Educado por los jesuitas, ingresa en la Universidad de la Sorbona, donde se matricula en Ciencias Políticas. Sin embargo, su verdadera pasión fue la fotografía, por lo que entra en el Institute Des Hautes Études Cinematographiques. Desempeñando este oficio entra en contacto con el profesor Jacques Cousteau, con el que trabajó como cámara submarino. De esta experiencia surge "Le monde du silence"; un documental con el que logró un Oscar y la Palma de oro al mejor director. Este supondría el primer paso de su carrera en cine como director y también guionista. Su filmografía esta repleta de erotismo, llegando incluso a los tribunales por este tema. Dirigió "Los amantes", "Zazie en el metro" o "Soplo al corazón". En estados Unidos entablaría relación y trabajaría con Susan Sarandon, aunque esta amistad fracasa. Después de trabajar algún tiempo en Norteamérica vuelve a su país natal y rueda "Adiós muchachos", una historia sobre los tiempos de guerra.. A estos años también pertenece "Herida", donde Juliette Binoche interpreta el papel protagonista. Su última obra fue "Vanya en la calle 42".
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Personaje
Pintor
En 1922 se traslada a Madrid gracias a una beca de la Diputación de Lugo. Estudia en la Escuela de San Fernando donde conoce a Dalí y Lorca y a través de ellos al grupo de la Residencia de Estudiantes y se inscribe en la Escuela Libre de Julio Moisés. En 1928, José Ortega y Gasset le organiza en los salones de la "Revista de Occidente" su primera exposición individual. Allí presenta sus primeros cuadros de verbenas populares y estampas donde aparecen maniquíes, imágenes de cine, deportivas o máquinas, que derivan del futurismo o de la metafísica y se encuentran muy cerca de la Nueva Objetividad ya que conocía el libro de Franz Roh, "El Realismo Mágico", lo que demuestra el carácter innovador de la artista. En 1929 Rafael Alberti, novio por aquel entonces de Maruja, publica en la "Gaceta Literaria" un cambio decisivo en su pintura, La primera ascensión de Maruja Mallo al subsuelo. Se inspira en elementos primarios de la tierra (piedras, cardos, excrementos, esqueletos, cenizas) cercanos a los estudios de Benjamín Palencia y Alberto Sánchez, fundadores de la Escuela de Vallecas. En 1932 se encuentra en París gracias a la beca de la Junta de Ampliación de Estudios. En la Galería Pierre expone la serie de Cloacas y Campanarios que fue muy admirada por el surrealista Breton. En ese mismo año regresa a España y trabaja como profesora de dibujo en Madrid. En 1933 frecuenta el Grupo de Arte Constructivo de Torres García, que se interesa por las matemáticas y la geometría. En 1936 realiza su tercera exposición, organizada por ADLAN donde presenta su serie de Cloacas y campanarios, Arquitecturas minerales y vegetales, Construcciones rurales y la escenografía para el ballet Clavileño que nunca llegó a presentarse; participa en la Exposició Logicofobista de Barcelona y en la Exposición Internacional del Surrealismo en Londres. Antes de comenzar la Guerra Civil se encuentra en Galicia, lugar del que puede escapar hacia Lisboa y luego a Buenos Aires invitada por la Sociedad de Amigos del Arte. Durante esta época y hasta 1965, la pintora desarrolla una gran actividad, continúa su serie de motivos terrestres que compagina con Retratos bidimensionales, Naturalezas vivas y Máscaras.
