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acepcion
En la Antigua Roma, espectáculo de caza o lucha de animales.
obra
La pintura de temática oriental ya se había puesto de moda en Europa desde el Romanticismo francés, especialmente con Delacroix, tratando temas grandiosos y épicos. La novedad más interesante que Fortuny aportará serán los asuntos cotidianos que él presenció y dibujó durante sus viajes a Tánger, vestido como un moro y hablando árabe para pasar desapercibido entre los habitantes de la ciudad. Fruto de ese contacto con el ambiente popular marroquí surge un buen número de escenas como el Marroquí y mono o el Encantador de serpientes, donde el artista muestra siempre asuntos de la vida cotidiana, del zoco. En esta ocasión presenta a un comerciante de tapices enseñando su mercancía a un posible comprador, entablándose entre ambos el típico regateo para obtener un mejor precio. Las figuras están dibujadas con maestría, aplicando el color a base de largos y fluidos trazos en tonalidades sepias con las que organiza el conjunto, obteniendo un acertado resultado.
obra
Entre las obras de temática oriental pintadas por Fortuny debemos destacar esta espectacular acuarela que aquí contemplamos, impregnada de la iluminación del norte de África que tanto impresionó al artista y que fue uno de los motivos del abandono del nazarenismo. Fortuny se integró especialmente en el mundo marroquí gracias a su guía Ferrachi que le enseñó árabe y le vistió con una chilaba para alejarle de los circuitos turísticos por lo que los temas elegidos por el pintor catalán son siempre alusivos a la vida cotidiana, mostrándonos las calles, los encantadores de serpientes, los cafés o el vendedor que aquí observamos, en una tienda del zoco de Tánger exhibiendo su mercancía a dos posibles compradores mientras un soldado beréber armado con su espingarda contempla la escena. Las celosías que cubren la tienda mientras está cerrada se adornan ahora con alfombras, mostrando Fortuny el más recóndito detalle a pesar de la técnica empleada y del reducido formato. El dibujo será el principal artífice de este tipo de trabajos donde la minuciosidad y el preciosismo alcanzan cotas extremas, empleando colores muy vivos y una iluminación potente, digna del norte de África que le acercará al Impresionismo. Estos trabajos requerían mucho tiempo por lo que el maestro llegará a confesar que se sentía un poco harto de su ejecución, deseando probar en obras más rápidas.