Las playas valencianas serán las protagonistas de buena parte de la producción de Sorolla. Niños y niñas jugando en el agua o saliendo del baño, pescadores, barcas varadas, mujeres paseando o vistiéndose se convierten en auténticos iconos para el maestro valenciano, captando de manera espectacular la vida cotidiana de su tiempo. Una de las imágenes más atractivas de esta serie de obras de playa es la titulada Verano, pintada en 1904. En primer plano contemplamos a una niña con un amplio vestido, que lleva a otra de la mano. La niña de blanco sujeta, a su vez, a un niño de pelo rubio que está desnudo. Tras este primer grupo se sitúa una cría que dirige su mirada hacia el espectador; en el plano medio de la composición se encuentra otra niña, vestida de azul y con una cinta roja sujetando su coleta, dirigiéndose hacia la madre, figura que ocupa la zona derecha de la escena, vistiendo un amplio traje blanco. Con sus manos sostiene al chiquillo desnudo, que tapa su cara con las manos para evitar el destello del sol. Otra madre, ésta con una blusa rosa, acompaña a su hijo en el baño. El fondo de la composición está ocupado por varios niños bañándose en el mar, junto a una madre que sostiene en brazos a su retoño. Si bien las figuras tienen un importante papel en el conjunto, la verdadera protagonista del lienzo es la luz, una iluminación del atardecer en el Mediterráneo, que inunda toda la escena y crea sombras coloreadas, tal y como puede contemplarse en las telas blancas. Esta luz identificativa del artista baña todos los elementos de la composición y dota al conjunto de un aspecto más atmosférico, creando una sensación ambiental difícilmente superable. Otro aspecto significativo del lienzo es la manera de pintar de Sorolla. Emplea un firme y seguro dibujo, con el que modela de manera casi escultórica a sus personajes, pero aplica el color de forma rápida y empastada, pudiendo apreciarse las pinceladas en sus telas, relacionándose en su forma de pintar tanto a los grandes maestros de la escuela española como a los impresionistas. El resultado es una obra que nos transporta a las playas levantinas, haciéndonos partícipe del baño de estos pequeños en una tarde de verano.
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Personaje
Arquitecto
De ilustre familia de ingenieros, fue uno de los más insignes especialistas en las técnicas de sitio, trazado de planos y construcción de fortificaciones del siglo XVIII. No en balde, es el fundador del Cuerpo de Ingenieros del Ejercito español. Verboom es el autor de la fortificación de la ciudadela de Barcelona -hoy Parque de la Ciutadella-, del arsenal de artillería de la ciudadela de Pamplona y de numerosos proyectos de obras públicas como canales de riego -en Lorca y Murcia- carreteras o puertos -Málaga, Barcelona-.
Personaje
Escultor
Hijo del también escultor Pieter Verbrugghen el Viejo, Hendrick desplegará su talento en la construcción y decoración de impactantes púlpitos como el de la iglesia de los agustinos de Amberes (1697), su obra maestra.
Personaje
Militar
A finales del año 53 a.C. el jefe galo Vercingetorix se rebeló contra los romanos, aprovechando la ausencia de César de las Galias. Los primeros enfrentamientos se saldaron de manera favorable para el jefe galo pero la reacción romana no se hizo esperar y el encuentro en las cercanías de Alesia se decantó del lado romano. Vercigetorix se encerró en la ciudad donde fue sitiado por César hasta su rendición en septiembre del año 52 a.C. César llevó al jefe galo a Roma para exhibirlo en su paseo triunfal, siendo Vercingetorix encerrado en prisión y decapitado en el año 46 a.C.
contexto
El galo Vercingétorix, héroe nacional de Francia, despertó recientemente el interés del gran público, gracias a la película de Jacques Dorfman. De este personaje nada se sabría sin la ayuda de su mortal enemigo César, quien en sus Comentarios sobre la Guerra de las Galias convirtió al jefe galo en protagonista de la lucha feroz que marca el final de la conquista romana de las Galias, un territorio de medio millón de kilómetros cuadrados. De este caudillo galo ni siquiera sabemos el nombre, porque Vercingétorix es sólo un título que los galos daban a sus jefes: "el rey supremo de los que combaten al enemigo". Y su vida está indisolublemente unida a la última resistencia armada de la Galia contra el imperialismo romano. En las últimas décadas del siglo II a.C., Roma se había asegurado, con la creación de la provincia Narbonense (Provence) -la provincia, por excelencia- un territorio continuo de comunicación terrestre con Hispania, que apoyaba en dos grandes pilares urbanos, la colonia de Narbo Martius (Narbona) y la ciudad griega de Massalia (Marsella). Pero las cambiantes condiciones políticas, al norte de sus fronteras, y el creciente interés de los comerciantes romanos en un espacio lleno de posibilidades, hacían de la Galia independiente una fuente de atención constante. Su territorio, a ambos lados del Rin, estaba habitado por tribus muy populosas: en el sur, al oeste de la Narbonense, estaban asentados los aquitanos; al este, los helvecios; en la Galia central, las tribus de arvernos, eduos, secuanos, senones y lingones; más al norte, los belgas; las costas atlánticas estaban ocupadas por los armóricos. Estas tribus no constituían una unidad política. El factor más fuerte de cohesión era el sacerdocio de los druidas que, bajo la dependencia de un jefe supremo, custodiaba antiguos dogmas de fe, atendía al culto, que incluía sacrificios humanos, ejercía la jurisdicción y transmitía conocimientos de ciencia y cultura. Por lo demás, estaban gobernadas por aristocracias guerreras que sólo en ocasiones establecían limitadas relaciones de amistad y clientela y, a menudo, se encontraban enfrentadas entre sí. Por ejemplo, una disputa por el dominio de la Galia central enfrentaba desde antiguo a eduos y arvernos. Roma había apoyado a los eduos, que con esta ayuda lograron imponerse sobre sus rivales, pero a finales de los años 60, un nuevo factor, los germanos de la orilla derecha del Rin, dirigidos por Ariovisto, desestabilizaron el puzzle. Para entonces un nuevo procónsul se había hecho cargo de los intereses romanos en las galias: Julio César. Gracias a las componendas de Pompeyo y Craso, sus aliados, César había conseguido un mando supremo con tropas bajo su responsabilidad y el derecho a emprender la guerra, sobre las costas orientales del Adriático, la Galia Cisalpina -el territorio entre el Po y los Alpes- y la provincia Narbonense, donde se detectaban movimientos de tribus germanas, helvéticas, belgas y galas.
