Biblioteca de Cataluña

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Datos principales


Lugar

Barcelona

Ciudad

Barcelona

Dirección

Calle del Hospital, 56

Pais

España

Teléfono

+34 932 70 23 00

Página web

Enlace al museo

Localización


Desarrollo


La Biblioteca de Cataluña fue fundada el 1907 por la Diputación de Barcelona como biblioteca del Instituto de Estudios Catalanes, y en 1914, la Mancomunidad de Cataluña, recién constituida, bajo la presidencia de Enric Prat de la Riba, la convirtió en una biblioteca pública orientada hacia la investigación y la conservación del patrimonio bibliográfico catalán y con voluntad de convertirse en la biblioteca nacional de Cataluña. En esta época, la Biblioteca, situada en unas dependencias del histórico Palacio de la Generalitat de Cataluña, reunía ya obras de gran valor, entre los 28.000 volúmenes y 250 manuscritos catalogados. Con la dictadura del general Primo de Rivera (1923-1930), la Biblioteca cambió de nombre, pasó a ser la Biblioteca Central de la Diputación de Barcelona, perdió el protagonismo que había conseguido como centro de ayuda a la investigación y la alta cultura y, respecto a las funciones de biblioteca nacional catalana y de estímulo de la cultura catalana, sufrió una orientación claramente restrictiva. A partir del año 1931, y con la aprobación, el 1932, del Estatuto de Autonomia de Cataluña, la Biblioteca recuperó el carácter nacional, incrementó sus fondos y servicios y consiguió una nueva ubicación: el Ayuntamiento de Barcelona le cedió parte del antiguo Hospital de la Santa Cruz, un edificio gótico de los siglos XV y XVI, con diversos anexos posteriores, donde se trasladó durante la Guerra Civil. El 1939, la Biblioteca de Cataluña quedó sometida al nuevo orden militar franquista: recibió la prohibición del uso de la lengua catalana y le fue aplicada la depuración de personal y de materiales bibliográficos, perdió de nuevo su nombre institucional (que no recuperó hasta 1973) y se convirtió en una indefinida biblioteca general, con aspectos de popular y a la vez de investigación, y ejerció más que nunca, por suplencia, muchas de las funciones propias de las bibliotecas públicas y de las universitarias, de las cuales había una notoria falta.

El año 1978, después de aprobada la Constitución Española, se transfirieron competencias sobre Cultura a los territorios autónomos que el Estatuto de Autonomia de Cataluña, aprobado el 1979, reconoció en el más alto grado posible. El año 1981 se aprobó la ley de Bibliotecas que otorgaba a la Biblioteca de Cataluña la cualidad de biblioteca nacional y el 1987 pasó a depender de un consorcio formado por la Generalitat de Cataluña, la Diputación de Barcelona, el Ayuntamiento de Barcelona y el Instituto de Estudios Catalanes. El 1993 se aprobó la Ley del Sistema Bibliotecario de Cataluña en la cual la Biblioteca de Cataluña es definida como la biblioteca nacional de Cataluña, núcleo y eje vertebrador del patrimonio bibliográfico dotada de las competencias y los medios correspondientes.

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