominación social. La estructura económica. Religión y cultura japonesas. La India. Esplendor y decadencia en el siglo XVII. Declive de la dinastía mogola. Organización del imperio mogol. Realidad socio-económica. Religión y cultura indias. Persia. Organización político-administrativa. Aspectos socio-económicos. Cultura. África. Norte de África. Marruecos. Estados berberiscos. Sociedad y economía del Mahgreb. Egipto. Occidente de África. El Sudán occidental. Del Congo al Zambeze. Oriente de África. Región de los Grandes Lagos. Etiopía y Somalia. Madagascar. La cultura en el siglo XVIII. La Ilustración. Los ilustrados. Montesquieu, Voltaire, Diderot. Rousseau, Kant. Ideología ilustrada. Canales de difusión. El impacto de Las Luces. La Ciencia del XVIII. Matemáticas y Mecánica. La Astronomía. La Geografía. La Geología. Las Ciencias Físicas. La Química. Botánica y Biología. Fisiología, Anatomía y Medicina. La Técnica. Alfabetización y cultura. Las primeras letras. Colegios, academias y escuelas técnicas. Universidades. La educación de las mujeres. Alfabetizados y analfabetos. Escritura y tradición oral. Religión y religiosidad. Mapa religioso europeo. Fe e Ilustración. Movimientos de renovación religiosa. Los dominios del catolicismo. El jansenismo. Supresión de los jesuitas. Catolicismo e individualidad. Actos comunitarios. Arte y literatura en el XVIII. Patronazgo y demanda. ¿Cultura de élite vs. cultura popular?. Cosmopolitismo. Monopolio y diversidad de las lenguas. Los estilos artísticos. Primera mitad del siglo. Segunda mitad del siglo. Literatura. Goethe y su época. Música y músicos en el siglo XVIII. Música barroca. Del estilo galante al clasicismo. ÍNDICE POR REGIONES ESPAÑA ·Final de los Austrias: Carlos II. ·Cambio dinástico. ·Felipe V. ·Fernando VI. ·Carlos III. FRANCIA ·La hegemonía francesa. ·El sistema económico colbertista. ·El esplendor del absolutismo. ·La expansión territorial. ·Guerra de sucesión española. ·El lento atardecer del Rey Sol. ·Las últimas guerras de Luis XIV. ·Revocación del edicto de Nantes. ·La Francia ilustrada. ·Reinado de Luis XV. ·Primeros años de Luis XV. ·Montesquieu, Voltaire, Diderot. REINO UNIDO ·La restauración inglesa. ·Expansión colonial inglesa. ·Cambio dinástico. ·Dinastía Hannover. ·Jorge II. ·Jorge III. ITALIA ·La Italia de los Habsburgo. ·La Italia de los Borbones. ·Estados del papado. ·La República de Génova. ·La República de Venecia. ·Reino del Piamonte. ·Modena. HOLANDA ·El auge de Holanda. ·Las pronvincias unidas. ·Segundo interregno. ·Guillermo IV. ·Guillermo V. PRUSIA ·El surgimiento de Prusia. ·Reino de Prusia. ·Federico Guillermo I. ·Federico II El Grande. ·Federico Guillermo II. SUECIA ·Hegemonía de Suecia. ·Inicios de la decadencia. ·Constitucionalismo democrático. ·Gustavo III y el despotismo ilustrado. DINAMARCA ·Monarquía absolutista. ·Dinamarca en el siglo XVIII. RUSIA ·Engrandecimiento de Rusia. ·Rusia en el siglo XVIII. ·Pedro el Grande. ·Epoca de inestabilidad. ·Catalina la Grande. PORTUGAL ·La Restauración. ·Pedro II. ·Portugal en el siglo XVIII. ·Juan V. ·José I. POLONIA ·Polonia en el siglo XVIII. ·Dominación de Sajonia. ·Ilustración y disgregación. AUSTRIA ·Decadencia otomana y auge de Austria. ·Austria en el siglo XVIII. ·Carlos VI. ·Maria Teresa. ·Jose II. TURQUIA ·Turquía en el siglo XVIII. ·Periodo de transición. ·Inicios de la cuestión de Oriente. ·Las provincias balcánicas. ASIA ·China. ·Japón. ·La India. ·Persia. AFRICA ·Norte de Africa. ·Occidente. ·Sudán Occidental. ·Del Congo al Zambeze. ·Oriente africano. ·Grandes Lagos. ·Etiopía y Somalia. ·Madagascar. VIDA COTIDIANA ·La vida en familia. ·El matrimonio. ·Nacimiento. ·Infancia. ·Juventud. ·La mujer y su mundo. ·Primeros cambios. ·Usos sociales y convivencia. ·Vivienda y espacios íntimos. ·La ciudad. ·La casa campesina. ·Civilidad y buenas costumbres. ·Higiene personal. ·Comida y hábitos culinarios.