contexto
El ejército cristiano abandonó la Mesa del Rey posiblemente hacia las 6 de la mañana del lunes 16 de julio de 1212 -no pudo ser antes, pues en esas fechas, aunque ya hay claridad hacia las 5:45 h., la luminosidad es insuficiente hasta pasadas las seis, como hemos comprobado personalmente 785 años después-. La caballería ligera árabe, y especialmente los arqueros kurdos, apostados en el Cerro de las Cañadillas del Calvario, hostigaron el descenso del ejército de los tres reyes, con una lluvia de flechas. Tras desbaratar las avanzadillas de los juramentados musulmanes, el ataque cristiano chocó con las lanzas almohades, soportando una lluvia de dardos, jabalinas, flechas y piedras, quedando pronto en gran dificultad, pues debe tenerse en cuenta que peleaban siempre cuesta arriba, ascendiendo una vertiente a veces muy empinada, mientras que los almohades mantenían las alturas. En ese trance, las primeras filas de Diego López de Haro se rompieron y retrocedieron, dejando aislados y rodeados por los almohades a varios caballeros, entre ellos al propio López de Haro y a la gente de su casa. Se cuenta que Alfonso VIII vio a alarmado la desbandada de la primera línea y comentó que López de Haro se retiraba. Pero alguien le dijo que quien volvía la espalda no era el señor de Vizcaya, cuyos pendones se podían distinguir envueltos por los agarenos, sino las milicias serranas. López de Haro, al que se le había responsabilizado del desastre de Alarcos, se cubrió de gloria en las Navas, pero mal lo hubiese pasado si la segunda línea, constituida por las órdenes militares y los barones, mandados por el señor de Cameros, no hubieran arremetido contra los musulmanes, sacándole del apuro, primero y, luego, y cerrando filas y manteniendo la formación a duras penas. Eso produjo un elevado número de bajas entre ellos, sobre todo en las filas de las órdenes. Si apurada era la situación del centro, no era mejor la de las alas. En este punto es dramática la Crónica del arzobispo: "El noble Alfonso, al darse cuenta de ello y al observar que algunos con villana cobardía, no atendían a la conveniencia, dijo delante de todos al arzobispo de Toledo ¡Arzobispo, muramos, aquí yo y vos! Aquél respondió ¡De ningún modo; antes bien, aquí os impondréis a los enemigos! A su vez, el rey, sin decaer su ánimo dijo ¡Corramos a socorrer las primeras líneas que están en peligro! Entonces, Gonzalo Ruiz y sus hermanos avanzaron hasta éstos; pero Fernando García, hombre de valor y avezado en la guerra, retuvo al rey, aconsejándole que marchara a prestar socorro, controlando la situación." Parece que fue precisamente en este momento cuando los almohades cometieron un grave error táctico: al ver retroceder a los cristianos, rompieron su formación, con el fin de dar alcance a los que volvían la espalda, sin tener en cuenta que todavía no habían entrado en liza las terceras líneas del ejército cruzado, donde formaban los hombres de confianza de los reyes y su caballería pesada. Posiblemente, la intervención de Fernando García, frenando al Rey, se debía a que estaba esperando que la caballería musulmana atacara y se dispersara por el campo. En ese punto, avanzó lo más granado del ejército cristiano. Los tres reyes, juntos con sus caballeros y mesnadas, gente de armas mucho más diestra y mejor armada que las milicias y con mucho más espíritu y arrojo, se lanzaron por el centro que la caballería musulmana había dejado abierto. Así, en poco tiempo, quedó roto tanto el frente almohade como la zaga. Según Ibn Abi Zar: "huyeron los caídes andaluces con sus tropas, por el odio que había en sus corazones contra al-Násir, a causa de la muerte de Ibn Qadis y de las amenazas que les había dirigido Ibn Djami".
Personaje
Literato
Político
Estudió lenguas orientales y, en 1923, viajó a Camboya para unos trabajos de arqueología. Sus simpatías por los comunistas le llevaron a intervenir, en 1926, en la revolución china. Malraux publicó en 1926 La tentación de Occidente; Los conquistadores, en 1928; El camino real, en 1930, y La condición humana, en 1933, que le valdría el premio Goncourt. André Malraux tomó parte en la guerra civil española al frente de un grupo de pilotos extranjeros, y sobre su experiencia bélica escribiría, en 1937, La esperanza. Dos años más tarde, ya en Francia, cayó prisionero de los alemanes, logrando escapar. Al concluir la Segunda Guerra Mundial, Malraux ocupa el cargo de ministro de Información del Gobierno provisional y secretario general del partido fundado por De Gaulle. A partir de 1946, sin embargo, abandona la política para dedicarse a escribir una vasta obra sobre la Psicología de arte. La llegada al poder del general De Gaulle, sin embargo, le ofrece la posibilidad de ser ministro de Asuntos Culturales durante once años (1959-1969), al tiempo que escribía sus Antimemorias.
