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museo
Este templo formaba parte de un amplio complejo monástico cuyas primeras construcciones se realizaron en el siglo XI. El edificio actual fue construido en el siglo XV, siendo maestro de obras Antonio Gambello. La fachada es obra de Mauro Coducci. En su decoración pictórica destacan obras de Giovanni Bellini, Bernardo Strozzi, Tintoretto o Van Dyck.
monumento
Esta iglesia gótica, construida para los dominicos, presenta planta de cruz y sus obras comenzaron en 1234 y no finalizaron hasta 1430. Su nombre viene de la abreviación típica veneciana de los nombres san Giovanni y san Paolo, dos mártires del siglo III a quienes está dedicado este templo. La suntuosa fachada, con seis columnas de mármol griego procedentes de Torcello, se realizó gracias a un generoso donativo en 1458. En ella se mezclan elementos góticos tales como arcos ojivales con elementos modernos del renacimiento. La capilla mayor de San Zanipolo es uno de los ejemplos más emblemáticos y hermosos del arte gótico eclesiástico en Venecia que se conservan. Esta iglesia se convirtió en la iglesia funeraria más importante de los dux, En ella se encuentran la tumba del dux Pietro Mocenigo, creada en el taller de Pietro Lombardo; la tumba del dux Tomaso Mocenigo, realizada por Pietro Lamberti y Giovanni di Martino da Fiesole y la tumba del dux Andrea Vendramin, obra de Tullio Lombardo, entre otras muchas. Mención especial merecen el magnífico Políptico de san Vicente Ferrer realizado por Giovanni Bellini hacia 1465 o La Anunciación, realizada por Veronés entre 1565 y 1571.
museo
La Basilica di San Zeno Maggiore, construida y reconstruida entre el siglo V y el siglo XII, es una de las más bellas y significativas iglesias románicas del norte de Italia. El rosetón de la ventana, que representa a una muy pagana Rueda de la Fortuna, impresiona por su complejidad y delicadeza. El interior está cubierto de frescos realizados también de la Edad Media, aunque la imagen más atractiva es la Madonna con Santos de Mantegna en el altar.
monumento
La iglesia de San Zoilo es un edificio barroco. Aprovecha estructuras de una iglesia anterior del siglo XVI. Destaca su esbelta torre, de alto fuste cuadrado y cuerpo único de campanas. En el interior cuenta con una talla gótica de San Pedro y otra romanista del Crucificado.
obra
El pequeño claustro de Sant Carlino es un perfecto ejemplo de la extrema libertad de Borromini en el tratamiento del concepto de orden arquitectónico, aplicando los elementos del lenguaje tradicional según una sintaxis que renueva la concepción del espacio, considerado como continuidad ininterrumpida y dinámica, que puede modelarse. En él se define un área oblonga con chalanes convexos, rodeada por columnas toscanas (genial reelaboración de ecos lombardos): las inferiores, sin ábaco, sostienen una arquería sincopada por dinteles, y las superiores, con capiteles y basas de ocho lados, soportan un entablamento octogonal. Contrapunto a su continua interacción espacial, entre el ámbito abierto (claustro) y el cubierto (pandas), es el perímetro interior del templo.
obra
El pequeño claustro de Sant Carlo alle Quatro Fontane es un perfecto ejemplo de la extrema libertad de Borromini en el tratamiento del concepto de orden arquitectónico, aplicando los elementos del lenguaje tradicional según una sintaxis que renueva la concepción del espacio, considerado como continuidad ininterrumpida y dinámica, que puede modelarse.
obra
En la erección del complejo religioso de San Carlo alle Quattro Fontane, monasterio, claustro (1635-37) e iglesia (1638-41) fueron ubicados en un reducido y atenazado espacio irregular. Con su ingeniosa solución Borromini creó uno de los mayores hitos de la arquitectura barroca, inicio de la disgregación del código clásico.