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ÍNDICE DEL CAPÍTULO Nacimiento de los Estados Unidos. Las vísperas de la Independencia. Formación de la conciencia independentista. Rechazo a las leyes británicas. La rebeblión del té. Primer Congreso Continental. Bases doctrinales de los rebeldes. Lexington, Concord y Bunker Hill. La Declaración de Independencia. Factores de la derrota británica. Operaciones militares. Revolución o Guerra de Independencia. La Constitución de los Estados Unidos. Revolución Francesa. Crisis del Antiguo Régimen. Estudios recientes sobre la Revolución. La Monarquía en Francia. La sociedad. La economía y las finanzas. Revuelta de los privilegiados. Reunión de los Estados Generales. La Asamblea Constituyente. El deslizamiento de la Revolución. La guerra en el exterior. La Segunda Revolución Francesa. El Terror. Guerra en Europa y Primera Coalición. La Convención Montañesa. Termidor. Europa ante la Revolución. La guerra durante el Directorio. Países contrarrevolucionarios. España y la Revolución Francesa. El Portugal de María I. Imperio Napoleónico. El Consulado. Del Consulado al Imperio. La expansión imperial. El bloqueo continental. Napoleón y España. La caída del Imperio. Batalla de Waterloo. La época de la Restauración. La Europa de los Congresos. La Revolución de 1830. Asia y Africa. La revolución demográfica. Industrialización y desarrollo. El liberalismo. El Romanticismo. Los nacionalismos. La Europa de las Revoluciones. Grandes corrientes de pensamiento. El nacionalismo. El conflicto entre fe y razón. El Positivismo. Romanticismo y música romántica. El Realismo. La vida religiosa. Prosperidad material y capitalismo. Aumento demográfico y urbanización. Una nueva sociedad industrial. Triunfo del librecambismo. Nuevas empresas capitalistas. La expansión económica. Hacia un mercado mundial. Revolución de los transportes. Inicios del movimiento obrero. Formulaciones socialistas. El Marxismo. Comienzos del movimiento obrero. La Primera Internacional. El Reino Unido entre 1830 y 1852. El sistema político. La reforma electoral. El problema obrero. El Cartismo. El problema irlandés. La reina Victoria. El triunfo del liberalismo. Población y economía. El imperio colonial. Francia entre 1830 y 1848. La reforma constitucional. El Orleanismo. La oposición política. Afianzamiento del régimen. El ministerio Guizot. La crisis final del régimen. La Confederación Germánica. Austria. El sistema Metternich. Crecimiento económico. Rusia. Primera gran cultura rusa. Reformas educativas. Ejército y política exterior. La guerra de Crimea. Las Revoluciones de 1848. Caracteres generales. Antecedentes: Italia. Francia: la Segunda República. Elecciones a la Asamblea Constituyente. La Revolución en Viena y Berlín. El Parlamento de Francfort. Nacionalismos en el Imperio Habsburgo. Tensiones en los revolucionarios italianos. El giro conservador francés. Fracaso en el proyecto nacionalista alemán. Reacción conservadora en Austria. Balance del proceso revolucionario. Imperios y unificaciones. Primera época victoriana en Gran Bretaña. Los Peelitas. La era Palmerston. Crisis de la reforma parlamentaria. La reforma electoral. Irlanda. Política exterior. La prosperidad económica. La situación hacia 1870. El Segundo Imperio Francés. El cesarismo de Luis Napoleón. Afianzamiento del poder imperial. De la dictadura al Imperio. Esplendor imperial. La aventura italiana. Giro a la izquierda. La derrota militar. La unificación italiana. Formación de la conciencia nacional. Papel central del Piamonte. El impulso de Cavour. La guerra contra Austria. Revueltas y plebiscitos. La expedición de Garibaldi. El reino de Italia. La cuestión romana. La anexión de Venecia. Final de la cuestión romana. La unificación alemana. Formación del espíritu unitario. El Zollverein. Problemas de la política prusiana. Política interior de Bismarck. Hacia la unidad. Guerra austro-prusiana. Confederación de Alemania del Norte. La guerra franco-prusiana. Independencias latinoamericanas. La independencia de Haití. La expansión de la economía azucarera. La irrupción de los mulatos. La rebelión de los esclavos. El liderazgo de Toussaint Louverture. La independencia del Imperio Español. Causas de la independencia. Influencias ideológicas. Influencia napoleónica y primeros sucesos. Proceso emancipador. El Río de la Plata y Chile. San Martín y la empresa peruana. El libertador Bolivar. México. Consecuencias económicas de la emancipación. La nueva realidad regional. Mantenimiento de las rutas comerciales. Apertura exterior. Fuga de capitales. Exportaciones mineras. El imperialismo británico. Las relaciones con España. La independencia de Brasil. Precedentes de la emancipación. La corte portuguesa en Brasil. Apertura de la economía. El grito de Ipiranga. El Imperio. El reinado de don Pedro. La regencia. Pedro II y el Imperio. La abolición de la esclavitud. Orden y progreso. El fin del Imperio. Formación de los estados latinoamericanos. Estancamiento y apertura económica. La construcción política. El debate constitucional. Surgimiento del caudillismo. Repercusiones de la expansión económica. Liberales y conservadores. La "reforma" mexicana. Gran Bretaña, E.E. U.U. y el imperialismo. La cultura del barroco. La renovación cristiana. Espiritualidad cristiana. Controversia doctrinal entre católicos. Decadencia protestante. La revolución científica. Condiciones del trabajo. Fundamentos de la nueva Filosofía. Las Matemáticas. La Mecánica. Revolución astronómica. Óptica y Medicina. Pensamiento político absolutista. Teóricos del Derecho Natural. Absolutismo en Francia. Filosofía política inglesa. Baruch de Spinoza. Arte Barroco. Italia. España. El Barroco en Europa. Literatura Barroca. Siglo de Oro español. Teatro clásico francés. El teatro de Shakespeare. ÍNDICE POR REGIONES FRANCIA ·Revolución francesa. ·Imperio napoleónico. ·Francia entre 1830 y 1848. ·El segundo imperio francés. ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA ·Nacimiento de los EE.UU.. REINO UNIDO ·Reino Unido entre 1830 y 1852. ·Primera época victoriana en Gran Bretaña. ALEMANIA ·La confederación germánica. ·Fracaso del proyecto nacional alemán. ·La unificación alemana. AUSTRIA ·Austria. ·El sistema Metternich. ·La guerra con Austria. ·Guerra austro-prusiana. RUSIA ·Rusia. ·La guerra de Crimea. ITALIA ·Antecedentes: Italia. ·Tensiones en los revolucionarios italianos. ·La unificación italiana. HAITI ·La independencia de Haití. HISPANOAMERICA ·La idependencia del imperio español. ·El Río de la Plata y Chile. ·San Martín y la empresa peruana. ·El libertador Bolívar. ·México. ·Formación de los estados latinoamericanos. ·La "reforma" mexicana. BRASIL ·La independencia de Brasil. ·El Imperio. ESPAÑA ·España y la Revolución Francesa. ·Napoleón y España. ·Las relaciones con España. PORTUGAL ·El Portugal de Maria I. ·La corte portuguesa en Brasil. ASIA, AFRICA Y OCEANIA ·Asia y Africa. VIDA COTIDIANA Familia y matrimonio. El divorcio. Vestido y apariencia. La mujer revolucionaria. Objetos de uso cotidiano. Lenguaje y revolución. Religión y religiosidad. El control del tiempo.
