Venus era la diosa del amor y la belleza romana, denominada Afrodita por los griegos. De sus amores con Marte nació Cupido, dios del amor, apareciendo en esta imagen de Correggio acompañados ambos por un sátiro, deidades legendarias que vivían en los bosques y eran compañeros de Baco, representados con cuerpos robustos, orejas puntiagudas, cola y patas de cabra. Como buen pintor renacentista, Allegri se interesa por el desnudo, buscando la más perfecta representación de la anatomía humana en sintonía con Miguel Ángel. Las figuras se representan en un bosque, iluminadas por un potente foco de luz que resalta la carnación dorada y las bellas formas de Venus bajo la atenta mirada del sátiro. El aspecto erótico está presente en la composición, reforzado por las posturas escorzadas de los personajes y el empleo de la luz, jugando con un claroscuro que recuerda a Leonardo. La blandura y suavidad de las figuras será un elemento común a la obra de Correggio denominando en el siglo XVIII a este estilo la "morbidezza" por parte de los críticos franceses que apelaban a la "correggiosidad de Correggio". Este lienzo fue encargado - junto a la Educación de Eros - por Federico II Gonzaga, el duque de Mantua, manifestando el interés creciente entre las cortes hacia la temática profana.
Busqueda de contenidos
obra
De una generación posterior a la de sus compañeros que ya trabajaban en Roma, Guercino había disfrutado de una formación más heterodoxa y extraña a la Academia boloñesa. Decisivos fueron su viaje a Venecia (1616) y su estancia en Mantua, donde llegó a conocer a Rubens. A su llegada a Roma, ya había dado pruebas de gran capacidad como colorista, de originalidad para abordar las relaciones figura-espacio y de gran dinamismo compositivo. De vuelta a Cento y a Bolonia (1623), fue replegándose poco a poco a posiciones más academicistas, presididas por un lirismo de dulces modulaciones bajo la influencia de Reni. Venus, la diosa del amor y la belleza, se casó con Vulcano, pero se enamoró perdidamente de Marte, el dios de la guerra. Homero nos cuenta que Apolo sorprendió a los dos amantes y fue a contar a Vulcano la infidelidad de su esposa. La venganza de Vulcano tuvo forma de red, colocada sobre la cama de los amantes y dejada caer en el momento en que éstos se hallaban en el lecho. Los dioses fueron convocados por Vulcano para demostrar la infidelidad de su esposa. Guercino nos presenta a la bella diosa tumbada sobre el lecho, acompañada de Cupido que dispara sus flechas hacia el espectador mientras que Marte, vestido con una armadura de la época como dios de la guerra, armado hasta los dientes y portando en su mano derecha un arcabuz, descorre el cortinaje dejando ver el paisaje del fondo. El acertado empleo del claroscuro es una seña de identidad de Guercino, así como la delicadeza de sus figuras, abandonando el naturalismo de Caravaggio para acercarse al academicismo de los Carracci.
obra
Las primeras pinturas mitológicas de Piero di Cosimo son de una romántica fantasía difícil de hallar en otros pintores renacentistas. Piero toma como modelo la obra de Botticelli que hoy conserva la National Gallery de Londres, utilizada también para adornar un dormitorio como observamos por el formato apaisado. El pintor nos presenta a un Marte, dios de la guerra, completamente dormido tras la "batalla del amor"y despojado de armaduras y armas -con las que juegan en el fondo los amorcillos- mientras que en la zona izquierda de la composición hallamos a Venus, la diosa del amor y la belleza, acompañada de Cupido, un conejo blanco de puntiagudas orejas, símbolo de la fertilidad y dos palomas que simbolizan a la diosa. Las figuras se insertan en un excelente paisaje de clara inspiración renacentista, interesado el maestro en dotar a su composición de perspectiva sin rechazar al color y al dibujo, así como al preciosismo de telas y elementos de la naturaleza. Las figuras presentan una perfecta anatomía inspirada en los modelos clásicos y se disponen en profundidad para crear un excelente punto de fuga, que se encuentra en la colina del fondo, envuelta en tonalidades azuladas como reflejo del mar que la rodea.
