El protagonista principal de la Reforma protestante fue Lutero (1483-1546). No es necesario debatir ahora si la Reforma habría triunfado con o sin él. Tampoco es el momento de presentar las distintas opiniones que las historiografías católica, protestante y marxista han ofrecido sobre su figura. Lutero, que se sintió siempre sajón, nació en Eisleben en el seno de una familia frágilmente acomodada, pues su padre, de ser un simple minero llegó a ser un pequeño empresario de minas. Su educación en la familia y en la escuela fue rigurosa y rígida. Estudió artes y filosofía en la universidad de Erfurt e ingresó a los veintiún años en los agustinos. Poco después fue ordenado sacerdote (1507). Estudió y se doctoró en teología (1512) en la universidad de Wittemberg, de cuyo claustro sería profesor de "Lectura in Biblia" poco después de haber realizado un viaje a Roma (1510-1511) por orden de sus superiores. Entre 1513 y 1518 dio lecciones sobre los salmos, sobre las cartas de San Pablo a los romanos, a los gálatas y a los hebreos, decisivas en la formación de su teología sobre la nulidad de la ley y de las obras humanas frente a la acción salvadora de la gracia de Dios. La certidumbre de que Dios no nos juzga por el balance de obras buenas y malas, sino que nos justifica a causa de nuestra fe, a causa de los méritos de Cristo, sin que dejemos de ser pecadores, proporcionaría a Lutero la raíz fundamental de su pensamiento. La exteriorización de esa afirmación se produciría con ocasión de la disputa sobre las indulgencias. Ya hemos considerado las críticas al Papado sobre la pingüe explotación de las indulgencias por parte de la Curia romana y sobre el poder que tenían de concederla los señores temporales en sus territorios. Lutero conocía las quejas y lamentaba el espectáculo nada edificante de las predicaciones de indulgencias especiales, como las que se desarrollaron en los arzobispados de Maguncia y Magdeburgo. La indulgencia especial concedida por León X al recién nombrado arzobispo Alberto de Brandeburgo tenía por objeto la financiación de la construcción de la basílica de San Pedro. Por su parte, el joven arzobispo tenía que pagar al Papado determinados derechos por la posesión del obispado. Los beneficios de la predicación se repartirían entre ambos. Contra todo ello se pronunció Lutero en sus 95 tesis. En sus lecciones sobre los salmos y la carta a los romanos ya se había ocupado críticamente de las indulgencias y poco después expuso sus ideas en el tratado "De indulgentiis". El ataque de Lutero partía de posiciones teológicas, de su concepto de la justificación por la fe, que negaba la teoría de la reversibilidad de los méritos y de la comunión de los santos. Denunciaba asimismo Lutero las falsas seguridades de salvación ofrecidas por Roma a los compradores de indulgencias y la patrimonialización de un poder, el de conceder el perdón y administrar las indulgencias, que sólo pertenecía a Dios. En realidad, la disputa se redujo, en principio, a los ámbitos universitarios. No fue Lutero quien divulgó sus tesis, sino sus amigos y partidarios. La imprenta multiplicó en escasas semanas los efectos de un texto que no pretendía remover los cimientos de la Iglesia. El mismo Lutero escribió a raíz de su difusión y de su impacto que no deseaba que disputas académicas pusieran en duda su sumisión a la Iglesia de Roma y rechazó, de camino, que se le tachase de hereje. Pero Roma tomó partido por las tesis dominicas y tomistas opuestas al agustino y aceptó la acusación de herejía remitida a Roma (marzo 1518). En otoño Lutero fue convocado a una entrevista con el cardenal legado Cayetano para que se retractara, no ya de sus tesis sobre las indulgencias (que no constituían el verdadero problema), sino de sus ideas acerca del valor de los méritos de Cristo para la salvación, sobre la certidumbre que la fe otorgaba para la justificación y sobre la eliminación consiguiente de las mediaciones, es decir, de la comunión de los santos. La entrevista fracasó, Lutero no se desdijo y comenzó el desafío entre Roma y el fraile, entre los partidarios del fraile y los teólogos papales. En una disputa pública y académica posterior con Juan Eck, en Leipzig (1519), Lutero rechaza la primacía romana y la autoridad de los concilios, afirma el valor único de las Sagradas Escrituras como contenido de la fe, niega utilidad a la tradición dogmática y la existencia del purgatorio. Todo eso equivalía a proclamarse hereje y a romper con Roma, que le condenó, sin derecho a defenderse, con la bula "Exsurge Domine" (junio 1520). Pero Lutero no estaba solo. Paralelamente se produjo un debate similar en la sociedad alemana entre papistas, representados por las universidades de Lovaina y Colonia, y partidarios de Lutero, entre los que se encontraban algunos humanistas y profesores universitarios. El 3 de enero de 1521 Roma expidió otra bula excomulgatoria, "Decet Romanum Pontificem", contra el hereje Lutero, a quien se convertía en un proscrito religioso, social y político. En esos años (1520 y 1521) se fue configurando el pensamiento de Lutero. En "El tratado sobre el Papado de Roma" sostiene que el Papa no tiene ninguna autoridad divina ni eclesial y es inútil en una Iglesia sin jerarquías. En "El manifiesto a la nobleza cristiana de la nación alemana" desarrolla la doctrina del sacerdocio universal (todo cristiano es sacerdote aunque no sea ministro de los sacramentos y la palabra), afirma que las Escrituras son inteligibles para los creyentes, defiende el libre examen y el derecho de todo fiel cristiano de apelar al concilio. En "La cautividad babilónica de la. Iglesia" ataca el sistema sacramental, sólo acepta el bautismo y la comunión y niega la teoría escolástica de la transubstanciación. Excomulgado, Lutero fue confinado en el castillo de Wartburg. Allí meditó y escribió. Tradujo al alemán el "Nuevo Testamento", que gracias a la imprenta conoció más de 350 ediciones durante su vida, y escribió un tratado que cambiaría la vida de los conventos alemanes, "Sobre los votos monásticos". Lutero no sólo rompió con la Iglesia, también lo hizo con el Humanismo. Cierto es que la Reforma en sus comienzos fue deudora del Humanismo en su crítica radical de la escolástica, en su censura de las estructuras curiales y de la vida y la moral de los frailes, en su recurso a las fuentes clásicas. Pero Lutero rechazaba radicalmente las posiciones humanistas sobre la libertad humana. Mientras éstos, con Erasmo como portavoz, creen en la bondad natural del hombre, en el valor de sus actos positivos y en su posibilidad de cooperar con la obra divina, la antropología luterana, pesimista, maniquea y agustina, afirma, en cambio, la incapacidad del hombre, corrupto, indigno e inclinado sólo al mal, para colaborar en la obra de la salvación.
