El Lavochkin La-9 fue el último caza de la serie y, por tanto, sucesor del La-5 y del La-7. Sin embargo, era también radicalmente opuesto en su concepción, pudiendo incorporar eyectores de modo experimental para incrementar la propulsión.
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fuente
El LaGG-3 fabricado por Lavochkin fue resultado de una serie de mejoras refectuadas sobre su antecesor, el LaGG-1. Este fue objeto de una solicitud del Alto Mando soviético, quien intentaba modernizar sus efectivos aéreos en 1939. Con fuselaje de madera, diseño de ala baja, carlinga cerrada y tren de aterrizaje retráctil, comenzó a volar en marzo de 1940. Los primeros vuelos demostraron sus limitaciones, dando pobres resultados en cuanto a maniobrabilidad y techo de servicio. No obstante sus carencias, se inició su fabricación en serie, habiéndose construido para finales de 1941 unos 100 aparatos. Los problemas del LaGG-1 se intentaron subsanar con el LaGG-3, del que se fabricaron 6.427 unidades. Bastante mejor en cuanto a sus prestaciones, combatió contra los aparatos de la Luftwaffe durante la Operación Barbarroja.
Personaje
Científico
Nacido en París el 26 de agosto de 1743, se forma primero en Derecho y después en Matemáticas, Física y Botánica, especializándose en los estudios sobre Química. Sus experimentos los realiza principalmente en el ámbito agrícola, estudiando la producción y el abastecimiento de agua de París. Trabajó como instructor de las fábricas de pólvora, implementando sistemas para mejorar la calidad y rendimiento de la producción. Durante la Revolución Francesa fue condenado a muerte y guillotinado. Su mayor contribución es la formulación del principio de conservación de la materia, redactado en su "Tratado elemental de química" (1789) y la fundación de la Química cuantitativa. Sus investigaciones le llevan a comprobar la existencia del flogisto, sustancia sobre la que pensaba era componente de los cuerpos y se desprendía mediante la aplicación calor. En su "Método de nomenclatura química", publicado en 1787, clasifica y sistematiza la formulación de las reacciones químicas. También experimenta con elementos como el fósforo y descubre la existencia de un gas al que llama oxígeno (creador de ácido), al determinar que los ácidos se originan mediante la combustión de elementos no metálicos en aire puro. También demuestra que los metales producen sales u óxidos y que en la combustión se produce la reacción del oxígeno con los cuerpos. Falleció en París el 8 de mayo de 1794.
Personaje
Otros
Nacido en Edimburgo, pudo crear en 1716 un banco privado con derecho a emitir, gracias a la ayuda del regente de Francia. Emprendió en 1717 la colonización del Mississippi y creó la Compañía de Occidente, que llegó a controlar en exclusiva el negocio del tabaco. En estrecho contacto con el gobierno francés, logró dominar a la mayoría de las empresas francesas que operaban en el exterior, hasta que la especulación de sus accionistas y las acciones de sus enemigos ocasionaron la quiebra del banco y la Compañía y la huida de Law de Francia.
