La Hermandad de la Santa Caridad que existe en Sevilla desde mediados del siglo XVI, ya tenía sus cultos en 1.588 en el lugar que hoy ocupa la Iglesia de San Jorge, enclavada en las Atarazanas Reales. Tenía entre sus misiones enterrar a los ajusticiados, y a los ahogados en el río o abandonados cuyo cuerpo nadie reclamaba. A partir de 1.644, por ruina de la antigua capilla, se decide la construcción de una nueva Iglesia según planos de Pedro Sánchez Falconete. Por falta de medios, las obras se realizaron muy lentamente. La elección de Miguel Mañara como Hermano Mayor sirvió no sólo para agilizar las obras del templo, sino para la vida de la Hermandad, que amplía sus obras de caridad. En esta fecha se funda una hospedería de pobres transeúntes y enfermerías para los que no eran admitidos en los demás hospitales de la Ciudad, que aún hoy está en uso como residencia de ancianos desvalidos. Los planos de la Iglesia fueron reformados por iniciativa de Mañara y la fachada fue rematada por Leonardo de Figueroa, la decoración interior de la Iglesia fue realizada por artistas tan prestigiosos como Bernardo Simón Pineda, Pedro Roldán, Valdés Leal y Murillo, que plasmaron en sus pinturas, esculturas y retablos la inspiración de Miguel Mañara. La fachada de la Iglesia está decorada con azulejos que representan a San Jorge, Santiago, La Fe, La Esperanza y La Caridad. La Iglesia es de una sola nave cubierta con bóveda de cañón y pequeña cúpula en el espacio anterior al presbiterio. Entre las numerosas obras de Valdés Leal destacan sus dos obras maestras, que contienen una profunda meditación sobre la Muerte y los acontecimientos espirituales que la suceden: Juicio, Infierno y Gloria. Estas obras daban paso a un conjunto de cuatro pinturas de Murillo conteniendo alegorías sobre las obras de misericordia, que fueron robadas por el Mariscal Soult en 1.810, encontrándose en la actualidad en diversos museos extranjeros. El ciclo de las obras de misericordia de Murillo se continúa con las dos pinturas situadas en lo alto del muro del antepresbiterio, que representan a Moisés haciendo brotar agua de la Roca y la Multiplicación de los panes y los peces. La última obra de misericordia: Enterrar a los muertos, aparece plasmada en el retablo mayor, cuya arquitectura se debe a Bernardo Simón de Pineda y la escultura es obra de Pedro Roldán. Pertenecen también a este mismo escultor el Cristo de la Caridad y la escultura que remata el púlpito de hierro, destacable por su bello diseño. Otras obras de Murillo en la Iglesia son: San Juan de Dios transportando un enfermo, La Anunciación, Santa Isabel de Hungría, El Niño Jesús y San Juan Bautista Niño. Una mención especial merecen los patios decorados con paneles de azulejos del siglo XVII, que representan escenas del Antiguo y Nuevo Testamento.
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En 1603 El Greco suscribe un contrato con los responsables del Hospital de la Caridad del pueblo toledano de Illescas para realizar las trazas arquitectónicas, las esculturas y las pinturas para los retablos de la Capilla Mayor de la iglesia de dicho Hospital. Esta iglesia se había construido de nueva planta entre 1592 y 1600, debido a la fama de milagrera de su Virgen, lo que provocó que los paisanos de Illescas erigieran un nuevo templo en su honor. El conjunto de los lienzos para este Altar Mayor estaba formado por cuatro obras, entre las que destacan la Virgen de la Caridad y la Coronación de la Virgen. El San Ildefonso también se encuentra en esta iglesia aunque no pertenece al mismo encargo.
monumento
La Hermandad de la Caridad tiene orígenes medievales, a mediados del siglo XV, fundada con fines humanitarios, asistiendo a los enfermos, enterrando a los ahogados por las continuas crecidas del Guadalquivir o a los condenados a muerte; en la actualidad, la Hermandad continúa existiendo, realizando labores caritativas. En el siglo XVI se asentó en el emplazamiento actual, antigua capilla de San Jorge, situada en las Atarazanas Reales, fundadas por Alfonso X El Sabio. Las obras de la actual iglesia comenzaron en 1645 y las del hospital en 1663, estas últimas a instancias de Miguel de Mañara y Vicentelo de Leca, promotor del conjunto, que yace en la cripta del templo. La historia de la Hermandad está unida a la figura de Miguel de Mañara, miembro de una elevada familia que, tras la muerte de su esposa, dedicó su vida y hacienda a servir a los pobres. Fue él quien impulsó la edificación de la nueva iglesia sobre la destruida ermita de San Jorge y, a continuación, mandó levantar el hospital que acogería a los enfermos y pobres. La iglesia, de estilo barroco, es obra de Pedro Sánchez Falconete, que la comenzó, siendo finalizada por Leonardo de Figueroa. En la decoración de la iglesia trabajaron algunos de los mejores artistas de la época, como Bernardo Simón de Pineda, encargado de los retablos, Pedro Roldán, de las esculturas, y también pintores como Murillo y Valdés Leal. La fachada de la iglesia es blanca, adornada con azulejos de color blanco y azul, de estilo trianero, en los que se representan las tres virtudes: la Fe, la Esperanza y la Caridad. Hay también dos figuras de barro de los santos sevillanos: san Hermenegildo y san Fernando. La iglesia cuenta con un patio de acceso dividido en dos por un pasadizo volado sobre columnas; en cada espacio hay una fuente de mármol con grupos escultóricos de la Misericordia y la Caridad, respectivamente. La iglesia consta de una sola nave y acoge en su interior uno de los más fastuosos y espectaculares retablos de la escultura española, obra de Pedro Roldán. En su centro hay un bellísimo grupo escultórico de gran tamaño que representa el entierro de Cristo. Por los muros y paredes que conducen al altar había cuadros para solucionar el miedo a la Muerte; éstos, eran dibujos de Murillo, aunque no ha quedado nada de ellos ya que se los llevaron los franceses tras la Guerra de Independencia.
monumento
El Hospital de la Concepción tiene su origen en la voluntad de una asociación benéfica financiada por un rico mercader, Diego de Bermuy. Su construcción data del siglo XVI, pero su portada es del siglo XVII. Se le conoce también con el sobrenombre de "Hospitalillo" y se trata de un edificio renacentista de suntuosa fachada y amplio interior, utilizado como posada de peregrinos desde su creación. Dicha fachada ha sido restaurada recientemente y representa una imagen de la Concepción, bajo cuya advocación estaba el Hospital. En el año 1799 se inauguró en el Hospital la Facultad de Medicina que, sin embargo, desapareció en 1817. Actualmente, se piensa utilizarlo como Centro Cultural y pertenece a la Cofradía de Nuestra Señora de la Concepción.