obra
Rueda, considerado uno de los artistas clave de la segunda mitad del siglo XX, fue pionero en la introducción del informalismo en España y creador del Museo de Arte Abstracto de Cuenca junto a Fernando Zóbel. Participó de los conceptos cubistas y evolucionó hacia la abstracción constructivista, donde las pinturas se caracterizan por el orden y el equilibrio.
Personaje
Músico
Nacido en el seno de una familia humilde de campesinos, recibe el apoyo de tres personas que aprecian en él grandes dotes. Antonio Barezzi se convertiría en su protector. Sus primeros maestros quedaron encantados con el talento del joven Verdi. Debido a su escasa edad en 1823 no pudo ingresar en el conservatorio de Milán. En 1833 le nombraron director de la Sociedad Filarmónica de Bussetto. En 1839 estrena "Oberto" en La Scala de Milán. A ésta ópera le sigue "Un giorno di regno". El escaso éxito que tiene con estas obras y la muerte de sus seres más queridos le hacen caer en una fuerte depresión. Abandona por un breve tiempo su actividad como compositor, aunque el director de La Scala de anima para que realice un nuevo trabajo. El resultado de esta experiencia es "Nabuco". La temática de la obra, relacionada con los esclavos judíos en Babilonia, sorprendió al público que lo interpretó como una alusión directa a la opresión austriaca. "I Lombardi alla prima crociata", "Ernani", "Macbeth", "Rigoletto", "Il trovatore", "La Traviata", "La fuerza del destino" y "Don Carlo" fueron algunas de las composiciones con las que siguió cultivando el éxito. En 1871 el virrey egipcio le pide que componga una ópera con motivo de la construcción del Canal de Suez. De esta sugerencia nace "Aida" que se representó por primera vez en El Cairo. Una de las escasas piezas de escribió, fuera del género operístico, fue su Réquiem de 1874 en honor a Manzoni. Tras un periodo sin componer ópera escribe una de sus mejores obras "Otello" en 1887. Antes de morir compuso "Falstaff".
Personaje
Escultor
Es autor del Monumento al Arcángel San Rafael, levantado en junto al Puente Romano y el Arco del Triunfo. Esta obra fue ejecutada a instancia del Cabildo catedralicio, como acción de gracias al Custodio de Córdoba, San Rafael, que salvó la ciudad de un terremoto. El proyecto inicial fue realizado por Egroüs y fue Simón Martínez quien lo comenzó en 1736. Casi cincuenta años después la terminó Michel de Verdiguier. De esta obra, sin duda, hay que destacar su monumentalidad. A este autor también se deben los púlpitos de la catedral cordobesa. El Museo de Bellas Artes de esta ciudad también acoge una interesante representación de su obra.
obra
Cuando este lienzo entró en las colecciones de la National Gallery of Scotland en 1916, gracias a John J. Moubray of Naemoor, era conocido como El borrachín. El modelo llevaba una copa de vino en su mano derecha y un amplio sombrero oscuro. En 1927, el restaurador A. M. de Wild sugirió que la copa y el sombrero eran unos repintes posteriores al original, apareciendo el cuadro en su estado inicial en un grabado de Jan van de Velde II. El grabado iba acompañado de unos versos en los que se hacía referencia a un tal Verdonck, identificado como un intelectual de Haarlem que estaba inmerso en todos los conflictos, de ahí que portara en su mano no una copa de vino, sino la mandíbula de un oso, como una suerte de emblema de la agresividad satírica. Una vez restaurado el lienzo, podemos observar a Verdonck sin el amplio sombrero y con la mencionada mandíbula en su mano derecha, en sintonía con otro retrato de Verdonck diseñado en 1636 por Salomon de Bray. Hals concentra toda su atención en el rostro del mordaz intelectual, especialmente en sus enrojecidos ojos que denotan cierto cansancio, al tiempo que inteligencia. El sonriente gesto de la boca entreabierta, oculta bajo el rizado bigote y la barba rubia, es otro de los centros de atención, al igual que la fuerza con la que coge su "arma". En esta composición podemos observar una significativa diferencia con los retratos "oficiales" -véase a Willem van Heythuyzen o Lucas de Clerq- ya que las pinceladas son aquí mucho más rápidas y empastadas, renunciando a detalles superfluos para transmitir la personalidad del modelo, de la misma manera que hacían Tiziano o Rembrandt.