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ÍNDICE DEL CAPÍTULO La Inglaterra victoriana. El Reino Unido entre 1830 y 1852. El sistema político. La reforma electoral. El problema obrero. El Cartismo. El problema irlandés. La reina Victoria. El triunfo del liberalismo. Población y economía. El imperio colonial. Primera época victoriana en Gran Bretaña. Los Peelitas. La era Palmerston. Crisis de la reforma parlamentaria. La reforma electoral. Irlanda. Política exterior. La prosperidad económica. La situación hacia 1870. Última etapa victoriana. La segunda revolución industrial. El despegue. La agricultura. Economías cerradas y abiertas. Industrializacion en los países desarrollados. Innovaciones técnicas. La organización empresarial. Comienzos de la industrialización en Rusia. La demografía. Europa. Movimientos migratorios. Desarrollo urbano. Problemas de la sociedad industrial. Modelo inglés y socialismo de estado alemán. Marx y el marxismo. El anarquismo de Bakunin. Las Internacionales. Sindicalismo cristiano. Liberación de los siervos rusos. La servidumbre. Emancipación y sus efectos. Del liberalismo a la democracia. Alemania entre 1871 y 1900. La III República francesa hasta 1900. Medianas y pequeñas potencias. Vida política y acción del Estado. Las élites gobernantes. Partidos y elecciones. Inicios del Estado del bienestar. Imperios orientales y nacionalismo. Imperio austriaco y Reino de Hungría. El Imperio turco. La Rusia zarista. Colonialismo e imperios asiáticos. Africa negra hacia 1880. Europeos en el Africa negra. Presencia europea en Asia y Oceanía. China. Japón. Relaciones internacionales en Europa. La época de Bismarck. Primer sistema bismarckiano. Segundo sistema bismarckiano. Ampliación y apogeo del sistema. Fin del concierto europeo. Alianza franco-rusa. Acercamiento entre Italia y Francia. Cambio en la política exterior británica. Cultura de fin de siglo. Positivismo y ciencia. Desarrollo de las ciencias sociales. Debate intelectual en la historiografía. La edad de las masas. Industrialización y desarrollo. Crecimiento demográfico. Ciudades y vida urbana. La sociedad de masas. Estado y burocracia. La irrupción del modernismo. La revolución de la Física. Genes y neurosis. La conciencia histórica. Filosofía de la vida. Esteticismo y creación. Conflictos del arte moderno. La agonía del cristianismo. Desafío al liberalismo. Apogeo de los nacionalismos. Derechización del nacionalismo. La cuestión de las nacionalidades. Nacionalismos en Austria-Hungría. Nacionalismos en Rusia y Turquía. La ilusión socialista. El dilema de los socialistas. El socialismo y la guerra. El fracaso del anarquismo. Declinar de la Europa liberal. Problemas de la República francesa. La Italia de Giolitti. El Imperio alemán. La Inglaterra eduardiana. Decadencia de la Rusia zarista. Negros presagios. América: problemas y desarrollo. Las economías iberoamericanas. Desarrollo del sector exportador. Consolidación de las economías exportadoras. Ganadería y agricultura templadas. La expansión del café. Otros cultivos tropicales. Las exportaciones mineras. Financiación de la actividad exportadora. El endeudamiento externo. Las inversiones directas. Papel de Gran Bretaña y E.E.U.U.. Inicios de la industrialización. Sociedad y política iberoamericanas. La estructura social. Surgimiento de grupos urbanos. Desarrollo del movimiento obrero. El porfiriato. Guerras civiles en Colombia. Independentismo en el Caribe. La Guerra de Independencia y el 98. Problemas fronterizos. El canal de Panamá. Expansión de los Estados Unidos. Inmigración e industrialización. La otra Norteamérica. El progresismo: de Roosevelt a Wilson. La nueva frontera. ÍNDICE POR REGIONES REINO UNIDO ·La Inglaterra victoriana. ·El Reino Unido entre 1830 y 1852. ·Primera epoca victoriana en Gran Bretaña. ·Ultima etapa victoriana. ·La Inglaterra eduardiana. ALEMANIA ·Alemania entre 1871 y 1900. ·La época de Bismark. ·El imperio alemán. FRANCIA ·La III república francesa hasta 1900. ·Problemas de la república francesa. AUSTRIA-HUNGRIA ·Imperio austriaco y reino de Hungría. ·Nacionalismos en Austria-Hungría. TURQUIA ·El imperio turco. ·Nacionalismos en Rusia e imperio otomano. RUSIA ·Comienzos de la industrialización en Rusia. ·Liberación de los siervos rusos. ·La Rusia zarista. ·Decadencia de la Rusia zarista. AFRICA ·Africa negra hacia 1800. ·Europeos en el Africa negra. CHINA ·China. JAPON ·Japón. ITALIA ·La Italia de Giolitti. IBEROAMERICA ·Las economías iberoamericanas. ·La sociedad y política iberoamericanas. E.E.U.U ·Expansión de los E.E.U.U.. ·Inmigración e industrialización. ·La otra Norteamérica. ·El Progresismo: de Roosevelt a Wilson. ·La nueva frontera. VIDA COTIDIANA Vida cotidiana Fin-de-Siècle. La familia burguesa. Sexo y familia. Padre y señor. Matrimonio y cohesión social. Mujer y espacios femeninos. El universo infantil. El rey de la casa. La difícil socialización. Arriba y abajo. Animales familiares. La sociedad victoriana. La educación. La divulgación cultural. Tiempos de ocio.