Busqueda de contenidos
lugar
Durante el cerco de Escipión, Lutia fue la única ciudad que intentó ayudar a Numancia. Tras atravesar Retógenes el cerco, solicitó ayuda a varias ciudades, incluyendo Lutia. Sin embargo, fue descubierto rápidamente por Escipión, quien ordenó cortar la mano a los 400 hombres que desde Lutia partían para prestar ayuda a los ciudadanos numantinos, de tal forma que con ello dejaba inútiles a gran parte de la población trabajadora. Parece ser que Lutia se situaba junto a la actual villa de Luzaga, donde se encontró el Bronce de Luzaga.
Personaje
Militar
Estuvo al mando de las acciones emprendidas en el mar del Norte, durante la Segunda Guerra Mundial. En 1940 fue elegido para dirigir los cruceros de guerra -"Gneisenau" y "Scharnhorst"- que intervinieron en la invasión de Noruega. En el mes de julio de este mismo año sustituye a Marshall como comandante en jefe de la Armada alemana. Un año después moriría en combate con la flota británica, al frente del acorazado "Bismarck", hundido el 21 de mayo.
obra
Junto a motivos de tradición geométrica, el Pintor de Análatos incorpora otros nuevos, de origen oriental, tales como palmetas y felinos rampantes. En el cuello, un baile de hombres y mujeres en torno a un tocador de lira; nótese el cuerpo de las mujeres, ahora en semisilueta y con vestidos decorados muy esquemáticamente. Los personajes son los llamados hombres-pájaro, por sus puntiagudas nariz y barbilla, además del gran ojo que ocupa casi toda la cara.
fuente
El Deutschland es el prototipo inicial y da nombre a uno de los modelos más peculiares de la Armada alemana. Para burlar las bases del Tratado de Versalles, que limitaba el desplazamiento standard a 10.000 toneladas, ampliaron la capacidad del armamento -que no estaba acotado-. La artillería se distribuyó entre las torres. El Deutschland fue dotado, además, con los últimos avances en armamento antiaéreo. El Admiral Graf Spee y el Admiral Scheer eran sus dos buques gemelos. Otra peculiaridad de los tres acorazados es que eran diesel. A pesar de sus características iniciales fue reformado en diversas ocasiones con la incorporación de nuevas dotaciones. Durante el verano de 1939 se localiza el Deutschland en el Atlántico Norte. En esta travesía alcanzó dos buques mercantes y se hizo con un tercero al que apresó. Después de esta acción regresó a su país de procedencia. En este mismo año cambia su nombre y pasa a ser conocido como Lützow. En el mes de febrero de 1940 es uno de los buques alemanes que interviene en la ocupación de Noruega. Pero llegando a Oslo recibe tres impactos y al regresar a su país de origen es interceptado por el submarino inglés Spearfish. Aunque a comienzos de 1941 ya estaba en pleno funcionamiento, en el mes de julio volvió a ser alcanzado por un torpedo procedente de un avión. Un año después (en el mes de enero) emprende de nuevo la acción junto con el Admiral Scheer, su buque gemelo, en el Atlántico Norte en la "Operación Rösselsprung". Esta acción resultó un auténtico desastre que determinó la retirada de los dos buques. El antiguo Deutschland reapareció en avance hacia el mar Báltico y luego en Swinemünde, donde fue alcanzado por proyectiles de 5.500 kgs, que supuso su fin como buque de guerra.
acepcion
Lengua de Anatolia que se hablaba durante el segundo y primer milenio. Se representaba gráficamente por medio de la escritura jeroglífica hitita.
contexto
Invadido por Alemania en mayo de 1940, el país fue integrado como territorio alemán en el Reich. Sus habitantes, considerados alemanes, fueron sometidos a un proceso de germanización y nazificación con la colaboración de un partido nazi, y la lengua alemana fue equiparada a la francesa. Todo ello incrementó la hostilidad hacia los ocupantes, con la consiguiente represión. En un censo, en el que estaba prohibido indicar otra nacionalidad que no fuese la alemana, el 98 por 100 de la población escribió luxemburguesa. La oposición se extendió también al servicio militar obligatorio: se produjeron miles de deserciones y largas huelgas, como la de agosto de 1942; los deportados fueron más de 5.000, y hubo fusilamientos y encarcelamientos. Paralelamente, aumentaba su actividad una Liga Patriótica de Luxemburgo, con prensa clandestina, sabotajes y huidas de reclutas a los montes de las Ardenas, donde acabarán formando pequeños grupos guerrilleros que entorpecerán la retirada alemana del país en septiembre de 1944.