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LIBRO 2 REGRESO DE LIMA A QUITO, NAVEGACION DESDE EL PUERTO DEL CALLAO HASTA EL DE GUAYAQUIL Y NOTICIAS DE ELLA, VIAGE HECHO A GUAYAQUIL PARA PONER EN RESGUARDO AQUELLA CIUDAD CONTRA LA INVASION QUE SE TEMIO DE LA ESCUADRA INGLESA COMANDADA POR EL VICE ALMIRANTE ANSON, SEGUNDO VIAGE A LIMA Y DE ALLI A LAS ISLAS DE JUAN FERNANDEZ Y COSTAS DE CHILE, DESCRIPCION DE AQUELLOS MARES Y CIUDADES Y RETORNO AL PUERTO DEL CALLAO CAPITULO 1 Viene por mar desde el puerto del Callao al de Paita, y de este á Guayaquil y Quito, descripcion de aquella polacion y de los vientos y mares de esta travesía 423 El tiempo que nos mantuvimos en Lima y en el Callao lo empleamos en cumplir varios encargos que el virrey quiso fiar de nuestra conducta, dirigidos á poner en la mas possible defensa aquellas costas y reyno para que, en caso de que las esquadras de Inglaterra, con cuya Corona se acababa de romper la guerra como queda dicho, hiciessen en ellas alguna tentativa, hallasen en la resistencia que no podrian discurrir su repulsa y, tal vez, el escarmiento. Despues de finalizado todo á satisfaccion del virrey y de haver vuelto al Callao una esquadra de 4 navios que se havia embiado á las costas de Chile en el principio de aquel verano para observar y atacar las del enemigo sin traer noticia alguna de que huviessen entrado en aquellos mares navios estrangeros, hallandose la estacion del tiempo tan adelantada y reconociendo que, empezado yá el ibierno, no era practicable passassen el cabo de Hornos en el resto de aquel año los navios del vice almirante Anson si, como se suponia, no lo havian hecho hasta entonces, pedimos licencia al virrey para volvernos á Quito á concluir nuestra primera comission, respeto de que segun las circunstancias no podia ofrecerse motivo para hacer allí mayor nuestra demora. Este, aunque con alguna dificultad de su parte porque la noticia de no haver podido montar el cabo de Hornos la esquadra que fue de España á el cargo del gefe Don Joseph Pizarro y el hallarse sin otros oficiales le detenia para havernosle de conceder, convencido al fin del atrasso que se nos seguia y seguro de que en cualquier novedad que ocurriesse nos hallarla puntuales, condescendió con nuestra instancia y nos franqueó el permisso que solicitabamos. 424 Hallabase pronto á hacer el viage á Guayaquil uno de los navios de mas buque que navegan de marchantes en la mar del sur, nombrado las Caldas, en el qual nos embarcamos el dia 8 de agosto del mismo año de 1741 en el puerto del Callao y entramos á dar fondo en el de Paita el 15 del mismo mes; desde allí, continuamos el viage el 18 y entramos en la Puná el 21, de donde, passando inmediatamente á Guayaquil y de este puerto á Quito, llegamos el 5 de septiembre á esta ciudad. 425 La derrota que regularmente se sigue, saliendo del puerto del Callao para el de Paita, es primeramente al oesnoroeste hasta montar los farallones de Guaura, y desde ellos se continúa navegando al noroeste y noroeste quarta al norte hasta considerarse en poca mas latitud que la de la isla de Lobos de afuera, desde la qual se prosigue governando entre el norte y nordeste hasta descubrir ó ver la tierra firme inmediata á ellas, y esta se lleva despues á la vista hasta entrar en el puerto de Paita, haciendo siempre resguardo á la punta de la Aguja por ser muy rasa y salir mucho á la mar; assi, es lo regular desde la isla de Lobos ir á descubrir la de Nonura, que está al norte de aquella. Todas las tierras de esta costa son baxas pero hay dos señales que avisan quando se está inmediato á ellas; una, los lobos marinos que se descubren en la cercanía de las islas y á tres ó quatro leguas distantes de ellas; y otra, la pajarería que hay en toda aquella costa, la qual sale á hacer su pesca para mantenerse de dos á tres leguas distante de ella; y assi, aunque haya brumazon sobre la tierra y no se pueda ver, como sucede ordinariamente, llevando este cuidado, si es de día, se puede conocer y estar seguros de si dista poco ó mucho; pero de noche, es preciso tenerle mayor por lo anegadas que son aquellas tierras. Y aunque las islas de Lobos no son tan baxas como la costa, no por esto se puede escusar la precaucion porque sería muy factible dar con ellas á qualquier descuido. 426 Regularmente, al hacer este viage, si se ha de entrar en Paita y no se han descubierto las islas de Lobos en el dia, estando por su latitud, se ponen á la capa de noche; y si no se quiere tomar aquel puerto, se les hace el resguardo necessario en el rumbo, y se prosigue el viage. Es preciso reconocerlas ó la tierra firme inmediata que está al norte de ellas quando se quiere tomar á Paita por no propassarse del puerto con las corrientes porque, si sucediesse, sería preciso despues mucho tiempo para ganar su barlovento por ser el viento y el curso de las aguas contrario para ello. 427 Desde Paita se lleva la costa á la vista á distancia proporcionada, de modo que se hagan resguardo á los negrillos, que son unos baxos de piedra, los quales se alargan de ella entre quatro y cinco leguas y median entre Paita y cabo Blanco, siendo este ultimo donde empieza la ensenada de Guayaquil. 428 En toda esta travesía son los vientos que de ordinario se experimentan por el sur, y de aqui rodean hasta el sueste si es en tiempo de verano, esto es, desde noviembre á mayo. Inmediatos á la costa, hay terrales por la mañana, que son vientos estes endebles, y estos passan despues al sueste ó sur sueste; en esta sazón, lo son igualmente los sures quando se está algo apartados de la costa y no se hacen estrañas algunas calmas, aunque son de poca duracion pero nunca recalan las brisas hasta allí. Esta es la causa porque en todas estaciones se hacen muy largos los viages desde Paita al Callao, pues, si los navios se quieren apartar mucho de la costa, los vientos se les rodean desde 10 á 12 leguas distante de ella del sur para el sudoeste, y, si la quieren llevar á la vista y grangear la distancia en bordos, descaecen en el uno lo que grangean en el otro, á que se agrega que, siendo en el ibierno, corren las aguas con violencia para el norte y noroeste, y esta contrariedad hace mas dilatados los viages. En el verano suele no conocerse movimiento en ellas y, si lo tienen para el norte, es poco; lo mas regular es que, si van para alguna parte, sea al oeste, lo qual nace de que, ventando las brisas de la vanda del norte de la equinoccial y no pudiendo romper el curso para el sur, como sería natural si no hallassen oposicion en las aguas que agitan los vientos sures de esta otra parte, encontrandose unas y otras, se vuelven al oeste, como la unica direccion por donde se pueden encaminar. Hay algunas breves temporadas en que repentinamente toman su curso para el sur, siendo tiempo de verano y cerca de la costa, pero distantes de ella no, y con la misma puntualidad ó quedan paradas ó vuelven á hacer contrario curso. Por esta razon, la mayor parte de los navios que salen de Paita, llevando la derrota al Callao en este tiempo, se mantienen bordeando sobre la costa con la esperanza de adelantar lo que no pueden con el viento en una de estas coyunturas en que las corrientes se cambian á su favor. 429 En todos tiempos, es penoso por lo largo este viage pues, mediando de uno á otro puerto distancia tan pequeña como la de 140 leguas en latitud á corta diferencia, es feliz el navio que la hace en 40 ó 50 dias y no tiene que arribar al mismo puerto de Paita de donde salió, segun es lo mas frequente, no siendo novedad allí el que se vean precisados á executarlo dos ó tres veces, particularmente quando el navio se tiene poco á barlovento, pues en este caso suele estar batallando un año para conseguirlo. De uno se refiere que, estando recien casado en Paita su contra maestre y embarcando á su muger para llevarla al Callao, tuvo en ella un hijo que supo leer quando el navio llegó porque, despues de estar bordeando en la mar 60 ó 70 dias y que empezaban á faltar los viveres, arribaba, y, en interin se proveía de ellos, se passaban dos ó tres ó mas meses, y, al cabo de otros tantos que batallaba en la mar, no tenia mejor fortuna que la vez primera; de cuyo modo permaneció quatro ó cinco años y, sin haver dado ninguna utilidad á su dueño, lo dexó arruinado. Esto pendía en gran parte de su mala construccion, y no es estraño el sucesso quando á ello se juntaba el serle todo contrario. 430 Hallase Paita, por las observaciones que Don Jorge Juan hizo allí en el año de 1737, en 5 grados 5 minutos de latitud austral. La poblacion es tan reducida que solo consiste en una calle, donde hay de un lado y otro hasta 172 casas, todas de quincha y cañas, cubiertas de paja, á excepcion de la que vive el oficial real, que es de piedra. Además de la parroquia, hay una capilla de nuestra Señora de la Merced, de que cuida un religioso del mismo orden. A la parte del sur, le hace vecindad un cerro que nombran la silla de Paita, cuyo nombre conviene con su figura. 431 Aquel territorio, que todo se compone de arenal, es sumamente árido porque fuera de no llover en él por la naturaleza del clima comun en todo Valles, carece del beneficio de rio para la facilidad del riego y totalmente de agua, de la qual se proveen sus moradores diariamente en el pueblo de Colán, que está en aquella misma ensenada á quatro leguas al norte de Paita; y por su inmediacion passa el río de la Chira, el mismo que hace su curso por Amotape. Los indios de este pueblo de Colán tienen la obligacion de llevar á Paita todos los dias una ó dos balzas cargadas de agua, la qual se reparte entre su vecindario segun la assignacion que tiene cada uno, y de él se abastecen igualmente con verduras y todos generos de comestibles. Assi, por la naturaleza del terreno como por la situacion de aquella poblacion, es su temple sumamente cálido pues no hay en él cosa que mitigue la influencia de los rayos del sol. Mantienese su vecindario, que es de 30 á 40 familias, todas de españoles, mulatos y mestizos, á expensas de los viageros que se embarcan ó desembarcan para passar á Panamá ó Lima, y subsiste la poblacion unicamente por la oportunidad del puerto pues, como yá queda advertido, es en donde se echa en tierra la cargazón de los navios que baxan de Panamá, y no menos los frutos que van del Callao para aquellas jurisdicciones de Piura y Loja. 432 En esta ensenada de Paita y en la de Sechura, que está poco mas al sur, se hace todos los años una crecida pesquería de tollo, de modo que con ella se abastecen de pescado seco todas las provincias de la sierra, assi de aquella parte de Quito como de la de Lima; á este fin van por el tiempo de la pesca, que es desde octubre en adelante, muchas embarcaciones menores del Callao, las quales vuelven cargadas luego que la han concluido. Los indios de Colón, Sechura y aquellos pueblecillos inmediatos á la costa se emplean igualmente en el exercicio de la pesca, y su abundancia es tanta que, además del tollo, se cogen otras varias especies, todo muy gustoso y delicado.
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LIBRO 3 DEL VIAGE DESDE PORTOBELO Á PANAMÁ. DESCRIPCION DE ESTA CIUDAD Y DEMÁS NOTICIAS DEL REYNO DE TIERRA FIRME CAPITULO I Salida de Portobelo y navegacion por el rio de Chagre hasta Cruces; noticias de él y tránsito por tierra desde Cruces á Panamá 243 Como siempre fue nuestro animo no hacer detencion voluntaria hasta llegar al principal destino y fin de nuestra comission, por una parte los vivos deseos de dar principio á ella, por otra los de salir de aquellos penosos temples y, finalmente, los de acortar la demora en las Indias, no nos dexaron libertad para omitir diligencia que pudiesse conducir al logro de estos designios. Con esta solicitud, avisamos desde Portobelo nuestra llegada al presidente de Panamá, Don Dionisyo Martinez de la Vega, y las circunstancias y ordenes del rey con que se havia promovido este viage, pidiendole diesse orden de que baxassen embarcaciones de las que navegan en el rio para transportarnos por él á aquella ciudad por no ser factible esto por tierra mediante no poder los instrumentos por su gran volumen passar por sus estrechuras y fragosidades ni aun ser cargados sobre mulas muchos de ellos. El celo que siempre ha hecho brillar aquel presidente en los assuntos del real servicio no fue menos eficaz en esta ocasion, y, assi, á su respuesta muy arreglada á lo que pedian nuestros anhelos y dictaba su politica, correspondió prontamente el efecto de sus ofertas en dos embarcaciones que llegaron á Portobelo, en las quales, sin detencion, se empezaron á embarcar los instrumentos y equipages, assi de la compañia francesa como nuestros; y el dia 22 de diciembre del mismo año de 1735 nos hicimos á la vela. 244 Salimos de Portobelo al remo por estar el viento terral contrario, y, entrando la brisa á las 9 de la mañana, se marearon las velas en una y otra embarcacion, y, refrescando el viento, llegamos á desembarcar á la aduana, que está á la boca del rio de Chagre, el mismo dia 22 á las 4 de la tarde, y el siguiente dia se empezó á subir el rio al remo. 245 El dia 24 se continuó del mismo modo y, no bastando los remos á superar la fuerza de la corriente, fue preciso proseguir con las palancas; y medido el curso de las aguas á la una y media de la tarde, se halló que en 40 segundos y medio era de 10 tuessas y un pie; del mismo modo se siguió en los dias despues hasta el 27, que á las 11 del dia llegamos al pueblo de Cruces, que es el puerto del desembarcadero y dista 5 leguas con corta diferencia de Panamá. Pero en ellas aumentó considerablemente la corriente, á proporcion que se abanzaba en el rio, pues el dia 25 se observó que en 26 segundos y medio corria el agua 10 tuessas; el 26, en el parage donde se hizo noche, en 14 segundos y medio, 10 tuessas, y el 27, en el mismo pueblo de Cruces, en 16 segundos, las mismas 10 tuessas. Con que, segunda mayor corriente, corresponde el curso del agua á 2483 tuessas por hora, que es cerca de una legua. 246 Este rio, cuyo propio nombre es de Lagartos aunque ahora conocido mas bien por el de Chagre, tiene su origen en aquellas cordilleras, no lexos de Cruces. Fue descubierta, el año de 1510 por Lope de Olano, su desembocadura en el mar del norte, que es á los 9 grados 18 minutos 40 segundos de latitud septentrional y 295 grados 6 minutos de longitud contada desde el meridiano de Tenerife. Por la parte de Cruces, lo descubrió Diego de Alvitez; pero el primer español que baxó navegando para reconocerlo hasta su boca fue el capitán Hernando de la Serna el año de 1527. Está defendida su entrada con una fortaleza fabricada en la costa del este, sobre un peñasco escarpado á la mar, con el nombre de San Lorenzo de Chagres; goviernala un castellano, á quien acompaña un theniente, nombrados por el rey, y la guarnecen soldados de tropa reglada que se destacan de Panamá. 247 Cosa de 8 tuessas distante de la fortaleza que está á la boca del rio, hay un pueblo del mismo nombre, compuesto de casas de paja, cuyo vecindario consta de negros, mulatos y mestizos, gente toda valerosa y que toma las armas quando es menester y acrecienta triplicadamente la guarnicion del castillo en ocasion que se halla atacado. En la costa opuesta, haciendole frente en un terreno llano y baxo, está la aduana real, por donde passan y se registran todas las mercaderias que han de entrar por él. La anchura de este rio por esta parte es como 120 tuessas con corta diferencia, pero va estrechándose á proporcion que interna en la tierra hasta que por la de Cruces, que es adonde pueden llegar las embarcaciones, solo hay entre las dos costas como 20 tuesas, siendo la distancia que directamente hay entre este pueblo y la boca de 21 millas al ángulo del noroeste quarta al oeste 3 grados 36 minutos mas para el oeste, pero, segun las varias direcciones que siguen sus bueltas, es toda su distancia de 43 millas. 248 Se crian en él muchos lagartos ó caymanes, y algunos se ven en sus orillas, las quales se hallan tan pobladas de arboles silvestres que quedan impenetrables tanto por lo espeso de ellos quanto por estar guarnecidos muchos, y todo el suelo sembrado de fuertes y agudas espinas. De algunos de estos arboles fabrican las canoas y bongos que navegan este rio, especialmente de cedro. Otros de los que se hallan en las orillas, descarnandoles el agua sus raices, caen en ella quando el rio va crecido y, no teniendo la suficiente para que sus monstruosos troncos y estendidas ramazones sobrenaden y los arrastre la corriente, quedan allí barados sirviendo de gran estorvo y peligro á las embarcaciones, pues, estando la mayor parte ocultos en el agua, es muy casual el que no se voltee la que llega imprevistamente á ellos. Además de estos estorvos que se ofrecen en su navegacion, tiene otros que son los raudales, parages donde aquellas embarcaciones, aunque fabricadas para el intento, no pueden navegar por no tener agua suficiente, y entonces es preciso alijarlas hasta que, passando el raudal, vuelven á encontrar con mas fondo. 249 Dos, pues, son las especies de embarcaciones que navegan este rio; unas que llaman chatas y otras bongos, y en el Perú bonques. Las primeras son fabricadas en figura de lanchas con muchos planes y correspondiente manga para que no calen mucha agua; estas cargan de 600 á 700 quintales. Los bongos son todos de una pieza, en los quales tiene bastante empleo la admiracion, considerando la grandeza y corpulencia de los arboles de que se fabrican, pues en algunos llega á ser su manga de once pies de París, que vienen á ser quatro varas y quarta, y cargan de 400 á 500 quintales; unos y otras tienen su forma de camara en la popa, donde se alojan los passageros, y cubierta postiza sobre baos y curbas hasta proa, con jareta en medio que corre todo lo largo, la qual tapan despues de cargada con cueros de baca para que los aguaceros, que suelen ser continuos, no damnifiquen la carga. Cada una de estas embarcaciones se equipa con 20 ó 18 negros fornidos y el patron, sin los quales no sería factible que en la subida pudiessen vencer la oposicion de la corriente. 250 Todas las montañas y bosques de aquellas riveras están llenas de animales, y entre estos abundan mucho los monos de varias castas; haylos negros, pardos, colorados y entreverados; y, correspondientemente, unos grandes, de vara de largo con muy corta diferencia, otros medianos y otros pequeños, como de una tercia. Todos son de mucho regalo á los negros que los comen, y mas estimables los colorados, pero, aunque el gusto de su carne fuesse el mas delicado, solo la vista de su figura haría repugnancia al apetito porque, despues de muertos, los chamuscan para pelarlos y, contrayendose el pellejo con el calor, quedan despues de limpios con un cutis blanco y estirado, encogidas todas sus partes y sin diferencia en el tamaño y aspecto á un muchacho de dos años que está afligido y en accion de llorar; no obstante esto, que, causando horror, pudiera hacer despreciable su carne, la falta que hay de otras especies en muchos parages de las Indias obliga á que sirva de regalo en ellos tanto á los criollos como á los europeos. 251 No parece queda nada que apetecer á la vista despues de haverse ocupado en la diversion que ofrecen aquellas riveras; la pintura, mas bien imaginada de la idea que se invente, no puede llegar á formar una perspectiva que iguale á la rustica que copió allí la naturaleza, la frondosidad de los bosques en las llanuras, lanzando sus copas hasta el rio, la espesura en las colinas con la variedad de especies en los tamaños, estructura de las hojas, hechura de sus pimpollos y diversidad de colores, hacen el objeto mas entretenido que se puede desear; y si se considera la abundancia de animales que los matizan, no queda arbitrio en las palabras para poderlo comparar. Las distintas castas de monos saltando en quadrillas de unos á otros arboles, colgados de las ramas y encadenados seis, ocho ó mas en otras partes para hacer el salto de algun transito, cargadas con sus hijuelos en las espaldas las madres y haciendo gestos y visiones, parecerá pura fantasía á quien no haya examinado por sí tanta variedad de objetos. Si se vuelve la atencion á las aves, no havrá menos que reparar, pues, además de las nombradas en el capitulo 7 del libro 1.°, que segun la abundancia en este rio, parece tienen de él su origen, se agregan otras comestibles como pabas montesas y reales, faysanes, tortolas y garzas. Estas son de quatro ó cinco especies distintas porque unas son todas blancas, otras sobre el blanco una pluma de medio color encarnado que cubre todo el cuerpo y cuello, otras negras con todos los encuentros de las alas, cuello y parte inferior blanca, y, por este tenor, de otros diversos matices; y todas, varias en los tamaños, las de la primera especie son las menores, y las blancas sobre el negro, las mas abultadas y mas sabrosas al gusto, el qual es tambien muy delicado en las pabas, faysanes y demás especies. Igualmente, son muy abundantes de todas suertes de frutas los arboles de aquellas riveras, y entre estas son celebradas las piñas, tanto por su hermosura en el tamaño, que excede á las de otros parages, quanto por su gusto y fragrancia mucho mas agradables al paladar y olfato, excelencias que les han adquirido el ser nombradas y estimadas en todas las Indias. 252 Luego que llegamos á Cruces, nos desembarcamos, y el theniente de alcalde de aquel pueblo nos hospedó en su casa, que era las bodegas ó aduana, adonde vuelven á registrarse todas las mercancías que suben por el rio; y, dispuestas las cosas de nuestra marcha por tierra á Panamá, en el día 29 nos pusimos en camino á las 11 y media del día y llegamos á las 6 y media de la tarde, siendo nuestra primera diligencia visitar al presidente, obsequio debido tanto á su ministerio quanto al reconocimiento de las prontas providencias que facilitó en lo que hasta entonces se nos havia ofrecido. Este cavallero, que hizo á todos, y con particularidad á los estrangeros, el cortejo por sí, no escusó el cuidado de explayarlo, encargando á los oficiales reales y otras personas del primer respeto de la ciudad que nos atendiessen en todo lo que pudiesse ocurrir, accion en que hizo resplandecer á un tiempo el poderío de la soberana recomendacion y su celo en complacer por entero á la voluntad de su príncipe. 253 Algunas forzosas disposiciones para la continuacion del viage nos hicieron detener en Panamá mas de lo que se havia juzgado, y assi huvo tiempo para varias observaciones de latitud del pendulo y otras, aunque no se pudo lograr ninguna con que determinar la longitud por hallarse Jupiter cerca del Sol; y yo me emplee en levantar el plano de aquella plaza con todas sus fortificaciones y costas, todo lo qual concluido, se embarcaron los instrumentos y equipages para salir á navegar sin pérdida de tiempo.