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ÍNDICE DEL CAPÍTULO La I Guerra Mundial. Causas de la guerra. El equilibrio de fuerzas: 1914-17. Entrada de EEUU en la I Guerra. El colapso ruso. La victoria aliada. Repercusiones de la guerra. Consecuencias sociales y económicas. Un nuevo orden mundial. El espejismo democrático. La democracia alemana. La era de las dictaduras. La Revolución Rusa. La dictadura sovietica. El fascismo italiano. El régimen fascista. Sociedad y economía fascistas. Expansión de los fascismos. Las dictaduras europeas. La dictadura alemana. El estalinismo. Anticolonialismo en Asia y África. Modernización del Japón. Militarismo nacionalista en Japón. El fracaso de China. Revolución nacionalista en China. Nacionalismos en la I Guerra Mundial. La crisis del pensamiento. El malestar de la cultura. Teorías de la crisis. La tentación comunista. La cultura de la Depresión. La revolución keynesiana. La ilusión europea. Desarrollos iberoamericanos. Declive del dominio oligárquico. La reforma universitaria. La izquierda. Nacionalismos y fascismos. La Revolución mexicana. La Revolución se institucionaliza. El Cono Sur y Brasil. Los países andinos. La Gran Depresión en Iberoamérica. Efectos de la crisis. Sustitución de importaciones. Industrialización y sus dificultades. Los felices años 20. La normalización democrática. La ilusión de la paz. La crisis de 1929. La sombra de la guerra. Declinar de Francia. Decadencia del Imperio Británico. Auge de los Estados Unidos. La II Guerra Mundial. La guerra en Europa: 1939-40. Estrategias y balances previos. Batalla del Ebro. Primeros éxitos de la Blitzkrieg. La derrota de Francia. Gran Bretaña permanece en combate. La guerra se hace mundial: 1940-41. Guerra en los Balcanes y África. Operación Barbarroja. Japón y EEUU entran en la guerra. Hacia el equilibrio. La guerra en el mar. La vida en guerra. Viejos y nuevos procedimientos bélicos. Las retaguardias. El nuevo orden y la resistencia. El esfuerzo económico y de producción. El Holocausto. Cultura y religión en tiempos bélicos. La victoria cambia de campo: 1942-43. Torch y Túnez. Verano de 1943: la caída del fascismo. Verano de 1944: Overlord. Las dos coaliciones: coincidencias y problemas. La victoria aliada: 1944-45. El asalto a Alemania. De Leyte al Missouri. Costes y consecuencias de la guerra. Nuevo orden mundial y memoria de la guerra. ÍNDICE POR REGIONES ESTADOS UNIDOS ·Entrada de E.E.U.U. en la I Guerra. ·Auge de los Estados Unidos. ·De Leyte al Missouri. GRAN BRETAÑA ·Decadencia del I. Británico. ·Gran Bretaña permanece en combate. FRANCIA ·Declinar de Francia. ·La derrota de Francia. ·Verano de 1944: Overlord. ALEMANIA ·La democracia alemana. ·La dictadura alemana. ·Primeros éxitos de la Blitzkrieg. ·El asalto a Alemania. RUSIA ·La Revolución rusa. ·La dictadura soviética. ·El Estalinismo. ·Operación Barbarroja. ·La victoria cambia de campo:1942-43. ITALIA ·El fascismo italiano. ·El régimen fascista. ·Sociedad y economia fascistas. ·Verano de 1943: La caída del fascismo. JAPON ·Modernización del Japón. ·Militarismo nacionallista en Japón. ·Japón y E.E.U.U. entran en guerra. CHINA ·El fracaso de China. ·Revolución nacionalista en China. MEXICO ·La revolución mexicana. ·La revolución se institucionaliza. CONO SUR Y BRASIL ·El cono sur y Brasil. PAISES ANDINOS ·Los países andinos. VIDA COTIDIANA Vida cotidiana en los "locos" años 20. Un mundo cada vez más pequeño. Jazz, tango y cabarets. Los dioses del estadio. La fábrica de sueños. Fuera los corsés. Nuevos papeles femeninos.
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Es discutible el diferenciar como apartado el que va de la muerte de Franco a nuestros días, ya que los cambios venían fraguándose casi desde una década antes, pero el aumento espectacular de información, contactos, influjos y circunstancias socioculturales y formales lo justifican, dentro de la aleatoriedad de toda compartimentación cronológica. El proceso de masificación cultural e informativa ha de vertebrarse en los siguientes parámetros: 1) Organización del país en autonomías, que alivia la focalización artística tradicional. 2) Política de proyección internacional en bienales y muestras. 3) Política oficial y privada de acercamiento a los grandes movimientos y artistas del siglo. 4) Consolidación del fenómeno de las ferias de arte contemporáneo. 5) Política de apoyo público y privado a creadores jóvenes. 6) Notable actividad expositora privada, recogiendo una herencia esforzada y tesonera, del período anterior, que ahora va más allá de los tradicionales focos y es asumida también por museos, fundaciones y centros culturales (IVAM, CAAM, March, Caixa, entre otros muchos). 7) Celebración de concursos y certámenes nacionales especializados en escultura (Zaragoza, Madrid, Pontevedra, Zamora, Valladolid, Valencia, Vitoria, Murcia, Cáceres, Palma, Oviedo...). 8) Auge de revistas especializadas, editoriales y centros, atentos al arte más reciente. 9) Desarrollo de otras industrias culturales. Beneficiada hoy de un interés crítico notable, la escultura española empieza a conocer interpretaciones globalizadoras, todavía centralistas o regionales. Por ello nos permitimos hacer unos considerandos, que acaso ayuden a entender mejor el complejo entramado último: 1) Protagonismo de contadas figuras del período anterior en los jóvenes creadores (la clásica muerte del padre y valoración de antepasados). 2) Recuperación y relectura de las vanguardias históricas (Brancusi, Duchamp, Gargallo, González, Moore...), y otras figuras más recientes (Beuys, Caro...). 3) Al hilo de lo internacional, auge de lo neoexpresionista, las derivaciones del arte povera, así como de instalaciones y ambientes, refugio estos últimos de conceptualistas y experimentales (Concha Jerez, Manuel Sáiz, Francesc y Antoni Abad...). 