Busqueda de contenidos
Personaje
Religioso
Militar
Llegó a América en 1514, arribando a Tierra Firme en la comitiva de Pedrarias Dávila. En Santa María la Antigua fue maestrescuela de su catedral y provisor de la diócesis. Tras ser descubierto el Pacífico y establecida la población de Panamá, fue nombrado vicario y párroco de la ciudad. Aquí firma su asociación con Pizarro y Almagro en 1526. Al viajar Pizarro a España, solicitó para él el obispado de Tumbes y el título de protector de indios en Panamá. Falleció en ésta ciudad en 1531, antes de ser conquistado el imperio de los Incas.
Personaje
Arquitecto
Profesor de la Escuela de Arquitectura de Madrid, presenta un proyecto para la construcción del nuevo edificio del Instituto Geológico de España como sede oficial del organismo, cuyas obras se iniciaron en 1921 y finalizaron a mediados de la década de los 40. Luque, conjuntamente con José Espelius se hizo cargo de la construcción de Cuartel General de la Armada, que contó con un presupuesto superior a los diez millones de pesetas, cuyas obras terminaron en 1925. Junto a Julián Apraiz, se le adjudica la obra de la catedral Nueva de Vitoria. También es el responsable de la construcción del Ministerio de Educación de la madrileña calle de Alcalá, junto al Círculo de Bellas Artes de Antonio Palacios.
Personaje
Político
Educado en el seno de una familia sin apenas recursos económicos, se instala Barcelona. En esta ciudad cursa sus estudios y entra en contacto con Antonio Léidez, uno de los participantes en la fundación de Acción Democrática. En la década de los años cuarenta comienza a estudiar la carrera de Medicina, doctorándose en 1947. Durante sus años de estudiante había ingresado en las filas del Partido Democrático Nacional. Cuando se licenció practicó la medicina en algunas zonas rurales del país. También trabajaría en el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales y el Instituto Nacional de Puericultura. A su actividad profesional habría que añadir su participación en los asuntos públicos como presidente de la Asamblea Legislativa del Estado de Anzoátegui. Lusinchi seguiría desempeñando cargos políticos hasta que se abre un periodo dictatorial bajo el mando del militar Pérez Jiménez. Esta situación le obligó a retirarse públicamente de su cargo, aunque siguió actuando desde la clandestinidad, respaldando las actividades de Acción Democrática. Su participación en huelgas y publicaciones subversivas provocó su detención en distintas ocasiones. Fue nombrado secretario Nacional de Organización de su partido. Sin embargo, finalmente fue encarcelado y se vio obligado a abandonar el país. Argentina, Chile y Estados Unidos fueron sus destinos de acogida. En Nueva York entró en contacto con Rómulo Betancourt. Al margen de sus actividades políticas, continuó sus estudios de medicina y se especializó en pediatría. Cuando en 1958 fue derrocado Pérez Jiménez y su régimen dictatorial, Lusinchi emprendió la vuelta a su país natal. Desde la ejecutiva de Acción Democrática, trabajó en la Secretaría de Asuntos Internacionales hasta 1961. Durante veinte años desempeñó el cargo de diputado en representación de Acción Democrática. En este puesto permaneció hasta 1978. Ante la evolución de su trayectoria política, en 1969 deja la medicina. Al comienzo de la década de los ochenta presentó su candidatura a la presidencia, resultando vencedor en 1983. Se preocupó personalmente de mejorar la situación económica del país y en este ámbito alcanzó algunos logros. Seis años después fue sustituido por Carlos Andrés Pérez. Al finalizar su periodo legislativo fue juzgado, junto con otros miembros de su gabinete por corrupción y abuso de poder. Después de complicarse cada vez más su situación se marchó a Costa Rica, donde le concedieron asilo político.
fuente
El T VI LUT (G7e) -Lagen Unabhangiger o torpedo de "posición independiente"- suponía una mejora con respecto al anterior tipo de torpedo FAT, pues podía ser programado para describir una trayectoria sinuosa e irregular hacia el convoy definido como objetivo, eligiendo cualquier ángulo de fuego. Mucho más destructivo que su predecesor, gracias a sus características y sus 300 kg. de carga explosiva, el LUT podía navegar en superficie o bien en inmersión, llevado por el sonido de las hélices de los buques enemigos.