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LIBRO 3 VIAGE DESDE EL PUERTO DEL CALLAO A EUROPA, CON NOTICIAS DE LAS NAVEGACIONES DESDE LA CONCEPCION DE CHILE HASTA LA ISLA DE FERNANDO DE NOROÑA, CABO BRETON, TERRANOVA Y PORTSMOUTH EN INGLATERRA Y DESDE EL MISMO PUERTO DEL MAR DEL SUR AL DE EL GUARICO, EN LA ISLA DE SANTO DOMINGO, Y DE ESTE AL DE BREST, EN FRANCIA CAPITULO I Salida del Callao, llegada al puerto de la Concepcion y viene desde allí á la isla de Fernando de Noroña 621 Determinado, segun queda yá advertido, el viage que haviamos de practicar para restituirnos á España, supimos, haviendo llegado á Lima el año de 1744, hallarse todavia en el Callao las dos fragatas francesas, Nuestra Señora de la Deliberanza y la Lis, las quales se prevenian para salir con brevedad, y, con tan proporcionada coyuntura, solicitamos Don Jorge Juan y yo passage en ellas, resolviendo el hacerlo divididos para que los infortunios que se podian temer no huviessen de ser comunes á entrambos y fuesse mas factible quedar uno que pudiesse dar razon de lo que se havia practicado en el assunto de nuestra comission. 622 Prontos los navios y obtenida la venia del virrey para hacer en ellos nuestro viage, nos embarcamos á sus bordos el dia 22 de octubre, y en el mismo se hicieron á la vela empezando la derrota para Chile, manteniendose en conserva las dos fragatas hasta el dia 11 de noviembre que en los 33 grados 40 minutos se separaron porque la Lis tenia que tocar en Valparayso y la Deliberanza continuaba hasta la Concepcion, en cuya bahía dió fondo el dia 21 de noviembre, viage sumamente feliz pues solo fue de 29 dias naturales, á lo que contribuyó mucho que, siendo salida yá del ibierno, se experimentaron algunos nortes endebles, los quales nos llevaron lo necessario para el sur, y con su beneficio no huvo necessidad de apartarnos tanto de la costa como se executa en la fuerza del verano. 623 En aquel puerto nos incorporamos con la fragata el Luis Erasmo, que estaba allí desde algun tiempo antes esperandonos para venir en nuestra conserva; y llegando el 8 de enero de 1745 la fragata la Lis y con ella la nombrada la Marquesa de Antin, que, haviendo passado á aquel mar con registro de ropas, despues de haver cargado de cacao en Guayaquil, se restituía á Europa, juntas todas quatro embarcaciones y practicadas en ellas las necessarias precauciones de poner el corto numero de cañones que tenian en la bodega y hacer mamparos en el alcazar y castillo; viendo que el tiempo estaba algo abanzado, se procuró no diferir mas la salida, y el dia 27 de enero se pusieron todas quatro á la vela, empezando á las diez del dia su derrota y governando entre el oeste y el oeste quarta al noroeste segun lo permitian los vientos, que se mantenian variables del sudoeste hasta el sur sueste. El dia 4 de febrero se hallaban las fragatas en 35 grados 21 minutos de latitud y 9 grados 38 minutos al occidente de la Concepcion; y haviendose afirmado el viento por el sudoeste, tocando algo del oeste, se viró de bordo para governar acia el sur; en el siguiente 5 supimos que la fragata la Lis havia descubierto por la proa un agua tan considerable que la noche antecedente los havia tenido sumamente cuidadosos y que, haviendo reconocido ser por las costuras de la roda y tan baxa que no se podia remediar sin tomar puerto y alijar el navio, se hallaba resuelto su capitan á arribar alguno de los de Chile para componerse, con cuya determinacion, se separó de los demás aquel mismo dia. La fragata la Deliberanza, en que yo me hallaba, tenia el mismo defecto y desde que salió de la Concepcion hacia el agua con excesso, pero su capitan no tuvo por conveniente arribar, assi por no dexar la conserva como por el regalo de que le desertasse la gente y de que, siendo muy viejo su casco y estando todo quebrantado, era de temer, si llegaba á reconocerse, que se le encontrasse obra muy dilatada en que, además del gesto, padeceria el atrasso de no poder passar el cabo aquel año y le sería necessario detenerse hasta el siguiente; con estas reflexiones, estuvo siempre constante en continuar su viage sin dar á entender á las otras fragatas su mal estado, dictamen que despues nos puso á todos en el continuado peligro de perecer por lo que se aumentó en el discurso de la navegacion aquel inconveniente. 624 Hasta el dia 6 fueron los vientos variables, yá refrescando yá afloxando, á cuyo respeto se experimentaban las mares porque, quando eran frescos, se sentian gruessas y levantadas y, quando afloxaba el viento, bonancibles. 625 Desde la altura de 35 grados 21 minutos, se hizo la derrota entre el sudeste y sur y el 12, hallandonos en 41 grados 29 minutos, se volvió á governar entre el sudoeste y oeste hasta el dia 18, que nos pusimos en la latitud de 45 grados 20 minutos porque los vientos no dexaban otro arbitrio; ventaron estos primeramente por el oeste y fueron hasta el nornordeste, de aqui passaron al es nordeste y nordeste y varios todos todos los dias sin fixeza alguna tan presto soplaban por esta parte como volvian al sueste, sur y este; en este intervalo, se experimentaron tambien calmas y turbonadas de agua y viento, que eran regulares siempre que este se cambiaba, y en otras ocasiones neblinas con cerrazon, y cuando no, la athmosphera estaba tan llena de vapores que cubrian todo el cielo. 626 Desde la salida de la Concepcion hasta el dia 7 de febrero, que estabamos en la latitud de 36 grados 12 minutos y al occidente del meridiano de la Concepcion 9 grados 20 minutos, se vieron continuamente pardelas pero desde allí faltaron; y el 11, estando en 40 grados y 48 minutos de latitud y poco mas al occidente que el dia 7, se vieron pajaros pequeños de color negro, los quales volaban solos y contra el agua; el dia 18, teniendo bonanza, aunque el viento era fresco por el oes-sudoeste, se vió un quebrantahuessos, y el 16, estando en 44 grados 31 minutos de latitud y al occidente del meridiano de la Concepcion 11 grados 24 minutos, se descubrieron varias bandadas de chorlitos y algunas pardelas; el quebrantahuessos continuó viendose, y cambiando el viento al sueste, empezó á ventar con tanta fuerza que obligó á recoger todas las velas hasta que quedaron las fragatas con solo las mayores; el dia 18 calmó el temporal, la mar, que havia sido muy gruessa y levantada, se echó, y los quebrantahuessos, no menos que los demás pajaros, se desaparecieron apenas abonanzó. 627 Desde el dia 18 en adelante, se governó entre el sur quarta al sudeste y sudeste quarta al este hasta el dia 26, y los vientos fueron entre el sur sudoeste y oes sudoeste, algunas veces tomando del noroeste; desde el 26 hasta el 3 de marzo, se navegó entre el es sueste y este con los mismos vientos pero tan inconstantes y varios que del oeste saltaban al sudoeste y de allí al este, de suerte que en este intermedio no quedó rumbo de la aguja que no corrieran, y cambiaban con tanta facilidad que rara vez completaban una singladura entera por una parte, unas ocasiones ventaban frescos tres ó quatro horas y luego afloxaban, otras calmaban, y solo se notaba igual la inconstancia. 628 El dia 20 de febrero tomó tanto cuerpo el viento por el oes-sudoeste que obligó á coger todos los rizos en las gavias; estabamos entonces en 48 grados 2 minutos de latitud pero, haviendo calmado un poco el 21 y mantenidose assi la mañana con poca alteracion en la mar, al medio dia cogió fuerza, y empezó un temporal por el oesnoroeste, oeste y oes sudoeste que obligó á correr con las dos mayores arrizadas; y permaneciendo assi el dia 23, al poner el sol, luego que calmó alguna cosa, se largaron los rizos de las mayores, y continuamos con las gavias arrizadas; la mar fue muy gruessa y encrespada de la misma parte que ventaba; la athmosphera, tan llena de neblina que en largos intervalos no dexaba ver las otras dos embarcaciones, y esta se convertía en menuda llovizna, que no cessó en dos dias aun despues de passado el temporal. 629 En el 20, se vieron muchos pajaros de todos tamaños, y, entre ellos, uno grande, todo negro, mayor que un pato; el 21 fueron en mayor numero, y se particularizaba una casta que en el porte excedia á los quebrantahuessos y en su estructura parecia de su especie; toda su pluma, blanca, á excepcion de la superior de las alas, que era musca; estas, muy largas, delgadas y algo corvas. El dia 22 continuaron, viendose en igual copia, estando yá en 51 grados 2 minutos de latitud y 9 grados 35 minutos al occidente del meridiano de la Concepcion; el 23 se acrecentaron, y se vieron tambien gaviotas; el cuerpo de estas, cubierto de pluma blanca, la cola, corta y ancha, el cuello, gruesso y en buena proporcion de lo largo, y la cabeza y pico, correspondientes, las alas, vestidas de plumas negras por la parte superior y de blancas por la inferior, desproporcionadas por lo muy largas y con una gran curbidad en la articulacion del medio, su vuelo, muy rapido, á veces lo llevan pegadas contra el agua y otras con alguna elevacion, haciendo gritos. El dia 25, que continuaron las turbonadas de llovizna menuda y la neblina, estando por 55 grados 6 minutos de latitud y 6 grados 42 minutos al occidente de la Concepcion, siguió la abundancia de pajaros, y, entre ellos, muchos quebrantahuessos de las dos especies que quedan yá referidas, y el 26 se vieron tambien algunas toninas. 630 El dia 27, que el viento fue casi calma, cayó mucha nieve y granizo, y los pajaros se vieron en mayor numero, de diversos tamaños, castas y colores; pero los que abundaban mas, eran las gaviotas, semejantes á las de que se ha hablado, con solo la diferencia de distinguirse en los colores varias especies, unas cenicientas, otras con todo el cuerpo blanco y las alas negras y al contrario, como tambien algunas, aunque raras, totalmente negras sin alguna mancha blanca; vieronse, igualmente, toninas con la barriga blanca y obscuro el lomo, semejantes á las que el dia 26 se havian descubierto. 631 El dia 1 de marzo estabamos en 57 grados 60 minutos de latitud y 3 minutos mas al oriente que la Concepcion; el 2 se vieron algunas ballenas, y los pajaros no fueron tantos, pero la nieve y el granizo no cessó, convirtiendose en esto las turbonadas que frequentemente se formaban en el horizonte por aquella parte de donde ventaba; y aunque era con moderacion y bonanza, no estorvaba á su frequencia. El dia 3 huvo gran cerrazon, el frio fue excessivo, cayó mucha nieve, y los pajaros volvieron á parecer con abundancia, y, casi todos, de los mayores en el tamaño. 632 El dia 3, hallandonos á las 12 de él en 58 grados 40 minutos de latitud y 4 grados 13 minutos al oriente de la Concepcion y algun poco al occidente del meridiano del cabo de Hornos, casi 60 leguas al sur de él se empezó á governar al esnordeste, y entre este rumbo y el nordeste se prosiguió la derrota hasta el 28 el mismo mes, en cuyos dias se experimentó muy grande inconstancia y variedad en los vientos, siendo muy rara la singladura en que no ventó por dos ó tres partes tan diferentes que casi totalmente eran opuestas. 633 El dia 4 huvo bonanza, ventó por el nornordeste y oeste; el 5, por el sueste oeste; el 6, por el sur y el sudoeste, y assi en todos los demás sin dexar rumbo en la aguja que no corriera, de modo que si un dia era por uno, el siguiente cambiaba á otro. Hasta el dia 8, que estabamos en 55 grados 16 minutos de latitud y 14 grados 30 minutos mas oriental que la Concepcion, yá rebasado el cabo de Hornos y la isla de los Estados, nunca dexó de nevar y granizar, levantando en corto tiempo medio pie sobre las cubiertas, pero desde allí empezó a disminuir, y, á su correspondencia, el frio. Los pajaros tambien se dexaron ver en menos cantidad, y el dia 7 se vió una nueva especie de color obscuro, muy semejante á los patos, y, á imitacion de estos, se mantenian y nadaban sobre el agua por largos intervalos; el 8 se vieron pequeñas bandadas, como 10 á 15 cada una de unos pequeños pajaros cenicientos y blancos, los quales posaban sobre el agua algunos ratos, y, quando volaban, era reboloteando muy inmediatos á ella. El siguiente 9, que estabamos en 54 grados 21 minutos de latitud y 16 grados 10 minutos al oriente de la Concepcion, continuaron viendose las mismas bandadas y pardelas, cuyo porte era menor que el de las del mar del sur; el dia 10, en 54 grados 1 minuto de latitud y 17 grados 36 minutos al oriente de la Concepcion, fue el viento muy vario, corrió desde el nornordeste hasta el sudoeste, la neblina, tan espesa que obligó á disparar de los navios, á fin de no abordarse, con dos cañones que en cada uno se havian dexado montados para hacerse las señales, cayeron fuertes aguaceros y en la tarde se vieron muchos pajaros, la mayor porcion de mediano porte, pardo obscuro el color de la pluma y las alas delgadas y corbas; dos especies de estos repararon en aquel parage, que se diferenciaban entre sí solamente en el tamaño, siendo uniformes en la estructura y color, y, aunque se vieron en todo el discurso del dia, no fue con tanta abundancia como desde las 4 á las 6 de la tarde. Estando en 58 grados 15 minutos de latitud y al oriente de la Concepcion 18 grados 9 minutos, el dia 11 se reparó que el color del agua se havia cambiado y que era verdosa; pero haviendo navegado sobre ella cosa de una singladura con muy corta diferencia, volvió á su regular color. Los dias 12 y 13, que el viento estuvo por el noroeste y oeste, se experimentaron turbonadas, en que el viento refrescaba alguna cosa, y caian aguaceros pero duraban poco tiempo y no tenían malicia; entre los muchos pajaros que en estos dos dias se vieron, y en mayor cantidad que los antecedentes, se particularizaban dos especies, los de la una eran grandes y semejantes á buytres, con las alas negras y el resto del cuerpo ceniciento, tirando á blanquizco manchado, los de la segunda eran del porte de pardelas, y en el color, poco diferentes de los antecedentes, unos y otros volteaban alrededor del navio; la gente de mar dixo haver visto cardumen de pescado, y es muy natural que este los atraxesse en tanta cantidad. 634 El dia 14, que ventó desde el oesnoroeste hasta el sudoeste y nos hallabamos en 48 grados 12 minutos de latitud, se empezó a percibir alguna diferencia en el temperamento porque de dia no se sentia frio alguno y por la noche se reconocia calor dentro de los camarotes; el 15 ventó fresco por el oes noroeste y noroeste, la mar se levantó bastantemente, y assi se continuó en los dias siguientes 16 y 17, los pajaros fueron menos, y se experimentó mucha cerrazon con la neblina y algunos aguaceros. El dia 16 nos habló la Marquesa de Antin diciendo que desde el dia antecedente havia descubierto una agua, la qual havia dado que trabajar toda la noche para achicarla, pero que, haviendose reconocido, hallaron provenia de un agujero que las ratas havian abierto á la lumbre del agua, cerca de las aletas de popa; esto le precisó á hacer arribada para cogerla y se mantuvo en ella hasta que lo executó, y las otras dos esperandola con poca vela pero unidos; quando terminó su faena, volvieron todas á continuar la derrota. El dia 17 se vieron ballenas grandes, y muchas seguian la fragata rodeandola. 635 El dia 17, que al viento fue muy floxo por el sueste y sursueste y que estuvo bonancible la mar, cayeron varios aguaceros, hallandonos en 44 grados 30 minutos de latitud y en 25 grados 13 minutos al oriente de la Concepcion; vieronse pajaros de los grandes y otra especie de pequeñitos, y todos blancos, los quales no se havian descubierto hasta entonces. 636 El agua que hacía nuestra embarcacion se havia aumentado tanto que yá havia muchos dias en que eran cortos los intervalos que se dexaban las bombas de la mano, la gente estaba rendida con esta faena, y todos con el continuo sobresalto que era natural pues solia repentinamente aumentarse, de modo que parecia ser mas la que le entraba que la que podian sacar las bombas; se havia reconocido que la mayor parte entraba por las costuras de proa y por las aletas y espejo de popa, y, haviendo abonanzado el dia 19, se echó el bote al agua con las calafates por si podian componer alguna cosa, emplomando aquellas que daban el agua, lo qual no se consiguió porque la mar sorda que se mantenia no dió lugar á ello. 637 El dia 20 se llamó el viento al norte y noroeste quarta al norte, tomó cuerpo, levantó mar y nos obligó á capear con la mayor, pero, desfogando con alguna lluvia, calmó en el siguiente dia. Hasta el 25 permaneció por la misma parte muy endeble, con calmas, neblina y aguaceros, y en este nos hallabamos en 39 grados 14 minutos de latitud y 30 grados 5 minutos al oriente del meridiano de la Concepcion; vieronse en estos dias algunos pajaros aunque muy pocos y de especies diversas de los antecedentes, entre los quales havia pardelas negras y otros mayores, prietos tirando á negros. 638 El agua de la fragata se acrecentaba continuamente y ya era tanta que, fatigada la gente con el incessante trabajo de la bomba, pensaba en abandonarla y passarse á las otras dos; esto se huviera practicado desde muchos dias antes si los interesses que tenia á su bordo no fuessen tan crecidos, pues llegaban á casi dos millones de pesos de principal del Perú, y el un millon y medio estaba en oro y plata debaxo de toda la carga de cacao de Guayaquil que conducía; pero, assi por aquietarla como por ver si se podia contener en parte el agua y disminuir el trabajo y el sobresalto que á todos nos preocupaba, se dispuso colchar de estopa una vela y, despues que lo estuvo, se echó por debaxo de la proa con el peso de algunas palanquetas, cuya diligencia surtió poco ó ningun efecto pues, aunque por el pronto pareció que yá no entraba el agua en tanta cantidad, luego que esta misma empujó la estopa que havia quedado entrapada en las costuras, continuó como antes. 639 Desde el dia 29, que estabamos en 35 grados 38 minutos de latitud y 33 grados 27 minutos al oriente de la Concepcion, se hizo la derrota entre el norte y oes-noroeste hasta el 4 de abril, y desde este hasta el 20 se governó con variedad por los rumbos desde el nordeste hasta el es nordeste, en cuyos dias no se experimentó menos variedad, inconstancia, calmas y turbonadas en los vientos y tiempo que lo que hasta entonces haviamos sufrido, puesto que en todo este intermedio, que fue de 23 dias, solo se disminuyeron nueve grados y medio en latitud, y, assi, nos hallabamos aquel en 25 grados 55 minutos y en el grado de 28 á 29 estuvimos desde el dia 7 hasta el 15 sin haver podido salir de él. 640 El dia 29 de marzo se vieron las pardelas y la otra especie de pajaros negros; el 30 se deshicieron los mamparos de debaxo del alcazar y castillo, y se guindaron los masteleros de juanetes, y yá en estos dias dexaron totalmente de verse pajaros pero volvieron á parecer en gran cantidad desde el dia 3 de abril, y en los 5 y 6, una nueva especie del porte y figura de las colondrinas y en el mar algunos dorados; desde este parage, que estabamos en 30 grados 30 minutos de latitud, se dexaron ver continuamente dorados y bonitos. El dia 8, hallandonos en 28 grados y 58 minutos de latitud, empezaron á experimentarse grandes cerrazones con las neblinas, que eran espesas, turbonadas recias de viento y aguaceros muy fuertes y frequentes, los quales no cessaron hasta el dia 13, que abonanzó; con esta oportunidad, se montó la poca artilleria que tenia la fragata, y baxaron al agua los carpinteros y calafates á ver si podian componer alguna cosa las costuras de la lumbre del agua, pero, aunque las emplomaron, no se reconoció minoracion en la que entraba. 641 El dia 18, estando en 26 grados 52 minutos de latitud, empezaron á verse voladores y taburones, cuyos peces fueron despues continuos y con mas abundancia á proporcion que disminuíamos latitud. 642 En la altura de 39 grados 14 minutos, el 25 de marzo havia propuesto Don Pedro de Arriaga, fletador de las dos fragatas, el Luis Erasmo y la Deliberanza, á los dos capitanes que, si les parecia necessario respeto de estar yá escasos los viveres y el agua, podrian tomar el puerto de Montevieo, donde no solo se proveerian de todo lo que huviessen menester y se compondrian las fragatas sino que lograrian la seguridad del comboy que les podria hacer el navio de guerra el Asia, que debia volverse á España por aquel tiempo con el gefe de esquadra Don Joseph Pizarro, y era yá tanto mas importante no despreciar esta ocasion quanto desde tres ó quatro dias antes de salir de la Concepcion se havian recibido avisos de Europa de estar declarada la guerra entre las dos Coronas de Francia é Inglaterra; pero los capitanes, fundados en razones de su propia utilidad, no quisieron convenir en ello, aun conociendo ser inevitable la arribada á algun puerto, assi para hacer aguada y tomar viveres como para componer nuestra fragata, y, despreciada una tan buena proposicion, resolvieron hacerla en la isla de Fernando de Noroña, la qual se consideraba desierta porque, aunque los portugueses del Brasil la havian habitado en tiempos passados, la tenian abandonada por su infecundidad como tambien la Compañia Francesa de la India Oriental, que la havia ocupado algun tiempo; con este motivo, havia estado en ella el capitan de la Marquesa de Antin y sabía que tenia buena agua y leña, que era lo que mas precisaba; y aunque Don Pedro de Arriaga se mantuvo constante en su dictamen y le huvieran seguido las dos fragatas fletadas por su cuenta á no hallarse en su conserva la Marquesa de Antin, prevaleció el del capitan de esta, y fue preferido el puerto de Fernando de Noroña, á el qual se dirigió desde allí nuestra derrota. 643 Desde el dia 20 de abril hasta el 26, todo fue calmas y ventolinas; desde el 26 hasta el 8 de mayo, que nos hallabamos en 16 grados 58 minutos de latitud, fueron muy floxos los vientos y se experimentaron desde el norte al este, aunque lo mas frequente era por el nordeste una quarta mas acia el este ó para el norte. El dia 8 empezaron á refrescar, y, aunque huvo muchos dias que ventó por el este y es nordeste, lo mas regular, hasta que llegamos á la isla de Fernando de Noroña, fue por el es sueste; la derrota desde el 20 de abril era, segun lo permitia el viento, unas veces al nor noroeste, noroeste quarta al norte y oeste noroeste, y desde el dia 7, que el viento estuvo entablado por el este y esnordeste al norte y norte quarta al nordeste, hasta el 15 de mayo, que, considerandonos á la media noche en 4 grados 0 minutos de latitud austral, la misma á muy corta diferencia en que está la isla de Fernando de Noroña, se hizo camino al oeste; y haviendola avistado el 21 de mayo á las 9 y media de la mañana, dieron fondo en su puerto las tres fragatas á las 3 y media de la tarde despues de una travesía de 115 dias tan penosa y molesta, como queda expressado, por la mucha contrariedad de los tiempos y el continuo sobresalto en que nos tenia el mal estado de nuestra fragata, pues en varias ocasiones estuvimos persuadidos á que repentinamente se sumergiesse sin dar tiempo á salvar las vidas. 644 El dia 6 de abril fue el ultimo en que se vieron pajaros, y no volvieron á descubrirse hasta el 2 de mayo, que, estando en 20 grados 18 minutos de latitud, pareció un rabiahorcado, a quien los franceses llaman tailleur, que significa sastre, nombre adequado á la hechura y exercicio de su cola; el bulto de su cuerpo es con poca diferencia como el de un palomo ó algo mayor; su cuello, corto; el pico, en buena proporcion; las alas, largas, anchas y bien corbas; la cola parece compuesta de muy pocas plumas, las quales se dividen desde su nacimiento y forman la figura de unas tixeras abiertas; quando vuela, las cierra y abre voluntariamente, assimilando el modo del manejo de aquel instrumento; estas dos cuclillas que forman la cola son muy largas respeto del cuerpo del ave; y, assi, ellas, como todo la pluma, es de un negro fino, á excepcion del buche, que es blanco tirando alguna cosa á ceniciento, vuela con rapidez y, ordinariamente, remontando, pues solo se veía descender quando reboloteaba al rededor del navio, como queriendo posarse en él. 645 El dia 4 se dexó ver una pardela del tamaño de un palomo; la pluma de la barriga, pecho y parte interior de las alas, cenicienta, y parte superior de las alas, parda obscura. Desde este dia, que estabamos en 19 grados 40 minutos de latitud, hasta el 12, que llegamos á 10 grados, se vieron continuamente, aunque pocos, de estas dos especies de aves que ultimamente quedan notadas, pero desde entonces cessaron hasta el 16, que, estando en la tarde en quatro grados y medio con corta diferencia, se vió una algo mayor que las pardelas; el modo de aletear lentamente para volar daba indicios de ser ave de tierra; no se pudo distinguir su color ni figura porque estuvo algo distante; no obstante esta señal, fue preciso navegar al oeste desde entonces hasta encontrar la isla 102 leguas. En los siguientes dias continuaron en verse uno ú otro de esta misma especie, pero en el dia 19, algunos mas; todo el cuerpo de estos era blanco menos las alas, que las tenian de un color pardo obscuro; entre ellos, se observó uno mayor, su cuello, largo, el cuerpo, abultado, y el color de toda la pluma, pardo obscura, movia las alas lentamente y en todo era como los cuervos marinos; este se precipitó al agua varias veces con mucha rapidez para coger pescado, y el dia 20 por la mañana se vieron muchos de ellos haciendo el mismo exercicio; desde que se descubrió el primero hasta que nos pusimos norte sur con la isla, se navegaron 33 leguas, que es la regular y mayor distancia que ellos se apartan de tierra. 646 El dia 20 en la tarde, estando todavia de 10 á 11 leguas distantes de la isla, se vieron muchos pajaros como especie de los guanaes de que queda hecha mencion en otra parte; al ponerse el sol, fueron muy grandes las bandadas de ellos, que volaban todos á el oeste, lo que nos sirvió de bastante señal para conocer no estar lexos la isla que se buscaba. Estos pájaros, á quien los franceses llaman fou ó loco por ser bobos, son del tamaño de patos; el ala, grande y corba; el color de toda su pluma, parda tirando á negro para volar, hacen mucho movimiento en todas las alas y zambullen con tanta violencia como los guanaes para coger el pescado. 647 Como dos á tres horas antes de descubrir la isla, se vieron rabijuncos, aves que, por lo poco que se apartan de tierra, sirven de señal para conocer su inmediacion; son del porte de un palomo; el pescuezo, corto y gruesso; la cabeza, pequeña; toda su pluma, blanca y sin ninguna pinta; la cola, larga y hecha en figura de un junco; y siendo como de media pulgada de diametro en su nacimiento, sigue redonda por todo su largo hasta rematar en punta, por cuya razon, les dan el nombre de rabijuncos; nunca se apartan de tierra mas que de ocho á diez leguas. 648 Desde que empezaron á verse los dorados y bonitos, fue aumentando la abundancia de estos ultimos pescados á proporcion que disminuíamos latitud y, al mismo respeto, viendose atunes y mucha cantidad de voladores; de todos se cogieron algunos pero se hizo digno de notar que ni los bonitos ni los atunes picaban sino desde que empezaba á romper el dia hasta cosa de las siete de la mañana quando mas ó de tarde desde que el sol estaba para ponerse hasta que obscurecía.
