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monumento
Con sus 122 metros de largo por 82 de ancho, la llamada "Biblioteca de las Cien Columnas" es el mayor edificio público levantado por el emperador Adriano en Atenas. La entrada principal de este conjunto arquitectónico situado en el Ágora romana, situada en el centro del muro oeste, está encuadrada por dos columnas in antis y estaba precedida por un propileo con cuatro columnas corintias y flanqueado a un lado y al otro por siete columnas lisas. Las paredes laterales comprendían tres exedras anchas, en el centro rectangulares y semicirculares a cada lado. La biblioteca, propiamente dicha, se encontraban al este del cuadrilátero. Los techos, según Pausanias, estaban fabricados con alabastro realzado con oro. Estos edificios, rematados por un tejado en pendiente, daban a un amplio patio con peristilo. En el centro de este último se hallaba en un principio un largo y estrecho estanque. A principios del siglo V d. C., un gran edificio cuadrilobulado con pavimento de mosaico ocupaba la mitad este del patio. En el siglo siguiente se reemplazó por una basílica paleocristiana y, en el siglo XI, por la iglesia bizantina de la Megalia Panagía.
monumento
Situado junto a la Universidad, el edifcio que acoge la Biblioteca fue diseñado por Van Hansen y realizada por E. Ziller. El edificio, de estilo dórico, fue finalizado en 1903, destacando una espléndida escalera doble, de estilo renacentista y una estatua de M. Valianos, quien financió su construcción.
museo
<p>Esta biblioteca tiene un interés bastante grande por las pinturas que hablen del estilo y de la vida de la ciudad. También es una joya la colección de litografías francesas, donde destacan por su interés artístico y técnico una pintura de París del año 1820 es particularmente interesante. También hay algún cuadro del pintor alemán Durero. Los dibujos del siglo XIX son muy interesantes, con obras francesas, inglesas y americanas, además de japonesas.</p>
museo
La Biblioteca de Cataluña fue fundada el 1907 por la Diputación de Barcelona como biblioteca del Instituto de Estudios Catalanes, y en 1914, la Mancomunidad de Cataluña, recién constituida, bajo la presidencia de Enric Prat de la Riba, la convirtió en una biblioteca pública orientada hacia la investigación y la conservación del patrimonio bibliográfico catalán y con voluntad de convertirse en la biblioteca nacional de Cataluña. En esta época, la Biblioteca, situada en unas dependencias del histórico Palacio de la Generalitat de Cataluña, reunía ya obras de gran valor, entre los 28.000 volúmenes y 250 manuscritos catalogados. Con la dictadura del general Primo de Rivera (1923-1930), la Biblioteca cambió de nombre, pasó a ser la Biblioteca Central de la Diputación de Barcelona, perdió el protagonismo que había conseguido como centro de ayuda a la investigación y la alta cultura y, respecto a las funciones de biblioteca nacional catalana y de estímulo de la cultura catalana, sufrió una orientación claramente restrictiva. A partir del año 1931, y con la aprobación, el 1932, del Estatuto de Autonomia de Cataluña, la Biblioteca recuperó el carácter nacional, incrementó sus fondos y servicios y consiguió una nueva ubicación: el Ayuntamiento de Barcelona le cedió parte del antiguo Hospital de la Santa Cruz, un edificio gótico de los siglos XV y XVI, con diversos anexos posteriores, donde se trasladó durante la Guerra Civil. El 1939, la Biblioteca de Cataluña quedó sometida al nuevo orden militar franquista: recibió la prohibición del uso de la lengua catalana y le fue aplicada la depuración de personal y de materiales bibliográficos, perdió de nuevo su nombre institucional (que no recuperó hasta 1973) y se convirtió en una indefinida biblioteca general, con aspectos de popular y a la vez de investigación, y ejerció más que nunca, por suplencia, muchas de las funciones propias de las bibliotecas públicas y de las universitarias, de las cuales había una notoria falta. El año 1978, después de aprobada la Constitución Española, se transfirieron competencias sobre Cultura a los territorios autónomos que el Estatuto de Autonomia de Cataluña, aprobado el 1979, reconoció en el más alto grado posible. El año 1981 se aprobó la ley de Bibliotecas que otorgaba a la Biblioteca de Cataluña la cualidad de biblioteca nacional y el 1987 pasó a depender de un consorcio formado por la Generalitat de Cataluña, la Diputación de Barcelona, el Ayuntamiento de Barcelona y el Instituto de Estudios Catalanes. El 1993 se aprobó la Ley del Sistema Bibliotecario de Cataluña en la cual la Biblioteca de Cataluña es definida como la biblioteca nacional de Cataluña, núcleo y eje vertebrador del patrimonio bibliográfico dotada de las competencias y los medios correspondientes.
