Casada con Francisco Olmos del Portillo, según algunas fuentes llegó a México con Pánfilo de Narváez en la expedición enviada por Diego Velázquez para castigar a Hernán Cortés, pero tras los primeros enfrentamientos formó parte del enorme contingente de soldados de Narváez que -una vez hecho prisionero- se unió a la hueste del extremeño. Según el hispanista Hugh Thomas, llegó en el navío de Juan de Burgos a fines de 1520. Sea como fuere, el hecho es que Bernal Díaz testifica que participó en la empresa y tras la definitiva caída de Tenochtitlán el 13 de agosto de 1521, en el llamado "Baile de la Victoria".
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Personaje
Político
Sobrino de Gustavo V de Suecia, fue nombrado Presidente de la Cruz Roja. Desde este cargo y teniendo en cuenta la posición neutral de su país, trabajó a fondo para aminorar los efectos devastadores del conflicto. Una de sus primeras misiones fue hacerse cargo del intercambio de cautivos germanos e ingleses que tuvo lugar en Gotemborg en 1943 y luego se repitió un año después. A comienzos de 1945 entra en contacto con Himmler. Este encuentro le anima a emprender de modo particular una acción para llegar a un acuerdo con los Aliados. El dirigente alemán le llegó a plantear la rendición del ejército alemán en el frente Oeste, siempre que el conflicto siguiera desarrollándose en la URSS. Cuando Bernadotte le comunicó a los Aliados las condiciones, estos se negaron a aceptar, estando obligados por los acuerdos de Casablanca a ofrecer exclusivamente una capitulación sin condiciones. Cuando finalizó la Segunda Guerra Mundial volvió a terciar en la guerra árabe-israelí. Esta actuación le costó su vida en 1948, año en que se produjo su asesinato a cargo de extremistas judíos.
contexto
Yo, Bernal Díaz del Castillo, regidor de esta ciudad de Santiago de Guatemala, autor de esta muy verdadera y clara historia, la acabé de sacar a la luz, que es desde el descubrimiento, y todas las conquistas de la Nueva España, y como se tomó la gran ciudad de México, y otras muchas ciudades, hasta las haber traído de paz y pobladas de españoles muchas villas, las enviamos a dar y entregar, como estamos obligados, a nuestro rey y señor; en la cual historia hallarán cosas muy notables y dignas de saber: y también van declarados los borrones, y escritos viciosos en un libro de Francisco López de Gómara, que no solamente va errado en lo que escribió de la Nueva España, sino también hizo errar a dos famosos historiadores que siguieron su historia, que se dicen Doctor Illescas y el Obispo Paulo Iobio; y a esta causa, digo y afirmo que lo que en este libro se contiene es muy verdadero, que como testigo de vista me hallé en todas las batallas y reencuentros de guerra; y no son cuentos viejos, ni Historias de Romanos de más de setecientos años, porque a manera de decir, ayer pasó lo que verán en mi historia, y cómo y cuándo, y de qué manera; y de ello era buen testigo el muy esforzado y valeroso capitán don Hernando Cortés, marqués del Valle, que hizo relación en una carta que escribió de México al serenísimo emperador don Carlos V, de gloriosa memoria, y otra del virrey don Antonio de Mendoza, y por probanzas bastantes. Y además de esto cuando mi historia se vea, dará fe y claridad de ello; la cual se acabó de sacar en limpio de mis memorias y borradores en esta muy leal ciudad de Santiago de Guatemala, donde reside la real audiencia, en veinte y seis días del mes de febrero de mil quinientos sesenta y ocho años. Tengo que acabar de escribir ciertas cosas que faltan, que aún no se han acabado: va en muchas partes testado, lo cual no se ha de leer. Pido por merced a los señores impresores, que no quiten, ni añadan más letras de las que aquí van y suplan, etc. ...
