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obra
De planta cuadrada, está decorada en sus dos cuerpos superiores por grupos de dos y tres ventanas de arcos tumidos festoneados por otros lubulados, corriendo entre ellos una arquería ciega de arcos lobulados sobre columnillas policromadas.
museo
Esta iglesia alberga, en una sala especial, uno de los cuadros más célebres de El Greco "El entierro del Conde Orgaz". Encargo realizado en marzo de 1586 al pintor por el párroco de la iglesia, Andrés Núñez de Madrid, para la capilla funeraria del noble benefactor del que se representa en el lienzo su entierro. Don Gonzalo Ruiz de Toledo, Conde de Orgaz, muerto en 1323. La iglesia aparece ya citada en el s.XII, aunque fue reconstruida a principios del s.XIV por encargo del Señor de Orgaz, perteneciendo a esta época la torre que es uno de los mejores exponentes del mudéjar toledano; entre las incrustaciones de cerámica vidriada, una hornacina visigoda y una cruz paté. En el interior, un retablo del s.XVI, plateresco, y otro barroco, una pila bautismal de mármol del s.XVI y una bellísima virgen en mármol, del s.XIII y un interesante lienzo del alumno de El Greco, Tristán.
monumento
De la primitiva fábrica de la iglesia de Santo Tomé, mandada construir por don Gonzalo Ruiz de Toledo, señor de Orgaz, sólo se conserva la torre, levantada en estilo mudéjar. De planta cuadrada, está decorada en sus dos cuerpos superiores por grupos de dos y tres ventanas de arcos tumidos festoneados por otros lubulados, corriendo entre ellos una arquería ciega de arcos lobulados sobre columnillas policromadas. En el interior de la iglesia, de tres naves con cabecera gótica, se puede observar el famoso Entierro del Señor de Orgaz de El Greco.
monumento
La de Santo Tomé es una de las iglesias más antiguas de Zamora. De estilo románico, lo más destacable es el ábside principal. Sus columnas actuando de contrafuerte, los canecillos bajo el alero y la magnífica ventana con dos arquivoltas son los elementos más significativos, estructura que se repite en los ábsides laterales. La única portada original que se conserva es la septentrional, formada por un vano lobulado a cuyo alrededor se trazan varias arquivoltas. En el siglo XIX se añadió la espadaña y se reformó la portada principal. En el interior nos encontramos con un templo originalmente de tres naves unificadas en épocas posteriores, conservándose las capillas de la cabecera. A éstas se accede por arcos triunfales en las que apreciamos cierta herradura.
obra
Controlando los efectos de dilatación, obliga a la mirada del espectador a seguir un recorrido orbital, según la dirección de las pilastras y los entablamentos, que termina en la capilla mayor, donde los ritmos son interrumpidos por el edículo con dos columnas de mármol verde a cada lado, sobremontadas por un frontón curvo partido, con el espectacular San Andrés en vuelo, lo que genera una significativa ruptura entre la zona del altar mayor y la del espacio oval.
obra
Surgida sobra las ruinas del antiguo templo de Diana, la fachada de la iglesia de Sant´Angelo in Formis es enriquecida por cuatro arcos apuntados y uno central con un menor apuntamiento. En el interior de la iglesia nos encontramos con uno de los conjuntos pictóricos conservados que nos ilustran sobre cómo se decoraban las iglesias de los primeros momentos de la pintura románica. El esquema corresponde a la experiencia paleocristiana codificada en el periodo carolingio. La monumentalidad de las figuras, subrayada por el empleo de manchas cromáticas, así como los tipos humanos y sus actitudes, son una clara muestra de las formas bizantinas que impulsaron las primeras pinturas románicas.
museo
Surgida sobra las ruinas del antiguo templo de Diana, la fachada de la iglesia de Sant´Angelo in Formis es enriquecida por cuatro arcos apuntados y uno central con un menor apuntamiento. En el interior de la iglesia nos encontramos con uno de los conjuntos pictóricos conservados que nos ilustran sobre cómo se decoraban las iglesias de los primeros momentos de la pintura románica. El esquema corresponde a la experiencia paleocristiana codificada en el periodo carolingio. La monumentalidad de las figuras, subrayada por el empleo de manchas cromáticas, así como los tipos humanos y sus actitudes, son una clara muestra de las formas bizantinas que impulsaron las primeras pinturas románicas.
obra
En la iglesia de Sant Angelo in Formis, cerca de Capua, nos encontramos con uno de los conjuntos pictóricos mejor conservados donde nos ilustran sobre cómo se decoraban las iglesias de los primeros momentos de la pintura románica. El esquema compositivo de las pinturas responde a la experiencia compositiva paleocristiana codificada en el periodo carolingio.