Busqueda de contenidos

obra
Detalle de uno de los frisos ornamentales que decoran el exterior de la iglesia de Santa María (Quintanilla de las Viñas, Burgos). Se representan dos grupos simétricos de cuadrúpedos mostrados con las mismas actitudes y detalles que se emplean en la decoración de los tejidos orientales, cuya exportación hasta la corte visigoda, donde eran muy apreciados, está bien documentada.
obra
En Santa María de Quintanilla de las Viñas se encuentra el repertorio más extenso de ornamentación con roleos vegetales y el que reúne influencias más dispares. Los frisos decorados de esta iglesia ocupan tres bandas a lo largo de toda la parte oriental del crucero y de los muros exteriores de la capilla, y debía extenderse algo más a las cámaras laterales desaparecidas. El friso inferior muestra un tallo vegetal doble con nudos y pequeñas hojas salientes, que forman ondulaciones y tiene brotes abiertos para enmarcar hojas palmeadas y racimos; este friso tiene una venera marcando el centro del dintel de la puerta lateral y a él corresponden los fragmentos existentes en el Museo de Burgos, por lo que debía ser el único que abarcaba toda la fachada oriental. El friso intermedio está formado por una simplificación de los mismos tallos, que se combinan en dos ramas entrecruzadas para formar espacios circulares en los que hay aves y arbolitos; en el testero de la capilla, este friso presenta rosetas de seis pétalos y discos en los que se han grabado monogramas cruciformes, cuya interpretación resiste por el momento a las tentativas de los investigadores; hay tres discos lisos, los del lado izquierdo, al parecer preparados para otros monogramas. El friso superior ocupa exclusivamente el testero de la capilla y se organiza también con tallos sogueados entrecruzados, pero sus círculos contienen exclusivamente cuadrúpedos. La clasificación de los animales parece clara en el caso de gacelas, leones y toros; entre las aves hay perdices, faisanes, avutardas y pavos reales, pero otros resultan confusos. La decoración de los frisos de Quintanilla de las Viñas sigue el concepto tradicional de separar los géneros de animales, cuadrúpedos arriba y aves en el centro, aunque falten los peces cuya representación entre vegetales podría ser incongruente. Su realizador conoce y refleja con precisión el tema de los tallos con racimos, pero renuncia a su representación naturalista cuando necesita enmarcar animales o símbolos; en este caso, recurre a un sistema intermedio entre el tallo ondulado y los círculos sogueados, mientras que para las figuras de los animales se vale de modelos cuya aparición tan frecuente en los tejidos orientales no deja lugar a dudas sobre sus fuentes de inspiración. Es una síntesis completa de la temática ornamental visigoda, que puede situarse en el punto más evolucionado al que llegaron estas expresiones.
obra
Sobre el arco toral de la iglesia de Quintanilla de las Viñas hay un sillar rectangular con una imagen en actitud de bendecir que, en este caso, corresponde con seguridad a la representación de Cristo, por llevar barba y nimbo crucífero.