contexto
Bernal hace un primer viaje a España (1540) Pensaba quizás salir junto con don Hernando, pero de hecho partió antes, en enero de 1540. De su estancia en la corte consigna más de un recuerdo en su Historia. Refiere así que, como el año anterior había fallecido la emperatriz Isabel, hubo que vestirse de luto. Al aparecer Cortés y quienes con él venían y asimismo Hernando Pizarro con su séquito, todos vestidos de negro, tenían --los de la corte-- por chiste de llamarnos, los indianos peruleros enlutados (CCI). No obstante las cartas que llevaba, del virrey y de Cortés, no logró Bernal ser oído directamente por los del Consejo de Indias. Los funcionarios de este Consejo turnaron su asunto al fiscal real Juan de Villalobos, con residencia en Valladolid. La decepción, por no decir mejor indignación, que experimentó Bernal al conocer lo dictaminado por Villalobos, debió ser muy grande. Tal vez por descuido de enterarse, cosa propia de gran parte de los burócratas, el dicho Villalobos declaró que no procedía proveer cosa alguna de lo que suplicaba Bernal Díaz del Castillo porque no había sido tal conquistador como decía, ni le habían sido encomendados los dichos pueblos por servicios que hubiese hecho y otras causas que alegó...12. En un segundo intento, tuvo luego mejor suerte. Así, tras examinarse de nuevo sus documentos, se expidieron en su favor varias reales cédulas. En la primera de ellas se ordenaba al virrey de Nueva España se dieran a Bernal, en compensación por las encomiendas que se le habían quitado, otras en las mismas provincias de Tabasco y Chiapas. Pronto reaccionó Bernal y alcanzó se le oyera de nuevo. Expresó que tal concesión no podría llevarse a efecto porque los indios de las dichas provincias de Chiapa y Tabasco estaban todos repartidos...13. En principio volvió a tener éxito en su gestión. Nuevas reales cédulas se expidieron a su favor. Una iba dirigida a Pedro de Alvarado, gobernador de Guatemala, para que allí se le hiciese merced de indios encomendados. Ello respondía a la petición de Bernal que --recordando su estancia en la ciudad de Guatemala-- pensó entonces podría residir allí. Otras reales cédulas, teniendo como destinatarios al virrey de Nueva España y al licenciado Alonso López Cerrato, presidente de la Audiencia de Guatemala, implicaban el propósito de alcanzar que Alvarado cumpliera con la entrega que se le ordenaba en favor de Bernal. Como veremos, por el momento poco aprovecharían tales reales órdenes, entre otras cosas porque el destinatario principal para el efecto buscado, Pedro de Alvarado, se encontraba ausente de Guatemala y poco después moría en Jalisco (junio de 1541) combatiendo a los indios que allí se habían rebelado Bernal se establece en Guatemala En el año antes mencionado llegó Bernal a la ciudad donde pasaría casi todo el resto de su existencia. Con él hacía vida marital por algún tiempo otra indígena, natural de Guatemala. Es de suponer que la otra, doña Francisca, o había muerto o había quedado en México. La nueva compañera de Bernal --éste a la sazón ya de algo más de cuarenta y cinco años-- se llamaba Angelina. De ella tuvo otro hijo, Diego Luis del Castillo. Ahora bien, puesto que había una disposición real en el sentido de que todos los que tenían encomiendas debían estar casados, es de pensarse que Bernal, hombre algo más que maduro, quisiera satisfacer en definitiva tal requerimiento, formando una familia de acuerdo con el estatus social que pretendía. Contrajo así matrimonio, probablemente a principios de 1544, con Teresa Becerra, viuda de Juan Durán e hija del conquistador y alcalde ordinario de Guatemala, Bartolomé Becerra. Con ella habría de tener nueve hijos, el mayor de los cuales, Francisco, intervendría, andando el tiempo, en la copia y revisión de la Historia escrita por su padre. Por lo que toca a mercedes y concesiones algo fue además lo que obtuvo Bernal, instalado ya en Guatemala, aunque, por supuesto, no quedara satisfecho con ello. El gobernador interino, Alonso de Maldonado, le concedió tres encomiendas en los pueblos de Zacatepequez, Jozagazapa y Mistán. Por otra parte intervino también para que Bernal pasara a ser uno de los miembros del cabildo de la ciudad. Muy pronto iba a actuar allí en una materia entonces candente y que afectaba a cuantos poseían indios, esclavos o encomendados. Tras sesudas reflexiones se habían promulgado en 1542 las llamadas Leyes Nuevas. Estas se dirigían sobre todo a poner coto a la esclavitud de los nativos y a fijar límites a la perpetuidad de las encomiendas. El cabildo de Guatemala y cuantos se veían afectados reaccionaron al unísono. El asunto, lejos de resolverse, parecía agravarse. Conviene recordar que precisamente