contexto
LIBRO 4 VIAGE DESDE EL PUERTO DE PERICO Á GUAYAQUIL; NOTICIA DE ESTA NAVEGACIÓN Y DESCRIPCIÓN DE AQUELLA CIUDAD Y CORREGIMIENTO CAPITULO I Viage desde el puerto de Perico hasta la ciudad de Guayaquil 326 Concluido el ajuste de nuestro passage con Don Juan Manuel Morel, dueño del navio el San Christoval, finalizadas las tiendas de campaña y hechas la demás disposiciones del viage, nos embarcamos todos el dia 21 de febrero de 1736 y, en el siguiente 22, nos hicimos á la vela de madrugada; pero haviendo sido viento muy poco y vario, no se perdió de vista la tierra hasta el 26, que, al ponerse el sol, se marcó la ultima que fue punta de Mala. 327 Por las marcaciones que se repitieron hasta perder de vista esta ultima punta y concordaban con las observadas, defiriendo de las concluidas por la derrota, se conoció que las aguas tenian movimiento para el sudoeste quarta al sur 5 grados oeste, cuya observacion convino con lo que nos informaron los practicos, y, assegurando estos que permanecía en ellas el mismo curso hasta la altura de 3 á 4 grados de latitud, se tuvo precaucion de corregir la derrota diaria á razon de una milla y un sexto por hora, que fue lo que se experimentó. Pero es de advertir que, hasta que el navio estuvo con punta de Mala, no se reconoció algun efecto en las aguas, antes bien, mientras se navegó dentro de la ensenada de Panamá, fueron conformes la latitud de la derrota con la de la observacion. 328 Desde que el navio se puso á la vela hasta que punta de Mala quedó al noroeste quanta al norte 6 grados 30 minutos oeste, se hizo la derrota á los rumbos del sur sudoeste 1 grado y 30 minutos y 8 grados 30 minutos oeste. Los vientos que se experimentaron en este corto transito fueron muy variables y con calmas. 329 Luego que se dexó á punta de Mala, se fue haciendo la derrota por el angulo de 8 grados en el tercer quadrante y 2 grados y 30 minutos en el segundo hasta el día 1 de marzo, que á las 6 de la tarde se descubrió la tierra immediata á la bahía de San Matheo, pero, assi que se vió este, se governó al sudoeste, tanto para huir de un baxo de piedras que sale tres leguas á la mar quanto por hacer resguardo á las corrientes que se inclinan para él, no menos que acia la ensenada de la Gorgona. 330 Este baxo fue descubierto por un navio en el año de 1594, que, yendo inadvertidamente á rendir el bordo sobre él, tocó y quedó perdido. 331 Desde la bahía de San Matheo se hizo la derrota las primeras horas al sudoeste 6 grados y 15 minutos oeste y el siguiente dia al suoeste quanta al sur, en el qual, que fue el tercero, se dió vista á cabo de San Francisco á la una de la tarde y demoraba al nortequarta al nordeste. 332 Don Jorge Juan concluyó por su punto la diferencia de meridianos entre Panamá y este cabo de San Francisco, 0 grados 36 minutos, que dicho cabo está al oriente; la que se inferió por el mío fue de 0 grados 26 minutos, que concuerda á una diferencia muy corta con la de la carta de aquellas costas, de que se dará noticia. Pero es de suponer que se havia dado á la corredera de longitud por cada milla 47 pies de rey, cinco pulgadas y media que corresponde á 50 pies ingleses y medio, y con esta medida no solo se confirmó lo que queda dicho en el capitulo primero del primer libro pero quedó justo respecto de ella al curso de las aguas que se tenia observado. 333 Luego que demarcamos aquel cabo, se hizo derrota al oestequanta al sudoeste 3 grados oeste y sudoeste quarta al oeste 3 grados oeste y los dias 6 y 7 al sur quarta al sueste 7 grados este y sueste quatta al sur 6 grados este hasta que en el 7 se volvió á descubrir el cabo de San Francisco demorando á las 8 de la mañana al norte quarta al nordeste 5 grados este y cabo Passado al sur; desde allí se fue corriendo la costa y demarcando los parages mas conocidos hasta el dia 9, que á las 3 y media de la tarde dió fondo el navio en la playa de Manta en 11 brazas de agua sobre fondo de arena y lama, de cuyo parage demoraba el cabo de San Lorenzo al oes sudoeste y Monte Christo al sursueste 6 grados este. 334 Dos fueron las causas que obligaron á fondear en aquella playa; la una que, siendo parte del primer proyecto de nuestro viage medir algunos grados del equador además de los de meridiano y teniendo desde Panamá noticia de aquel sitio, queriamos reconocerlo y ver si era proporcionado á que, formando la primera base en los llanos de sus playas, se pudiesse llevar la serie de triangulos desde ella hasta las montañas de la immediacion de Quito; y la otra, la de hacer provision de algunos viveres y aguada porque, haviendo congeturado en Panamá que, segun lo adelantado de la sazón, se lograrian las brisas y con ellas menos larga la travesía hasta Guayaquil, no se havian hecho las provisiones para tanto tiempo, como yá daba indicios el que hasta entonces se havia experimentado de que duraría el viage. 335 Con el primer fin, baxamos todos á tierra el dia 10 y, en la tarde, passamos al pueblo de Monte Christo, que dista de aquella playa de 2 y media á 3 leguas, pero, reconociendo no ser possible practicar allí las operaciones geometricas que serian necessarias por ser todo el país sumamente montuoso y pobladas sus montañas de arboles tan espesos y corpulentos que, sin otro embarazo mas que ellos, hacian impracticable la empresa, se determinó, despues de haver confirmado lo que la vista dictaba con el informe de los indios moradores, no continuar en el intento y seguir hasta Guayaquil para passar despues á Quito á practicar nuestro principal designio. Con el qual, volvimos á la playa de Manta el día 11, donde, interin que recibia el navio la aguada que necessitaba, se hicieron algunas observaciones, y por ellas se determinó la latitud de aquel parage de 56 minutos 5 segundos y medio austral. Pero considerando M. M. Bouguer y de la Condemine que sería forzoso hacer en Guayaquil alguna demora hasta que permitiera la estacion que baxassen de Guaranda mulas en que podernos transportar á la sierra y queriendo aprovechar el tiempo con mayor utilidad, resolvieron quedarse allí para hacer algunas mas observaciones de longitud y latitud, determinar el parage por donde corta el equador á la costa y examinar la longitud del pendulo con otras de no menor importancia, y, para ello, se proveyeron de los instrumentos que necessitaban, con los quales pudieron perfeccionar esta idea. 336 El dia 13 del mismo mes de marzo volvió á levantarse el navio de aquella playa y fue prolongando la costa; el siguiente passó entre ella y la isla de la Plata, pero el 15 se empezaron á perder de vista tanto el cabo de San Lorenzo como aquella isla á la una de la tarde, y se hizo derrota al sur sueste hasta el 17, que se descubrió á cabo Blanco, que es la punta del sur de la ensenada de Guayaquil. Desde cabo Blanco se fue prolongando la costa de aquella ensenada para adentro hasta que, haviendo llegado el 18 al medio dia á la desembocadura del rio de Tumbez, se dió fondo como media legua distante de la tierra, demorando la boca del rio al este 5 grados norte y la isla de Santa Clara, á quien comunmente llaman el amortajado ó el muerto por semejarse la figura que hace á la de un difunto, al norte quarta al nordeste 4 grados este, en cuyo parage quedó el navio en 14 brazas de agua y fondo de lama. 337 Hasta el dia 20 permanecimos allí fondeados para dar expediente á algunos negocios particulares del maestre del navio, los quales concluidos, nos hicimos á la vela á las 8 de la mañana, y á las seis y media de la tarde se dió fondo porque con la vaciante era mayor la fuerza de la corriente por la proa á la que el navio llevaba. En esta conformidad, proseguimos dando fondo y levando segun lo requerian las mareas, en las quales se experimentó que continuamente salia el agua con curso de menguante; y era muy poco el tiempo que se reconocia parada, pues en 19 horas y media seguidas no se sentía repunta, siendo la causa de ello la creciente del rio principal y demás que le entran. Pero el dia 23, estando fondeados sobre punta de Arenas de la isla de la Puná, se embió al puerto de la misma isla por un práctico para que metiera adentro el navio porque, aunque desde aquel parage solo distaba 7 leguas, no se pueden navegar sin esta precaucion á causa de los muchos baxos que hay en su corto transito, donde tienen peligro las embarcaciones si llegan á barar. Y el dia 24 á las 7 de la mañana dió fondo el navio en el puerto de la Puná, demorando la punta de la Centinela al sur sudoeste 2 grados 30 minutos oeste y la punta de Maria Mandinga al oes sudoeste 1 grado y 15 minutos oeste, á distancia de un quarto de legua. 338 Desde punta de Mala hasta la bahía de San Matheo estuvieron los vientos primeramente por el norte y noroeste, despues passaron al nordeste y, en la derrota del ultimo dia, se llamaron al es nordeste, pero, estando á la vista de aquella bahía, se volvió norte, á que precedieron algunas turbonadas de agua sin malicia, las que no cessaron en lo restante de la navegacion hasta llegar á Manta porque los vientos se llamaron al sueste, sur, sudoeste y oeste con inconstancia en cada uno de estos rumbos. 339 Yá advertí que en la bahía de San Matheo no solo fue el dictamen de los prácticos sobre las corrientes que se inclinan para la Gorgona lo que obligó á mudar de rumbo, además de ser necessario para, continuar la derrota, sino que nosotros las experimentamos en la misma conformidad; y en lo restante de la costa, desde el cabo de San Francisco hasta Manta, fueron siempre para el norte. Este fue el motivo, entre otros, de que el navio no ganasse nada á barlovento, interin que fue preciso bordear por tener el viento contrario. 340 En la travesía desde Manta hasta cabo Blanco no fueron los vientos mas favorables pues permanecieron como antes, á excepcion de una singladura que, llamandose al noroeste y nornordeste, ayudaron á que pudiessemos descubrir este cabo. El curso de las aguas fue siempre el mismo para el norte y, desde aquel cabo hasta el puerto de Puná, continuamente para afuera, esto es, al oeste por las razones que quedan yá expressadas, pero, como se dexa inferir, mucho más rápida en las horas de la vaciante que en las de la creciente. 341 Como deseabamos no perder la observacion de un eclypse de luna que havia de suceder el dia 26 de marzo, siendo corto el termino que quedaba para prepararnos á ello, estabamos resueltos á quedarnos con este fin en un pequeño pueblo que hay en aquel puerto, pero, haviendo baxado á tierra y visto la poca ó ninguna subsistencia de aquellas casas que, siendo todas de cañas, suelos y techumbres, no ofrecian lugar proporcionado para situar el pendulo, determinamos passar á Guayaquil á la ligera en una lancha y el mismo dia á las 11 y media de la noche, dexando fondeado allí el navio, empezamos á navegar hasta el 25 á las 5 de la tarde que, opuesta á la contrariedad de la corriente la fatiga del equipage de remadores, llegamos á Guayaquil y desde el siguiente 26 empezamos á arreglar el pendulo, cuya prevencion y diligencia quedó perdida porque en la noche estuvo llena de vapores la athmosphera y no se consiguió el intento. 342 Aunque en la carta que se dá de las costas del mar del sur van notadas las diversas variaciones de la aguja que tenemos allí observadas, me ha parecido conveniente no omitirlas aqui, siguiendo el mismo orden que en las del viage desde Cadiz á Cartagena, para que el que no tuviere la oportunidad de ella no quede defrauado de esta observacion. 343 Muchos dias huvieramos carecido del beneficio de las latitudes, que en todos parages es el objeto de mayor acierto para la navegacion, si el cuidado de Mr. Godin no se huviera prevenido de un instrumento que acababa de publicarse en Londres propio para el fin de facilitarlas; este, haviendo passado á aquella ciudad antes de emprender el viage con el de hacerse de instrumentos para las observaciones principales que se iban á executar y teniendo noticia de uno que el sutil ingenio de Juan Hadley havia dado al publico, lo incluyó en el numero de los que compró, y su uso nos fue de una grande utilidad, tanto mas recomendable quanto mas contribuye á la seguridad el conocimiento de las latitudes en aquella travesía, por las circunstancias que concurren en ella, assi de ser la direccion de las costas norte sur como de dirigirse las corrientes segun estos mismos rumbos. Por su medio, pues, se consiguieron muchas alturas meridianas del sol quando la abundancia de vapores que ocupaban la athmosphera no permitia esta que la imagen del astro ó la sombra fuesse distinguible de su luz en los ordinarios instrumentos de que se usa en la navegacion; y teniendo además otras muchas particularidades de no menor recomendacion, me ha parecido digno de expressarlas y hacer su descripcion para que con su conocimiento puedan aprovecharse de ellas todos los que no han alcanzado hasta ahora sus noticias, traduciendo la misma memoria del autor con la seguridad de que sus particularidades las tenemos comprobadas en la practica tanto Don Jorge Juan como yo en aquella y otras ocasiones que se ofrecieron despues. 344 "Descripcion de un nuevo instrumento para tomar ángulos, por J. Hadley Esquire, comunicado á la Sociedad Real en Londres en 13 y 24 de mayo de 1731, n. 420 pág. 147 Agosto c. 1731. 345 El destino é invencion de este instrumento se dirige á evitar los inconvenientes que hacen inconstante el uso de los que regularmente están en practica, de que proviene ó bien que sea dificil hacer con ellos las observaciones ó que sean poco seguras las que se consiguen. 346 La invencion de este que se propone tiene su fundamento en aquellos comunes principios de catoptrica esto es, que si los rayos de luz divergiendo ó convergiendo, que es lo mismo que separándose ó concurriendo, se reflectan á algun punto por una superficie plana y tersa, despues de la reflexion divergirán ó convergirán á otro punto en el lado opuesto de la superficie igualmente distante del primero, y la linea que, siendo perpendicular á la superficie, passe por uno de aquestos puntos passará por entrambos. De esto se sigue que si un rayo de luz, embiado de algun punto de un objeto, es reflectado successivamente de dos superficies tersas, y otro plano tercero, que sea perpendicular á entrambas, passa por el punto del objeto, tambien passará al través de cada una de las dos imagenes successivas hechas por las reflexiones, y todos los tres puntos estarán á iguales distancias de la interseccion comun de los tres planos, y, si se tiran dos lineas á esta comun interseccion, una del punto original en el objeto y otra de la imagen hecha por la segunda reflexion, estas comprehenderán un angulo duplo de el de la inclinacion de las dos superficies llanas. 347 Sean RFH, fig. 1 lam. 6, y RGI las representaciones de las secciones del plano de la figura por las superficies tersas de los dos espejos BC y DE, erigidos perpendicularmente sobre ella, los quales se encuentra en R punto, donde la comun seccion es perpendicular al mismo plano; con que, HRI es el angulo de inclinacion. Sea AF un rayo de luz de algun punto de un objeto como A que cayga sobre el punto F del primer espejo BC y de allí reflecte por la linea FG á el punto G del segundo espejo DE, del qual vuelva á reflectar por la linea GK; prolonguense las GE y KG acia M y N, que serán las dos sucessivas representaciones del punto A, y tirense las RA, RM y RN. 348 Supuesto que el punto A está en el plano de la representacion, el punto M lo estará tambien por las leyes de catoptrica. La linea FM es igual á FA, y el angulo MFA, duplo del HFA ó MFH, y, por consiguiente, RM será igual á RA, y el angulo MRA, duplo de HRA ó MRH. Del mismo modo, el punto N está en el plano de la representacion, y la linea RN será igual á RM, y el angulo MRN será duplo de MRl ó IRN. Substraygase el angulo MRA del MRN, y el angulo ARN quedará igual á la dupla diferencia de MRI y MRH ó será duplo del angulo HRI, del qual la superficie del espejo DE está inclinada á la de BC, y las lineas RA, RM y RN serán iguales. 349 Corolario I. La imagen N permanecerá en el mismo punto aunque los dos espejos se volteen juntos circularmente sobre el exe R, con tal que el punto A quede elevado sobre la superficie de BC, y se conserve la misma inclinacion. 350 Corolario II. Si el ojo se pone en L, punto donde la linea AF continuada corta la GK, los puntos A y N se le manifestarán en la distancia angular ALN, la qual es igual á ARN porque el angulo ALN es la diferencia de los angulos FGN y GFL; y FGN como GFL, siendo duplos de FGI y GFR, la dupla diferencia de estos. FRG ó HRI será igual á ALN; con que L está en la circunferencia de un círculo que passa por A, N y R. 351 Corolario III. Si la distancia AR es infinita, los puntos A y N se manifestarán en la misma distancia angular aunque se pongan el ojo y espejos en cualquier punto de su figura, con tal que la inclinacion de sus superficies permanezca inalterable, y su comun seccion, paralela á ella misma. 352 Corolario IV. Todas las partes de cualquier objeto se manifestarán al ojo viviente por las dos successivas reflexiones como antes de hacerlas, esto es, en la misma situacion como si huvieran sido llevadas juntas circularmente al rededor del exe R, guardando sus distancias respectivas de una á otra; y el radio en la direccion HI, esto es, por el mismo camino que el segundo espejo DE estuviere inclinado respecto del primero BC. 353 Corolario V. Si se supone que los espejos estén en el centro de una esphera infinita, y los objetos en la circunferencia de un círculo maximo á el qual sea perpendicular la comun seccion de aquellos, estos parecerán movidos por las dos reflexiones en un arco de círculo igual á dos veces la inclinacion de los espejos, como queda dicho antes. Pero los objetos que estuvieren distantes de aquel círculo, se manifestarán movidos en un arco semejante á un paralelo; por esta razon, la variacion de su lugar aparente se medirá en el arco de un círculo maximo, cuya cuerda es á la cuerda de un arco, igual á la dupla inclinacion de los espejos, como los senos complementos de sus respectivas distancias de aquel círculo son al radio; y si estas distancias son muy pequeñas, la diferencia entre la traslacion aparente de algunos objetos y la de aquel que está en la circunferencia del círculo maximo dicho antes será á un arco igual al seno verso de la distancia del objeto del círculo maximo como el seno duplo del angulo de inclinacion de los espejos al seno del complemento del mismo. 354 Este instrumento consiste en un octante como ABC fig. 2 lam. 6 cuyo limbo ó arco BC contiene 45 grados divididos en 90 partes iguales ó medios grados, los quales corresponden por la naturaleza de las reflexiones á grados enteros; sobre el centro de este octante boltea un index ó alidada que señala por el otro extremo la graduacion en las divisiones del limbo y, en la parte del centro, tiene engastado un espejo E perpendicularmente al plano del instrumento, cuya superficie tersa coincide con la linea que, saliendo del centro del instrumento, divide por medio la alidada y señala los grados en el limbo como LM. En este espejo hacen su primera impression los objetos y de él reflectan á otro pequeño situado en uno de los brazos del instrumento, que está en su mismo plano ó en uno que le sea paralelo, quedando igualmente levantado de aquel, quanto lo está el espejo central; y assi como el engaste de este cubre su parte posterior en el pequeño guarnece la mitad, que es la inmediata al instrumento y la que solamente está azogada, como se vé en F, porque la otra queda transparente. Este pequeño espejo que mira acia el observador, assi como el grande al contrario, sirve para hacer las observaciones de cara al objeto; y, para hacerlas de espaldas, hay otro tambien pequeño como G situado en el mismo radio ó brazo del instrumento, algo mas distante del centro, pero con las mismas precauciones de ser perpendicular al plano y estar en uno mismo con el grande, esto es, en uno que sea paralelo al del instrumento y muy cercano de él. 355 El primer espejo puesto en el centro de la alidada y instrumento queda fixo allí pero, como su engaste forme una base circular ó de otra figura, que es la que se entornilla sobre la alidada, se procura dexarle algun poco de juego para que por medio de uno de los tornillos pueda ajustarse bien, á que coincida sobre la linea del medio de la alidada. Los otros dos pequeños espejos quedan con dos movimientos, el uno circular y el otro lateral. Este, que se hace por medio de los tornillos que afixan las bases de sus engastes sobre las que los reciben en el radio ó brazo del instrumento, es para poner los perpendiculares á su plano; y el otro, que se le dá por el de una clavija que corresponde á la parte posterior, mueve entrambas bases de cada espejo circularmente para darles la inclinacion que necesstian, de modo que, puesta la alidada sobre cero, la superficie tersa de su espejo y la del pequeño, que sirve para hacer la observacion de cara, queden paralelas pero respeto de la del otro con que se observa de espaldas, en angulos rectos perfectamente. 