contexto
El error italiano al no atacar Malta en junio de 1940 sería fatal para las aspiraciones italo-germanas en el norte de África. Los aviones y buques de superficie -y, sobre todo, submarinos- provocaron tremendas pérdidas a la marina mercante italiana, dejando al ejército de Libia sin suministros imprescindibles en momentos clave. Sin embargo, es exagerado concluir que la conquista de Malta, planificada por el Eje en 1942 con el nombre de Operaciones Hércules, hubiera significado la victoria italo-germana en el norte de África. Los autores más solventes estiman que las pérdidas infligidas desde Malta a los convoyes que iban de Italia a Libia están en torno al 15 por ciento. Si la cifra es importante, más lo es aun porque los aliados intensificaban sus ataques justo cuando Rommel pasaba a la ofensiva, tratando de paralizarle por falta de combustible y pertrechos. En conjunto, la aviación y marina con base en Malta envió al fondo del mar más de medio millón de toneladas brutas de buques entre el verano de 1941 y el del 42. Y aún más; la presencia de Malta obligaba a los buques del Eje a dar un largo rodeo con lo que eso suponía en combustible y aumento de riesgos y a proteger fuertemente los convoyes, hasta el punto de que 20.000 toneladas de barcos mercantes llegaron a ser custodiados por 100.000 toneladas de buques de guerra. Desde otro punto de vista, la posesión de Malta hubiera dado al Eje un control absoluto del Mediterráneo central. Todo ello no habría solucionado, aunque sí mitigado los problemas de Rommel. Entre Trípoli y El Alemein hay 2.100 kilómetros de distancia, cubierta por una carretera que debía absorber todo el tráfico pesado que abastecía al ejército del Eje. Entre ambos puntos había media docena de puertos de pequeña capacidad, por lo que apenas servían para acortar el recorrido. El mismo puerto de Trípoli sólo podía absorber 45.000 toneladas de suministros de las 60.000 que Rommel necesitaba mensualmente. Tras la toma de Tobruk por las tropas de Rommel, Berlín y Roma decidieron asaltar Malta, al disponer de un puerto importante, próximo al teatro de operaciones y bastante alejado de los aviones y buques malteses. Pero Tobruk estaba demasiado cerca de Egipto y pronto los aviones británicos convirtieron su puerto en un cementerio de chatarra. También debe analizarse el asunto de las comunicaciones por carretera. Al comienzo de su intervención, cuando Rommel se plantó ante Tobruk, su base de suministros estaba en El Agheila, a 500 kilómetros de distancia. En ese momento, sus suministros diarios, agua incluida, requerían 39 columnas de 32 camiones cada una. Cuando el Afrika Korps contó con dos divisiones, Rommel precisaba una capacidad de transporte motorizado de 6.000 toneladas (los camiones tardaban cuatro días en ir hasta el frente y regresar a la base de aprovisionamiento, 1.000 kilómetros de ida y vuelta). Al aumentar la distancia entre el frente y la base de suministros, el problema se agudizó. Los camiones tardaban siete días en ir y volver de Bengasi a El Alemein y quince entre Trípoli-El Alemein-Trípoli. Añádase el terrible desgaste del parque móvil, que debía funcionar entre nubes de polvo y a temperaturas de hasta 50 grados; la multiplicación de accidentes a causa de este desgaste y al agotamiento de los conductores; y, como guinda, que la aviación británica se adueñó del cielo desde el verano de 1942, dedicándose especialmente a cortar la fuente de suministros de Rommel. Cabe concluir por todo lo dicho que reforzar a Rommel con dos divisiones acorazadas más, como se pensó en el verano de 1942, sólo hubiera servido para aumentar las dimensiones de la tragedia del Eje, incapaz en esa época de suministrar correctamente a los efectivos que tenía ante El Alemein.
Personaje
Científico
Se forma en Filosofía y Teología en la Universidad de Cambridge, pasando a ser pastor anglicano. Durante algún tiempo ejerce de párroco rural y desempeña la docencia universitaria y de Economía política en el colegio de la Compañía de las Indias orientales en su localidad natal, Haileybury. Tras conocer varios países europeos tiene acceso a realidades sociales diferentes, cuyo conocimiento sirve de base para sus estudios sobre población. En sus dos libros principales ("Ensayo sobre los principios de la población", de 1798, y "Principios de Economía política", de 1820), expone sus teorías acerca de las relaciones entre población y economía. Para Malthus, el número de individuos se incrementa de manera geométrica, mientras que el volumen alimentario lo hace de forma aritmética. El motivo de dichos comportamientos desiguales se basa en su observación de que la tierra, proveedora de alimentos, tiende naturalmente a empobrecerse y a observar un decrecimiento, mientras que los hombres están dominados por un apetito sexual incontrolable que hace que su número sea creciente. Existe por tanto un desfase entre la población y los recursos alimentarios que tiende a agravarse con el tiempo. Su pesimismo se hace patente, aportando como solución el control de la natalidad mediante medidas bien naturales, como el retraso de la edad de casamiento o la abstinencia, bien coyunturales, como las guerras, las epidemias o las hambrunas. Fino observador, no repara sin embargo en el papel que desempeñarán las innovaciones tecnológicas como proveedoras de recursos.
