Busqueda de contenidos

monumento
La empresa que marca el ápice creador de Borromini es la iglesia de Sant' Ivo alla Sapienza, resultado de la inteligente simbiosis nacida de injertar un organismo absolutamente original en el tejido edilicio de una fábrica anterior. En 1632 había sido nombrado arquitecto pero hasta 1642 no se le encargaría a Borromini construir la iglesia en el espacio entre el muro curvo y la fachada este del complejo del Archiginnasio, futura Universidad de Roma, un edificio definido en sus líneas esenciales por P. Ligorio y G. Della Porta, que proyectó la exedra de dos órdenes que cierra el extremo este del largo patio. Iniciada en 1643, la estructura muraria estaría acabada en 1650, aunque la decoración interior y el pavimento hicieron postergar su solemne consagración hasta 1660. Como en San Carlino, Borromini concibe un edificio de planta central basado en un esquema geométrico que, extraño a la tradición italiana, se inspira en la arquitectura de la Antigüedad tardía. Procediendo con una extraña limpieza geométrica, como si demostrara algún teorema, obtiene por la yuxtaposición de dos triángulos equiláteros una planta estrellada de perfil mixtilíneo. La unidad espacial la consigue ahora mediante las grandes pilastras que marcan el desarrollo ascensional de la estrella de la planta que no cambia su diseño. Desde el potente entablamento, con ritmo cada vez más progresivo, se constriñe su amplitud conforme se aproxima al cerramiento, hasta convertirse en la clave de la cúpula en un óculo circular, de gran pureza geométrica. Allí, repitiendo el motivo y desarrollándolo vertiginosamente, vuelve a proponer el ritmo cóncavo-convexo de la planta estrellada y construye una linterna que se resuelve en una estructura en espiral. De esta manera, logra que el espacio interior se hinche, bañando la luz la inmaculada blancura del revoque y de la decoración estucada. Exteriormente, Borromini concentra su interés en la cúpula. La exedra del patio porticado, cuya concavidad es aprovechada como fachada de la iglesia y tocada por la propia dinámica borrominesca, sólo deja ver el alto también que opone pletórico su propia convexidad. Sobre el revestimiento del tambor, la cima del extradós de la cúpula es revestida de gradas divididas por aéreos contrafuertes que preparan el desenlace vertical de la linterna (que se remite a modelos clásicos de la arquitectura romana oriental) y del fantástico coronamiento en espiral, sobremontado por una estructura metálica. La energía liberada en esta concatenada sucesión de estructuras, a cual más escandalosa y desconcertante, rompe con ácrata desafío el paisaje urbano de Roma, caracterizado por el espurreo esférico de cúpulas, grandes y medianas, pero todas sometidas a precepto, tranquilizantes.
obra
La empresa que marca el ápice creador de Borromini es la iglesia de Sant' Ivo alla Sapienza, resultado de la inteligente simbiosis nacida de injertar un organismo absolutamente original en el tejido edilicio de una fábrica anterior.
obra
Mucho más verdadera y propia arquitectura es la iglesia del Noviciado de la Compañía de Jesús, Sant'Andrea al Quirinale (1658-61, aunque los trabajos continuaron hasta 1670), decorada con estucos por A. Raggi (1662-65). Aquí, sin duda que atraído por los efectos de dilatación que suscita, Bernini retoma la planta elíptica con el eje mayor paralelo a la fachada, esquema que ya había empleado en la capilla del Collegio di Propaganda Fide (1634) -luego sustituida por la estructura de Borromini- y que por entonces aplicaba en la columnata de San Pietro. Controlando los efectos de dilatación, obliga a la mirada del espectador a seguir un recorrido orbital, según la dirección de las pilastras y los entablamentos, que termina en la capilla mayor, donde los ritmos son interrumpidos por el edículo con dos columnas de mármol verde a cada lado, sobremontadas por un frontón curvo partido, con el espectacular San Andrés en vuelo, lo que genera una significativa ruptura entre la zona del altar mayor y la del espacio oval. La policromía de los mármoles, el oro y blanco de los estucos, la luz tamizada de las ventanas y la más brillante y uniforme de la linterna concentran la máxima intensidad lumínica en la capilla mayor que, frente a la oscuridad de las capillas laterales, es explotada con suma habilidad a fin de concentrar la atención en la teatralidad del acontecimiento milagroso: la ascensión del Santo. Con igual maestría, disfrutando de una idea de Pietro da Cartona, materializada dos años antes en Santa Maria della Pace, resuelve en el exterior la interrelación funcional y comunicativa entre el edificio y el ámbito urbano. El viandante es invitado a entrar en la iglesia por una dilatada exedra de alas muy sobresalientes que, a partir de unas gradas, conduce a la dinámica y airosa pronaos convexa que se abalanza para acogerlo. Siempre conductor de secretos teatrales y psicopompo de sentimientos, Bernini presenta en el pórtico un motivo que repetirá en el templete que abre la capilla mayor, pero invirtiendo sus vectores dinámicos al trocar convexidad exterior por concavidad interior.
monumento
La iglesia de Saint-Augustin fue construida entre 1860-71. En ella se emplea por primera vez en un santuario una estructura metálica revestida de piedra. La fundición es igualmente empleada al servicio del estilo ecléctico elegido por Baltard, el arquitecto del Mercado de les Halles, que movilizó a numerosos artistas de su época para la decoración de esta iglesia dominada por una cúpula que se eleva hasta los cincuenta metros.
monumento
Se trata de una de las iglesias más antiguas de París, fechada entre los años 1165-1220. La Universidad de París celebró sus reuniones oficiales en esta iglesia hasta 1524, fecha en la que una protesta estudiantil causó tales daños que se decidió por trasladar dichas reuniones al Parlamento. Pertenece a la secta melquita de la iglesia ortodoxa griega desde 1889 y, actualmente, celebra conciertos de música clásica y religiosa.
obra
En 1818 se crea una ley en Inglaterra para la construcción de nuevas iglesias, lo que provocó una gran actividad en las diócesis eclesiásticas. Esta de St. Pancras, sigue algunas de las características del Erecteion de Atenas, y está coronado por una linterna sobre el pórtico de la fachada, tal y como requería la tradición inglesa.