4) Dulcificación de códigos minimalistas con valores expresivos. 5) Presencia significativa de artistas extranjeros, algunos con liderazgo (A. Schlosser, E. Lootz, M. Miura, Th. Job, C. Boshier, E. Broglia, B. Jakober, M. D'Amico...). 6) Estancamiento de las tendencias hiperrealistas y neofiguristas de reacción al informalismo y notable apogeo de las relaciones con lo fantástico y surreal. 7) Protagonismo de la abstracción, cursando en variantes constructivas y en las derivadas de la investigación de materiales. 8) Acentuación del proceso de experimentación de materiales y de su capacidad expresiva y plástica, partiendo ya de lo popular ya de lo industrial, para terminar en medios audiovisuales y mass-media. 9) Labor escultórica de pintores consagrados (Canogar, Arroyo, Urculo, Rueda, Valdés, Quetglas, Pérez Villalta...).10) Un cierto manierismo formal en diversas opciones -de lo neofigurativo a la abstracción geométrica-. 11) Plena aceptación del fenómeno del múltiple y de la cerámica escultórica por razones económicas y culturales. Para terminar hagamos un balance de urgencia por regiones que permita desbrozar entre tantos nombres (amén de los ya citados) y orientaciones. Madrid, crisol y escaparate, sigue siendo lugar de promoción y ratificación. Su figura más conocida es Juan Muñoz (1952-2001) que partiendo del conceptualismo y lo povera busca referentes históricos y literarios, con concesiones escénicas. El peso de la deshumanizada urbe en clave industrial o ecológica lo señalan Miguel Ángel Blanco (1958) y Jaime Lorente (1956), mientras Curro Ulzurrun (1959), explorando lo matérico, reactualiza lo primitivo y ancestral. Muy dignos de destacar son los trabajos de Máximo Trueba (1953), reductor de bellas piedras a volúmenes esenciales; de David Lechuga (1950), investigador primero en sintonía con Moore y Ferrant que ha derivado a metamorfosis fantásticas y misteriosas; de Begoña Goyenetxea (1958), del expresionismo a la deformación, y de Fausto Blázquez (1944) más académico, que cultiva una escultura orgánica con ecos surrealistas. De los brotes figurativos recordemos el realismo social de Miguel Ángel Sánchez (1946), el expresionismo dramático de Luis Montoya (1950), y el acento pop y desenfadado, heredados del comic y del esperpento, de Alfredo García Revuelta (1961). La última generación catalana se mueve en dos claras vertientes: la abstracción geométrica con el refinado Sergi Aguilar (1946) y Enric Pladevall (1951) que juegan con espacios, materiales y tensiones dinámicas y cuyas últimas voces en clave constructiva son José María Sirvent y Ernest Altés, y la expresiva y matérica con Jaume Plensa (1955), Antoni Marques (1956), Gabriel (1954), Joan Rom (1954) o Josep María Riera i Aragó (1954) que exploran la naturaleza animal del hombre y las relaciones de naturaleza y materiales. En línea menos clasificable Susana Solano (1946) y Tom Carr (1956) fijan y manipulan volúmenes y objetos cargados de magicismo. Por último, una referencia a los experimentalistas Perejaume (1957) y Carlos Pazos (1949) con herencias y relecturas surreales y dadá. Mientras Muntadas (1942) y A. Miralda (1942) hacen propuestas con medios de lo audiovisual y los mass media. Valencia muestra hoy un rico elenco en el que la tradición es sólo repertorio técnico que sirve de apoyo para procesos investigadores. En facetas distintas recordemos a Joan Cardells (1948), con insólitas prendas de fibrocemento, así como las volumetrías depuradas de Vicente Ortí (1947), los neoexpresionistas de Antoni Miró (1942) o las rítmicas de Javier Aleixandre (1946), mientras Ricardo Cotanda (1963) explora lo povera. Dos creadores deudores de la cerámica han alcanzado gran reconocimiento, Miquel Navarro (1945) y Ángeles Marco (1947), que desde el objeto y el constructivismo ha derivado a los montajes espacialistas y a espectrales juegos de raíz arquitectónica y perspectiva. En el País Vasco la escuela de Oteiza en Deva ha generado una rica estela, acaso en exceso mimética, cuyas voces más personales son Txomin Badiola (1957), Pello Irazu (1963) y Juan Luis Moraza (1960). Fuera de pautas y más afín al comic surreal y lo pop se muestra el sugerente Andrés Nagel (1947), mientras otros, Cristina Iglesias (1956) o Ricardo Catania (1953), exploran otros ángulos constructivos y matéricos. Navarra sigue de cerca la Escuela de Deva, cuyos acordes más personales los fijan José Ramón Anda (1953), Faustino Aizkorbe (1948), Ángel Bados (1945) y Ángel Garraza (1950). Más cercano al foco catalán por formación, Manuel Aramendía (1955) es dinámico heredero de González y Caro. Sorprendente e internacionalista ha sido el renacer plástico en Aragón. Destacan Alberto Ibáñez (1957), que del collage ha derivado a ecos postindustriales, Fernando Navarro (1944), de constructivismo dulcificado, Rosa Gimeno (1950), conceptual y geométrica y Fernando Sinaga (1957) o Pedro Giralt (1943), surrealistas descontextuales e inquietantes. Galicia tiene una escuela muy vigorosa, Francisco Leiro (1957) arranca de canteros y tallistas populares para dramatizarlos expresivamente luego, labores que también muestran Ignacio Basano (1952), Suso Fernández (1957), Antón Lamazares (1954), Manolo Paz (1957) y Paco Pestana, que profundizan en otras posibilidades expresivas de los materiales tradicionales, mientras continúa en línea más abstracta y geométrica Luis Borrajo (1950). Asturias recoge el influjo de Camín y Navascués. Del primero son deudores Guillermo Basagoiti (1944) e Ignacio Bernardo (1954), siéndolos del segundo Pedro Santamarta (1944) y Fernando Alba (1944). Cantabria cuenta con el carácter pionero de Manuel G. Raba (1928-1983), abstracto y telúrico con sus cráteres en poliéster. Hoy Isabel Garay (1949) trabaja