Personaje
Literato
Trabajó en distintas Academias y fue profesor de derecho. Fue un gran aficionado al arte de la pintura y se relacionó con el círculo de los Carracci. De sus obras cabe destacar: "Felsina pintora", una obra abundante en información y con un punto de vista bastante crítico.
Personaje
Político
Esposa principal de Pachacuti, soberano Inca la que se atribuye la organización del Imperio y los inicios de su expansión. Madre de Yamqui Yupanqui y de Tupac Inca Yupanqui y de Mama Ocllo, esposa de este último.
Personaje
Político
Esposa primera y hermana de Huayna Capac. Murió pronto, en Quito, y el Inca se casó de nuevo, con Rahua Ocllo. Parece que no tuvo hijos.
Personaje
Político
Nombre de mujer legendaria que se vincula con el mito de origen de los Incas. Era una de las cuatro hermanas que junto con sus hermanos-esposos salieron de algún lugar remoto en viaje hasta establecer su asentamiento en Cuzco, que con el tiempo se convertiría en capital de los Incas. Según una versión del mito de origen, el único de los hermanos varones que culminó el viaje fue Manco Inca, y junto a él estuvieron las cuatro hermanas: Mama Ocllo, Mama Huaco, Mama Cora y Mama Tabua. De ellas, la más "aguerrida" era Mama Huaco. Algunos cronistas describen a Mama Huaco como mujer lasciva y brutal, madre de Manco Capac. Martín de Murúa piensa que fue esta hermana (y no Mama Ocllo) la que se unió a Manco Capac y engendró a Sinchi Roca. Sobre su bravura cuenta Murúa que forzó con insultos y desprecios a su hermano Ayarauca a regresar a la cueva donde sus hermanos pensaban encerrarle: "Allí acordaron todos que Ayarauca, su hermano, que era el más atrevido dellos, volviese a Pacaritambo a la cueva donde habían salido y allí lo encerrasen. Llamándole, dijeron: ya sabéis, hermano, que dejamos ciertos vasos de oro, llamados topacusi, y cierta semilla en la cueva de donde salimos; es menester que vayáis allá por ello, para que juntemos con ellos gente y seamos señores. El Ayarauca lo rehusó y dijo que no quería, a lo cual le dijo Mamahuaco que tuviese vergüenza siendo mozo tan atrevido, no querer volver por aquellas reliquias, y así, avergonzado, dijo que sí, y fue con él un criado suyo llamado Tambo Chacai. Llegado a la cueva Ayarauca, entró a sacar los vasos que le habían dicho que trajese, y mientras él estaba buscando dentro de la cueva, el Tambo Chacai cerró la puerta con una piedra grande, porque así se lo habían mandado los hermanos". También se narra de Mama Huaco que cuando los Incas decidieron ocupar Cuzco tuvieron que vencer la resistencia de los guallas, acción en la que destacó esta mujer, que peleaba con una boleadora. Con ese arma aprisionó o mató a un indio gualla, y sacándole las entrañas se las metió en la boca, consiguiendo así la huida de sus enemigos, que tomaron a los incas por antropófagos. Aterrorizados, los habitantes del Cuzco no tuvieron más remedio que rendirse, como narra Murúa: "Y como vio que ya no tenía remedio de echarlos de su tierra y que era gente belicosa, varonil y de industria, dejó su casa, tierra y familia a Mama Huaco, mujer de Manco Capac, y díjoles: yo me voy, y adonde viéredes que hay mucha nieve, diréis: allí está, y así se fue do nunca más pareció ni supieron del." Antes de la victoria sobre los antiguos habitantes del Cuzco, fue Mama Huaco, según Murúa, quien decidió que ese asentamiento era el lugar destinado a fundar el centro de los incas. Una de las tradiciones narrada por este cronista señala que Mama Huaco lanzó dos varas de oro, una a Colcampata, y otra a Huaynapata. Solo la segunda consiguió clavarse en la tierra, hecho que les decidió a hacerse con el control del lugar, sin duda más fértil. Probablemente no todas las narraciones acerca de esta mujer son estrictamente históricas. En cualquier caso, su figura legendaria se convirtió en símbolo de fuerza femenina en los Andes.