356 La altura sobre el horizonte de un astro ó estrella que se toma con este instrumento se determina por la inclinacion de los planos de los dos espejos respeto uno del otro, manifestandose el objeto de toda precision en el horizonte; esto se entiende la de cada uno de los pequeños respeto del principal de la alidada cada uno en su caso porque los pequeños, para esto, son independientes entre sí. En la observacion de cara al objeto el angulo duplo de la inclinacion es la altura buscada, cuyo valor lo señala el index en el limbo; en la de espaldas, el duplo de la diferencia de este angulo de inclinacion á uno recto es tambien la altura del astro, y se denota por la alidada en la propia forma que la antecedente porque la misma escala de grados es comun para entrambas observaciones, sin mas diferencia que tomar en la una el angulo de inclinacion de las superficies de los dos espejos y en la otra su complemento. 357 Para usar cada uno de los dos pequeños espejos, hay unas pinulas correspondientes á ellos, que es donde se sitúa el ojo, cuyo lugar queda yá determinado por la theorica antecedente. La que pertenece á la observacion de cara, que es K1, tiene dos agujeros ó luces; el uno está tan elevado respeto del plano del instrumento como el medio de la parte azogada del pequeño espejo, adonde corresponde con toda precision; y el otro, á la de la linea que divide la parte azogada de la que no lo está, ó un poco mas abaxo. La pinula K2, que es para la observacion de espaldas, no necessita mas que un agugero, el qual corresponde justamente á la medianía de la claridad transparente del espejo G porque este tiene dos partes azogadas y, en el medio de ellas, una pequeña porción paralela al plano del instrumento, que no lo está por donde se descubre el horizonte. 358 Como hay objetos tales como el sol que con su resplandor ofenderían á la vista mirandolos directamente, segun se manifiestan por la reflexión y no se podrían observar, se ponen dos vidrios obscuros como H, el uno mas que el otro, y, de estos, se interpone á proporción que lo requiere la fuerza de los rayos, el que conviene ó entrambos para que los mitigue; estos tienen cada uno su particular engaste, y, por cada una de sus esquinas, los abraza una espiga que se entornilla con ellos, la qual entra en dos agujeros del radio del instrumento sobre que están los espejos, en H quando se observa con la cara al objeto y en I si es coma espalda á él. Estos dos vidrios voltean alrededor del tornillo que los sujeta contra la espiga y assi, sin sacarla de agujero, se retiran de la direccion del radio reflexo ó se ponen en ella quando es necessario. 359 El modo de observar con este instrumento es poniendolo verticalmente, de suerte que su plano coincida con el del círculo vertical, que passa por el zenith del observador y el objeto; entonces, se aplica el ojo á la pinula correspondiente, y se mueve la alidada circularmente acia adelante hasta que por el pequeño espejo, adonde se dirige la visual, se vé el objeto con toda exactitud en el horizonte; este no se descubre por reflexion porque se mira al través de la parte del espejo que no está azogada. No haviendo llegado el astro al meridiano, á proporcion que se eleva mas del horizonte, se ve apartarse de él por el pequeño espejo y, llevando poco á poco la alidada acia adelante, se vuelve á ajustar y quedar coincidente. 360 Si el objeto tiene una luz muy endeble, como por exemplo el sol quando está cubierto de algunas nubes ó las estrellas, en este caso se procura que el objeto cayga sobre la parte del espejo que está azogado, y se hace juicio guando llega á estar en una linea, con la que forma el horizonte en la otra parte del espejo transparente ó desazogado; pero en este caso, se ha de poner atencion á conservar la linea de la vista tan paralela al plano del instrumento quanto fuera dable, esto es, aquella que se vé la imagen del objeto. Por esta razon, quando se hace la observacion de cara, si el sol tiene bastante luz para ello, se procura que su imagen corresponde á la medianía de la parte de espejo que no está azogado y, entonces, se mira por el agugero mas exterior de la pinula; pero, si este está muy confuso ó endeble su luz ó es alguna estrella la que se observa, entonces se procura que su imagen cayga sobre el bordo de la parte azogada, y se pone el ojo en el agugero mas cercano al intrumento. 361 Luego que se ha llevado el objeto al horizonte ó muy cercano á él, se moverá todo el instrumento de la izquierda ó derecha al lado contrario, manteniendolo siempre vertical, y entonces se verá que la imagen del sol parece como que nada sobre el horizonte; pero si estuviere apartado de él y no llegare á tocarlo en ninguna parte, se moverá la alidada, ajustandolo por aquella por donde estuviere mas immediato y entonces, aunque se junte con él por allí, se apartará siempre que se lleve para algun lado. 362 Para saber quando está bien derecho el instrumento, se ha de llevar, moviendo para ello todo el cuerpo y sin que haya ningun juego en los brazos, de la derecha á la izquierda ó al contrario, y, quando lo estuviere, el objeto no hará mas que correr por el horizonte, pero, si no, lo cortará y dará una altura incierta; y assi, siempre que el plano del instrumento permanezca en el círculo vertical antes dicho, la imagen del objeto observado no se moverá de la linea del horizonte. 363 Para hacer las observaciones del sol con alguna exactitud, no se usará del centro de este astro porque, siendo su diametro desde 30 á 32 minutos, no será factible determinar su medianía ó centro con perfeccion; y assi, se toma uno de sus limbos ó bordos, esto es, el superior ó inferior, y se corrige la altura, añadiendole ó substrayendo los 15 ó 16 minutos de su semidiametro, conforme al limbo que se observa. 364 Para hacer esta correccion, se ha tener presente que en la observacion que se hace de cara al astro no se invierte la imagen del objeto despues de las dos reflexiones, pues el limbo del sol, inferior en la realidad, lo es tambien en la apariencia; y si es este el observado, se le ha de añadir á la altura señalada en el limbo por el index los 15 ó 16 minutos para tener la verdadera altura del centro del sol sobre el horizonte, pero, si es el limbo superior, se substraerán. A1 contrario se hará quando se observe con la espalda vuelta al sol porque en este modo se invierten los objetos, y el que en la realidad es inferior parece superior; con que, entonces se substraerá el valor del semidiametro del sol si se ha tomado el limbo inferior en lo aparente, que es el que llega primero á tocar el horizonte, y queda entonces todo el cuerpo del astro levantado sobre él, y, si se huviere tomado el aparente superior, que dexa anegado todo el cuerpo del astro, se le añadirá la misma cantidad. 365 Para conservar alguna estrella, es lo mas acertado mirar primero por la reflexion del instrumento directamente á ella, teniendo puesto el index en el principio de la division del limbo hasta que se vea que llega al horizonte y, una vez ajustada, no es dificultoso continuar la observacion, como á lo ordinario, con el sol. Pero si hay dos ó mas estrellas de igual claridad ó magnitud cerca unas de otras, la observacion está expuesta á no ser buena por la equivocacion que puede haver de tomar una por otra. Quando el horizonte estuviere muy claro y la estrella con tenue luz, es lo mejor servirse de la observacion de espaldas, para lo qual se mirará á la estrella y, por medio del movimiento del index, irá acercandose el horizonte hasta que se junte con ella. Pero como por lo regular se hacen de noche estas observaciones y es dificil distinguir entonces el horizonte, para conseguirlo mejor, procurará el que observa acercarse quanto le sea posible á la superficie del agua porque, acortandosele por este medio, les es mas distinguible. 366 Dos examenes son precisos en este instrumento para hacer cada observacion, bien sea de cara ó de espaldas al objeto; la una á fin de conocer si los espejos están perpendiculares á el plano de él y la otra para ver si la inclinacion que han de tener entre sí respecto uno de otro es la justa. La primera no requiere grande prolixidad pues con tal que no se aparten mucho de su legitima disposicion es suficiente; pero para examinarlo, se elige un objeto á media legua ó una de distancia aunque es mas acertado valerse del horizonte, y, estando el index en el principio de la division sobre cero, se mira por la pinula correspondiente al pequeño espejo que sirve para la observacion de cara; si entonces la linea del horizonte, vista directamente por los dos lados de él, y la que reflecta el otro azogado del index coincide y hacen una sola linea, el espejo estará bien situado; pero si no, será facil conseguirlo por medio de los pequeños tornillos que para este fin hay sobre la planchilla, que sirve de base á su engaste , levantando unos ó baxando otros hasta que las lineas coincidan. El segundo examen se hace poniendo el instrumento derecho ó vertical, y, manteniendo el index sobre cero, se mira como antes por la pinula; si el horizonte aparente que se imprime en la parte azogada del pequeño espejo se encuentra con el que directamente se vé por la que no lo está y forman una linea recta, los dos espejos serán paralelos; pero si no, esto es, que el uno esté mas alto que el otro, se voltea el pequeño, segun es necessario, por medio de la clavija ó manilla que le corresponde en la espalda del instrumento hasta que se ajustan, y entonces se aprieta un tornillo que tiene para este fin y el de que en adelante no se mueva ó descomponga. 367 Para la observacion de espaldas al objeto, se examina el pequeño objeto que le corresponde, en el mismo modo que se hace con el otro. La primera verificacion poniendolo horizontal y, para la segunda, vertical. Estando assi ajustado la observacion que se hiciere de cara, concordará con la de espaldas á menos que sea sensible la elevacion que tenga sobre la superficie del agua el observador, como sucede en los navios grandes, porque en este caso no está el tal observador en linea recta que una las cejas de los dos horizontes, antes bien elevado sobre ella. Por lo qual, para corregir esta pequeña diferencia, en lugar de poner el index sobre el punto cero para verificar el instrumento verticalmente en la observacion de espaldas, se situará fuera de él el duplo de aquel numero de minutos que correspondieren por la diferencia que hay entre el horizonte aparente y el verdadero, segun lo que estuviere aquel mas baxo respecto de este; y conviniendo despues las imagenes ó lineas de los horizontes como antes, esto es, del posterior visto por reflexion con el interior que se vé directamente, se podrán executar las observaciones con toda confianza. 368 Es de advertir que el horizonte posterior, visto por reflexion, es inverso, esto es, el agua parece arriba y el cielo abaxo. 369 Que, quando se hacen estas verificaciones, se supone bien ajustado el espejo del index en su lugar é inmobil, el qual se examina por medio de una escala y, como yá vá dicho, se procura que quede bien perpendicular y en la linea de la direccion del index. 370 En quanto á la exactitud que requiere en su fabrica este instrumento, son varias las precauciones que se ha de tomar el operario, y principalmente la de poner gran cuidado al hacer la division de su limbo porque todos los errores que cometa en ello se duplican, y es la causa que assi como cada medio grado corresponde á uno entero por el efecto de la reflexión del mismo modo un minuto de yerro en la transversal ó punto de division equivale á dos. La alidada ó index ha de tener un movimiento fixo sobre el centro, y assi su exe debe permanecer constante perpendicular al plano del instrumento; ha de ser suave é igual todo su movimiento para que no esté expuesta á doblarse por el centro, y, para mayor seguridad, será conveniente que se refuerza haciendola algo mas ancha por aquel extremo cercano al centro, con lo qual se la quita ó evita la flexibilidad. 371 Las superficies de los espejos han de ser exactamente planas porque la menor curvidad que haya en alguno de ellos, además del inconveniente de que enturbiaria los objetos, hará variar su verdadera positura quando se vieren por reflexion; y, finalmente, toda la obra en lo perteneciente á madera ó metal, esto es, el limbo, centro y radios ha de estar en un mismo plano, y los espejos, todos en otro paralelo a él, lo mas inmediato que sea possible. Los vidrios opacos, todos en otro paralelo á él, lo mas inmediato que sea possible. Los vidrios opacos, aunque se procurará que sean bien planos, no necessitan en esto tan prolixa exactitud como los otros, en los quales es indispensable el mayor cuidado, y se procura que tengan bastante gruesso, no menos lo necessitan en que las dos superficies de cada uno tan perfectamente paralelas quanto fuera dable, y pueden fabricarse yá sea de metal ó de cristal. 372 Por medio de la invencion de este instrumento, se consiguen en las observaciones muchas ventajas, de que carecen todos los demás que se han usado hasta el presente en las navegaciones, y son las siguientes. 373 El movimiento del navio no es obstáculo para ajustarlo porque, passando el objeto luminoso por medio de la reflexion á manifestarse en el horizonte, se descubren entrambos al través de un mismo espejo y, aunque todo el cuerpo del instrumento esté inquieto y los objetos parezcan moviendose en el espejo, siempre guardan una misma positura entre sí, de que se sigue que, si están ajustados el astro y horizonte de suerte que se toquen, el movimiento no los separa, y, quando mas, pueden salir del espejo si es muy repetido y violento, pero con la misma facilidad vuelven á entrarse en él y percibirse lo que astro se eleva sobre el horizonte si permanece en el meridiano ó declina de él. Y al mismo tiempo es tan fácil de conocer y percebir su positura quanto el corregirla, perfeccionando á cada passo la observacion segun se necessitare. Esta comodidad no se halla en los instrumentos comunes y muy distantes de gozarla; en ocasiones tales apenas se consigue una latitud despues de mucho trabajo á 10, 12 ó mas minutos apartada de la verdadera y ni á un termino semejante se pueden assegurar las hechas con ellos. Assi, entre varios observadores, aun quando logran una mar tranquila y sereno tiempo, difieren entre sí regularmente en mayor cantidad que la que dexo señalada. 374 Todos los instrumentos que comunmente se usan en la navegacion para observar las latitudes ó de que tenemos mas conocimientos se sujetan al inconveniente de que, haviendo de atender la vista á dos objetos á un mismo tiempo y siendo estos diversos en su especie y situados en distancias muy desiguales, no puede con perfeccion percebirlos y lo hace con turbacion, de lo qual se sigue el no poder hacer un exacto juicio de la imagen ó sombra del sol que se imprime en el mismo instrumento y del horizonte por estar este á una distancia sumamente grande respecto de aquellas, y, assi, quando quiere atender al uno, ha de quitar la vista del otro, cuyo inconveniente queda evitado en el uso del nuevo octante, en el qual se manifiestan aparentemente en un mismo parage el disco del sol y horizonte; y, por esta razon, quando coinciden, no forman mas que un objeto, y es este el contacto de ellos ó, no llegándose á tocar, la pequeña distancia que media entre uno y otro, pero, como es preciso destruirla para que la observacion sea buena, se sigue que, aunque allí estén separados los objetos, no se atiende á ninguno en particular porque el fin no es compararlos entre sí y solo se dirige á llegarlos á unir. 375 Quando en todos los instrumentos comunes no se puede observar la altura meridiana del sol por estar tan endeble la luz de este astro que no es bastante para hacer su sombra ni dar su imagen en ellos, ocasionado de alguna densidad en las nubes, se consigue en este con la misma precision que quando los rayos de luz resplandecen con fuerza, con solo la diferencia de que, siendo tenues, no hay necessidad de interponer en el rayo reflexo los vidrios opacos que sirven para moderar su actividad. Agregase á esto, que no es tampoco de impedimento para conseguirlo, el que esté el horizonte algo confuso, con tal que sea perceptible distintamente á la simple vista porque, sin diferencia ninguna, se dexa ver del mismo modo al través del espejo, y la observacion se consigue tan exacta en estos dos casos como quando en el sol ú horizonte no hay ningun obstáculo. Estos suelen ofrecerse con frequencia en la mar y ser causa de que no se consiga la latitud, tal vez en algun parage donde es importante y se hace necessaria. 376 Siempre que se halla el sol inmediato al zenith, ó son de poca exactitud las alturas que se observan ó totalmente inutiles, y en ninguno de estos casos es prudencia confiarse en ellas, la causa proviene de que es necessario mucho movimiento en el astro para que se perciba en el instrumento; pero la delicadeza de este nuevo instrumento es tanta que se distingue en el un minuto, justificacion tan menuda que se hará extraña á quien solo está acostumbrado á observar con aquellos en que no son sensibles 3 ni 4 minutos, por muy prolixos que sean los que los manejan. Para que se pueda conocer esto con mas fundamento, será bastante concebir que el cuerpo del sol se traspone al horizonte por el efecto de la reflexion; con que, todos los movimientos que hace estando cerca del zenith corresponden allí sensiblemente del mismo modo que se reparan por la mañana quando se empieza á elevar ó al anochecer quando se pone. 377 A las quatro comodidades que quedan explicadas, se agregan otras que son anexas á la facilidad de su manejo, y en algunos casos no menos importantes que aquellas. Tales son el que con la misma facilidad con que se observa el arco menor de la altura del sol ú otro astro, esto es, con la cara á él se consigue la del mayor, que es con la espalda buelta, de que se sigue que, si el horizonte está totalmente confuso por una parte ó hay en ella una costa inmediata, se hace la observacion por el otro lado. 378 La disposicion de este instrumento y la postura que requiere no está tan expuesta á la ventola como los otros porque casi todo su volumen queda ceñido al cuerpo y, por esto, no recibe tanto movimiento quando es demasiado el viento. Por este tenor, le acompañan otras comodidades todas dignas de que se le dé la preferencia á los que se han descubierto hasta aqui, como lo acreditará el que hiciere uso de él y no encontrará dificultad en su manejo porque aun en esto se califica aumentando con ello sus recomendaciones.