sólidos volúmenes en tierras refractarias, mientras Daniel Gutiérrez (1955) se mueve en esquemas de fantasía animal primaria. Miguel Angel Lázaro (1955) y Juan G. Ruiz (1957) son seguidores de la escuela de Deva. La región castellano-leonesa se debate entre los polos vasco y madrileño con algún foco local de limitado alcance. Del primero es deudor Felipe Montes (1951), estando Julián Méndez Sadia (1943) en el tránsito de lo constructivo a lo orgánico. La obra más rupturista la marca el minimalismo oriental de Marisa Fernández (1955). Las corrientes de la figuración son alumbradas por Luis Jaime Martínez del Río (1946) en lo fantástico, Sara Jiménez (1958) en lo primitivo, Francisco Ortega (1942) en las síntesis volumétricas. La herencia del realismo figurativo y el art-decó se mantiene en Joaquín Collantes (1945). La dualidad neofiguración-abstracción constructivista se aprecia en la región castellano-manchega. En la primera vertiente destacan Gabriel Cruz Marcos (1943), animador del toledano Grupo Tolmo y feliz intérprete de animadas planchas metálicas; Aurora Cañero (1941), afecta a la opción fantástica y esquemática, mientras dos conquenses, y no es casualidad, Jesús Molina (1949) y Vicente Marín Morte (1951), representan la opción abstractizante a quienes acompaña el refinado internacionalista Francisco Antolín (1949). Galeristas y creadores han luchado en Andalucía por romper la costra conservadora, ya que los andaluces más novedosos del anterior período desarrollaron casi siempre su actividad fuera. En la transición a lo nuevo reseñamos a Miguel Moreno (1936), que supo beber con primor en la herencia de Gargallo, y Antonio Ramírez (1941) que rebusca nuevas facetas para lo figurativo con investigaciones temáticas. Hoy, las líneas dominantes son las relacionadas con lo figurativo, así Evaristo Bellotti (1955) bucea en lo primitivo y arqueológico. Pepe Seguiri (1955) en las gracias volumétricas y Pedro Simón (1949) se relaciona con el neoexpresionismo y el grafitti. Agitador de espíritus complacientes, Nacho Criado (1943) ha tocado todos los registros de lo nuevo (lo mínimal, lo povera, las instalaciones) mientras Pepe Espaliú (1955), de lo dadá pasa a experimentalismo espacial y matérico, y Antonio Sosa (1952) conmueve con sus mezclas de objetos descontextualizados. En Canarias, el ejemplo de Chirino anima la proyección internacional. Sus creadores más evolucionados y personales son José Abad (1942), afecto a Chirino y luego rico recreador de registros neobarrocos y de simbolismo mágico que cada vez han ganado mayor calidad monumental (Los juguetes de Erjos, 1987); Julio Cruz Prendes (1943), reduccionista con tipología arcaizante; Juan Antonio Giraldo (1937) de logrados ritmos interiores; Juan López Salvador (1951), sutil mezclador de lo conceptual, mínimal y matérico; Roberto Martinón (1958), explorador dinámico de las ricas posibilidades expresivas de las piedras insulares, y Leopoldo Emperador con montajes e instalaciones de tipo conceptual y tecnológico. En lo figurativo, la figura más cuajada es Juan Bordes (1948), soberbio intérprete en poliésteres, que realiza una obra de raíz histórica y sorprendente actualidad. Más compleja y evolucionada, por edad y circunstancias, es la figura de Tony Gallardo (1929) cuya sorprendente vitalidad permitió, tras 1975, lograr soluciones muy personales al investigar la capacida expresiva de las piedras volcánicas (Magmas) con las que a veces compone dramáticos cuerpos (Atlante).
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DESDE DONDE SE POSAN Desde donde se posan las águilas, desde donde se yerguen los tigres, el Sol es invocado. Como un escudo que baja, así se va poniendo el Sol. En México está cayendo la noche, la guerra merodea por todas partes, ¡Oh Dador de la vida! se acerca la guerra. Orgullosa de sí misma se levanta la ciudad de México-Tenochtitlan. Aquí nadie teme la muerte en la guerra. Ésta es nuestra gloria. Éste es tu mandato. ¡Oh, Dador de la vida! Tenedlo presente, oh príncipes, no lo olvidéis. ¿Quién podrá sitiar a Tenochtitlan? ¿Quien podrá conmover los cimientos del cielo...? Con nuestras flechas, con nuestros escudos, está existiendo la ciudad ¡México-Tenochtitlan subsiste!15 HACEN ESTRÉPITO Hacen estrépito los cascabeles, el polvo se alza cual si fuera humo: Recibe deleite el Dador de la vida. Las flores del escudo abren sus corolas, se extiende la gloria, se enlaza en la tierra. ¡Hay muerte aquí entre flores, en medio de la llanura! Junto a la guerra, al dar principio la guerra, en medio de la llanura, el polvo se alza cual si fuera humo, se enreda y da vueltas, con sartales floridos de muerte. ¡Oh príncipes chichimecas! ¡No temas, corazón mío! en medio de la llanura, mi corazón quiere la muerte a filo de obsidiana. Sólo esto quiere mi corazón la muerte en la guerra...16 ECHA BROTES Echa brotes la Flor de Águila, la de ancha fronda. Y están abriendo corolas las Flores del Escudo. ¡Tus flores, Sumo Árbitro, por quien toda cosa vive! Se reparten Flores de Dardo: abren corolas de jade. ¡Tus flores, Sumo Árbitro, por quien toda cosa vive! Con flores y con plumas finas ya se estremece allí: ya no en la presencia de Cacámatl en el Monte de espinas. El Águila da sus gritos, el Tigre lanza rugidos: ya no en la presencia de Cacámatl en el Monte de espinas. Flores se vienen a esparcir se han ahumado la cabeza: tus flores, flores de guerra, Flores de Tigre, allá están, en medio del campo de guerra... En verdad son tan amadas, tus flores, oh dios: se han ahumado la cabeza, tus flores, flores de guerra, Flores de Tigre, allá están, en medio del campo de guerra... Ave Garza anda volando aquel por quien todo vive: Flor de pluma de quetzal en la hoguera se revuelve: viene a hacer caer en lluvia preciosas blancas flores