contexto
Durante la Gran Guerra, el Paso del Tonal, en el confín alpino entre el Reino de Italia y el Imperio austrohúngaro, entre Lombardía y el Trentino, fue escenario de duras batallas. Los austrohúngaros se hicieron con el control al comienzo de la guerra, en 1915, ocupando la cima del Montecillo y el Paso Paraíso, dominado por el Sur en toda su longitud. Los italianos intentaron conquistarlo más de una vez durante los años sucesivos, pero todos los intentos fueron inútiles hasta mayo de 1918, ya que por medio de una complicada operación de tres días (operación que después se conocerá como La batalla blanca), finalmente consiguieron su objetivo. De esta forma, después de tres años de dura batalla, los italianos ocuparon una línea fortificada que a través del puerto continuaba hacia el Norte (por el Grupo de los Ortles Cevedale) tocando el pico Cady, el Monte Tonal occidental y la Punta del Abiolo, la cual continuaba hacia el Sur a través del Paso (por el Grupo del Adamello), tocando la cota 2545 de la cima del Montecillo, el Paso Paraíso y la Punta del Castillo. En el Paso del Tonal y en los montes adyacentes, la lucha durante los años precedentes había sido siempre muy dura. Las tropas italianas de montaña (las tropas alpinas) habían combatido valerosamente a las fuerzas austrohúngaras en la cima y en los hielos surcados de infinidad de hendiduras. Vivían en posiciones en donde el aire estaba muy enrarecido y en donde el hielo era otro enemigo, el más terrible (con niebla, tormentas y avalanchas). Habían resistido estoicamente cuando la temperatura invernal media durante el día oscilaba entre 15 y 20 grados bajo cero, y durante la noche entre 25 y 30 grados bajo cero. Habían conseguido sobrevivir donde parecía imposible. Así lo testimonia a comienzos del invierno de 1915 Cesare Battisti: "El frío era tan intenso que hacia las 11, después de desayunar, todo estaba helado: el vino, el pan, la carne. Hoy se avecina una tormenta terrible. En las trincheras el termómetro señala 29 grados bajo cero. Aquí, en el refugio, tenemos varios grados bajo cero (¡-12°!)". Sin embargo, después de la conquista italiana, la paz no volvió al Paso. Los austrohúngaros estaban preparando una gran ofensiva entre el altiplano de las Siete Villas y el mar, destinada a dar el golpe de gracia a los italianos postrados por la retirada de Caporetto. La ofensiva decisiva comenzó a mediados de junio con una operación en la zona del tonal denominada Lawine Expedition, es decir, Operación avalancha. La Lawine Expedition, según los planes previstos, debería desfondar en primer lugar las posiciones italianas situadas en el Paso, después, un rápido descenso por la Valcamonica hasta Brescia y la llanura Padana... con destino final en Milán (en los cascos de algunos caídos se encontró escrita la tan elocuente frase Nach Mailand, es decir, Hacia Milán). Para realizar los ambiciosos planes previstos, los austrohúngaros organizaron una fuerza de choque considerable a la que se unieron las unidades ya presentes en el Paso. Se trataba de dos divisiones de infantería (la 1? y la 22?), reforzadas por algunos destacamentos elegidos, entre los que se encontraba un batallón de Bosnia-Herzegovina: tropas desgastadas durante los años de la guerra, malnutridas por el bloqueo económico impuesto por la Intendencia de los Imperios centrales, pero todavía prontas para combatir con el apoyo de casi 200 piezas de artillería de distinto calibre. De frente a los austrohúngaros estaba el VII reagrupamiento alpino, formado por el 8° y 16° grupo alpino y tres grupos de artillería de montaña (el IV, el XXXI y el XLV). El 8° grupo alpino desplegaba los batallones Pinerolo, Susa y Val Maira. El 16° grupo alpino, los batallones Monte Clapier, Monte Rosa, Tolmezzo, Val Brenta y Valcamonica. Las armas con las que los alpinos habían combatido durante los años precedentes eran las mismas con las que afrontaron la nueva amenaza. La dotación individual comprendía el tradicional fusil modelo 91 (cal. 6,5 mm) de infantería. Tenían también ametralladoras. Los alpinos utilizaban las Saint Etienne 1907 francesas (cal. 8 mm) y las Fiat-Revelli 1914 (cal. 6,5 mm), sobre cuyas características, después de la guerra, un oficial de complemento (Giacomo Calvi) se expresaba así: "En un primer momento utilizábamos las Saint Etienne francesas... que eran buenas, aunque demasiado grandes; después nos dieron las Fiat, mucho más ligeras y manejables, pero tenían la fea costumbre de encasquillarse por culpa de una mecánica demasiado sofisticada y, tal vez, incluso