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lugar
La historia de Turégano está asociada al cerro donde ahora se levanta el castillo. Aquí se constata la presencia de un castro ibérico, que posteriormente será ocupado por romanos y musulmanes. A finales del siglo XI, el conde Fernán González reconquista el lugar y procede a su fortificación. Doña Urraca, en el año 1123, entrega la comarca de Turégano al obispado de Segovia y desde ese momento, la historia de la villa queda asociada a la sede episcopal. Como encrucijada de caminos, Turégano acogió una importante feria de ganado, que fue considerada por Pascual Madoz "acaso la mejor de Castilla". En la actualidad, la población de Turégano sobrepasa los 1.100 habitantes. Entre su patrimonio artístico sobresalen el mencionado castillo y la Plaza Mayor, verdadero eje de la vida urbana. Entre sus hijos predilectos destaca el pintor Esteban Vicente.
fuente
Inicialmente, portadores de tureos. Con el tiempo este vocablo se extendió para designar en todo el mundo helenístico, desde Sicilia hasta Mesopotamia, a tropas especializadas en tácticas mixtas, muchas veces mercenarias y profesionales.
fuente
Con este término los helenos se referían al scutum, difundido en Grecia tras las invasiones gálatas desde el siglo III a.C.
Personaje Político
Abandonó en 1751 la carrera eclesiástica para pasar a trabajar en la Administración, siendo nombrado inspector general de Finanzas. Desde su puesto dirigió la política interior, emprendiendo una labor reformista: supresión de las prestaciones personales (corvea) de los campesinos, establecimiento de la libertad para el comercio de granos, abolición de la recaudación de impuestos por parte de los "arrendadores generales", etc. Intentó también establecer un impuesto único general e imponer el liberalismo industrial. Sus medidas no fueron bien recibidas por la nobleza y el estamento clerical en general, quienes aprovecharon uno años de malas cosechas y la revuelta campesina consecuente para lograr su destitución, firmada por Luis XVI en 1776. Seguidor de Quesnay, recibe influencia del pensamiento de Stuart, convirtiéndose en el nexo de unión entre los fisiócratas y el liberalismo de Adam Smith. A Turgot se le debe la formulación de la ley de rendimientos decrecientes aplicada a la agricultura, y conceptos como el de salario y salario mínimo. Introdujo también los conceptos de valor de cambio y de uso y realizó un esbozo para una teoría del equilibrio económico. Su pensamiento lo plasmó en escritos como "Ëloge de Gournay", de 1759, "Réflexions sur la formation et la distribution des richesses", de 1766, "Valeurs et monnaies", de 1769, o "Lettres sur la liberté de commerce des grains", publicada en 1770.
Personaje Literato
Criado en el seno de una familia de terratenientes y conservadora, sus ideas siempre defendieron los principios liberales. Los bolcheviques, sin embargo, nunca le aceptaron por no creer en sus propuestas y acusarle de no emprender acciones y apoyarse sólo en palabras. Estudio Filosofía en San Petersburgo. Gógol y Pushkin fueron dos de los autores que más influencia ejercieron sobre él. Sus primeras manifestaciones literarias son totalmente románticas. En 1838 se traslada a Berlín para proseguir su formación. Allí estudia a fondo las propuestas de Hegel, y otros pensadores de su patria como el propio Bakunin. Se opuso al sistema zarista. En 1843 publica su primer trabajo en verso "Parasha" y escribió su primera obra de teatro. Un año después sale a la luz su novela "Andréi Kólosov". Estando en París se relacionó conGeorge Sand y Chopin. Escribe "Relatos de un cazador" que provoca la crítica de Dostoievsky al calificarle como un personaje poco comprometido, sin olvidar su procedencia de una familia de terratenientes.
termino
acepcion
Encargado de llevar el incensario.
lugar
Capital de la provincia de Turín, en el noroeste de Italia. Se sitúa en una planicie delimitada por tres ríos: Estura de Lanzo, Sangone y Po, el cual atraviesa la ciudad en el norte. Durante el siglo I se comenzó a desarrollar la ciudad sobre el campamento romano de Castra Taurinorum, que poco después se dedicaría a Augusto, pasando a llamarse Augusto Taurinorum. Actualmente, el centro de Turín conserva la estructura del antiguo campamento romano, con varias vías perpendiculares que se cruzan con ejes horizontales. Durante el siglo XIX, Turín llegó a ser el lugar desde donde se propulsó la Unidad de Italia, convirtiéndose en capital del Reino con Víctor Manuel II. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, Turín tuvo un intenso desarrollo industrial, en un milagro económico equiparable al que se dio en Milán. Actualmente, se dan en la ciudad fuertes señales de renovación tanto urbanística como cultural.