Personaje
Religioso
El iniciador de la Reforma protestante fue educado con gran rigor en su casa y en la escuela. El propio Lutero ha narrado como su madre le azotó hasta hacerle sangrar por haber comido una nuez sin permiso. Miembro de una familia de agricultores, había nacido en la localidad sajona de Eisleben el 10 de noviembre de 1483. La familia -sus padres se llamaban Hans Luther y Margarita Ziegler- se trasladó a la región minera de Mansfeld donde, tras unos primeros años de grandes esfuerzos, consiguió prosperar. Hans pudo dar a su hijo primogénito una buena educación, estudiando en Magdeburgo y Eisenach antes de iniciar la carrera de leyes en Erfurt. En la universidad de Erfurt conoció el joven Martín a Erasmo y en el verano de 1505, impresionado por una tormenta que le sorprendió en pleno campo, decidió hacerse monje, lo que no gustó al padre. Ingresó como novicio en el convento agustino de Erfurt cuando tenía 22 años y empieza a enseñar filosofía al tiempo que estudia teología. En 1506 pronunció los votos religiosos y al año siguiente es ordenado sacerdote. En 1509 obtendrá el bachillerato en Teología en Wittenberg e iniciará su magisterio en la recién creada Universidad de Wittenberg. Será enviado a Erfurt como profesor de teología, interesándose por la reforma monástica que se estaba desarrollando en aquellos momentos. En 1510 se traslada a Roma para impedir el proyecto de unificación de los conventos agustinos reformados con los no reformados. En la Ciudad papal no le hicieron mucho caso pero consiguió importantes indulgencias y contempló el poco ejemplar espectáculo de la Roma libertina del momento, impresionado por la ostentación y la decadencia religiosa de la corte papal. A su regreso a Alemania se doctora en Teología (1512) e imparte clases sobre el Antiguo y Nuevo Testamento en la Universidad de Wittenberg. Sus clases tuvieron amplio eco entre los estudiantes y el duque elector Federico de Sajonia se convirtió en su incondicional protector. Durante estos años va desarrollando sus teorías teológicas, fijando sus tesis en 1517, ganando un amplio número de partidarios. Johannes Eck se convierte en uno de sus principales detractores e intenta poner la opinión pública en contra del reformador. Lutero y Eck se enfrentan dialécticamente en Leipzig donde Lutero es tachado de hereje debido a su concepto de Iglesia y su opinión de que la fe es lo único que justifica las acciones de los hombres, fe en el testimonio de la Sagrada Escritura y en el testimonio del Espíritu Santo. Según Lutero, la Iglesia con sus ceremonias y sus sacramentos no fomenta la fe, admitiendo sólo tres: penitencia, bautismo y comunión. Su enfrentamiento con la Iglesia romana sube de tono cuando condena el pecado de simonía cometido por el Papa, que vendía indulgencias a cambio de limosnas y donaciones para terminar la construcción de San Pedro del Vaticano. En Alemania los dominicos defendían al Papa y amenazaron a Lutero. Éste terminó por refugiarse en Wittenberg, bajo la protección del elector de Sajonia, Federico. Allí pudo al fin publicar sus 95 proposiciones (31 de octubre de 1517) contra la autoridad del papa, los votos monásticos, el celibato, el culto a los santos, dogmas como la transubstanciación, el purgatorio y la eucaristía. Finalmente, expuso su teoría acerca de la justificación por la fe. En Roma, el papa León X condenó a Lutero con la publicación de la bula "Exsurge domine" a lo que éste contestó tildando de Anticristo al pontífice. La bula era quemada por el monje el 10 de diciembre de 1520 y el pontífice le excomulgaba. La división entre la Iglesia romana y Alemania estaba abierta. La convocatoria de la Dieta de Worms en 1521 bajo la presidencia de Carlos V intentó suavizar la tensión, llamando a Lutero a declarar ante el emperador el 16 de abril. El monje no se retractó de sus escritos ni de sus actitudes por lo que fue declarado proscrito, ordenando que sus libros fueran quemados y enviándole a la cárcel. Federico de Sajonia se convirtió en su máximo defensor y refugió a Lutero en el castillo de Wartburg. Desde ese momento se dedicó a la traducción al alemán de la Biblia, instrumento fundamental para su concepción religiosa. Lutero abandonó a su protector y se refugió en la universidad de Wittenberg donde continuó su enseñanza de la Biblia y orientó el movimiento reformista. En 1525 la reforma vive uno de sus más graves momentos debido al estallido de la guerra entre campesinos y señores, motivada en parte por las tesis luteranas de igualdad de la cristiandad. En un principio los campesinos recibieron el apoyo del reformador pero Lutero pronto cambió de opinión y se puso del lado de los príncipes, animando a la represión de la revuelta. El prestigio del monje cayó muchos enteros y aparecieron nuevos líderes reformistas como Zwinglio, Carlostadio, Münzer y Storch, provocando la escisión de la reforma luterana con la aparición del anabaptismo. Lutero se trasladó a Wittenberg para imponer el orden, saliendo fortalecido del envite. Para dar ejemplo de la abolición radical del celibato en 1525 se casó con una monja, Catalina de Bora -monja cisterciense veinte años más joven que había abandonado el monasterio-, naciendo seis hijos de este enlace. En los siguientes años predicó su reforma por toda Alemania, organizó su Iglesia por ordenanzas de los príncipes alemanes y aseguró su triunfo en el pacto de Nüremberg de 1532, donde se concedía a la nueva religión el ejercicio público de su culto. La convocatoria del Concilio de Trento por el papa León X será contestada por Lutero con el escrito "Contra el Papado romano" al tiempo que iniciaba una predicación contra el papado por todo el territorio alemán. Tradujo al alemán la Biblia y la comentó. Escribió la "Exhortación a la paz", el "Catecismo alemán", la "Misa Alemana" y la "Kirchenpostille" entre otras obras. Cansado, con la salud muy debilitada -debido a una lesión en la artera coronaria- y en parte decepcionado, los últimos años de Lutero le trajeron enfrentamientos con sus seguidores. Sus energías se agotaron cuando viajó a Mansfeld para mediar en las disensiones entre los señores de la ciudad. La enfermedad del mal de la piedra le provocó el fallecimiento en Eisleben, en 1546. En su entierro Melanchton pronunciaría su brillante elogio fúnebre.