olorosas. Así también un poco vivimos, oh tú, por quien todo vive: Flor de pluma de quetzal en la hoguera se revuelve: viene a hacer caer en lluvia preciosas blancas flores olientes.17 EL HUMO DE LA HOGUERA El humo de la hoguera... allí el estruendo de escudos... ¡El dios de los cascabeles!... Trepidando están tus flores, oh dios: Hacen estrépito allí muchos Águilas y Tigres. Se hace amigo de los hombres, sus favores les concede el príncipe del combate. Flores de carne se marchitan: cual mujeres se estremecen allí junto a los tambores. ¡Muerto en guerra, en agua floreciente: en el lugar de flámulas de escudo...! Ya no con dardos van a dominarlo, con proyectiles a la flor preciosa. El musgo teñido de Motecuhzoma ya no a México vendrá a dejar, la flor de la carne. Floreciendo están las flores: él arriba grita: Ya no con dardos van a dominarlo, con proyectiles a la flor preciosa. El musgo teñido de Motecuhzoma ya no a México vendrá a dejar, la flor de la carne. Tu roja ave de luz se empaña de humo: aquí vas, príncipe Tlacahuepan. Se va tiñendo de humo, lo renueva el dios. Él es quien te está despojando del cuerpo. Sobre ti allí ya se revuelve, hace ondulaciones la hoguera: haciendo está estruendo, allí es quemado. Aquí flores de oro se esparcen. Allí estás tú, oh príncipe mío, Tlacahuepan. ¡Ah, ah, ah...! Estoy afligido, desolado está mi corazón: allí veo al mísero niño: cual pluma se estremece y se esparce. Y voy a los jardines: con flores ya se adornan unos a otros los príncipes: allí veo al mísero niño: cual pluma se estremece y se esparce.18 EN LA GUERRA CON CHALCO Con Águilas y con Tigres haya abrazos, oh príncipes. Hacen estruendo los escudos. Ésta es la unión para hacer cautivos. Sobre nosotros se difunden, sobre nosotros llueven las flores de la batalla. Son el placer del dios. Hacen estruendo los escudos. Ésta es la unión para hacer cautivos. Ya hierve allí, ya se extiende ondulando la hoguera. Ya se adquiere gloria, ya se hace de fama el escudo. Sobre los cascabeles se alza el polvo. Oh, nunca habrá de cesar la flor de la guerra, allá está al borde del río: allí están abriendo sus corolas flores de tigre y flores de escudo: Sobre los cascabeles se alza el polvo. De la preciada flor del tigre es allí el lugar donde cae. En medio de la llanura sobre nosotros viene a dar fragancia. Oh... ¿quién lo quiere? Allí está el orgullo y la gloria. Las flores desagradables no pueden dar placer: se han producido flores del corazón en la llanura, junto a la guerra. Allá logran éxito los nobles. Allí está el orgullo y la gloria. Con rodelas de águilas se entrelazan banderas de tigres: con escudos de pluma de quetzal se entreveran banderas de plumas doradas y negras. Hirvientes ondulan allí. Se han levantado el de Chalco y el de Amaquemecan. Se resolvió y fue estruendosa la guerra. La flecha con estrépito quedó rota, la punta de obsidiana se hizo añicos. El polvo de los escudos sobre nosotros se tiende. Se han levantado el de Chalco y el de Amaquemecan. Se resolvió y fue estruendosa la guerra.19
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ÍNDICE DEL CAPÍTULO Inicios de la Guerra Fría. El nacimiento de la ONU. Los Estados Unidos de Truman. Política interna y sociedad. La histeria anticomunista. La URSS hasta el final del estalinismo. Reforzamiento de la dictadura. Política exterior de Stalin. Los años finales. Reconstrucción de la Europa democrática. La Francia de la IV República. La Gran Bretaña del consenso. Los orígenes de la Alemania Federal. Italia: fundamentos de la I República. Expansión del comunismo en Europa del Este. La conquista del poder. El sistema comunista. El estalinismo en el Este de Europa. Conflictos de la Guerra Fría. El Plan Marshall y la OTAN. Berlín, Alemania y la cuestión europea. Primera fase de la descolonización. Paz y contención en el Medio Oriente. La primera Guerra Árabe-Israelí. Extremo Oriente durante la Guerra Fría. La descolonización en Asia. El triunfo de la Revolución China. Japón bajo la ocupación norteamericana. La Guerra de Corea. La inestable coexistencia. Estados Unidos, de Eisenhower a Kennedy. La presidencia de Eisenhower. Sociedad de consumo y nuevos estilos de vida. Los problemas de una sociedad opulenta. Kennedy y la "Nueva Frontera". Los sucesores de Stalin: Kruschev. Kruschev: la conquista del poder. La denuncia del estalinismo. La política del reformismo. La caída de Kruschev. Desestalinización y maoísmo. La Revolución de Hungría. China: el "Gran Salto Adelante". El conflicto chino-soviético hasta 1963. La coexistencia y sus crisis. El equilibrio del terror. La construcción de Europa. La evolución de la ONU. La crisis de Berlín. La crisis de Cuba. Europa, estabilidad y progreso. Francia: el retorno de De Gaulle. Gran Bretaña: confianza y decadencia. Final de la era Adenauer en Alemania. Italia en tiempos del milagro. La cultura de la posguerra. Segunda fase de la Descolonización. La Conferencia de Bandung. La Guerra de Suez y sus consecuencias. Descolonización del Norte de África. África negra, descolonizada. Distensión y aperturismo. La Distensión. Duopolio soviético-norteamericano. La Ostpolitik y la Europa de los Nueve. El Tercer Mundo durante la Distensión. De la Guerra de los Seis Días a la del Kippur. La Guerra de los Seis Días. Estados Unidos: la polarización. El liberalismo norteamericano. Polarización de la sociedad norteamericana. La presidencia de Richard Nixon. Construcción de Europa. Francia: de De Gaulle a Pompidou. Gran Bretaña: laborismo y paréntesis conservador. Alemania de Erhard a Brandt: la Ostpolitik. Italia: los años del centro-sinistra. La URSS: estancamiento y expansión exterior. La evolución del sistema soviético. El imperialismo prudente de Breznev. La Primavera de Praga. Extremo Oriente: entre la crisis y