por el material, que no era de lo mejor y se recalentaba hasta bloquear el arma... La mejor era la Saint Etienne... costaba llevarla detrás... pero una vez colocaba en su sitio, daba buenos resultados". Los oficiales tenían en dotación al principio una pesada pistola semiautomática Glisenti modelo 10, después, la ligera Beretta modelo 1915. Los austrohúngaros confiaron la preparación y la ejecución de la Lawine Expedition al mariscal Metzger, un especialista en la guerra en montaña. Metzger se puso manos a la obra con escrúpulos. La complicada operación comenzó la noche comprendida entre el 11 y el 12 de junio de 1918, con un intenso bombardeo de artillería sobre las líneas y vías de comunicación italianas, alertadas desde hacía días. La mañana del 12 de junio el bombardeo fue suspendido a causa del mal tiempo. Más tarde prosiguió desde el mediodía hasta la tarde y, después de una pequeña pausa, continuó durante toda la noche del 12 al 13 de junio, noche durante la que se lanzaron numerosas bombas de gas (aunque las nubes mortales, por un repentino cambio en la dirección del viento ¡volvieron hacia atrás, hacia el remitente!). Las líneas y vías de comunicación italianas sufrieron graves daños. Sin embargo, la artillería italiana respondió con presteza al fuego tratando de golpear sobre todo en las líneas de comunicación austrohúngaras a través de las que se añadían más tropas. Con las primeras luces del amanecer del día 13, mientras la niebla nocturna comenzaba a disolverse, comenzó el ataque. La lucha se hizo cada vez más violenta. "...el estrago se produce en cada posición y en las trincheras llenas de combatientes que se ciñen para el combate. Por todas partes, la lucha se ha convertido en combates cuerpo a cuerpo. Algunos pequeños núcleos que se resisten son aniquilados con cualquier medio", escribe el joven teniente de complemento Gian Maria Bonaldi. En el Paso, las ametralladoras de los alpinos arrasaron a los asaltantes (una compañía austrohúngara, formada por unas pocas decenas de hombres, se rindió). En la cima Cady los austrohúngaros lograron conquistar algunas posiciones avanzadas. A primeras horas de la mañana fueron atacados por los alpinos y los batallones de Monte Clapier y Valcamonica. A mediodía volvieron al ataque después de un intenso bombardeo consiguiendo conquistar las posiciones avanzadas contiguas. Al caer de la tarde se retiraron, envueltos en un nuevo contraataque de los alpinos. En la cima del Montecillo la lucha se hizo más violenta. Los austrohúngaros utilizaron dos compañías formadas por expertos escaladores bajo el mando de los tenientes Peter Schneider y Toni Kaserer. La cima, tan estrecha que por ella sólo podían pasar como máximo en hileras de dos hombres, fue abatida continuamente por el fuego de las ametralladoras de los alpinos. Los asaltantes fueron diezmados aunque, al final de la mañana, con admirable tenacidad, consiguieron adueñarse de la cota 2545. Los alpinos del batallón Monte Rosa intentaron realizar un rápido contraataque utilizando la estrechísima pasarela que unía la cota 2545 con el Paso del Diablo. Sin embargo, la pasarela fue destruida por los austrohúngaros, por lo que algunos alpinos murieron precipitados en el barranco. Al mediodía, partiendo de la cuenca del Presena, la 522 compañía del batallón Edolo, guiada por el capitán Gennaro Sora (el futuro explorador polar), avanzó audazmente sobre las rocas y consiguió situarse a pocos metros del objetivo, aunque fueron repelidos por un denso ataque de bombas de mano y piedras. Al final de la tarde, cuando la niebla volvía a caer por la izquierda del Paso, la Lawine Expedition podía decirse que había concluido. Los austrohúngaros (que habían enviado al ataque tan sólo la 1? división) habían sido repelidos en el Paso y al Norte, en la cima Cady. Al Sur habían conseguido adueñarse tan sólo de la cota 2545, en la contienda de la cima del Montecillo. La vasta llanura del Tonal, los apéndices del Montecillo y de la cima Cady son una trágica maraña de muertos. Uno encima de otro. Amontonados en los puntos de combate. ¡La noche cae con tanta furia y tanto despilfarro de hombres! Los gritos de los heridos son horrorosos en la oscuridad..." sigue escribiendo el teniente Bonaldi. La fallida Lawine Expedition costó a los austrohúngaros 2.300 hombres entre muertos y heridos, y 200 prisioneros. Los italianos, entre muertos y heridos, perdieron casi 350 hombres. De esta forma, el Paso Tonal quedó en manos de los alpinos, quienes mantuvieron sus posiciones hasta la conclusión de la guerra.