contexto
Reformadores religiosos eran Lutero y Calvino y, sin embargo, sus ideas escasamente sistematizadas sobre la comunidad civil tuvieron importantes repercusiones políticas en la Europa de los siglos XVI y XVII. Concretamente, la teología de Lutero llevó consigo dos implicaciones políticas. Al reducir a la Iglesia a una mera congregación de fieles, se seguía que no podía existir un Estado clerical separado o independiente de la autoridad temporal, siendo ésta la única que tenía el derecho a ejercer todos los poderes de coacción, incluso sobre la Iglesia. Defendiendo, asimismo, que el poder temporal ha recibido órdenes de Dios de castigar a los perversos y proteger a los buenos, la batalla medieval entre "regnum y sacerdotium" había concluido. Anulado el poder espiritual, Lutero pasa a contemplar en diversos escritos la naturaleza de esa autoridad secular. En primer lugar, la autoridad política deriva de Dios. Por esa razón el príncipe ha de imponer la verdad; debe dedicarse a sus súbditos, a quienes mantendrá en paz y abundancia; deberá conservar la paz externa y no abusará nunca de su autoridad. Como consecuencia de ello, Lutero rechaza al príncipe cortesano y mundano de los humanistas y propone que los súbditos no deban prestar respeto y obediencia a tan indignos gobernantes, pues la conciencia individual está por delante de la obediencia política a un príncipe malvado e impío (Es menester obedecer a Dios antes que a los hombres). Tal desobediencia, sin embargo, no ha de ser activa, pues Dios ha prohibido la insurrección. Con ese principio establece Lutero las bases para el desarrollo de una doctrina de la no resistencia a los tiranos. En realidad, tal pensamiento no es el producto de una coyuntura aislada (la revuelta campesina alemana de 152,4 ante la que Lutero reacciona con dureza), sino que obedece a la creencia teológica de Lutero sobre el orden que Dios ha querido para el hombre: el orden social existente es, según Lutero, lo que la Providencia desea para los hombres, de tal manera que si el príncipe es un tirano, ese es el deseo de Dios, por causa de los pecados del pueblo. Para el estudio de las ideas políticas de Calvino hay que acudir al capítulo XX de su" Institutio christianae religionis", donde expone su doctrina sobre la comunidad política y sobre la cuestión de la resistencia a la autoridad. La doctrina política de Calvino parte de su teología, cuya idea básica es que el poder de Dios domina toda la creación. Nada sucede en el mundo sin la voluntad de Dios. Precisamente de ella emana todo derecho. Así, el derecho natural procede de Dios y es el fundamento de la comunidad política. En segundo lugar, la comunidad política se asienta en la naturaleza del hombre, es decir, éste es por naturaleza un animal social, tiende por instinto a formar y defender un orden social regido por leyes aceptadas y queridas naturalmente por todos. En tercer lugar, la comunidad política tiene como objeto proporcionar a los hombres un tipo de vida civilizada, esto es, pacífica y justa, de tal manera que el orden político es necesario, gratuito y establecido por Dios. La autoridad política tiene, de ese modo, carácter protector y educador. En cuanto al derecho de resistencia a la autoridad, Calvino establece que la autoridad política deriva de Dios y por esa razón se le debe obediencia, aunque quien gobierne sea un tirano. Como instrumento divino para castigar los pecados de los hombres, con el objeto de provocar un sentimiento de culpa colectiva, como aguijón de la conciencia, el tirano es para Calvino un fenómeno extrapolítico, de tal manera que la fundamentación de su obediencia es de tipo religioso, no político. Dicho de otro modo, quienes mandan bien son espejos de Dios, quienes gobiernan injustamente son enviados para castigar. Es Dios mismo quien coloca al tirano en el trono y sólo él o quien tenga autoridad delegada de él puede destronarlo. Sólo cabe la desobediencia o el tiranicidio cuando el tirano, ordenando alguna cosa contra lo que Dios ha ordenado, pierde su autoridad.