contexto
LIBRO 5 COMPREHENDE EL VIAGE DESDE GUAYAQUIL HASTA LA CIUDAD DE QUITO, MEDIDA DE LA MERIDIANA DE AQUELLA PROVINCIA, PENALIDAD CON QUE SE HACIAN LAS ESTACIONES EN LOS PUNTOS QUE FORMABAN LOS TRIANGULOS, DESCRIPCION Y NOTICIAS DE AQUELLA CIUDAD CAPITULO I Transito desde Guayaquil al pueblo del Caracol, desembarcadero del rio en tiempo de ibierno, y de este á la ciudad de Quito 493 Luego que tuvimos la noticia de hallarse los bagages que despachaba el corregidor de Guaranda en camino para el Caracol, dispusimos el viage por el rio para conducirnos á aquel parage, á cuyo fin salimos de Guayaquil embarcados en una chata grande el dia 3 de mayo y, con las regulares detenciones por causa de la corriente, lo continuamos hasta el dia 11, que desembarcamos en el Caracol. 494 La persecucion de los mosquitos que huvimos de sufrir en aquel rio no es facil explicarla, pues ni la precaucion de polaynas ni la providencia de los toldos ó mosquiteros fueron suficientes para librarnos de su martyrio. De dia era todo estar en un continuo movimiento y de noche en una penitencia intolerable; si se preservaban las manos con los guantes, ni la cara podia tener igual refugio ni el de la ropa bastaba para eximirse de la mortificacion porque la passaba el aguijón causando en la carne el ardor y escozor que introducía su picada. Entre las incomodas noches que passamos en aquel rio, fue lo mas que todas la en que hicimos alto cerca de una casa bastantemente capaz y decente, pero deshabitada; no bien haviamos tomado possession de su desamparo, quando fue tal la abundancia de mosquitos que se apoderaron de nosotros que, además de no haver sido possible quedarnos ninguno adormecido, ni aun fue dable el estar parados un solo instante; el que se hallaba debaxo de su toldo, despues de la diligencia de que no quedasse dentro de él ninguno de estos malignos insectos, era perseguido de tantos al cabo de poco rato que tenia por menos incomodo el dexarlo y salirse; el que se mantenía en la casa creía que, retirandose de ella, no hallaria tantos y, despreciando el peligro de las culebras, se salia al campo á buscar algun descanso, pero en breve volvia tan desengañado que no sabia acertar á resolver en qué parage le perseguian mas, si en el toldo, fuera de él, ó en el campo. En fin, ninguna diligencia quedó por practicar; la humareda que se hizo allí toda la noche, quemando varios arboles, nos ahogaba por una parte y por otra no disminuía aquellos infernales avechuchos, que cada vez parecia se acrecentaban. Pero luego que empezó á amanecer, se fue reconociendo reciprocamente de unos á otros el efecto de tales compañeros, pues las caras hinchas y las manos ardiendo y llenas de gruessas ronchas daban muestra de la conformidad en que estaba lo demás del cuerpo adonde havian llegado. A la siguiente noche hicimos alto en la immediacion de otra casa habitada, adonde, aunque no faltaban mosquitos, no era tan excessiva su abundancia; diximosle al dueño de ella lo que nos havia sucedido en la anterior, y con este motivo nos contó que aquella estaba abandonada porque penaba en ella un alma, á que con puntualidad acudió uno de nuestra compañia, diciendo: Que era mas natural que la huviessen dexado porque penaban en ella los vivos. 495 Luego que llegaron al Caracol, las mulas, nos pusimos en camino el dia 14; quatro leguas se havian andado por sabanas, platanares y cacaguales quando salimos al rio Ojíbar, y por sus orillas ó playas se continuó todo el resto de la jornada sin apartarse de ellas, atravesandolo por vado nueve veces con no poco peligro por su mucha rapidez, peñascos, profundidad y anchura; y á las 3 y media de la tarde se hizo alto en una casa cercana á las playas del rio, á cuyo sitio llaman puerto de Mosquitos. 496 Todo el camino desde el Caracol hasta las playas de Ojíbar es cenagoso, tanto que siempre se caminaba ó por una lengua ó por un lodazal, donde se enterraban las bestias hasta mas arriba de las rodillas, pero desde las playas en adelante fue mas firme y de menos molestia. 497 El nombre del parage y casa donde passamos la noche dá á entender la que ella era, pues no menos despoblada de gente que la del rio estaba hecha enjambre de mosquitos de todas especies; y si en aquella nos fue tan molesta é insufrible la possada, la que tuvimos en esta en nada la cedió, tanta fue la persecucion con que nos molestaron que algunos nos metimos en el rio, pero eran tantos los que acudian á la cara, como unica parte del cuerpo que no podia mantenerse debaxo del agua, que en breve hicieron abandonar la idea para dividir el martyrio en todo él. 498 El dia 15 continuamos el camino por un monte muy espeso, del qual salimos á las playas y, en ellas, á vadear el rio no con menor peligro que las antecedentes, y á las cinco de la tarde se hizo alto en una playa del mismo rio llamada Caluma, que en nuestro idioma quiere decir puesto de indios. En este parage no havia casa donde podernos alojar ni en todo lo que se caminó este dia se encontró, pero los indios que nos acompañaban, assi harrieros como estriveros, con gran promptitud entraron en el monte, cortaron los palos y hojas de vijahua que eran necessarios y fabricaron con ellos distintas chozas que sirvieron de cubierto para todos y de defensa contra los aguaceros; en menos de una hora estuvieron fabricadas con bastante capacidad, y tan bien techadas que no las passó el agua aunque llovió. ¡Admirable providencia la de estos materiales en tales despoblados! 499 El camino en esta jornada por entre monte fue mucho mas molesto porque lo espeso y junto de unos arboles con otros pedia gran cuidado para no lastimarse contra ellos; pero no obstante la mayor atencion, eran inevitables los golpes con las rodillas y piernas en los troncos, con la cabeza en las gruessas ramas, y muchas veces enredandose las mulas ó los ginetes entre los bejucos que atravessaban de unos arboles á otros ó caian ó quedaban tan embarazados en ellos que no era facil salir de su enlace, á menos que con la costa del tiempo y de la diligencia de otros favorecedores. 500 El dia 15 á las 6 de la mañana marcó el thermometro en Caluma 1016, y casi empezamos á experimentar el temple algo mas fresco; á las 8 y media de la mañana continuamos el camino passando á las 12 del dia por un parage que llaman Mama Rumi ó, en castellano, madre de piedra, cuyo sitio estaba adornado con un despeñadero de agua tan hermoso quanto puede estenderse la idea en su imaginacion. El peñasco de donde se precipitaba el agua tendrá de altura mas de 50 tuessas, que hacen varas castellanas 116 y media, cortado á pique y vestido en todas sus immediaciones de frondosas y empinadas arboledas. La claridad del agua deslumbra la vista con las cristalinas y plateadas ondas que hace en el peyne de su caida; despues que llega á descansar en una base de peña que la recibe, sigue su curso por una madre algo inclinada, sobre la qual atraviesa el camino real; llaman á estos despeñaderos, en la lengua de los indios, paccha y, en la castellana allí, chorrera. Desde este parage se continuó el camino, y, despues de haver vuelto á passar el rio otras dos veces sobre puentes no menos peligrosos que aquellos vados, llegamos á las 2 de la tarde á un sitio nombrado Tarigagua, en el qual se concluyó la jornada, y hallamos una casa de madera y vijahua muy capaz construida para solo el fin de que nos sirviesse de alojamiento y de descanso á la fatiga del camino, no menos molesto que los antecedentes porque en unas partes eran frequentes los precipicios y en otras tales las angosturas que, á veces, no cabian las mulas con los ginetes, de que redundaban los golpes contra los arboles y peñascos, de modo que todos llegamos lastimados á la parada. 501 Dixe que no eran de menos peligro los puentes que los vados porque, siendo de madera y muy largos, cimbraban al tiempo de irlos passando, y todo su ancho se reducía á tres pies sin ningun resguardo por los costados; assi, la bestia que tropieza cae al agua, y se pierde ella y la carga, como nos dixeron que sucedia muy frequentemente. Fabricanse estos puentes todos los ibiernos para por su medio transitar entonces porque en el verano es vadeable el rio y no se necessitan. Su duracion es tan corta que precisa á hacerlos de nuevo cada año, en cuyo espacio suelen podrirse los maderos con las aguas, de modo que quedan del todo inutiles para otro. 502 A imitacion de la casa ó ranchería de Tarigagua, es del cuidado de los corregidores de Guaranda el despachar indios para que los fabriquen en aquel y los demás sitios donde se hace parada desde el Caracol ó Babahoyo á Guaranda quando ha de hacer este camino alguna persona de caracter como presidente, obispo, oidor ú otras semejantes; pero despues quedan abandonadas y sirven á los demás passageros hasta que las aguas y falta de cuidado las destruyen, quedando reducidos luego los que viajan á las chozas que de pronto les fabrican los indios de su compañia. 503 El dia 17 á las 6 de la mañana marcaba el thermometro en Tarigagua 1014 y medio, en cuyo grado, como acostumbrados á los climas calientes, nos parecia aquel algo fresco. Siendo digno de atencion que en este parage se experimentan á una misma hora temperamentos opuestos quando concurren en él dos distintos sugetos porque los que baxan de la sierra sienten tanto el calor que yá no pueden sufrir desde allí otra ropa sino la ligera y los que, por el contrario, van de Guayaquil lo hallan tan frio que apetecen abrigo. Los primeros sienten caliente el agua del rio y assi empiezan á bañarse en ella desde allí en adelante, y los segundos la encuentran tan fria que huyen de mojarse ó que los salpique; y aun á la estimacion de un mismo sugeto se representan contrarias las calidades de aquel temperamento quando, despues de haver hecho el viage acia la sierra, vuelve de ella á Guayaquil ó al contrario, debiendose entender esto practicando uno y otro viage en una misma estacion del año. Esta tan sensible diferencia nace de la natural mutacion que se debe percibir al salir de un clima á que se estaba habituado passando á otro que es opuesto, y assi dos personas acostumbradas, una al temperamento frio, como el de la sierra, y otra al cálido, como el de Guayaquil, quando llegan á un parage medio, qual lo es Tarigagua, sienten entrambos una diferencia igual, aquel por excesso de calor y este por frio, de donde se comprueba aquella celebrada opinion de que las sensaciones están sujetas á tantas aparentes alteraciones quantos fueren varios los sentidos de los que se especulizaren porque, segun la distinta disposicion de estos, assi se apartarán las impressiones de aquellos y distarán de la concurrencia en la uniformidad. A las 10 menos quarto de la mañana empezamos á caminar por la cuesta de San Antonio, que tiene su principio de subida en Tarigagua, y á la 1 del dia llegamos á un parage que en lengua de los indios llaman Guamac y en la castellana cruz de caña. En este sitio hacía un pequeño llano aunque pendiente, y, segun nos dixeron, es la medianía de la subida; en él fue preciso ranchear por aliviar el cansancio y fatiga del camino. 504 No es facil pintar aqui la aspereza de este en la cuesta que empieza en Tarigagua, ni su maleza puede ser comparable con la de las jornadas anteriores. Su pendiente es tanta que apenas pueden mantenerse en ella las mulas, en partes son tales las angosturas que no bien cabe el bulto de la cavalgadura y en partes tan continuos los precipicios que á cada passo se encuentra con uno. Todo lo largo de aquellos caminos ó estrechas sendas de passo á passo está lleno de agujeros con la profundidad de tres quartas y muchas veces mas, dentro de los quales van metiendo las mulas pies y manos, de modo que á veces les arrastran las barrigas por encima de ellos y, igualmente, los pies de los ginetes; de esta manera, se forman, en quanto se estiende, á modo de escalones, sin los quales sería impracticable; pero si la inadvertencia del bagage pone el pie en el intermedio de uno á otro ó no lo coge bien, es consiguiente la caida y daño del ginete, que es mas ó menos segun el parage y la positura en que sucede. Ni es facil aunque se intente el hacer á pie los transitos de estas jornadas porque falta el tino y la fixeza para guardar el orden de llevar siempre los pies sobre las eminencias que median entre los agujeros, y, resvalando de aquellas, se viene á caer en estos, donde es consiguiente enterrarse hasta casi la cintura en un lodo floxo, de que todos están llenos y muchas veces tapados. 505 Arriesgado y penoso es todo aquel camino por los agujeros ó camellones, assi los llaman, que hay en él y que son otros tantos tropezaderos para las mulas; pero aun mayor es el peligro en los transitos donde faltan porque, siendo las cuestas sumamente escarpadas y resvalosas, para lo qual contribuye la naturaleza de la tierra gredosa y el estar continuamente mojada, no sería dable poder transitar por ellas si no se tuviesse la precaucion de que, siendo á la subida, vayan los mismos indios harrieros delante de las mulas previniendo el camino para que puedan pisar con seguridad, á cuyo fin abren zanjas pequeñas como escalones con los machetes de monte ó azadoncillos que llevan al proposito para ello; y con esta diligencia, afirmando allí pies y manos, consiguen vencer la dificultad de la aspereza. Este trabajo se aumenta, siendo por lo regular preciso que lo tenga cada requa porque la continuacion de llover deshace en el corto intervalo de la noche lo que unos arrieros dexaron hecho en el dia antecedente. La fatiga de tener que ir disponiendo assi el camino para andar ó la penalidad de los golpes y caidas que se reciben frequentemente en él ni la molestia de verse embarrados de pies á cabeza y mojados hasta el pellejo no se haria tan sensible si la immediacion de los precipicios y la vista de los despeñaderos no sobresaltaran el animo y llegassen con la incomodidad hasta el espiritu porque, sin adelantar su pintura á exageracion, se puede decir que son passos en donde el mas resuelto camina con temor y el que parece mas determinado se contiene, particularmente si vuelve la consideracion á la proximidad del peligro y á la corta distancia que hay de la flaqueza de los animales en quienes vá depositada la confianza de la propia vida á un tan facil despeño. 506 El modo con que se baxa por aquellos empinados sitios no debe causar menos confusion que la antecedente; para su inteligencia, es preciso suponer que á los transitos de cuestas donde, por hallarse en mas pendiente, no permiten las aguas que sean permanentes los camellones, originado de que, ablandando la tierra, los llevan consigo, corresponden regularmente laderas, y en ellas por la una parte eminencias escarpadas y profundidades que atemorizan con su vista por la otra; y como por lo comun siguen en quanto á la direccion las mismas irregularidades de los cerros, no vá el camino derecho sino haciendo dos ó tres quiebras en la distancia de 250 á 300 varas ó algo mas, y aqui es donde no se pueden mantener camellones. Para baxar estas cuestas, se preparan las mismas mulas luego que llegan á su principio, paranse y juntan las manos una con otra poniendolas acia delante muy parejas, como que las disponen para hacer fuerza á detenerse, juntan los pies en la misma conformidad y tambien los inclinan algo acia delante en ademán de sentarse; haviendose dispuesto en esta forma y tomado el tiento del camino, se dexan ir sin immutar la postura y empiezan á correr con violencia tal acia abaxo que parece una exhalacion. El ginete no hace mas que assegurarse sin interrumpirla porque qualquier movimiento que executara sería bastante para hacer perder el equilibrio á la mula y despeñarse con ella, respecto que con solo apartarse cosa muy corta de aquella estrecha senda sería suficiente para que diesse en el precipicio. Lo mas digno de admiracion es la destreza de aquellos animales pues, llevando un movimiento tan rápido que no parece son dueños de governarse, toman las vueltas del camino sin apartarse de él como que desde el principio huviessen prevenido la derrota que havia de seguir, arreglando sus medidas y precaucionandose para no perderla con tanta irregularidad; y si no fuera por esto, no sería possible el caminar por semejantes sitios donde los irracionales es necessario se hagan prácticos para ser conductores de los hombres. 507 Aun con estar estas mulas á fuerza de la continuacion de los viages acostumbradas á traficar por tales passos, ni la irracionaliad ni la frequencia las liberta de una especie de recelo ó alteracion que demuestran el ser preciso entrar en ellos, pues, luego que llegan al principio de algun resvalo, se detienen sin ser menester que la rienda se lo dé á entender y, antes bien, si inadvertidamente se les quiere dar aliento con la espuela, no se apresuran ellas ni se mueven de aquel sitio hasta que, prevenidas, se dexan ir manteniendose derechas por medio de la disposicion que llevan en pies y manos; assi que paran á la entrada de alguno de estos resvalos, se les percibe la sensible mutacion que padecen porque immediatamente empiezan á temblar, y se distingue en ellas algun genero de discurso pues, registrando el camino todo lo que pueden alcanzar á descubrir, parece que se disponen á salvar sus peligros y, bufando con fuertes resoplidos, los anuncian poniendo espanto en el ginete, que, quando no está acostumbrado á semejantes trances, concibe no poco temor de tales prevenciones y anuncios. Entonces, los indios, que con anticipacion se apostan todo lo largo de estos tránsitos trepados por el escarpe de la montaña entre las piedras que sobresalen y asidos de las raices de los arboles que parecen descubiertas por allí, las animan con gritería y voces, cuyo ruido les dá aliento para que ellas mismas se determinan á salir del riesgo y se dexen ir por el resvalo. Además de la escarpada pendiente de estas cuestas tan derechas, que no es possible mantenerse en ellas sin caer, contribuye la naturaleza del terreno y la propension del clima á que el resvalo sea mas violento porque, componiendose todo de una greda muy crassa y estando continuamente dissuelta la de su superficie con las aguas que cessan de dia y de noche, es lo mismo que si tuviere todo de jabón y igual á ello el efecto. 508 Hay tambien algunos sitios donde no concurre con estos resvalos el riesgo de los precipicios, pero, siendo encallejonado el camino y profundo, están sus costados tan elevados y cortados perpendicularmente que aun es mayor el peligro que en los otros, pues, siendo muy angosto el sitio que queda para que acomode sus pies y manos la cavalgadura y tan estrecho el callejón que apenas cabe en él mula y ginete, si aquella por desgracia cae, es consiguiente que atropelle á este, y, en un parage donde no hay libertad para governar las acciones, no es irregular el quedar estropeado ó el perder la vida. Hacese digno de admiracion, despues de passado el trance, considerar en él á la cavalgadura, yá deteniendo el arrebato ímpetu con la resistencia de las manos que lleva siempre con firmeza é igualdad por delante yá conservando el equilibrio para no caer de costado y yá empezando ellas mismas desde bastante distancia antes á hacer con su cuerpo aquella insensible inclinacion que es necessaria para salir de las bueltas y recodos, de tal modo que en los racionales no pudiera haver mas advertencia que la que se dexa percibir en ellos. Con la costumbre de terminarlo, se adiestran tanto las mulas que las hay afamadas por la seguridad y conocimiento con que se goviernan en estos tránsitos y sitios peligrosos. 509 En las entradas de ibierno y en los principios de verano son aquellos parages mucho mas peligrosos y molestos porque entonces hacen derrumbos formidables las aguas, y en muchas partes se roban los caminos, en otras los indisponen de tal suerte que no es possible penetrarlos sino con la prevencion de llevar indios que los compongan, mas, con todo el aderezo que por lo pronto se hace en ellos, queda tal que, quando lo consideran bueno aquellas gentes, horroriza con su vista. 510 Además de lo que por naturaleza son arduos aquel y todos los caminos de montaña y serranía, se acrecientan sus dificultades por el descuido y omission en componerlos; y assi sucede que, quando la casualidadd hace que, faltandole seguridad á las raices de algun corpulento tronco, se desgaje el arbol á quien sustentaban y cayga en tan mala disposicion que atraviesse el camino y lo dexe intratable cerrandolo, no hay quien se dedique á ponerlo corriente ni quien dé providencia de que se quite el estorvo, y asi se queda en aquel parage aumentando las malezas del transito, y, aunque todos los que passan tienen que vencer no poco en salvarlo, ninguno hace el beneficio de cortarlo para que los que llegan despues lo hallen sin tanto inconveniente. Estos troncos suelen ser tan gruessos que en algunos passa de vara y media su diámetro; quando su volumen es tanto que absolutamente cierran el passo, procuran desvastarlos en parte para que no lo estorve del todo, y, ayudando los indios á las mulas, las hacen passar á saltos, yá cayendo y siendo forzoso descargarlas para que lo acaben de salvar yá quedándose atravesadas sin poder ir atrás ni adelante, y, finalmente, á costa de fuerza y de mucho trabajo y fatiga consiguen vencer aquella dificultad, no sin pérdida de tiempo y grandes averías. Despues de todo, este afán lo dexan en el mismo estado que lo hallaron para que el que viene despues lo componga; y como todos siguen la propia máxima, nunca llega este caso hasta que la mucha continuacion lo vá gastando y abriendo senda. Este descuido es tan general en aquellas partes que no puede particularizarse por él la montaña de San Antonio y los demás que conducen de Guayaquil á la sierra, pues todos los participan quando son en montaña ó serranía. 511 El dia 18 á las 6 de la mañana marcó el thermometro en Cruz de cañas 1010; y empezando nosotros no desigual camino á el del dia anterior, llegamos al sitio que en lengua del país llaman pucará, y es el fin de la cuesta. Su nombre corresponde en castellano á puerta ó passan estrecho de montaña, acaso alusivo al genuino significado de pucará, que es el de fortaleza ó lugar fortificado, por lo que el tal paso lo está á expensas de su sola situacion y estrechura. De allí volvimos á continuar, baxando alguna cosa insensiblemente acia la parte que corresponde á la provincia de Chimbo, por camino no diferente de los anteriores. Aqui nos salió á recibir el corregidor de Guaranda ó Chimbo acompañado del alcalde provincial y personas mas lucidas de su pueblo, y, haviendose cortejado y felicitado en nuestro arribo á cosa de media legua antes de llegar al pueblo, nos encontramos con su cura religioso dominico, que con otros sugetos de su misma religion y muchos vecinos, havia tambien salido á darnos la bien llegada, para lo qual les seguian una porcion de cholos ó indios muchachos á pie. 512 Estos cholos estaban vestidos de azul, ceñidas las cinturas con vendas, cubiertas las cabezas de un genero de turbantes y en las manos traían pequeñas vanderillas; con este trago, formando dos ó tres compañias y una especie de danza á su estilo, iban delante gritando y prorrumpiendo en algunas palabras en su idioma, que, segun nos explicaron, significaban la expression de dar la bien venida y el contento que en ella recibian. En esta forma continuamos hasta llegar al pueblo, donde empezaron á repicar las campanas, sonar varias cornetas, tamboriles y pifanos en señal de regocijo. 513 Como no podia dexar de ser extraño en nosotros aquel ruidoso methodo de recibimiento, preguntamos al corregidor qual era la causa de que huviessen excedido tanto en cortejarnos, á que respondió que en aquello no havia particularidad alguna porque era estilo executarlo con las personas de algunas circunstancias y lo mismo en todo aquel país, no estimandose en manos para practicar este urbano cortejo unos pueblos que otros. 514 Todo lo que se descubria desde el Pucará para adentro, despues de passados los cerros que forman aquella cordillera, transito de dos leguas con corta diferencia, era terreno limpio sin monte ni arboles, mezclados los llanos y lomas entre sí, y unos y otros sembrados de trigo, cevada, maiz y otras simientes, con cuyo verdor distinto del de la montaña se alegraba la vista, como cosa nueva para ella despues de casi un año que havia estado preocupada en los verdores de países cálidos y humedos, distintos en todo de estos otros semejantes á los de Europa. 515 Hasta el 21 del mismo permanecimos en Guaranda hospedados y atendidos en casa del corregidor pero en este continuamos nuestro viage para Quito, haviendo marcado en él y los dos antecedentes el thermometro 1004 y medio. 516 Suiguiendo el dia 22, se dirigió nuestra marcha por el páramo de Chimborazo, dexandolo siempre á la izquierda y caminando por distintas lomas y colinas, las mas de ellas de arena muerta, que se dilatan desde el promontorio de nieve que viste todo aquel cerro larga distancia en pendiente formando las faldas de él; y á las 5 y media de la tarde llegamos á un sitio nombrado Rumi machai, esto es, cueva de piedras, nombre nacido de que en la concavidad de un gran peñasco se forma una especie de hueco, y es la possada que sirve de albergue á los passageros. 