Personaje
Literato
Encamina su educación para convertirse en profesor pero aunque finaliza su carrera sólo trabajaría en la enseñanza durante algún tiempo, para dedicarse de pleno a la literatura. Tras un largo recorrido por Europa publica su primera novela: "El pavo Blanco". A este libro le seguirían "El merodeador" y "El arco iris". Con todas estas historias tuvo que afrontar críticas debido a su contenido sexual. Aunque la novela que mayor escándalo provocaría en este sentido sería "El amante de lady Chatterley". La estrecha relación que mantiene con su madre, a causa de la muerte de su hermano, es uno de los hechos que determina su obra, como sucede en "Hijos y amantes".
Personaje
Militar
Educado en Oxford, desde muy joven manifiesta sus inclinaciones por el estudio de los países árabes, además de conocer su idioma. Intervino en los trabajos de excavación patrocinados por el Museo Británico en el Eúfrates. En este tiempo entró a formar parte de la Geographical Section of the General Staff en Londres, para participar más tarde en los servicios de inteligencia militar británicos. Desde El Cairo supo manejar con total habilidad las facciones nacionalistas de todo el territorio. Gracias a sus excelentes relaciones con el pueblo árabe recibiría el título de Lawrence de Arabia. Fue asesor de la oficina de colonias, pero en 1922 ingresó en el ejército aéreo británico con un nombre falso. En 1933 muere a causa de un accidente en moto. Escribió "Los siete pilares de sabiduría" y "El amante de Lady Chatterley". Su particular y rica personalidad han motivado a muchos autores como Robert Graves o Aldington a escribir su biografía, e incluso ha sido llevada a la gran pantalla.
Personaje
Pintor
Artista precoz, su padre no dudó en utilizar su habilidad para los retratos durante su adolescencia en la localidad de Bath, consiguiendo importantes ganancias con obras a lápiz o pastel que supondrán la mayoría de los ingresos familiares. A los 17 años se trasladó a Londres para continuar su formación artística, ingresando en la Royal Academy. En 1787 envió siete trabajos a la exposición oficial consiguiendo muy pronto ser reconocido gracias a la presentación en 1790 de su Reina Carlota, obra que le confirmaría como retratista de moda entre la alta sociedad londinense. Incluso llegó a aceptar más encargos de los que podía realizar, con lo que en numerosas ocasiones no satisfacía sus clientes. En 1791 fue elegido miembro correspondiente de la Academia y al año siguiente era designado sucesor de Reynolds como pintor del rey. La Academia le elevaría su rango a miembro de pleno derecho en 1794, siendo elegido presidente en 1820. Las obras de Lawrence pronto empezaron a ser criticadas por su excesiva teatralidad. El pintor deseaba trabajar también en la pintura temática y no dedicarse sólo a la retratística pero sus intentos en este asunto carecen del vigor de sus trabajos en el campo del retrato. La fama de Lawrence empezó a tener un ligero declive que consiguió superar con la exposición en la Royal Academy de 1807. Paulatinamente recuperaría su fama inicial, siendo nombrado caballero en 1815, momento en el que se le hace un importante encargo por parte de la familia real: la Cámara de Waterloo, en el castillo de Windsor, donde retratará a los soberanos, militares y hombres de Estado relacionados con la reciente derrota de Napoleón. Su fama alcanzó la internacionalidad con una serie de trabajos en el extranjero entre 1818 y 1820, especialmente con el retrato del papa Pío VII. Su estilo aparentemente rápido encierra un método de trabajo tremendamente minucioso, en el que los rasgos del modelo eran debidamente dibujados antes de trabajar con el óleo. Sin embargo, el empleo de ayudantes en la ejecución de numerosas obras ha llevado a un descenso de calidad en buena parte de ellas. A pesar de ello, el estilo de Lawrence alcanzará importante popularidad en las décadas de 1830-1840.