Busqueda de contenidos

contexto
Por la escasa obra conservada, apenas el bronce del Caballo encabritado con jinete del museo de Budapest que únicamente se le viene atribuyendo, tal vez se olvida que Leonardo de Vinci se ocupó de la escultura, entre las muy diversas manifestaciones de su ingenio. Sabido es que permaneció bastantes años, incluso después de obtener la maestría, en el taller de Andrea Verrocchio, cuyo modelo en barro del Colleone pudo tener a la vista, hasta que lo fundiera en bronce A. Leopardi para la plaza de S. Zanipolo de Venecia. Es lógico que tuviera en cuenta esta obra capital del maestro cuando se ofreció a realizar para la plaza del Duomo de Milán el monumento ecuestre de Francisco Sforza, modelado por él en barro (1481) y colocado en la plaza donde lo agredieron los invasores franceses, perdido después de llevarlo a Mantua. El gran caballo de hasta 7 metros de alto sólo puede conocerse por los dibujos de Leonardo -el del molde puede estar en el códice de la Biblioteca Nacional de Madrid-, que lo dispuso en salto en corveta, como los équites de su Batalla de Anghiari. Más tarde proyectó otro memorial ecuestre para la capilla funeraria de Giangiacomo Trivulzio en San Celso de Milán (1511-1513), del que sólo quedan los dibujos, de enérgico dinamismo en el animal sólo apoyando en el suelo sus patas traseras y en el vencido bajo él. A pesar de esa cortedad de muestras, el estilo de Leonardo incluyendo también préstamos de sus novedades pictóricas, pudo reflejarse en escultores como Giovan Francesco Rustici (1475-1554), cuya pieza señera es el grupo de la Predicación del Bautista, colocado en parangón con el de Andrea Sansovino, esta vez sobre la puerta llamada del concurso, ganado por Ghiberti en 1402. El levita trae el recuerdo del Zuccone de Donatello, pero los plegados de su vestimenta se sumergen en cierto esfumado de raíz leonardesca. También le influyó la Batalla de Anghiari de Leonardo en los tondos de terracota que modeló para Fiésole, antes de su emigración a Francia. Un clasicismo más equilibrado y próximo a la plenitud de Rafael, cuyos dibujos le ayudaron a plasmar en mármol o en bronce algunas de sus estatuas y relieves, es el cultivado por el florentino Lorenzo Lotti, comúnmente denominado Lorenzetto (1490-1541). Colaboró en la escultura ideada por Sanzio para arropar la Capilla Chigi, en Santa María del Popolo, de Roma, entre ella el Profeta Elías, de cierta teatralidad expresiva, y el excelente desnudo de Jonás, de introspectiva actitud tal vez inspirada en las cabezas de Antinoo del período adriáneo. El relieve broncíneo del frontal del altar, especialmente Cristo y la Samaritana, tiene la gravedad solemne del Ara Pacis augústeo. Coetáneos de la estancia leonardesca en Milán fueron los escultores activos en la cartuja de Pavía, como Cristoforo Solari, activo junto al arquitecto y estatuario G. A. Amadeo, o Agostino Busti il Bambaja (1480-1548), que además de su actuación en Pavía es recordado por el primor de los adornos del yacente Gaston de Foix, hoy en el Castillo Sforzesco de Milán (1525). En la cartuja famosa constituyeron talleres familiares los marmolistas ligures y lombardos, como los Gaggini y los Della Porta, que de las canteras de Carrara extrajeron mármoles para España, y algunos de ellos trabajaron en nuestra Península, como Nicolao de Corte, decorador del palacio granadino de Carlos V. El más conocido de los Gaggini, Antonello, ya nacido en Palermo (1478-1536), es el autor más destacado de la estatuaria siciliana. Recordemos también la presencia de los españoles Diego Siloe y Bartolomé Ordóñez, con su intervención entre 1516 y 1519 en la Capilla Caracciolo de Nápoles, llena del primor y la dramaticidad del primer Miguel Angel. A Francia extenderá su clasicismo quinientista Guido Mazzoni Paganino, autor de sepulcros reales en la abadía de Saint Denis, nacido en Módena, donde ha dejado la patética lamentación del Entierro de Cristo en terracota polícroma, que prolonga la de su maestro Nicolás del Arca en Bolonia.
Personaje Pintor
José o Jusepe Leonardo nació en Calayayud en 1601. Estudió en Madrid con Pedro de las Cuevas, pero su verdadero maestro será Vicente Carducho - el San Sebastián del Museo del Prado ha llegado a inducir a errores a la crítica -. Su contacto con Velázquez provocará la aparición en su estilo de efectos de luz y color que le sitúan entre los creadores más importantes de la escuela madrileña del Barroco Español. Realizó varias obras para el Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro - Toma de Brisach -. Hacia 1648 perdió la razón y dejó precipitadamente de pintar, falleciendo en Zaragoza en 1652.