517 La jornada de este dia no dexó de ser molesta pues, aunque en el camino no havia precipicios ni parages peligrosos como los que se nos ofrecieron hasta. Guaranda, el frio excessivo de aquel páramo y la fuerza del viento nos eran de bastante incomodidad. Luego que dexamos el arenal grande, con lo que quedó vencido lo mas rigido del páramo, encontramos las ruinas de un antiguo palacio de los ingas, que estaba situado en el ámbito que dexan entre sí dos montes, pero no han quedado yá de ellas mas que los cimientos. 518 El dia 23 á las 5 y media de la mañana marcó e thermometro 1000, que es el termino de la congelación, en él; el campo amaneció todo blanco con la escarcha, y la choza donde haviamos dormido, cubierta de yelo. A las 9 de la mañana proseguimos el viage faldeando siempre el mismo cerro de Chimborazo por la parte del este y a las 2 de la tarde, llegamos al pueblo de Mocha, lugar muy corto y pobre donde se hizo mansion aquella noche. 519 El 24 á las 6 de la mañana señalaba el thermometro 1006, y á las 9 del dia salimos para el assiento de Hambato, adonde llegamos á la 1 de la tade. En este transito median varias quebradas que baxan del cerro de Carguairaso, otro nevado que está á poca distancia al norte de Chimborazo, y entre ellas hay una por donde no baxa agua y permanece el lado seco de mas de quatro varas de alto que corria en un gran temblor, de que daré razon en su lugar. 520 El 25 del mismo havia señalado el thermometro en Hambato, á las 5 y media de la mañana, 1010; y en el 26 á las 6 de la mañana estaba el licor en 1009 y dos tercios. Este dia llegamos á el assiento de Latacunga, passando el rio de Hambato sobre puente de madera, y después, el de San Miguel de la misma forma. 521 El 27 marcó el thermometro, á las 6 de la mañana, 1007, salimos de Latacunga y en la tarde llegamos al pueblo de Mula haló, passando á vado un rio nombrado de Alaques 522 El 28, que señaló el licor del thermometro en el pueblo de Mulahaló lo mismo que en Latacunga, continuamos el viage llegando á hacer noche á una hacienda nombrada de Chi shinche; el camino de esta jornada fue primero por un espacioso llano, al fin del qual se halla un edificio, fabrica antigua de los indios gentiles, y uno de los palacios que tenian los reyes inqas, cuyo nombre es Gallo, y de él lo toma el llano; de este subimos una cuesta, en cuyo alto se estiende otra llanura no menos dilatada que la primera y tiene el nombre de Tiopullo; á su baxada por la parte del norte está la casería donde nos hospedamos esta noche. 523 El 29 marcó el thermometro á las 6 de la mañana 1003 y tres quartos. Empezamos la jornada algo temprano por ser la ultima; el camino, despues de varios callejones y quebradas, nos conduxo á un llano espacioso llamado Turu-bamba y significa llano de lodo, á cuya extremidad se halla la ciudad de Quito, en la que entramos á las 5 de la tarde. El presidente que governaba entonces aquella provincia era Don Dionysio de Alcedo y Herrera, quien nos tenia dispuesto alojamiento en el palacio de la Audiencia y cortejó con grande esplendidez los primeros tres dias; en ellos, fuimos favorecidos con visitas, assi del obispo, oidores, canonigos y regidores de aquella ciudad como de toda su nobleza y personas de distincion que, á competencia, procuraron señalarse en estas muestras de urbanidad. 524 Para la completa noticia de lo que en sí comprehenden los territorios de este camino, no será fuera de proposito el dilatarme algo con la relacion de las cosas mas notables por su extrañeza que produce naturaleza en aquellos campos y espesos bosques para que, á la admiracion de la aspereza y peligros á que se exponen allí los que viajan, acompañe la de las otras particularidades que en ellos se notan. 525 Dos especies hay de terreno en la distancia que media entre las bodegas de Babohoyo ó las del Caracol á Guaranda. El primer transito hasta Tarigagua es llano, y el segundo, que empieza en este parque, todo de serranía; uno y otro, y aun dos leguas mas adelante del Pucará, se compone de espeso monte poblado de altos arboles, varios en sus especies, particulares en la frondosidad y disposicion de sus ramas y hojas y no semejantes en la corpulencia. Por entre los cerros que forman aquella cordillera de montañas, tan vestidos de hojas en su parte occidental quanto rasos y despoblados de monte en la oriental, baxa aquel rio, que, recibiendo de todas partes cantidad de arroyos, aumenta el caudal de sus corrientes y se hace tan grande desde el Caracol á Guayaquil. 526 En todo el ámbito de montaña ó monte llano, que es el primer transito, se crian muchos animales y aves silvestres sin diferencia de las que quedan yá explicadas en la descripcion de Cartagena, pero á las aves pueden añadirse las pavas montesas, paugíes, faysanes y algunas otras, de que abundan tanto aquellos montes que, á no mantenerse por lo regular en los mas elevados copetes de los arboles, donde, ó por estar encubiertas con las hojas ó demasiado altas es dificultoso tirarlas, no necessitarian los passageros ni mas pronta ni mas abundante providencia para hacer su viage; del mismo modo, son muchas las culebras y grande la cantidad de monos. Entre estos, se particulariza una especie que llaman marimondas; son tan grandes que, quando se ponen en dos pies, tienen de alto vara y media ó mas; el color de su pelo es negro, y en todo son muy feos pero se domestican con gran facilidad; aunque en todos los países de montaña son comunes, parece que en los de Guayaquil abundan mas que en otros. 527 Entre las muchas y diversas plantas silvestres que producen aquellos montes, daré la explicacion de tres que á mi parecer lo merecen más por su particularidad, y son las cañas, vijahua y bejucos, materiales de que se componen ó fabrican las casas de la jurisdiccion de Guayaquil y que, además de este destino, sirven para otras muchas cosas. 528 Las cañas se hacen particulares tanto por su excessivo largo y gruesso quanto por el agua que encierran sus cañutos. El largo de estas es de seis á ocho tuessas por lo regular; y aunque en su grueso hay variedad, las mas fornidas tienen seis pulgadas de diametro del pie de rey ó, á corta diferencia, una quarta de la vara castellana. El canto ó macizo del cañuto circularmente es de seis lineas; con que, se dexa comprehender que, estando abiertas, forman una tabla de pie y medio de ancho; y assi no causarán admiracion los usos de ellas en la fabrica de casas que quedan expressados. Desde que empiezan á secarse, tienen llenos de agua la mayor parte de sus cañutos, con la distincion de que en el plenilunio lo están totalmente ó les queda muy poco vacío, y, á proporcion que mengua la luna, se vá disminuyendo en ellos hasta que en la conjuncion ó quedan totalmente vacías ó con tan poca que apenas es la suficiente para reconocer que la ha tenido; en todas ocasiones las he cortado, y lo tengo experimentado de esta suerte y advertido que, quando disminuye en ellas, el agua está como rebotada; por el contrario, clara y cristalina cuando está cerca de la oposicion y en sus alrededores. Aun adelantan mas sobre este particular los indios que trafican y gente de aquel país porque asseguran que no todos los cañutos tienen agua, sino con interrupcion alternativamente uno sí y otro no, en cuya singularidad solo podré decir que, cuando se abre un cañuto y se encuentra vacío, los dos immediatos están con agua, y esto se nota regular en casi todas las cañas. Atribuyesele á esta agua la virtud de preservar contra las apostemas que se forman de las caidas, y assi todos los que baxan de la sierra la beben precabiendose de las que se les pueden originar con los golpes que son tan regulares en aquellos caminos. 529 Despues que han hecho el corte de estas cañas, las dexan que se sequen, á lo que llaman curarlas, y, estandolo, son muy fuertes; unas sirven entonces de vigas en las casas, otras para tablas, de arboladura para las baleas, de aforros en las bodegas de los navios quando cargan cacao para impedir que con el fuerte calor de este fruto no se requemen las maderas principales, para baras de literas y, por este tenor, para otras muchas cosas. 530 Las viijahuas son unas hojas tan largas y anchas que pudieran servir de sabanas; crianse silvestres, y las produce la tierra solas sin union á ningun tronco; su largo regular es de cinco pies de rey ó dos varas con corta diferencia, y su ancho, de dos pies á dos y medio. La vena principal del medio, que es la que sale de la tierra, tiene de quatro á cinco lineas, y todo lo restante de la hoja, suave y liso. Por la parte interior es verde y por la exterior, blanca, cubierta por esta de un polvillo muy delicado y pegajoso. Además de la comun aplicacion que tiene para tachar las casas, sirve de forrar los tercios de la sal, el pescado y otras especies que se transportan á la sierra, con lo qual van preservadas del agua, y son tambien de grande comodidad en aquellos sitios despoblados para fabricar las chozas, como tengo dicho. 531 Los bejucos son un modo de cuerdas de madera que deben considerarse de dos especies. Unos, que salen de la tierra y crecen enredados en los arboles, y otros, que las mismas ramas de aquellos, cuya calidad es propia para ello, los producen; unos y otros van creciendo hasta que vuelven á baxar el suelo, por donde se estienden y grangean otro tronco, suben por él hasta sus mas altos pimpollos y vuelven á baxar, de cuya forma hacen varios enlaces, y muchos quedan estendidos en el ayre, unidos á dos arboles, como si fuera una cuerda que se huviera atado de proposito. Son tan flexibles y correosos que se doblan y tuercen sin romperse, hacense nudos firmes con ellos, engruessan demasiado quando no los cortan; y siendo los mas delgados como quatro ó cinco lineas de diametro, tienen de 6 á 8 los regulares aunque los hay mucho mas gruessos, pero estos yá no sirven porque, teniendo tanto cuerpo, se endurecen. Entre los distintos usos á que los aplican, se emplean en todo lo que es atar, y, torciendo ó colchando muchos juntos, hacen cabos y calabrotes con que fondean y sujetan á tierra las mismas balzas y otras embarcaciones menores; y para todos los usos en que hayan de mantenerse en el agua, son de mucha duracion. 532 Producen assimismo aquellas montañas un arbol que llaman matapalo, y le conviene bien el nombre á su calidad. Este crece endeble y menudo al lado de otro corpulento, y junto á él se vá remontando hasta que consigue quedarse superior; entonces, esparce mucho su copete y le quita el sol, vá nutriendose y en grosandose con el jugo que havia de chupar al que le sirvió de escala para subir hasta que lo aniquila y destruye y queda él hecho señor del sitio, tan corpulento que despues sirve para hacer canoas muy grandes, para lo qual es propia su madera por ser muy fibrosa y ligera.
contexto
LIBRO 6 DESCRIPCION DE LA PROVINCIA DE QUITO EN LO QUE SE ESTIENDE LA JURISDICCION DE SU AUDIENCIA, CON VARIAS NOTICIAS GEOGRAPHICAS Y DE HISTORIA, TANTO POLITICA COMO NATURAL, DE AQUEL PAIS Y DE SUS HABITADORES CAPITULO I Extension de la provincia de Quito ó jurisdiccion de su Audiencia, goviernos y corregimientos que comprehende y noticia de los ultimos en particular 716 En los cinco libros antecedentes se ha procurado seguir aquel orden que pedia la serie de nuestro viage, segun la naturaleza de los assuntos que tuvo por objeto; y en el anchuroso campo de los muchos que pudieron ocuparnos no tuvieron inferior lugar en nuestro desvelo á los de las observaciones los de aquellas noticias mas singulares de las poblaciones y provincias por donde transitamos porque siempre consideramos que, á proporcion que las primeras eran importantes para la mayor perfeccion de las ciencias y recomendables entre sus professores, las segundas no podian dexar de ser agradables á la Historia y lisongeras al gusto de los politicos, que con no menos plausible aplicacion que aquellos desean ser instruidos en el govierno, costumbres, modales y circunstancias de los pueblos y naciones mas distantes. Las que pertenecen á la ciudad de Quito quedan concluidas en el ultimo de los cinco libros pero, como faltan las de toda su provincia, que son de no menor recomendacion, será forzoso continuarlas en este amplificandolas á correspondencia que la ocasion de hacernos capaces en ellas fue mas completa que en otro ningun parage, tanto por haver sido forzoso en la continua agitacion de nuestras tareas casi medir con los viages que se ofrecieron toda su comprehension quanto porque estos mismos nos facilitaron con la correspondencia muchos informes de las personas mas juiciosas y veridicas para comprobar las que la propia experiencia no pudo registrar, y el cuidado de exercer en esta y en la admission de aquellos el mas prolixo examen y necessaria critica nos pudo servir de fundamento á la esperanza de acertar en el blanco de la verdad, que es el principal objeto de la Historia. 717 Estuvo la vasta provincia de Quito reconociendo subordinacion desde el primitivo tiempo que los españoles se establecieron en ella á la cabeza del Perú, Lima, y á sus virreyes hasta el año de 1718, en que, con el motivo de haverse hecho creacion de virreynato en Santa Fé de Bogotá, capital del nuevo reyno de Granada, se separó de aquel y se agregó á este para que compusiesse parte de su jurisdiccion. Con este motivo se extinguió la Audiencia de Quito y tambien la de Panamá, en el reyno de Tierra Firme, aunque este reyno permaneció siempre dependiente de los virreyes de Lima, cuya providencia pareció por entonces conveniente y acertada á fin de que la dignidad del nuevo empleo pudiesse subsistir con los salarios de los ministros, que enteramente se reformaban en una y otra, evitando por este medio el gravamen que de otra suerte resultaria contra la Real Hacienda. La experiencia hizo conocer que no se lograban los fines premeditados y que los dos tribunales extinguidos no se podian escusar en las ciudades adonde correspondian por el grave perjuicio que se le seguia al público de haver de vencer en sus recursos las largas distancias que hay de aquellos parages á las Audiencias que se les señalaban, de Lima por lo respectivo al reyno de Tierra Firme y de Santa Fé por lo perteneciente á la provincia de Quito; y como á esto se agregasse el que aún no bastaban las assignaciones hechas con la reforma de los ministros de estas Audiencias para los gastos presisos á mantener la dignidad de virreynato, se juzgó conveniente restablecerlo todo á el primitivo pie, extinguiendolo en el año de 1722, en cuyo breve tiempo solo huvo el suficiente para que se graduasse en la dignidad de su caracter el theniente general de los reales exercitos Don Jorge de Villalonga, general que al tiempo en que se hizo la ereccion era de la plaza del Callao y governador de las armas del Perú, á quien se le confirió; y habilitadas las dos Audiencias, continuaron en la forma que antes. Pero como los fundamentos que en aquella ocasion dieron motivo á la anterior novedad eran tan sólidos que no podia dexar de insinuarse su importancia ni de instar las razones con que se hacía conocer su necessidad, fue preciso volver á pensar en su restablecimiento; y vencida la mayor dificultad de buscar arbitrios para que, sin perjuicio del Real Erario ni del público y sin extinguir las dos Audiencias, se mantuviesse y pudiesse subsistir, se restauró segunda vez esta dignidad en el año de 1739 y le fue conferida al theniente general de los reales exercitos Don Sebastian de Eslava, que, haviendo salido á navegar en los fines de aquel año y llegado á su destino con felicidad á principios del de 1740, se ha mantenido en el empleo de virrey de aquellos reynos y continúa en él con gran acierto y aplauso en su govierno, agregandose en esta segunda erección á su jurisdiccion toda la extension del reyno de Tierra Firme y quedando comprehendida en ella la provincia de Quito. 718 Confina, pues, esta provincia por la parte del norte con la de Santa Fé de Bogotá, comprehendiendo parte de la governacion de Popayán; por la del sur, con los corregimientos de Piura y Chachapoyas; por el oriente, se estiende en todo lo que ocupa el govierno de Maynas, en el rio de Marañon ó de las Amazonas, hasta el meridiano de la demarcacion, que divide las conquistas ó paises de España y Portugal; y por el occidente, son sus terminos las playas desde la costa de Machala, en la ensenada de la Puná, hasta las que comprehende el govierno de Atacames y jurisdiccion de Barbacoas, en la de la Gorgona. Su mayor distancia de norte á sur es de 200 leguas, y de oriente á occidente todo lo que se ensancha aquella America desde la punta de Santa Elena, en la mar el sur, hasta el meridiano ya citado, la qual bien considerada es de mas de 600 directamente, pero mucha parte de ellas ó se hallan habitadas de naciones barbaras de indios ó no están hasta el presente bastantemente pobladas de españoles y conocidas. Lo que con rigor, pues, se debe reputar por poblado en aquel vasto país es el espacio que dexan entre sí las dos cordilleras de los Andes, formando como un callejon desde el corregimiento de la villa de San Miguel de Ibarra hasta el de Loja, lo que se dilata desde aquel hasta mucha parte de lo que ocupa el govierno de Popayán y lo que el país se ensancha desde la occidental cordillera hasta la marina. Por lo correspondiente á lo que se estienden los corregimientos de oriente á occidente, será cosa de 15 leguas ó poco mas, que es lo que se apartan entre sí las dos cordilleras, pero debe agregarse assimismo los goviernos de Jaén de Bracamoros, que es confinante con el corregimiento de Loja, al fin de toda la provincia, y cae al este de la cordillera oriental, y, continuando acia el norte, el de Quixos y, al oriente de este, el de Maynas, dexando entre unos y otros largos trechos que solamente están habitados de indios infieles, y, al norte de toda la provincia, el de Popayán, el qual bien considerado viene á ser otra provincia distinta de la de Quito, de suerte que, á la parte del occidente de aquel callejon formado por las dos cordilleras, se hallan el govierno de Atacamas, modernamente erigido, y el corregimiento de Guayaquil; á la del oriente, los otros tres goviernos nombrados primero; y á la del norte, el de Popayán. 719 Se compone aquella provincia, además de estos cinco goviernos, de nueve corregimientos, á los quales llaman en aquel país provincias porque subdividen la provincia de Quito en otras tantas como hay goviernos y corregimientos, lo que es digno de advertirse para que no cause novedad ó confusion si alguna vez se viere nombrada la jurisdiccion de un corregimiento con el titulo de provincia, bien que procuraré evitarlo siempre que sea possible. Los nombres, pues, de estos corregimientos, empezando por el que está mas acia la parte del norte, son los siguientes, villa de San Miguel de Ibarra, pueblo de Otabalo, ciudad de Quito, assiento de Latacunga, villa de Riobamba, assiento de Chimbo ó Guaranda, ciudad de Guayaquil, ciudad de Cuenca y ciudad de Loja. De estos nueve corregimientos, se havrán de dar aqui y en el siguiente capitulo las noticias que les son correspondientes, y despues continuarán en los otros successivos las de los goviernos. 720 La villa de San Miguel de Ibarra es cabeza del corregimiento que tiene el mismo nombre, y se compone, además de ella, de ocho pueblos principales ó parroquias, que son Mira, Pimampiro, Carangue, San Antonio de Carangue, Salinas, Tumbabiro, Quilca y Caguasquí. Antiguamente pertenecía á este corregimiento toda la jurisdiccion del de Otobalo, pero se separó y quedó dividido en dos por ser muy dilatado el territorio que comprehendia. 721 Hallase situada la villa de San Miguel de Ibarra en un llano ó exido muy espacioso, algo mas cercana á uno de sus lados y poco apartada de una mediana serranía que le hace espaldas por la parte del oriente, entre dos rios no muy grandes, los quales fertilizan de yerva toda aquella llanura. La calidad del terreno es de poca firmeza y fofo, de que se sigue no solo que se experimente mucha humedad pero tambien que las casas y edificios se hundan. Su capacidad es bastante, las calles, derechas y anchas, y la mayor parte de las casas son de adobes ó de piedra, cubiertas de texa. En lo exterior de la villa hay distintos barrios donde viven los indios, cuyas casas ó chozas son en la misma conformidad que las que estos acostumbran en todas partes, reducidas y pobres, pero las que componen lo interior de la villa son decentes á la vista, las de la plaza, acompañadas de un alto, y todas las restantes, baxas. Además de la iglesia parroquial, que es de la misma materia de las casas, capaz, hermosa y bien adornada, hay un convento de religiosos franciscos, otro de dominicos, de mercedarios, un colegio de la Compañia y un convento de monjas de la Concepcion. El numero de sus habitadores está compuesto de 10 á 12 mil almas de todas edades, sexos y calidades. 722 En la jurisdiccion de este corregimiento está la célebre laguna de Yaguarcocha, memorable por haver sido el sepulcro de los de Otabalo quando el XII Inca Huayna Capac consiguió su vencimiento y, en fuerza de la mucha resistencia que havian hecho á sus armas, hizo degollar á los que se le rindieron no menos que á los que apresó, con lo qual se ensangrentó toda la laguna y le quedó el nombre que tiene, y significa lago de sangre. 723 El temperamento es muy benigno, no tan fresco como el de Quito, pero de suerte que no incomoda el calor. Todos los pueblos de su jurisdiccion gozan distintos templos respeto unos de otros, y la mayor parte son calientes por hallarse en terreno muy baxo. Llaman en el país á estos sitios Valles, segun tengo yá dicho, y se denominan los que pertenecen á esta jurisdiccion de Chota, Carpuela y otros muchos. Las haciendas que hay en ellos son de trapiches, donde se fabrica mucho azucar y muy blanca, otras de frutas de temples calientes y otras de algodón, que se produce abundantemente y bueno. 724 La caña dulce no es tan tardía como en la jurisdiccion de Quito y se muele en todos tiempos porque no tiene precision de cortarse en alguno determinado ni pierde de su calidad, aunque se retarde uno ó dos meses mas despues de estar maduras; con que, se hacen los cortes de ella por quadras, y todo el año trabajan los trapiches. 725 Los demás parages cuyos temperamentos no son tan cálidos están ocupados de haciendas de sembradío, donde los maizales son dilatados y se siembra el trigo y cebada con el mismo methodo que en la de Otabalo, como se explicará en tratando de aquel corregimiento. Las haciendas de potreros son, assimismo, quantiosas pero las de lanas no, á correspondencia de ellas, y, aunque no hay á proporcion tantos obrages como en la jurisdiccion de Otabalo , no dexan los indios de ser inclinados al telar y fabricar lienzos y otros texidos. 726 En la jurisdiccion del pueblo de las Salinas hay minas de sal, que se consume en este partido y se lleva á los paises situados al norte de él. Esta sal tiene mezcla de salitre; y, assi, no es muy sana pero no efecto alguno contrario á los que se han acostumbrado á ella, solo sí tiene el de no ser á proposito para las salazones, y en esto emplean la de Guayaquil. 727 En las tierras que pertenecen al pueblo de Mira háy parages donde se crian burros silvestres, que procrean mucho y no son faciles de coger. Los dueños de aquellas adonde están dan facultad á los que la solicitan para que saquen quantos pudieren por una cosa muy corta, proporcionada á los dias que han de usar de ella persiguiendolos; y el modo es ir mucha gente de á caballo y indios á pie, hacer una batida ó rodeo procurando encerrarlos en un cañada, y después los enlazan á toda la carrera del caballo porque, luego que se ven acorralados, procuran escapar y, por el sitio que rompe uno, siguen todos; assi que los tienen enlazados, los derriban y ponen trabas para que no puedan correr, de cuyo modo los van dexando asegurados hasta que concluyen el tiempo de el rodeo y los sacan pareados con otros mansos, no sin mucha dificultad porque son tan bravos que nadie puede parar delante de ellos. Quando están á su libertad, corren tanto como los mejores caballos, no menos cuesta arriba que acia abaxo; y guando los acosan, se defienden á coces y bocados con ligereza tal que, sin dexar la carrera, lastiman á muchos de los que los persiguen, pero es cosa regular que, con solo ponerles la primera carga, quedan mansos, olvidados de su ligereza y apagada la ferocidad que tenian en el campo. No permiten estos animales que entre ningun caballo en aquellos territorios donde ellos están establecidos; y si la casualidad ó el engaño del pasto lleva á alguno, luego que lo sienten, cargan sobre él y, sin dexarle la libertad de que huya, á fuerza de bocados lo suelen matar. Dexase entender la armonía que resonará en los campos y quebradas que ocupan, pues, no bien ha empezado uno su canto en alguna loma distante, quando corresponden successivamente desde todas partes los demás. 