Cerca de la plaza de Zocodover, en la calle Santa Justa, se encuentra una de las parroquias más antiguas de Toledo. Aparece mencionada en algunos documentos fechados en el siglo VI, por lo que los diferentes estilos se ponen de manifiesto en la construcción. Los primeros restos de fechan en el siglo X; se trata de un arco de herradura característico del arte califal, sostenido por una pilastra visigótica. De esta época también es una inscripción en lengua árabe donde se alude a la consagración de la iglesia. En el siglo XVI se realizaron importantes reformas en el templo, configurando un edificio de una sola y amplia nave -cubierta con una exquisita armadura de madera de estilo mudéjar- rematada por un ábside poligonal. La portada se construyó en piedra, siguiendo el estilo clasicista, incluyendo un arco de herradura. La iglesia de las santas Justa y Rufina conserva en su interior varios pasos de Semana Santa.
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monumento
La iglesia de los Agii Apostoli, colindante con la fuente del Sureste del ágora griega, se construyó en el siglo XI sobre los cimientos de un ninfeo. En el siglo XIX fue remodelada y restaurada en su estado original por la Escuela Norteamericana de Estudios Clásicos. Los frescos que adornan la cúpula datan del siglo XVIII.
obra
La iglesia de Vierzehnheiligen se construyó en honor de los catorce santos intercesores que según la tradición se habían aparecido junto al Niño Jesús en el siglo XV a un pastor. El abad del monasterio de Langheim encargó el proyecto de una iglesia de planta central, con el altar de los catorce santos en medio, al arquitecto protestante Gottfried Heinrich Krohne, pero el obispo de Bamberg, Friederich Karl de la familia Schonborn impuso al suyo, es decir, a Neumann. Hizo éste un primer proyecto de planta de cruz latina cuya ejecución fue iniciada en 1743 por el referido Krohne, quien desvió la cabecera excesivamente al este. El efecto fue que el altar de los santos que debía estar en el centro del crucero quedaba situado en la nave. La respuesta ofrecida a este problema por Neumann en 1744 dio lugar a una de las iglesias más originales del arte alemán del siglo XVIII. El exterior, como una basílica de cruz latina con fachada entre dos torres, no deja adivinar la riqueza interior. La planta está formada por tres óvalos de distinto tamaño en la nave y dos círculos formando el crucero, pero el punto focal no se encuentra aquí sino en medio del óvalo central en donde está el decorado altar de los santos. El resultado es un juego impresionante de interpenetraciones espaciales más complicado aún que el que se aprecia en el vecino monasterio de Banz. Allí Dientzenhofer había limitado las compenetraciones sincopadas a una planta longitudinal, aquí Neumann lo aplica a un organismo mucho más complejo en que se une un espacio elíptico centralizado con una cruz latina. La solución era la de un consumado arquitecto, muy diferente a las de los maestros de obras del sur de Alemania. El espacio interior fue además enriquecido por los frescos de Giuseppe Appiani, pintor del elector de Maguncia y los estucos de Johann Michael Feuchtmayer y Johann Georg Übelher. El gran altar del centro de la nave de los Catorce Santos fue diseñado por Jakob Michael Küchel, quien también supervisó la obra siguiendo las ideas de Neumann, pues no en vano había trabajado con él en la corte de Bamberg.
museo
Es una edificación de estilo gótico ya que se llevó a cabo a partir de 1276 y fue terminada a comienzos del s. XIV por los ermitaños de San Agustín. Durante los conflictos bélicos de 1944 la iglesia fue bombardeada, llevándose a cabo una reconstrucción exacta a la anterior entre las décadas de los cuarenta y los cincuenta. Estructuralmente vemos como la fachada presenta una bipartición. En la parte inferior hay una serie de nichos con arcos de medio punto al lado de la portada, mientras que en la parte superior observamos lesenas, un gran rosetón y terminación en frontón. Una de las portadas más importantes, artísticamente hablando, es la lateral ya que presenta un estilo inicial renacentista que fue llevado a cabo por Baroncelli (autor toscano) sobre el 1440. Interiormente la iglesia presenta una única nave en su planta con tres pequeñas capillas absidiales cubiertas por bóvedas de aristas, que fueron reconstruidas como todo el conjunto, con una techumbre de madera en forma abovedada. A lo largo de la nave se presentan cuatro capillas y justo antes del coro de la iglesia se halla la puerta de acceso a la Capilla Ovetari donde se pueden apreciar varios restos de los frescos realizados por la mano de A. Mantegna y datados sobre el 1445-56, como por ejemplo El Martirio de San Cristóbal o la Asunción de la Virgen. El resto fueron destruidos durante el bombardeo. Pero en la iglesia hay muchas más obras pictóricas distribuidas por todo el edificio. Así en la capilla que se encuentra a la izquierda del coro podemos ver distintas pinturas del s. XIV y sobre el altar principal una obra de Guariento di Arpo que es un sacrificio del s. XIV. Por último destacar el sepulcro de M.M: Benavides de estilo renacentista y obra de B. Ammannati que se halla ubicado en la parte izquierda de la nave principal.
obra
Aprobado el proyecto de la iglesia del Dôme, las obras comenzaron en el año 1677, concluyéndose en lo fundamental en 1691, aunque todavía se prolongaron algunos trabajos hasta 1735, siendo Robert de Cotte quien dirigió la fase final de ésta que se llamó la Eglise du Dôme por la cúpula que domina el conjunto y que fue uno de los deseos del rey.