Personaje Religioso
De origen español, Claudio formó parte de la corte imperial de Aquitania como sacerdote. En recompensa a su buen trabajo fue nombrado obispo de Turín. Será en la ciudad italiana donde se oponga al culto a las imágenes en las iglesias, siguiendo en parte la lucha iconoclasta bizantina. También destaca su faceta como escritor, tanto como comentarista bíblico como autor del "Liber de imaginibus".
contexto
En 1563, el duque Manuel Filiberto de Saboya decidió trasladar la capitalidad de su ducado desde Chambéry en la Saboya francesa a Turín, en el Piamonte italiano. Este cambio conllevó la instauración política de la Casa de Saboya en Italia y un giro en sus intereses políticos, que su hijo Carlos Manuel I confirmaría con el Tratado de Bruzólo (1610), cediendo Saboya a Enrique IV de Francia a cambio de su apoyo para conquistar Monferrato y Lombardía. El acuerdo, no cumplido, explica, sin embargo, los fundamentos del enfrentamiento de Saboya con España y significa las miras políticas del nuevo Estado saboyano, puestas desde ahora en Italia, explicando además las intenciones que se esconden tras la sistemática planificación de su nueva capital.Carente el nuevo Estado de un lenguaje artístico propio, adecuado a sus aspiraciones de grandeza, capaz de explicitar su imagen política y ejecutar su voluntad de transformación cultural con su acercamiento a Italia, la Casa de Saboya aceptó o importó de las zonas limítrofes los artistas y prolongó como suyos los modos o los estilos vecinos. Por ello, no es extraño que centrara sus esfuerzos en la arquitectura, en tanto que arte más idóneo para el cumplimiento de sus planes, y que a Turín la convirtiera en objeto de sus atenciones. Y es que Turín, con apenas 20.000 habitantes (1596), conservaba la planta ortogonal en damero del castrum romano fundado por Julio César y refundado por Augusto, lo que significaba que la capital del nuevo ducado absoluto y de derecho divino, hundía sus raíces en el mismo Imperio romano, sin solución de continuidad, como la que disfrutaba el tejido urbano de la primitiva colonia militar, prácticamente intacto, en cuya condición continuaría hasta convertirse en monarquía (1713). Por otro lado, un diseño tan racional como el romano se adecuaba a la función otorgada a la ciudad, a sus lazos con la poderosa vecina Francia y al simbolismo de sus nuevas aspiraciones italianas, del todo autónomas con respecto a la cultura romana coetánea, que era tanto como decir contra el Papado.De ahí que la orgánica planificación urbanística de la capital - saboyana -casi coetánea al plan de Sixto V opusiera a la fantasía escenográfica de Roma la racional claridad de Turín, que es lo mismo (perdón por la voluntaria redundancia) que decir francesa. El primer desarrollo hacia el Sureste lo ejecutó Ascanio Vitozzi (Orvieto, Terni, 1539-Turín, 1615), que diseñó la plaza Castello (1615) -erigida como centro urbano significativo al servir de plaza de armas del Castello y del Palazzo Reale-, hizo el primer tramo de la vía Nuova (hoy, Roma), eje principal del nuevo barrio, e inició la construcción de los pórticos en la calles principales. Así, a la francesa, Vitozzi dotó a toda la ciudad de un carácter homogéneo por la sucesión de fachadas uniformes. Por su parte, Carlo di Castellamonte (Turín, 1560-1641), el sucesor de Vitozzi, fue el autor de la segunda modernización de Turín -que prosiguió el trazado hipodámico hacia el Sureste, ordenada por Carlos Manuel I (1620)-. Completará entonces la vía Nuova e ideará un eje respecto a ella, la plaza porticada de San Carlo (1637) que, inspirada en las places royales francesas (Places des Vosges, de París), asume su característica fundamental de regularidad y uniformidad, y potencia su función de núcleo simbólico y de conexión entre la vieja y la nueva ciudad. Con todo, al enriquecer el esquema francés -estatua del soberano incluida en el centro de la plaza- con el recurso escénico de dos iglesias gemelas en la embocadura de la vía Nuova (San Carlo, 1619) y Santa Cristina (1639), se introducía la referencia a la Iglesia, al caracterizar singularmente dos edificios respecto a la homogeneidad edilicia del resto. A su muerte, las obras dejadas interrumpidas fueron retomadas por su hijo, Amadeo (Turín, 1610-1683), que continuaría con la tercera ampliación de la ciudad hacia el Po, decidida por Carlos Manuel II (1673), que sigue el plan anterior en damero con la variante de la diagonal de la vía del Po, así diseñada para unir la plaza Castello con el puente sobre el río, y remodela el Palazzo Reale (1646-58) como centro representativo de la plaza Castello en tanto que el corazón urbano simbólico y representativo, junto con la plaza Reale y la vía de la Zecca, reflejando el carácter absolutista y centralizado del ducado saboyano.La racionalidad del plan general de la ciudad, el papel primario de la plaza del Castello, con la que se relacionan jerárquicamente los nuevos barrios, declaran la unión con los modelos franceses, también patentes en el castello del Valentino (1633-38), iniciado por Carlo y continuado por Amadeo di Castellamonte, y que evidencian no sólo los tradicionales lazos geográficos del ducado saboyano con Francia, sino la voluntad de inspirarse en el modelo político absolutista de la monarquía francesa.