monumento
Cuando los trinitarios descalzos le encargaron (1634) su primer proyecto autónomo, fue su dilatada experiencia, su alto dominio de la técnica y su cuidadoso control de la praxis constructiva, lo que -además de su desbordante fantasía formal y su visión trágica de la vida- facultaron a Borromini para solucionar de manera impecable, lejos de las convenciones al uso, la erección del complejo religioso de San Carlo alle Quattro Fontane. Monasterio, claustro (1635-37) e iglesia (1638-41) fueron ubicados en un reducido y atenazado espacio irregular. Con su ingeniosa solución creó uno de los mayores hitos de la arquitectura barroca, inicio de la disgregación del código clásico. Aunque hubo que esperar para elevar la fachada del convento (1660-65) y la del templo (1667-68), Borromini logró en San Carlino crear un conjunto de enorme complejidad espacial al tiempo que de gran coherencia y funcionalidad arquitectónicas. Con respecto a los altísimos resultados coetáneos de Bernini o Pietro da Cortona, la primera prueba del genio de Borromini resulta explosiva y verdaderamente revolucionaria, puede afirmarse que es ella la que impone a la arquitectura un nuevo lenguaje formal. Su pequeño claustro es un perfecto ejemplo de la extrema libertad de Borromini en el tratamiento del concepto de orden arquitectónico. Como los arquitectos medievales, proyectó la iglesia partiendo de la elaboración de una unidad o módulo geométrico. La flexibilidad y la complejidad de los desarrollos del módulo de base derivan de su concepto del edificio como un conjunto orgánico de fuerzas en tensión, por contracción o por dilatación. A partir del juego de fuerzas que se comprimen o expanden, transforma el módulo cruciforme originario de la planta en una pseudoelipse cuadrilobulada, orientada según el eje mayor longitudinal. Unas plásticas y descomunales columnas subrayan los cambios de dirección de las paredes y ordenan la articulación de su alzado, sosteniendo un robusto entablamento que funciona como basamento de las bóvedas, con las que se empalman, sin solución de continuidad, hasta la elipse central sobre la que se voltea la cúpula oval. Esta se decora por unos hondos casetones poligonales y cruciformes que, al ascender, decrecen en tamaño, aumentando el efecto de que el cascarón, aplastado en sus lados por la misma estructura, se abomba en altura. La coherencia entre planta, alzado y cubierta demuestran la continuidad orgánica de la obra borrominesca, que frente al fervor cromático de Bernini nos ofrece la limpieza monocromática brunelleschiana. Concebida con función urbanística, esta fachada muestra el empleo borrominiano de la interacción espacial entre interior-exterior y de la yuxtaposición pulsante de las estructuras, al disponer una portada ondulada de dos cuerpos y tres calles, cóncavas a los lados y convexa al centro que, en la planta superior, vuelve a ser cóncava al contener un edículo convexo, abierto por un ventanal, sobre el que dos ángeles sostienen un gran medallón. Una ascendente balaustrada mixtilínea dinamiza su perfil superior.
monumento
En los Archivos Nacionales de Andorra se conserva el acta de consagración de la iglesia de Sant Serni de Nagol, fechada en 1055, realizada por el obispo Guillem Guifré de la Seu d#Urgell. El texto fue escrito por dos personajes llamados Isarnus y Bernardus. Se trata de una pequeña iglesia de nave única rectangular con ábside semicircular, que presenta dos ventanas, y puerta y pórtico en el muro sur de la nave. La mayor parte del edifico se apoya directamente sobre la roca madre, sin cimentación. Su fábrica está realizada con un aparejo de sillares de dimensiones considerables y sin tallar, pero bien dispuestos. Sobre el hastial de los pies se levanta la espadaña para las campanas. Son especialmente interesantes las pinturas murales descubiertas en 1976 bajo la capa de enlucido. Se encuentran en el arco triunfal: figuras de santos sin identificar, ángeles adorando al Agnus Dei, un personaje (san Miguel) luchando con un dragón o serpiente, y un arcángel vestido a la manera bizantina.