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fuente
Vehículo para el transporte de soldados armado con una ametralladora. Los israelíes añadieron a algunos M3 cañones antitanque de 90 mm de origen francés. Se caracteriza por su rapidez y movilidad, aunque era bastante vulnerable a la metralla enemiga debido a su escasa protección. Se adaptaba a todo tipo de terrenos, desde los arenosos hasta los montañosos. Podía ir armado con un cañón antitanque de 90 mmm.
contexto
La invención de la imprenta hacia 1450 jugó un papel primordial en la difusión de las ideas humanistas, pues hizo posible la reproducción de libros en forma mecánica. La primeras imprentas comenzaron a funcionar entre 1455 y 1500 en Maguncia y Estrasburgo. Dos tipógrafos alemanes, Sweynheim y Pannartz, introdujeron la imprenta en Italia, y hacia 1465 ya se conocían talleres en Subiaco, y pocos años más tarde se instalaron en Roma y Venecia. Antes de finalizar el siglo, las más importantes bibliotecas de Nápoles, Mantua, Ferrara y el Vaticano, sin dejar de utilizar copistas o scriptores, fueron admitiendo libros impresos. Los dueños de las imprentas eran, por lo general, humanistas que convertían frecuentemente sus talleres en centros de reunión, a modo de academias, en los cuales se establecían contactos entre autores y eruditos, se comentaban y se preparaban ediciones de textos clásicos. Se estima que a partir de 1480 la copia manuscrita es vencida definitivamente por el libro impreso, se multiplicaron tanto los títulos y las ediciones de textos clásicos en lengua original o traducidos a lenguas vulgares, como los manuales, gramáticas y libros de ciencia y filosofía de los propios humanistas. Precisamente, el mayor éxito editorial de un escritor contemporáneo a la revolución de la imprenta correspondió a Erasmo, cuyos "Adagios y Coloquios" conocieron más de 60 ediciones cada uno entre 1500 y 1525. La expansión y la difusión de las ideas se produjo también gracias a los contactos epistolares y académicos que se establecieron entre los propios humanistas. Eso dio lugar a la aparición de diversos humanismos, de los que luego escribiremos, o de corrientes específicas dentro del tronco común. Se distinguen, en este sentido, tres tipos de humanismos: uno filológico y literario, atento al estudio de los textos antiguos, de raíz italiana (florentina y veneciana), pero muy presente en Francia (en París y Lyon). Existe un segundo Humanismo, flamenco, inglés y renano, que sin ignorar la erudición y la creación literaria, se orienta fundamentalmente a la renovación del Cristianismo utilizando como fuentes de inspiración a los clásicos. La tercera variante, cuyos centros más representativos eran Nuremberg, Padua o Cracovia, detiene su atención en la elaboración de una ciencia que sirva al hombre para dominar la Naturaleza. Los valores y las ideas del Humanismo se extendieron también por toda Europa gracias a la adaptación de las universidades medievales a las nuevas realidades. La vieja opinión de que las instituciones de enseñanza fueron un obstáculo para la difusión de las ideas laicistas e individualistas de la nueva cultura ha sido sustituida por otra bien distinta, más acorde con los hechos: algunas universidades, como Padua, Bolonia, Florencia, Roma (La Sapienza), Viena, Erfurt, Basilea, Lovaina, Salamanca o Alcalá de Henares, abrieron sus puertas a los humanistas y con ellos a la resurrección de los clásicos, convirtiéndose en semilleros de adeptos a las nuevas ideas. Estas universidades, además, lograron modificar los valores pedagógicos y sirvieron a los deseos de los nuevos Estados y las burguesías interesadas en una enseñanza utilitarista, orientada hacia la vida laica y no hacia la formación exclusiva de teólogos. Todas ellas contaron entre su profesorado a los primeros humanistas y en todas ellas se enseñaron sin interrupción los "studia humanitatis". En la "Sapienza" de Roma existían a finales del siglo XV cátedras de astronomía, matemáticas e historia. En Erfurt se enseñaba griego, hebreo, poética y elocuencia. La universidad de Lovaina, fundada en el primer cuarto del siglo XV, acogió bien pronto las ideas y los métodos pedagógicos de los humanistas, y entre 1490 y 1520 pasan por ella figuras tan prestigiosas ya en su tiempo como Erasmo de Rotterdam, Adriano Floriszoon, Luis Vives y otros.
termino
acepcion
Tinta transparente que se utiliza para suavizar el tono de lo pintado muy típica de los pintores venecianos.
Personaje Científico
Su formación discurre en Luarca y prosigue en el Instituto Ramiro de Maeztu de Madrid. Estudió la carrera de Ciencias Políticas y Económicas y en 1956 obtuvo el doctorado con un Premio Extraordinario. Continuó sus estudios en la Facultad de Derecho y en la de Ciencias Económicas. En esta última fue profesor de la asignatura de Estructura Económica. Obtuvo una beca del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y a comienzos de los cincuenta ganó la oposición al Cuerpo Nacional de la Inspección Técnica de Previsión Social. Ganó la cátedra de Estructura e Instituciones Económicas en la Universidad de Madrid y fue consejero del Tribunal de Cuentas. Fue vicedecano de la facultad de Ciencias Políticas y Económicas de la Universidad Complutense de Madrid. Ocupó el cargo de subdirector general de Estudios del Ministerio de Trabajo y fue rector de la Universidad Hispanoamericana de La Rábida. Además ha sido director de la revista "Anales de la Economía del CSIC" y de la "Revista del Trabajo". Fue también redactor jefe de la sección de Economía del diario "Arriba" . Desde 1973 accedió la secretaría general técnica del Ministerio de Planificación del Desarrollo y luego al Ministerio de Educación y Ciencia, donde ejerció el mismo cargo. Fue además uno de los fundadores de la Unión del Pueblo Español y candidato a sustituir a Abel Matutes en AP, dentro del departamento de economía. Continuó desempeñando destacados cargos en el ámbito económico y con José Antonio Segurado ocupó la vicepresidencia de la Comisión de Estudios de Economía y Hacienda del PP, a la cabeza del cual se encontraba Abel Matutes. Fue aspirante al Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 1991. Aunque finalmente fue Miguel Artola quién consiguió dicha mención, un año después volvió a ser propuesto y se hizo con tan preciado galardón. No obstante, su trayectoria ha sido reconocida con otros premios como la medalla de Honor de la Universidad Complutense o el premio Jaime I de Economía. Arropado por el PP ha sido consejero del Tribunal de Cuentas, entre otros puestos. En 1992 se jubiló y publicó su obra "Estudios en homenaje a Juan Velarde Fuentes". A lo largo de su carrera ha editado otros títulos como: "Sobre la decadencia económica de España", "Flores de Lemus ante la economía española en 1961", "Gibraltar y su campo. Una economía deprimida", "Economía y sociedad en la Transición" o "El tercer viraje de la Seguridad Social". Es además autor de numerosos artículos.
Personaje Militar
Miembro del Estado Mayor de Madrid, destacó por su capacidad estratégica. Desde la entrada del ejército de Napoleón en España, empezó a intrigar para acabar con ellos. Junto con Daoiz, preparó un levantamiento contra éstos, pero no logró triunfar. El general francés Murat le animó para que colaborase con los franceses, pero se levantó en mayo de 1808 y participó con Daoíz en una revuelta popular que desencadenó la Guerra de la Independencia.