728 El corregimiento que sigue por la parte del sur á el de la villa de San Miguel de Ibarra es el de Otabalo; en su jurisdiccion se comprehenden ocho pueblos principales ó parroquias que se nombran Cayamba, Tabacundo, Otabalo, Atontaquí, Cotacache, San Pablo, Tocache y Urququí. 729 El assiento de Otabalo es grande, bien fundado y de tanto gentío que se reputa el que encierra ser de 18 á 20 mil almas de todos sexos, edades y castas, entre el qual hay gran parte de vecindario español; todos los demás pueblos son compuestos de familias de indios. 730 El territorio de este corregimiento consta de haciendas, como las del antecedente, con la excepcion de no haver en él la abundancia de trapiches que en aquel, pero, en su lugar, son en mayor numero y mas opulentos los obrages, provenido de ser mas quantiosos en indios aquellos pueblos y de su inclinacion á los texidos, pues, además de los que fabrican en las oficinas, hacen los indios sueltos ó no mitayos muchas telas por su quenta, como son lienzos de la tierra ó tucuyos, alfombras, pabellones para cama, colchas adamascadas; todo de algodón, unas veces blanco con diferentes labores y otras azul y blanco, que todos tienen mucha estimacion, assi en la provincia de Quito como en otras á donde se llevan. 731 La siembra de trigo y cebada en la jurisdiccion de este corregimiento no es en la misma forma que en los otros pues, en lugar de regar estas simientes, como practican en aquellos, dividen la tierra en eras ó surcos claros despues de arada y, en la pendiente de estos, á un pie de distancia unos de otros, van haciendo agugeritos y enterrando en cada uno cinco ó seis granos de la simiente. Aunque este methodo es muy espacioso, la lentitud de la siembra redunda en beneficio grande del dueño pues las cosechas suelen ser regularmente de ciento á ciento y cinquenta por una. 732 Hay en aquella jurisdiccion muchas y quantiosas haciendas de potreros, y otras de hatos ó baquerias, donde se hacen crecidas cantidades de quesos; á su aumento y conservacion conduce abundar el territorio en arroyos; con que, se les dá continuo riego á los sitios destinados, yá para engordar los ganados ó yá para mantener las bacadas. Las de lana ú obejerias no son muy quantiosas aunque no faltan. 733 Al pueblo de Cayambe, situado en medio de un espacioso llano, hace espaldas uno de los cerros mas corpulentos de aquellas cordilleras, cuyo nombre es Cayamburo; no es ni menos alto ni menos quaxado de yelo que el de Chimboraso; descuella su altura por entre los muchos que median entre él y Quito, y se dexa ver agigantado desde aquella ciudad; á su sombra, quedan pareciendo de estatura enana los demás, que sin ella serian eminentes á la vista. La vecindad de este cerro hace todo el llano de Cayamba de temple algo frio y desapacible, para lo qual contribuye no menos la gran violencia con que soplan los vientos en él, en cuya fuerza son casi continuos. 734 En el territorio de este corregimiento se hallan dos lagunas. La una, con el nombre de San Pablo, tomandolo de un pueblo que está fundado á su orilla; tendrá una legua de largo y como media de ancho; hay en ella alguna caza de patos y gallaretas, y está rodeada de eneas, que allí llaman totoral; recibe el agua del cerro de Mojanda, y sale de ella uno de los brazos que forman el rio Blanco. La segunda, con poca diferencia en el largo y ancho á la antecedente, es llamada Cuicocha, sobre el cerro que tiene el mismo nombre, aunque no precisamente en lo mas alto de él; su situacion es en una meseta que forma la falda antes de la cumbre; en su medianía hay dos islas, y, en estas, cuyes del monte ó silvestres en abundancia y venados, los quales salen á nado á la tierra firme y, quando se ven acosados de los cazadores, vuelven á entrarse á las islas. 735 Esta laguna cria unos pescaditos muy pequeños, como los camarones, sin escama; danles en el país el nombre de preñadillas; y los llevan escavechados á Quito, donde son estimados por carecer aquella ciudad de otro pescado fresco, y aun este se goza con grande escasez. Tambien los hay en la laguna de San Pablo. 736 El corregimiento de Quito se compone de 25 pueblos principales, parroquias ó curatos, extra de las que tiene la ciudad, y son San Juan Evangelista, Santa Maria Magdalena, Chillogalle, Cono coto, Zambiza, Pintac, Sangolquí, Amaguaña, Guápulo, Cumbayá, Coto Collao, Puembo y Pilo, Yaruquí, el Quinque, Guayllabamba, Machache, Aloasí, Aloa, Uyumbicho, Alangasí, Pomasque, San Antonio de Lulumbamba, Perucho, Cola Calí y Tumbaco. 737 Todo el territorio de aquel corregimiento, que, aunque tiene la denominacion de las cinco leguas, se dilata algo mas por algunas partes, está muy poblado de haciendas, unas, cuyas tierras caen en llanos, otras, en los ámbitos espaciosos de las quebradas, y otras, en los páramos. Los frutos que producen son segun la disposicion ó positura de su terreno; las que están en llanuras templadas son propias de maiz, cuyas cosechas se cogen con muchas creces. Las de los fondos de las quebradas ó cañadas profundas, cuyo temple es cálido, son de caña dulce, de la qual se labra el azucar; se hacen raspaduras, mieles y guarapo, y se destila el aguardiente de caña ó criollo; con las frutas que son propias de este temperamento hacen diversidad de dulces, que llaman rayados, y de ellos hay mucho consumo entre aquellas gentes. 738 La caña es muy tardía en los temples de este corregimiento pues, aunque cálidos, no lo son tanto quanto se necessita para su mas pronta sazón, y assi no madura ni está en disposicion de cortarse hasta los tres años de plantada ni dá mas que un fruto, y despues el de la soca, que sirve para replantarla. 739 La bebida el guarapo no es otra cosa que el caldo de la caña, tal qual sale del trapiche ó ingenio dexandolo fermentar; es muy gustosa, entre dulce y agria, y saludable pero, en excediendose en ella, embriaga, y la gente ordinaria la usa mucho. 740 Las haciendas de páramos, que gozan variedad de temples, unos mas frios que otros, producen las semillas de trigo, cebada, todas especies de menestras y papas, pero cada una de estas tiene el temperamento que requiere; pastean en sus lomas rebaños de ovejas muy crecidos, que proveen con sus lanas los obrages ó fabricas de aquella provincia. Otras sirven de criar ganado bacuno, principalmente con el fin de hacer quesos ó manteca de la leche. Y otras haciendas se componen de obrages, donde, á mas de los ganados y siembras, se fabrican paños de la tierra, estameñas, bayetas y xergas. 741 Por lo dicho, se convence que no puede determinarse con fixeza el temple de este y los demás corregimientos, pues, á proporcion de la altura, es mas ó menos frio ó, por el contrario, cálido, y que, del mismo modo, esta variedad conspira á facilitar la producion de todo genero de frutas, hallando cada una el temple proporcionado á su calidad. Assi, sucede que en el discurso de medio dia de camino se puede salir de un clima que, por el calor, dá á entender bastantemente está en la zona torrida y llegar á otro donde todo es yelo y nieve; pero mas particular y plausible de aquel país es el no conocerse en él mutacion en todo el año, pues el parage, que es templado, nunca se cambia en frio ni sufre mas calor que aquel natural en que una vez fue impuesto. En los páramos solo se nota alguna mas alteracion porque, siendo por naturaleza frios, ó los aumenta la mayor fuerza de los vientos ó el que haga y sea tiempo de páramos, que consiste en cubrir las nubes la mayor porcion de aquellos cerros y convertirse perennemente, aunque sin disminucion, en un menudo granizo, nieve ó escarcha, siendo en esta ocasion tan excessivo el frio que no se puede resistir mucho tiempo; y, al contrario, quando no hay páramos, que el viento es con moderacion y el calor de los rayos del sol puede penetrar hasta la tierra, es soportable su clima. 742 La mayor parte de aquellos pueblos guardan poca formalidad en su disposicion; la iglesia y casa del cura, que aunque sea clerigo, llaman el convento por haver estado en su origen al cuidado de las religiones, es la principal de él, y todo lo restante se reduce á chozas de barro, cubiertas de paja, esparcidas en los campos, donde cada uno tiene su chacarita ó pedazo de tierra que sembrar. La mayor parte de sus vecindarios, y en muchos pueblos todo él, se compone de indios, que habitan allí quando no están de mita, pero, por el mismo tenor, tambien moran en ellos mestizos, y en algunos excede el numero de estos al de aquellos, no faltando entre unos y otros familias de españoles pobres, aunque raras. 743 Por la parte del sur de Quito, es el primer corregimiento que sigue el de esta capital el del assiento de Latacunga. El nombre assiento significa lugar, que es inferior al de villa y superior al de pueblo. Tiene su fundacion este assiento en un llano espacioso; por la parte del este, le hace espaldas la cordillera oriental de los Andes, de la qual se abanza un cerro bien alto, y, poco distante de su pie, está Latacunga, situada en 55 minutos 14 segundos y medio de latitud austral; al occidente, la ciñe un rio de bastante caudal, que, aunque á veces se vadea, es forzoso passarlo por puente siempre que se aumenta alguna cosa. La poblacion es grande y en buen orden; las calles, anchas y derechas; las casas, de piedra y cal, bobedadas todas, hermosas y bien dispuestas, aunque sin alto, por no permitirlo el peligro á que están expuestas de los temblores, y á que determina á sus habitadores la memoria del que experimentaron, con ruina universal de todos sus edificios, en el día 20 de junio del año de 1698, que fue general en la mayor parte de la provincia de Quito, y padecieron no menores estragos otras muchas poblaciones, como se irá viendo. En este assiento solo quedaron, aunque tan maltratadas que fue preciso derribarlas despues, la iglesia de la Compañia y parte de una casa, sin caerse entre mas de 600 que contendria de cal y piedra; en las ruinas de todas fueron sepultados la mayor parte de sus moradores porque empezó el terremoto á la 1 de la mañana, hora en que estaban entregados al descanso del sueño, y continuó el trémulo y formidable movimiento de la tierra lo restante de la noche y mucha parte del dia. 744 Toda la piedra de que están fabricadas casas, templos y sus bobedas es una especie de pomex ó piedra esponjosa de los volcanes, de que allí se hallan canteras; tan ligera que nada sobre el agua y muy porosa; assi, la cal se une bien á ella, y, siendo yá baxas todas las casas, no están tan expuestas á caerse como las antiguas, que tenian un alto. 745 Se compone la jurisdiccion de este corregimiento de diez y siete pueblos principales, que son Zicchos mayor, Zicchos menor, Yungas ó Colorados, Ysilimbí, Chisa-Heló ó Toacaso, Píllaro, San Phelipe, Mula Haló, Aláquez, San Miguel de Molleambato, Saquisilí, Pugilí, Tanicuchi, Cuzubamba, Tisaleo, Angamarca y Pila Haló. 746 El temperamento del assiento es frio porque á distancia de 6 leguas está el cerro ó páramo de Cotopacsi, no menos alto, corpulento y nevado que los de Chimborazo y Cayamburo. Este cerro, cuyas entrañas, conteniendo abundancia de materias combustibles, son alimento del fuego que encierra, rebentó á su violencia en el año de 1533 quando Sebastián de Belalcazar, que havia emprendido la conquista de aquella provincia, se hallaba yá en ella, accidente que favoreció mucho la empressa pues, teniendo los indios anticipada por sus agoreros la noticia de que se havian de perder aquellos paises y verse sujetos á un soberano desconocido quando rebentasse aquel volcán, con la señal de este sucesso, desmayaron tanto en resistir á las fuerzas de Belalcazar que en el siguiente año consiguió señorearse de toda la provincia y sujetar á la obediencia del rey de España sus caciques. Todo aquel espacioso llano está lleno de peñascos disformes que arrojó entonces, algunos á mas de 5 leguas distantes de su falda. En el año de 1743, hallandonos nosotros en las costas de Chile, volvió á rebentar, cuyas noticias y particularidades reservo para otro lugar. 747 En los pueblos de esta jurisdiccion hay variedad de temples porque unos están en la montaña y son calientes, otros en llanos y son templados, y otros, en las immediaciones de los páramos, con el assiento, y son frios; la capacidad y vecindario de todos ellos es por lo regular mayor que los de otros corregimientos de la misma provincia, y se componen de indios y mestizos, con muy corto numero de españoles. 748 Además de la iglesia parroquial que tiene aquel assiento, donde hay dos curas, uno de españoles y otro de indios, tiene conventos de religiosos del orden Seraphico, uno de San Agustin, otro de la Merced, de Santo Domingo y un colegio de padre de la Compañia, cuyas iglesias son muy bien fabricadas, aseadas y con proporcionados adornos á la capacidad de la poblacion. Su vecindario, que, segun se tiene regulado, será de 10 á 12 mil almas de todas edades y sexos, es la mayor parte de españoles y mestizos, y entre los primeros hay familias de distinguida calidad y mediana riqueza, en quienes concurren todas las buenas prendas que realzan los quilates de la nobleza. Los indios viven, como en Quito, en barrios separados que hacen vecindad á la campaña. 749 En el assiento se trabaja toda suerte de oficios y artes mecanicos; y, assi en él como en lo restante de su jurisdiccion, hay muchos obrages de paños, bayetas y tucuyos; hacen grandes salazones de puerco para llevar á vender tanto á Quito como á Riobamba y Guayaquil, donde merecen la mayor estimacion por el punto en que los preparan, que hace exquisito el gusto de la carne, y no se corrompe ni descaece su bondad. 750 Todas las campañas immediatas al assiento están sembradas de alfalfa con arboledas de sauces, cuyo verdor y frondosidad alegra la vista y hace divertido el territorio, no menos que agradable la situacion del lugar. 751 Los indios de los pueblos de Pujilí y Saquisilí fabrican todas especies de obras de barro, como son tinajas, ollas, cantaros, &c.; esto lo hacen con mucho primor, y de allí se expenden en toda la provincia de Quito porque el barro de que se sirven, que es colorado, es assimismo muy fino y oloroso. 752 Al anterior corregimiento sigue el de Riobamba, cuya capital es la villa del mismo nombre. Su jurisdiccion está dividida en dos partidos, y el que govierna allí nombra un theniente en el assiento de Hambato, que media entre Latacunga y esta villa, á la qual pertenecen diez y ocho pueblos principales; conviene á saber, Calpi, Licán, Yaruquiz, San Luis, Cajabamba, San Andrés, Puní, Chambo, Quimiá, Pungalá, Lito, Guano, Hilapo, Guanando, Penipe, Cubijíes, Cevadas y Pallactanga. El partido del assiento de Hambato tiene en su jurisdiccion seis pueblos principales. Son Isamba, Quisapincha, Quero, Pelileo, Patate y Santa Rosa de Pilaguín. 753 Hallase situada esta villa en 1 grado 41 minutos y dos tercios de latitud meridional y 22 minutos al occidente de la ciudad de Quito. En el año de 1533 entró y se hizo dueño de la poblacion que tenian allí los indios Sebastian de Belalcazar, y en el siguiente de 1534 puso los primeros fundamentos de aquella villa el mariscal Diego de Almagro. Su planta es un llano muy capaz aunque rodeada de cerros; por la parte del norte, tiene un llano muy dilatado, y por esta misma se dexa ver en toda su corpulencia el cerro de Chimborazo, de cuyas faldas no está muy distante la poblacion; por la del sur, en otro llano, cuyo terreno supedita al de la villa, hay una laguna, que tendrá como una legua de largo y tres quartos de legua de ancho, llamado Colta; en ella hay mucha abundancia de patos y gallaretas, y sus orillas están pobladas de haciendas. 754 La plaza principal y calles de esta villa son muy regulares, derechas y con desahogo. Las casas, de cal y piedra, y aunque es ligera esta, no tanto como la pomex, de que se sirven en Latacunga; algunas tienen un alto, y esto es mas regular en las que hacen frente á la plaza y su immediacion pero las restantes son todas baxas por el temor de los temblores, que tambien ha padecido, particularmente el que dexo citado de 1698, que arruinó muchas casas y edificios. En tiempo de la gentilidad tenian los indios, assi de esta poblacion como de las que se le seguian por la parte del sur, en su jurisdiccion el nombre de puruayes y lo conservan todavia, siendo distinguidos por él de los restantes de toda la provincia. 755 Además de la iglesia mayor, tiene otra parroquia que es San Sebastian y conventos de las mismas religiones que en Latacunga, uno de monjas de la Concepcion y fundacion de hospital, aunque la fabrica de este arruinada y no se reciben en él enfermos ni hay quien puede cuidar de ellos. 756 Lleva su curso por la parte del occidente de la villa un rio, que, por medio de distintas zequias, dá continuo riego á las campañas de aquellas inmediaciones y las fertiliza tanto que todo el año están produciendo alfalfa y, con su vivo verde, lisonjeando la diversion de la vista. 757 El vecindario, que, segun se tiene hecho computo, será de 16 á 20 mil almas, es en todo correspondiente al de Quito, y las familias de distincion, muchas, pues ó todas las de aquella ciudad derivan su origen de esta villa ó están enlazadas con ellas, siendo la causa que desde los principios de la conquista se avecindaron ó establecieron allí aquellas mas lucidas que passaron de España y han permanecido como en un lugar solariego procurando no disminuirla en los casamientos, que por lo regular hacen entre sí con parientes unos de otros. 758 El cabildo ó cuerpo de la villa se compone de regidores, cuyo caracter procuran recayga en las mas lucidas personas del vecindario; entre estos, nombran alcaldes ordinarios annualmente y tienen la prerrogativa de que, para ser válida la eleccion, hayan de concurrir todos los votos porque, uno que discorde, la anula, y assimismo la de confirmar la villa los electos, lo qual no goza otra ninguna en toda la provincia. 759 La immediacion que tiene á Riobamba el cerro de Chimborazo hace que su temperamento sea mas frio que el de Quito, pues, con particularidad, quando son los vientos de aquel lado, se aumenta tanto que obliga á las familias de lustre y conveniencia á retirarse á las haciendas que posseen en otros mas benignos climas, aunque no muy distantes de aquel sitio. Esto se experimenta mas regularmente desde el mes de diciembre hasta el de mayo ó junio porque entonces es quando suelen correr mas bien los ayres del norte y noroeste. Las aguas son mas moderadas que en aquella ciudad, y menos frequentes y fuertes las tempestades porque de unas á otras median muchos dias, en que la serenidad del cielo y hermosura de la athmosphera alegran la tierra, y lo mismo se experimenta en toda la jurisdiccion. 760 Las haciendas que hay en aquel país son muchas y grandes; las de obrages, quantiosas y en mayor numero que en ninguna otra parte de la provincia, cuyos indios por naturaleza son inclinados á texer, en especial los del pueblo de Guano, que tienen fama por las medias de lana que allí hacen, y es el unico parage en toda la provincia donde se fabrican; las haciendas de ganado lanar ú ovejerias son tambien muy opulentas y estas proveen de lanas todos aquellos obrages. La fertilidad de la tierra es mucha, y en ella se crian con abundancia todas especies de menestras ó semillas en seco. En este territorio se vé con mas frequencia lo que tengo dicho en otra parte, pues, al mismo tiempo que se siembra en un lado, se siega allí immediato en otro, espiga la sementera que está yá en sazón para ello, empieza á nacer la que ha poco que se sembró, y aquellas colinas ó lomas mas parecen pintadas con artificio que naturales. 761 En los territorios de este corregimiento está un dilatado llano ó vega, á la parte del sur de la villa, nombrado Tiocaxas, memorable en la historia por haverse dado en él una batalla que quedó indecisa entre los españoles mandados por Belalcazar y los indios puruayes, defendiendoles estos el passo para Riobamba y lo demás de la provincia. 762 El assiento de Hambato, segundo partido de este corregimiento, está fundado en un llano bien capaz que se halla en lo hondo de una quebrada; por la parte del norte, hace su curso un rio caudaloso, que se passa sobre puente porque la abundancia de sus aguas y mucha rapidez no le permiten vado en ningun tiempo. La disposicion de este assiento es buena; y en lo capaz, poco menos que el de Latacunga pues se hace computo contendrá de 8 á 9 ó 10 mil almas. Sus casas son de adobes, bien parecidas y formadas aunque todas baxas, precaucion necessaria contra el efecto de los temblores. Tiene una parroquia, dos ayudas de parroquia y un convento de religiosos franciscos. Fue destruido totalmente en el mismo terremoto en que lo quedó el assiento de Latacunga; la tierra de sus immediaciones abrió distintas grietas, de las quales permanecen las evidentes señales en una que tiene de 4 á 5 pies de ancho y corre cerca de una legua norte sur, hallandose á la parte del sur del assiento, y á la del norte, despues de passado el rio, se ven otras semejantes. En aquella ocasion rebentó el cerro nevado de Carguairaso, y de él corrió un formidable rio de lodo, formado de la nieve que derritieron las ardientes llamadas que bostezaba su seno y de las cenizas despedidas de sus entrañas, causando una inundacion tal que assoló las sementeras, consumió los ganados que pastaban en los sitios por donde dirigió su curso y dexó los rastros del mismo lodo, que aún permanece seco á la parte del sur del assiento. 763 En quanto al vecindario, sigue este el mismo methodo que el que tiene Quito; por lo tocante á la distincion de familias, no se señala tanto como Riobamba. Todos sus naturales son belicosos y traviesos, propiedad que los desacredita mucho en lo restante de la provincia, y assi no logran reputacion muy sana en el concepto de los circunvecinos. 764 Tiene esta jurisdiccion diversas cosas, ó yá de obras ó yá de frutos, en que se aventaja á las demás; una de ellas es el pan, siendo el que se hace en el assiento afamado por su bondad en toda la provincia, y assi se lleva por regalo hecho roscas á Quito y á otras partes, sin que le haga disminuir su excelencia la dilatacion del tiempo. En el pueblo de Quero trabajan los indios, sus moradores, toda suerte de obras de madera, embutidas con tal primor y habilidad que de él se llevan con grande estimacion á lo restante de la provincia por ser solamente aquel en donde se dedican á hacerlas. La jurisdiccion del de Patate es propia para la caña dulce, y assi se cria en ella con abundancia, siendo de la mejor calidad el azucar que allí se fabrica. A correspondencia de este, en el de Santa Rosa de Pilaguín, cuya situacion y la de sus campañas es en las pendientes ó lomas de Carguairaso, se cria la cebada con mucha abundancia y tiene fama por su buena calidad; al mismo respeto, es particular por la producion de frutas el vecino territorio del mismo assiento, y assi la mayor parte de las de Europa de que goza Quito son llevadas de este, contribuyendo á su produccion su proporcionado temperamento. 765 A la parte occidental del corregimiento de Riobamba se halla el de Quito, mediando entre aquel y el de Guayaquil. Se compone su jurisdiccion de un assiento y siete pueblos, que son el de Chimbo, cabeza de ella, donde antiguamente residian los corregidores, aunque yá assisten el Guaranda por ser mas adequado para el comercio. Comprehenderá el assiento como 80 familias, todas de gente pobre, entre las quales hay algunos de españoles y, las mas, de mestizos y indios. Los pueblos son San Lorenzo, Asancoto, Chapacoto, San Miguel, Guaranda, Guanujo y Tomabelas. El de Guaranda es el mas quantioso aunque todo compuesto de familias de mestizos, muy pocas de españoles y las restantes de indios. 766 Como la jurisdiccion de este corregimiento es la primera de la serranía que linda con Guayaquil, es assimismo la que entretiene, con el exercicio de las crecidas requas de mulas, todo el comercio de Quito con las otras provincias del Perú por medio de la de Guayaquil, conduciendo de la primera la fardería de los paños y generos que se fabrican en ella, harinas y simientes del país y, en su retorno, llevando el vino, aguardiente de uba, sal, algodón, pescado, aceyte y otros efectos de que carece. Las utilidades que este tráfico dexa en sus vecinos son crecidas, y es en el verano quando se hace porque en ibierno no pueden superar y vencer las mulas la incomodidad de los caminos, como dexo yá dicho, y llaman á esto cerrarse las montañas. 767 El temperamento de Guaranda y el de la mayor parte de la jurisdiccion de Chimbo es muy frio por la immediacion á el páramo de Chimborazo; sus tierras, dilatadas y fértiles como en los otros parages de la provincia de que tengo hablado, pero las haciendas son por lo general ó de potreros, donde engordan y mantienen los ganados de requas, ó de sembradío. 768 Del corregimiento de Guayaquil, que seguia siendo el ultimo que corresponde al occidente del de Gua-randa, no hay que decir cosa alguna respeto de estar anticipada su descripcion particular en mas oportuno lugar de esta obra.