museo
Posee una colección de libros de un valor incalculable. Fue organizada por el gran humanista Benito Arias Montano, ayudado por el Padre José de Sigüenza hacia 1577. Nos encontramos ante una gran nave de 54x9 m. y 10 m. de altura; el pavimento es de mármol gris.En todo su alrededor están instaladas las estanterías de maderas finas (caoba, nogal, ébano) que fueron diseñadas por Juan de Herrera y talladas por Giussep Flecha y Gamboa. La parte superior de la Biblioteca es una bóveda de cañón pintada al fresco por Peregrin Tibaldi según dibujos del Padre Sigüenza y representan las siete Artes Liberales: Gramática, Retórica, Dialéctica, Aritmética, Música, Geometría y Astrología Entre muchos libros notables destacan: las Cantigas de Santa María, de Alfonso X el Sabio; obras autógrafas de Santa Teresa de Jesús; Códices mozárabes; el Códice Aureo (escrito con letras de oro); y gran cantidad de manuscritos persas y árabes. Cuatro retratos a tamaño natural adornan la biblioteca, representan a Carlos V, Felipe II, Felipe III y Carlos II; los tres primeros, obra de Pantoja de la Cruz y el cuarto de Juan Carreño. También están los retratos de José de Sigüenza, Arias Montano y Pérez Bayer. Esta Biblioteca es pública y puede accederse a élla para el estudio o lectura de sus libros.
museo
En 1483 el cardenal don Pedro González de Mendoza fundaba la Biblioteca de Santa Cruz como parte del Colegio Mayor de Santa Cruz. Esta biblioteca era de uso de los colegiales que estudiaban en la Universidad vallisoletana y residían en este colegio. Los datos de esta primera etapa son bastante escasos; sabemos que a su muerte, el cardenal donó todos sus libros a la institución por lo que se fueron ampliando sus fondos. Otras donaciones y posteriores adquisiciones permitieron crear un fondo bibliográfico más amplio. El propio cardenal dotó a la Biblioteca de unas Constituciones para salvaguardarla, nombrando a un encargado para velar por la ampliación de sus fondos. En 1807 la Real Chancillería hace un inventario de los volúmenes que guardaba la biblioteca y se contabilizan unos 13.000. En 1850 la Biblioteca de Santa Cruz, por Real Orden de Isabel II, se integra en la Universidad de Valladolid. En la actualidad, la biblioteca es la Sección General de Fondo Antiguo de la Universidad y en ella se recogen todas las obras publicadas antes de 1835. En total, sus fondos están constituidos por unos 25.000 volúmenes, siendo su objetivo no sólo el depósito de éstos sino convertirse en un Centro de Investigación sobre Manuscritos, Incunables e Impresos antiguos abierto a toda clase de investigadores.
monumento
El Museo-Biblioteca de finales del siglo XIX recoge muchos de los tesoros acumulados a lo largo de la historia como el Ajedrez de Carlomagno, la Virgen del Tesoro, Evangelio románico de plata etc, etc.
obra
La inflexión del Rundbogenstil como una suerte de estilo estructural, que desde un principio se propuso en su ideario, sólo se manifestó claramente con la introducción del hierro, y Labrouste fue pionero en esta empresa, primero en este ejemplo y luego en la estupenda Biblioteca Nacional de París, iniciada ya en 1862. Salvo en los basamentos, Labrouste deja descubiertos los estilizados soportes de hierro, como mostrando un rendimiento culto de los medios de la ingeniería civil. La efectividad del armazón le permite abrir grandes ventanas, que consiguen el requerido espacio diáfano. La distribución es muy sencilla, pero cargada de recuerdos de los principios de construcción romanos, acentuados por una decoración pseudopompeyana.
museo
La institución se encuentra ubicada en un palacio que está cubierto por un cúpula y que fue obra de Le Vau aunque no pudo ver todo su proyecto terminado, ya que falleció.Dicho palacio fue donado por Mazarino y forma parte de un conjunto muy interesante que alberga una biblioteca donada por él. Destaca de la arquitectura exterior la fachada, y especialmente el frontón.En la actualidad son recogidas en la institución cinco academias entre la que destaca la de Francés y que fue fundada por Richelieu en 1634.Posee unos talleres y una serie de salas de exposiciones de numismática en el Hotel de la Monnaie, que es una edificación de estilo neoclásico obra del escultor Jacques-Denis Antoine (1771). En el edificio además se llevan a cabo fundiciones de metales para realizar medallas y monedas.