por esos años (1545) estaba ya como obispo de Chiapas --limítrofe con Guatemala-- el gran promotor de la legislación antiesclavista y enemigo radical de las encomiendas, fray Bartolomé de las Casas. El cabildo pidió al presidente de la Audiencia, el ya citado López Cerrato, reflexionara sobre las consecuencias de pretender poner en vigor los nuevos ordenamientos. Como poco o nada se siguió de esta y otras gestiones, el mismo cabildo determinó enviar un procurador a España. Tal vez porque era público y notorio que Bernal pleiteaba sin reposo en el asunto de sus encomiendas, se decidió escogerlo para tal propósito. De nuevo en España (1549-1551) Sostiene el autor de la Historia verdadera dos cosas poco creíbles en relación con este su segundo viaje a España. De ellas habla en un largo capítulo, el CCXI. La primera es la de afirmar que había él viajado a España y participado en las Juntas que sobre los debatidos asuntos de la guerra justa, la esclavitud, perpetuidad de encomiendas y tributos, se celebraron en Valladolid en 1550, no por haber sido enviado entonces por el cabildo de Guatemala sino porque a mí me mandaron llamar de la corte, como a conquistador más antiguo de la Nueva España (CCXI). La segunda cosa es presentarse, sin más, como alguien cuyo parecer fue allí escuchado, como había ocurrido también con los de otros que él enumera, nada menos que fray Bartolomé de las Casas, Vasco de Quiroga y otros caballeros, juristas y teólogos (Juan Ginés de Sepúlveda, Domingo de Soto...). Bernal, como era de suponerse, sostiene que dimos nuestros pareceres y votos que se hiciesen perpetuos los repartimientos (CCXI). Si hubo de regresar a Guatemala con no muy buenas noticias para quienes lo habían enviado, al menos en otro terreno sí había salido exitoso. Era éste el de sus personales intereses y demandas. Imposible es dejar de hacer el registro de ello en un absurdo afán de presentar una limpísima imagen de Bernal, humano en fin. Las reales cédulas que para sí alcanzó iban dirigidas al oidor López Cerrato. Debía éste concederle tierras e indios de igual valor a aquellas que (más de veinte años antes) se le habían quitado en Tabasco y Chiapas. También debía promover el canje de un pueblo que una de las hijas de Bernal tenía encomendado en Coatzacoalcos por otro en Guatemala. Igualmente se autorizaba a Bernal a portar armas, lo mismo que a dos sirvientes suyos que, para su personal defensa, lo acompañaran. Con estas y otras misivas de menor monta --como la que le autorizaba a importar tres asnos sin pagar impuestos-- regresó Bernal a Guatemala en septiembre de 1551.
Personaje
Científico
Literato
De origen castellano, Andrés Bernaldez fue capellán del arzobispo de Sevilla Diego Deza. Pero si por algo destacó fue por su faceta como escritor. De su legado literario cabe mencionar la "Historia de los Reyes Católicos don Fernando y doña Isabel". Sobre Cristóbal Colón, a quién conoció personalmente, también escribió una obra.
Personaje
Literato
Debido a sus creencias católicas perteneció a la Action française, una organización de tendencias nacionalistas. En 1926 sale a la luz su obra "Bajo el sol de Satán", pero es con "Diario de un cura rural" con la obra que alcanza la fama. En la década de los años treinta se instala en Mallorca, coincidiendo con el estallido del Guerra Civil. En estos días presencia la actuación represora de los movimientos nacionalistas por lo que se mostró partidario de la paz, en contra del ejercito nacional. De regreso a su país natal y terminada la Segunda Guerra Mundial escribe "Monsieur Ouine" y "Diálogos de carmelitas". En sus novelas se repite el costumbrismo y los escenarios rurales. Todo ello rodeado de un clima de religiosidad.
obra
Junto con otros jóvenes artistas, Zobel, expone y promociona el arte postimpresionista, además de estudiar y escribir sobre arte. En estos años 50 es cuando descubre la pintura de Mark Rothko así como las inmensas posibilidades de la fotografía. Junto a Gerardo Rueda funda en 1969 el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca.
Personaje
Pintor
Gran conocedor de arte, fue uno de los primeros en comprender y valorar la pintura de Van Gogh y de Cézanne a quien dedicó un volumen de recuerdos en 1912. En oposición a los impresionistas se sumó al Simbolismo, llegando a ser la conciencia crítica del movimiento y pintó al lado de Gauguin en Pont-Aven con una estilización de colores simbólicos consistente en extender pequeñas o grandes zonas de color delimitadas por contornos oscuros, como en su obra La Piedad (1890) de la Colección C. Altarriba. Después del año 1905 abandonó su experiencia simbolista y realizó una pintura académica y ecléctica con pretensiones neorrenacentistas.