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COMIENÇA EL LIBRO CUARTO De la astrología judiciaria o arte adivinatoria indiana Prólogo Cosa muy sabida es que los astrólogos llamados genethliaci tienen solicitud en saber la hora y punto del nacimiento de cada persona, lo cual sabido, adivinan y pronostican las inclinaciones naturales de los hombres por la consideración del signo en que nacen y del estado y aspecto que entonce tenían los planetas entre sí y en respecto del signo. Estos astrólogos o adivinos fundan su adivinança en la influencia de las constelaciones y planetas, y por esta causa tolérase su adivinança y permítese en los reportorios que el vulgo usa, con tal condición que nadie piense que la influencia de la constelación haze más que inclinar a la sensualidad, y que ningún poder tiene sobre el libre albedrío. Estos naturales de toda Nueva España tuvieron y tienen gran solicitud en saber el día y hora del nacimiento de cada persona para adivinar las condiciones, vida y muerte de los que nacían. Los que tenían este oficio se llamavan tonalpouhque, a los cuales acudían como a prophetas cualquier que le nacía hijo, hija, para informarse de sus condiciones, vida y muerte. Estos adivinos no se regían por los signos ni planetas del cielo, sino por una instrucción que según ellos dizen se la dexó Quetzalcóatl, la cual contiene veinte caracteres multiplicados treze vezes, por el modo que en el presente libro se contiene. Esta manera de adivinança en ninguna manera puede ser lícita, porque ni se funda en la influencia de las estrellas, ni en cosa ninguna natural, ni su círculo es conforme al círculo del año, porque no condene más de dozientos y sesenta días, los cuales acabados tornan al principio. Este artificio de contar o es arte de nigromántica o pacto y fábrica del demonio, lo cual con toda diligencia se deve desarraigar. Al sincero lector Tienes en el presente volumen, amigo lector, todas las fiestas movibles del año por su orden, y las cerimonias, sacrificios, y regozijos y supersticiones que en ellas se hazían, donde se podrá tomar indicio y aviso para conocer si agora se hazen del todo o en parte, aunque por no saber el tiempo en que se hazen, por ser movibles, será dificultoso de caer en ellas. Tienes también mucha copia de lenguaje tocante a esta materia, entre ellos bien trillada y a nosotros bien oculta. Hay ocasión en esta materia de conjecturar la habilidad de esta gente, porque se contiene en ella cosas bien delicadas, como en la tabla que está al fin del libro se parece.
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LIBRO CUARTO De la astrología judiciaria o arte de adivinar que estos mexicanos usavan para saber cuáles días eran bien afortunados y cuáles mal afortunados, y qué condiciones tendrían los que nacían en los días atribuidos a los caracteres o signos que aquí se ponen, y parece cosa de nigromancia, que no de astrología CapÍtulo primero Del primero signo, llamado ce cipactli, y de la buena fortuna que tenían los que en él nacían, ansí hombres como mugeres, si no la perdían por su negligencia o floxura Aquí comiençan los caracteres de cada día que contavan por trezenas. Eran treze días en cda semana, y hazían un círculo de dozientos y sesenta días, y después tornavan al principio. El primer carácter se llama cipactli, que quiere dezir un "espadarte", que es pez que vive en la mar, y es principio de todos los caracteres que hazen y cuentan cada día hasta que hazen un círculo de dozientos y sesenta días, y comiença la cuenta de los días dando a cada carácter treze días, que se lima año de los caracteres. El primero día de los treze es de primero carácter que se llama cipactli; el segundo de otro carácter que se llama écatl, que quiere dezir " viento"; el tercero día es de otro carácter que se llama calli, que quiere dezir "casa"; el cuarto día es de otro carácter que se llama cuetzpalin, que quiere dezir "lagartija"; el quinto día es de otro carácter que se llama cóatl, que quiere dezir "culebra"; el sexto día es de otro carácter que se llama miquiztli, que quiere dezir "muerte"; el séptimo día es de otro carácter que se llama máçatl, que quiere dezir "ciervo"; el octavo día es de otro carácter que se llama tochtli, que quiere dezir "conejo"; el noveno día es de otro carácter que se llama atl, que quiere dezir "agua"; el décimo día es de otro carácter que se llama uçomatli, que quiere dezir "mona"; el undécimo día es de otro carácter que se llama itzcuintli, que quiere dezir "perro"; el duodécimo día es de otro carácter que se llama malinalli, que quiere dezir "heno"; el tredécimo día es de otro carácter que se llama ácatl, que quiere dezir "caña". Estos trezes días dezían que eran bien afortunados, que cualquiera que nacía en cualquiera de los trezes días, que si era hijo de principal, sería señor o senador y rico; y si es hijo de baxa suerte y de padres pobres, sería valiente y honrado y acatado de todos, y tendría qué comer, y si era hija la que nacía en cualquiera de los treze días, sería rica y tendría todo cuanto es menester para su casa, para gastar en comida y bevida, para hazer combite, para bailar y dançar en su casa, y dar comida y bevida a los pobres, viejos y huérfanos que no tienen qué comer y bever, y será todo próspero lo que hiziere por su trabajo para ganar la vida, y no se le perderá cosa ninguna del trabajo, y será hábil para vender todas las mercaderías y ganar todo cuanto pudiere. Y más, dezían que aunque en naciendo una criatura tuviesse carácter bien afortunado, si no hazía penitencia, y si no se castigava, y si no sufría los castigos que se le hazen y las palabras zelosas y ásperas que se le dan, y si es de mala criança, ni anda en camino derecho, pierde todo cuanto havía merecido por el buen signo en que nació. El mesmo se menosprecia y se ciega; aun si es amancebado pierde la buena fortuna que tenía, y ansí se empobreze y no tiene qué comer y bever, y tendrá gran trabajo en toda su vida, porque él mesmo buscó la mala ventura por su vellaquería, siendo desobediente y sobervio y descuidado, y en ninguna parte hallará contento, y siempre tendrá pobreza y mala ventura, y todos le menospreciarán y todos le tendrán en nada, y nadie le terná por amigo, y ándase solo, y nadie le quiere a bien, y en todo lugar le querrán mal, y todos le maldirán, y es odioso a todos y míranle con malos ojos por ser público pecador, y todos le maldizen por ser sobervio y vagamundo y por andar perdido y desobediente a lo que se mandava y aconsejava, y porque no cura de la buena criança. Y la criatura que nacía en buen signo dezían los padres y madres: "Nuestra criatura es bien afortunada y tiene buen signo, que se llama cipactli". Luego le baptizavan y le davan el nombre del signo, llamándole Cípac, o le davan otro nombre de los agüelos, etc. Y si les parecía, passavan el baptismo a otro día que fuesse de mejor fortuna dentro del mesmo signo. Y si la criatura que nacía era varón, cuando le baptizavan, hazíanle una rodela pequeña con cuatro saetillas y atavan a ellas el umbligo, y dávanlo todo junto a los hombres soldados para que lo llevassen al lugar de la pelea, y allí lo enterravan. Y si la criatura que nacía era muger, cuando le baptizavan, le ponían en el lebrillo todas las alhajas de muger con que hilan y texen, porque la vida de la muger es criarse en casa, y estar y vivir en ella; el umbligo enterrávanle junto al hogar. Y esta astrología o nigromancia fue tomada y hovo origen de una muger que se llama Oxocomo y de un hombre que se llama Cipactónal. Y los maestros de esta astrología o nigromancia que contavan estos signos, que se llamavan tonalpouhque, pintavan a esta muger Oxocomo y a este hombre Cipactónal y los ponían en medio de los libros donde estavan escritos todos los caracteres de cada día, porque dezían que eran señores de esta astrología o nigromancia, corno principales astrólogos, porque la inventaron y hizieron esta cuenta de todos los caracteres.
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LIBRO CUARTO DE LA HISTORIA DE LA FLORIDA DEL INCA Trata del combate del fuerte de Alibamo; la muerte de muchos españoles por falta de sal; cómo llegan a Chisca y pasan el Río Grande; indios y españoles hacen una solemne procesión para adorar la cruz, pidiendo a Dios mercedes; la cruel guerra y saco entre Capaha y Casquin; hallan los españoles invención para hacer sal; la fiereza de los tulas, en figuras y armas; un regalado invierno que los castellanos tuvieron en Utiangue. Contiene dieciséis capítulos CAPÍTULO I Salen los españoles del alojamiento Chicaza y combaten el fuerte de Alibamo El gobernador y sus capitanes, viendo que era ya pasado el mes de marzo y que era ya tiempo de pasar adelante en su descubrimiento, consultaron salir de aquel alojamiento y provincia de Chicaza, y la demás gente lo deseaba por verse fuera de aquella tierra donde tanta guerra y daño les habían hecho, y siempre de noche, que en todos los cuatro meses que allí estuvieron los españoles invernando, no faltaron los indios cuatro noches sin darles rebatos y arma continua. Con esta determinación común, salieron los nuestros de aquel puesto a los primeros de abril del año mil y quinientos y cuarenta y uno, y, habiendo caminado el primer día cuatro leguas de tierra llana, poblada de muchos pueblos pequeños de a quince y de veinte casas, pararon un cuarto de legua fuera de todo lo poblado, pareciéndoles que los indios de Chicaza, que tan molestos les habían sido en su tierra, viéndolos ya fuera de sus pueblos, les dejarían de perseguir. Mas ellos tenían otros pensamientos muy diferentes y ajenos de toda paz, como luego veremos. Como los españoles parasen para alojarse en aquel campo, enviaron por todas partes caballos que corriesen la tierra y viesen lo que había en circuito del alojamiento. Los cuales volvieron con aviso que cerca de allí había un fuerte hecho de madera, con gente de guerra muy escogida, que, al parecer, serían como cuatro mil hombres. El general, eligiendo cincuenta de a caballo, fue a reconocer el fuerte y, habiéndolo visto, volvió a los suyos y les dijo: "Caballeros, conviene, antes que la noche cierre, echemos del fuerte donde se han fortalecido, nuestros enemigos, los cuales, no contentos con la molestia y pesadumbre que tan porfiadamente en su tierra nos han dado, quieren, aunque estamos fuera de ella, molestarnos todavía por mostrar que no temen vuestras armas, pues las vienen a buscar fuera de sus términos. Por lo cual será bien que los castiguemos y que no queden esta noche donde están, porque, si allí los dejamos, saliendo por sus tercios en rueda, nos flecharán toda la noche sin dejarnos reposar." A todos pareció bien lo que el gobernador había dicho y así, dejando la tercia parte de la gente de infantes y caballos para guarda del real, fue toda la demás con el gobernador a combatir el fuerte llamado Alibamo, el cual era cuadrado, de cuatro lienzos iguales, hecho de maderos hincados, y cada lienzo de pared tenía cuatrocientos pasos de largo. Por de dentro en este cuadro había otros dos lienzos de madera que atravesaban el fuerte de una pared a otra. El lienzo de la frente tenía tres puertas pequeñas y tan bajas que no podía entrar hombre de a caballo por ellas. La una puerta estaba en medio del lienzo y las otras dos a los lados, junto a las esquinas. En derecho de estas tres puertas, había en cada lienzo otras tres, para que, si los españoles ganasen las primeras, se defendiesen en las del segundo lienzo, y en las del tercero y cuarto. Las puertas del postrer lienzo salían a un río que pasaba por las espaldas del fuerte. El río, aunque era angosto, era muy hondo y de barrancas muy altas, que con dificultad las podían subir y bajar a pie y de ninguna manera a caballo. Y éste fue el intento de los indios: hacer un fuerte donde pudiesen asegurarse de que los castellanos no les ofendiesen con los caballos entrando por las puertas o pasando el río, sino que peleasen a pie como ellos, porque a los infantes, como ya hemos dicho otras veces, no les habían temor alguno por parecerles que les eran iguales y aun superiores. Sobre el río tenían puentes hechas de madera, flacas y ruines, que con dificultad podían pasar por ellas. A los lados del fuerte no había puerta alguna. El gobernador, habiendo visto y considerado bien el fuerte, mandó que se apeasen cien caballeros de los más bien armados y, hechos tres escuadrones de a tres hombres por hilera, acometiesen el fuerte y que los infantes, que no iban tan bien armados de armas defensivas como los caballeros, fuesen en pos de ellos, y todos procurasen ganar las puertas. Así se ordenó en un punto. Al capitán Juan de Guzmán le cupo la una puerta, y al capitán Alonso Romo de Cardeñosa, la otra, y a Gonzalo Silvestre, la tercera, los cuales se pusieron en sus escuadrones en derecho de las puertas para las acometer. Los indios que hasta entonces habían estado encerrados en su fuerte, viendo los españoles apercibidos para los combatir, salieron cien hombres por cada puerta a escaramuzar con ellos. Traían grandes plumajes sobre las cabezas y, para parecer más feroces, venían todos ellos pintados a bandas las caras y los cuerpos, brazos y piernas, con tintas o betún de diversas colores, y con toda la gallardía que se puede imaginar arremetieron a los españoles. Y de las primeras flechas derribaron a Diego de Castro, natural de Badajoz, y a Pedro de Torres, natural de Burgos, ambos nobles y valientes, los cuales iban en la primera hilera, a los lados de Gonzalo Silvestre. A Diego de Castro hirieron encima de la rodilla, en el lagarto de la pierna derecha, con un arpón de pedernal a Pedro de Torres atravesaron una pierna por entre las dos canillas. Francisco de Reinoso, caballero natural de Astorga, viendo solo a Gonzalo Silvestre, que era su caudillo, se pasó de la segunda fila, donde iba, a la primera por no le dejar ir solo. En el segundo escuadrón, donde iba por capitán Juan de Guzmán, derribaron de otro flechazo con arpón de pedernal a otro caballero llamado Luis Bravo de Jerez, que iba al lado del capitán, y le hirieron en el lagarto del muslo. Al capitán Alonso Romo de Cardeñosa, que iba a combatir la tercera puerta, le quitaron de su lado uno de sus dos compañeros que había por nombre Francisco de Figueroa, muy noble en sangre y en virtud, natural de Zafra, el cual fue asimismo herido por el lagarto del muslo y también con arpón de pedernal, que estos indios, como gente plática en la guerra, tiraban a los españoles de los muslos abajo, que era lo que llevaban sin armas defensivas, y tirábanles con arpones de pedernal por poder hacer mayor daño porque, si no hiriesen de punta, cortasen de filo al pasar. Estos tres caballeros murieron poco después de la batalla, y todos en una hora, porque las heridas habían sido iguales. Causaron con su muerte mucha lástima, porque eran nobles, valientes y mozos, porque ninguno de ellos llegaba a los veinte y cinco años. Sin las heridas que hemos dicho, hubo otras muchas, porque los indios peleaban valentísimamente y tiraban a las piernas a sus enemigos. Lo cual, visto por los nuestros, dieron a una todos un alarido diciendo que cerrasen de golpe con los contrarios y no les diesen lugar a que gastasen sus flechas, con que tanto daño les hacían, y así los acometieron con toda furia y presteza y los llevaron retirando hasta las puertas del fuerte.
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LIBRO CUARTO CAPÍTULO I De tres géneros de mixtos que se han de tratar en esta historia Habiendo tratado en el libro precedente, de lo que toca a elementos y simples, lo que en materia de Indias nos ha ocurrido, en este presente trataremos de los compuestos y mixtos, cuanto al intento que llevamos pareciere convenir. Y aunque hay otros muchos géneros, a tres reduciremos esta materia, que son metales, plantas y animales. Los metales son como plantas encubiertas en las entrañas de la tierra, y tienen alguna semejanza en el modo de producirse, pues se ven también sus ramos y como tronco de donde salen, que son las vetas mayores y menores, que entre sí tienen notable trabazón y concierto, y en alguna manera parece que crecen los minerales al modo de plantas, no porque tengan verdadera vegetativa y vida interior, que esto es sólo de verdaderas plantas, sino porque de tal modo se producen en las entrañas de la tierra por virtud y eficacia del sol y de los otros planetas, que por discurso de tiempo largo se van acrecentando y cuasi propagando. Y así como los metales son como plantas ocultas de la tierra, así también podemos decir que las plantas son como animales fijos en un lugar, cuya vida se gobierna del alimento que la naturaleza les provee en su proprio nacimiento. Mas los animales exceden a las plantas, que como tienen ser más perfecto, tienen necesidad de alimento también más perfecto, y para buscalle les dio la naturaleza movimiento, y para conocelle y descubrille, sentido. De suerte que la tierra estéril y ruda es como materia y alimento de los metales; la tierra fértil y de más sazón es materia y alimento de plantas; las mismas plantas son alimento de animales, y las plantas y animales alimento de los hombres, sirviendo siempre la naturaleza inferior para sustento de la superior y la menos perfecta subordinándose a la más perfecta. De donde se entiende cuán lejos está el oro y la plata y lo demás, que los hombres ciegos de codicia estiman en tanto, de ser fin digno del hombre, pues están tantos grados más abajo que el hombre, y sólo al Creador y universal Hacedor de todo está sujeto y ordenado, como a proprio fin y descanso suyo, y todo lo demás no más de en cuanto le conduce y ayuda a conseguir este fin. Quien con esta filosofía mira las cosas creadas y discurre por ellas, puede sacar fruto de su conocimiento y consideración, sirviéndose de ellas para conocer y glorificar al autor de todas. Quien no pasa más adelante de entender sus propriedades y utilidades, o será curioso en el saber o codicioso en el adquirir, y al cabo le serán las criaturas lo que dice el sabio, que son a los pies de los insipientes y necios; conviene a saber: lazo y red en que cae y se enredan. Con el fin pues, y intento dicho, para que el Creador sea glorificado en sus criaturas, pretendo decir en este libro algo de lo mucho que hay digno de historia en Indias, cerca de los metales, y plantas y animales que son más propriamente de aquellas partes; y porque tratar esto exactamente sería obra muy grande y que requiere mayor conocimiento que el mío y mucha más desocupación de la que tengo, digo que solamente pienso tratar sucintamente algunas cosas, que por experiencia o por relación verdadera he considerado cerca de las tres cosas que he propuesto, dejando para otros más curiosos y diligentes la averiguación más larga de estas materias.