obra
En unas fechas cercanas a la Alegoría de la Guerra y la Paz pintada para Carlos I de Inglaterra, Rubens pintó este lienzo protagonizado por Venus, Cupido y Marte, en el que la diosa de la belleza ocupa una posición similar a la figura de la Paz en el cuadro de la National Gallery de Londres. El cuerpo y la postura de ambas mujeres es idéntico, mientras en la figura de Marte sí encontramos variaciones, al recortarse ante un cortinaje rojo y aparecer con el cuerpo de perfil, mirando condescendientemente la tierna escena. Un foco de luz procedente de la izquierda ilumina a las figuras de la diosa y Cupido, resbalando sobre el cuerpo de Venus y resaltando su brillante piel, cubierto su sexo con una tela azulada con la que el pintor crea un acertado contraste.El escudo y las armas del dios de la guerra están a los pies de la diosa del amor, configurando el maestro flamenco una alegoría inspirada en los escritos del dramaturgo Terencio; "Cuando la Paz se calienta a sí misma, hay comida y bebida". El lenguaje del amor ha sustituido al lenguaje de la paz pero el resultado es el mismo. Esta es una muestra más de los deseos de paz manifestados a lo largo de toda su vida por Rubens, quien participó activamente en las conversaciones entre el Imperio Hispánico y Gran Bretaña en 1628-1629 para intentar poner fin al conflicto hispano-holandés que ya duraba más de 50 años.Estilísticamente, Rubens se muestra vinculado al estilo veneciano al otorgar cada vez más importancia a la luz y el color, creando efectos atmosféricos que diluyen los contornos, siguiendo a su gran maestro, Tiziano.
lugar
En el valle del río Huecha, a poco más de 80 kilómetros de Zaragoza y a la vera del Moncayo -de ahí su nombre- se alza esta pequeña localidad aragonesa cuya población apenas alcanza los 500 habitantes. Su historia se remonta a tiempos prehistóricos pero será en época medieval cuando adquiera mayor esplendor, gracias al cercano Monasterio de Santa María de Veruela, fundado en el siglo XII. También destaca la iglesia parroquial dedicada a la Natividad, así como el propio trazado medieval de la villa.
Personaje
Se incorporó a la conquista en el barco del mercader Juan de Burgos -era su ama- que llegó a Veracruz en febrero de 1521. Los testimonios de los cronistas refieren que era valiente, heroica y sabia. Tras la caída de Tenochtitlán, estaba en casa de Cortés la noche que murió doña Catalina Suárez Marcaida. María de Vera le puso el sudario -fue de las pocas personas a las que Don Hernán permitió ver el cuerpo de su mujer- y posteriormente testificó que las marcas que vio en su cuello hacían ver que había muerto estrangulada.
Personaje
Científico
Político
Desde muy joven se impregna del progresismo de su familia. Estudia la carrera de medicina y entretanto recorre el Extremo Oriente y Europa. Fue un destacado alumno y al licenciarse recibió una propuesta de José María Esquerdo para trabajar en el manicomio de Carabanchel. Para obtener el doctorado presentó en 1880 una tesis que tituló "Parálisis general progresiva de los enajenados". Dos años después, publicaba "La función de los conductos semicirculares. Estudio experimental". Desde 1884 ocupa la secretaría de la sección de ciencias del Ateneo de Madrid y un año después entraba en el Hospital Provincial de Madrid y se hacía cargo de los enfermos dementes. En estos años escribió varios artículos para el Diccionario Hispano Americano. De carácter progresista, fue un gran seguidor de la obra de Marx, y participó en la creación del Partido Socialista Obrero Español, junto a Pablo Iglesias y García Quejido. Sin duda, fue uno de los intelectuales del partido. En 1884 publicó un "Informe", en representación de la Agrupación Socialista Madrileña" donde plasmaba perfectamente las doctrinas del partido. Vera denunció la situación de atraso que todavía se daba en España y criticó con dureza a un sector de la burguesía -todavía terratenientes-, frente a la burguesía progresista, a través de la cual se podría avanzar en la sociedad. Desde el punto de vista científico, era positivista.