el crecimiento. La Guerra de Vietnam. La Revolución Cultural China. El modelo de desarrollo japonés. América: política y economía. La crisis del sistema oligárquico. Desarrollo de la Revolución Mexicana. Segunda República y populismo en Brasil. Surgimiento del Estado Novo. El populismo argentino. Los inicios del peronismo. El peronismo en el poder. El peronismo en la oposición. Uruguay, Paraguay y Chile. Países Andinos. América Central y Caribe. La Revolución Cubana. El poder castrista. La economía. Soluciones regionales a la crisis. Recetas importadas de EEUU. Crisis de la deuda externa. Estalla la crisis. ÍNDICE POR REGIONES ESTADOS UNIDOS ·Los Estados Unidos de Truman. ·Política interna y sociedad. ·La histeria anticomunista. ·Estados Unidos, de Eisenhower a Kennedy. ·La presidencia de Eisenhower. ·Sociedad de consumo y nuevos estilos de vida. ·Problemas de una sociedad opulenta. ·Kennedy y la "Nueva Frontera". ·Estados Unidos: La polarización. ·El liberalismo norteamericano. ·Polarización de la sociedad norteamericana. ·La presidencia de Richard Nixon. URSS ·La URSS hasta el final del estalinismo. ·Reforzamiento de la dictadura. ·Politica exterior de Stalin. ·Los años finales. ·Los sucesores de Stalin: Kruschev. ·Kruschev: La conquista del poder. ·La denuncia del estalinismo. ·La política del reformismo. ·La caída de Kruschev. ·La URSS: estancamiento y expansión exterior. ·La evolución del sistema soviético. ·El imperialismo prudente de Breznev. ·La primavera de Praga. FRANCIA ·La Francia de la IV República. ·Francia: El retorno de De Gaulle. ·Francia: De De Gaulle a Pompidou. GRAN BRETAÑA ·La Gran Bretaña del consenso. ·Gran Bretaña: Confianza y decadencia. ·Gran Bretaña: Laborismo y paréntesis conservador. ALEMANIA ·Los orígenes de la Alemania Federal. ·Berlín, Alemania y la cuestión europea. ·La crisis de Berlín. ·Final de la era Adenauer en Alemania. ·Alemania de Erhard a Brandt: La Ostpolitik. ITALIA ·Italia: Fundamentos de la I República. ·Italia: En tiempos del milagro. ·Italia: Los años del centro-sinistra. JAPON ·Japón bajo la ocupación norteamericana. ·El modelo de desarrollo japonés. HUNGRIA ·La revolución de Hungría. CHINA ·El triunfo de la revolución china. ·China: El gran salto adelante. ·El conflicto chino-soviético hasta 1963. ·La Revolución Cultural china. VIETNAM ·La guerra de Vietnam. AFRICA ·Descolonización del norte de Africa. ·Africa Negra, descolonizada. YUGOSLAVIA ·El estalinismo en el este de Europa. MEXICO ·Desarrollo de la Revolución mexicana. BRASIL ·Segunda república y populismo en Brasil. ·Surgimiento del Estado Novo. ARGENTINA ·El populismo argentino. ·Los inicios del peronismo. ·El peronismo en el poder. ·El peronismo en la oposición. CHILE, URUGUAY, PARAGUAY ·Uruguay, Paraguay, Chile. PAISES ANDINOS ·Paises Andinos. CUBA ·La Revolución cubana. ·El poder centrista. ·La crisis de Cuba. VIDA COTIDIANA Vida cotidiana en los años 60. Sexo,. drogas. y Rock & Roll.. Playas bajo los adoquines. Nuevas modas, nuevos valores. Black power. La lucha de género. Intelectualidad y compromiso. Nuevos espacios urbanos.
contexto
Todo parece indicar hoy que los frigios no fueron los responsables directos del hundimiento de Hatti. Pero sí pudieron aprovecharse del mismo aunque, como piensa R. S. Young, de una forma inteligente. Demostrada arqueológicamente, la pacífica ocupación de Gordion y la lenta sustitución de una cultura por otra haría que, lo que hoy llamamos arte frigio, fuera el resultado de una paulatina asimilación del alma de Anatolia -sin olvidar los contactos estrechos con el medio luvio-arameo-, traducida en el lenguaje estético de este pueblo. Porque a decir verdad, la vieja tradición de la arquitectura en piedra, madera y adobe, el amor por la cerámica pintada y pulimentada, el buen saber metalúrgico, el gusto por la decoración mural y el relieve eran la esencia del arte de Anatolia y los mundos cercanos. Las excavaciones de R. S. Young en Gordion descubrieron una ciudad protegida por fuertes muros de piedra recubiertos de arcilla y cal, como en el pasado. Una ciudad cuyos edificios se levantaban -como siempre-, sobre cimientos y zócalos de piedra, con paramentos de adobe y entramado de madera. Una ciudad cuyo palacio real repite, aquí y allá, un módulo independiente, la vieja planta del mégaron anatólico. Por su parte, los alfareros volvieron pronto al pulimentado cuidadoso y a la pintura alegre de sus productos. Y, en el nuevo espíritu, fabricaron unas placas de cerámica decoradas con las que adornaron los muros externos de sus casas. Sus artesanos del metal recobraron las formas antiguas en los rytha y las situlae de bronce con cabezas de carnero. Y sus fíbulas -tan estimadas por los príncipes contemporáneos de Sam'al o Tabal- se extenderían por Oriente. Los escultores que en Ankara, Gordion o Büyükkale tenían ante sus ojos las obras de sus antepasados de Hatti, aprendieron a sacar de la andesita relieves de caballos, toros, leones o grifos. Y en la colina del palacio olvidado de Hattusa, en la puerta de la nueva fortaleza, un maestro frigio esculpiría a su diosa Cibeles, tal vez bajo la influencia griega. Pero qué duda cabe que en la postura, en la majestad y en los ojos de la diosa, todavía podemos leer la mirada remota de la madre de Çatalhöyük, el silencio de la diosa de Hasanoglu, la media sonrisa de la divinidad de Kanis, la severa imponencia de la señora de Arinna, el recuerdo de la Kubaba de Karkemis. El hilo continuo, ese hilo que H. Frankfort buscaba en el arte de Anatolia, se acaba aquí. Tras la sonrisa de la Cibeles frigia, sabia heredera de un pasado milenario, el mundo cambiaría mucho. Demasiado. Desde Alyates el lidio que, según Heródoto, conquistaría Frigia. O desde Ciro el persa, que en el 547 entraría en la ya decadente Gordion.