Personaje Militar
Entre los generales que participaron en las campañas de Alejandro destaca la figura de Leonato, valeroso estratega que venció en importantes batallas. Tras el fallecimiento del monarca macedonio, Leonato salió beneficiado del reparto del imperio entre sus generales al corresponderle la satrapía de Frigia. La batalla de Lamia fue la última en la que participó, encontrando la muerte en el campo de lucha.
Personaje Político
La política anti-aristocrática instaurada por Justiniano II motivó el estallido de una revuelta en el año 695. El Partido de los Azules nombró emperador a Leoncio, hasta ese momento estratega de la Hélade. A Justiniano se le cortó la nariz y sus colaboradores fueron cruelmente asesinados. El equilibrio se había roto en Bizancio, inaugurándose una etapa de conflictos que durará 20 años. Aprovechando los disturbios, el Califato omeya aprovechó para ocupar Cartago (697) aunque la flota enviada por Leoncio pudo controlar la situación. Al año siguiente los musulmanes enviaron refuerzos terrestres motivando la huida definitiva de los bizantinos. Como consecuencia de la derrota en Cartago la flota bizantina se rebelaba contra Leoncio y elevaba al trono a Apsimar que reinará con el nombre de Tiberio II. Leoncio era encerado en un monasterio tras cortarle la nariz.
obra
Las figuras androcéfalas aladas procedentes del Palacio Real de Susa se disponen simétricamente bajo el símbolo solar que representa a Ahura-Mazda. Representan a esfinges protectoras de la ciudad, aparecen caracterizados con tez muy oscura que destaca sobre un fondo claro de tonalidad azulada.
Personaje Arquitecto Escultor
Durante años su actividad se documenta en Milán, donde trabajó al servicio de los Gonzagas. Posteriormente fue reclamado por Carlos V, por lo que se trasladó a Bruselas. Su siguiente destino sería España. Estando en la Península Ibérica ejecutó numerosos trabajos. De estos hay que destacar los encargos de Felipe II para el Monasterio de El Escorial. Precisamente estaba trabajando en este proyecto cuando le sobrevino la muerte. Su sucesor -su hijo Pompeyo Leoni- se hizo cargo de la continuidad del encargo. A León Leoni pertenece la Estatua de bronce de Carlos V con el furor a los pies. Otras obras suyas son: la Estatua del marqués del Vasto, el Busto del duque de Alba, el Busto de Carlos V y Felipe II, la Estatua de mármol de Carlos V y de Felipe II, etc.
Personaje Escultor
Aprende los secretos de la escultura de la mano de su progenitor León Leoni. Durante años trabajaría en Milán hasta que marcha con su padre a España para trabajar al servicio de Carlos V. Sus trabajos muestran sus tendencias del manierismo lombardo italiano. Aunque no todas sus creaciones pueden clasificarse como obras maestras, en todas ellas su maestría de la técnica es absoluta. Es autor del monumento funerario de Doña Juana de Austria, emplazado en el convento de las Descalzas Reales de Madrid. También ejecuta los sepulcros del Inquisidor Valdés y del cardenal Espinosa de los Monteros. En España trabajó con su padre en El Escorial, donde juntos realizaron el Retablo con esculturas de bronce. También participó en la realización del Mausoleo imperial, donde colaboraron Miguel Leoni, Juan de Arfe y Baltasar Mariano. Esta obra está compuesta de dos grupos, uno encabezado por Carlos V y otro por Felipe II. Sus creaciones tuvieron especial incidencia en la escultura castellana.
Personaje Militar Político
El rey de Esparta fue uno de los principales protagonistas de la batalla de las Termópilas, contundente derrota sufrida por los griegos frente a las tropas de Jerjes. Sin embargo, la valiente actuación de Leónidas sirvió a los griegos para ganar unos valiosos días y poder vencer en la batalla naval de Salamina gracias a Temístocles. Al mando de 7.000 hombres, Leónidas hizo frente a los más de 300.000 soldados persas en el estrecho paso de las Termópilas. Cuando los persas procedían a rodear a los griegos, Leónidas envió al grueso de la tropa a las naves y se quedó con 1.300 hombres experimentados en la lucha. Jerjes exhortó al espartano a rendirse, comunicándole que los persas lanzarían tantas flechas que oscurecerían al sol a lo que Leónidas respondió: "Tanto mejor, así podremos combatir a la sombra". Como es lógico pensar, los espartanos y sus aliados murieron en esta batalla pero permitieron la organización de la escuadra que venció en Salamina.