El origen de este templo debemos buscarlo en época visigoda, cuando se alzó una ermita que fue destruida por las "razzias" de Almanzor, en el siglo X. En época medieval se reconstruyó el templo, siendo reformado durante los siglos XVI y XVII gracias a los donativos de las cofradías y de los vecinos. El retablo que adorna el altar está realizado en madera de manzano, siendo dorado en 1717 por Baltasar Pérez. Una talla policromada del Calvario realizada en el siglo XV se conserva en la parte superior del retablo, mientras que el centro está ocupado por una figura del santo patrón del pueblo, san Bartolomé. Del siglo XIX se conserva un "monumento" constituido por tres telas que representan la Última Cena.
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monumento
Iglesia levantada durante el siglo XV, pero transformada y decorada en su totalidad en periodo Barroco, momento en que se llevó a cabo la construcción de la torre exterior. La última restauración llevada a cabo data de 1975. El interior destaca por el retablo mayor, fechado en el primer tercio del siglo XVIII, que consta de banco y de cuerpo dividido en tres calles y ático. En cuanto a la decoración, existe una importante colección de pinturas distribuidas por los muros de la iglesia y de la sacristía; una de ellas representa a Santa Catalina de Alejandría, situada en el presbiterio. La Capilla de Jesús Nazareno cuenta con tres retablos. Por último, llama la atención la escultura dedicada al titular de la Cofradía de la Penitencia, obra de Francisco de Ocampo, realizada en 1607.
monumento
Se trata de uno de los monumentos más importantes de Espejo y, en su interior, contiene joyas artísticas de incalculable valor, como el retablo de San Andrés (1504) de Pedro Romana, situado en el altar mayor, y más de medio centenar de piezas de plata expuestas en el reciente museo de orfebrería, con piezas de los siglos XVI - XIX, del que destaca la custodia procesional dieciochesca acabada por Bernabé García de los Reyes. El retablo es una pieza señera del gótico cordobés. El retablo contiene cinco pinturas al óleo sobre tabla, que representan el martirio de San Andrés, el Calvario, el Nacimiento y la adoración de los Reyes Magos. Se trata de una iglesia gótico - mudéjar de tres naves levantada a finales del siglo XV y ampliada un siglo más tarde. No tiene crucero y las tres naves están conectadas entre sí con sus respectivas cabeceras de testero recto, respondiendo, por tanto, a una solución típicamente cordobesa y frecuente en los templos parroquiales de la época. El templo se enriqueció con diversas capillas laterales en los siglos XVI - XVIII, destacando por sus dimensiones la antigua del Sagrario. En la fachada exterior destaca la portada lateral, de 1679, procedente de la desaparecida ermita de las Angustias.
monumento
La iglesia parroquial de la localidad pirenaica de Espinal está dedicada a san Bartolomé. Se trata de una construcción moderna, edificada en el año 1961, que conserva en su interior un interesante órgano del siglo XVI.
monumento
Edificada entre 1524 y 1554, fue emplazada sobre el terreno que había ocupado la antigua mezquita Alburriana. De estilo mudéjar, se levanta sobre planta rectangular de una sola nave y aparece rematada por una capilla mayor. En su interior destacan las cubiertas de madera-armadura. Los vanos que se abren en su torre son un exponente del estilo gótico, plateresco y clasicista. Otra de las peculiaridades que distingue a esta iglesia son la cerámica sevillana y los discos vidriados.
monumento
De estilo de transición entre románico y gótico, su pórtico constituye el más significativo ejemplo de la escultura gótica de la región, bellamente ornamentado con figuras esculpidas.
obra
Las escenas cinegéticas de San Baudilio de Berlanga se deben al llamado maestro de San Baudelio. Están realizadas al temple sobre un ligero enlucido de yeso y son la parte más original del conjunto ya que está aquí presente la estilización mozárabe así como el exotismo de las representaciones. Los murales de la ermita soriana fueron sacados a la luz por don Manuel Gómez Moreno y mostraban influencias orientales y bizantinas, resultando más espectaculares que las miniaturas de los Beatos. Los frescos fueron adquiridos en 1922 por el anticuario León Leví por 60.000 pesetas a los numerosos propietarios de la ermita. La noticia de la venta llegó a oídos del obispo de Sigüenza, a quien correspondía en aquellos momentos la jurisdicción, protestando encarecidamente por dicha venta. Sin embargo, el comprador consiguió una espectacular sentencia del Tribunal Surpremo por la que los vecinos de Casillas podían vender libremente su propiedad -a lo que es lo mismo, la ermita-. Especialistas italianos arrancaban las pinturas en 1926 y al año siguiente partían de España rumbo a Estados Unidos, exhibiéndose en la Colección Derepee, de Nueva York, y el Museo de Arte de Boston. En 1957 algunas de estas piezas fueron canjeadas por el gobierno español a cambio de la la iglesia románica del pueblo de Fuentidueña (Segovia), iglesia que hoy se encuentra en el Metropolítan Museum de Nueva York. Son seis los fragmentos de San Baudelio de Berlanga que están en El Prado en calidad de depósito permanente del Metropolitan Museum de Nueva York.
obra
El conjunto de la iglesia de San Baudelio tiene un gran pilar cilíndrico en el centro que sirve de arranque a ocho nervios dirigidos hacia los ángulos y los puntos medios de los muros; estos nervios, con su aspecto arbóreo de ramas de palmeras, no hacen sino reforzar una cúpula esquifada, en cuyo tronco o soporte central hay una curiosa linterna que también se cubre con cúpula de nervios, en este caso, dos en cruz, que aguantan a dos parejas cruzadas.
monumento
El atractivo de las formas de la arquitectura musulmana es la razón de su aplicación continuada en el arte español, primero en el período llamado mozárabe y luego en el mudéjar, con amplias repercusiones posteriores. Este edificio perteneciente a la arquitectura de repoblación es un caso único, a caballo entre ambos estilos. El conjunto de la iglesia de San Baudelio tiene un gran pilar cilíndrico en el centro que sirve de arranque a ocho nervios dirigidos hacia los ángulos y los puntos medios de los muros; estos nervios, con su aspecto arbóreo de ramas de palmeras, no hacen sino reforzar una cúpula esquifada, en cuyo tronco o soporte central hay una curiosa linterna que también se cubre con cúpula de nervios, en este caso, dos en cruz, que aguantan a dos parejas cruzadas. Hay en la misma iglesia once bovedillas de artesa de cinco paños y todos los arcos son de herradura, revelando la intervención de artífices formados en ambientes musulmanes; por razones históricas y estilísticas, todo ello es del siglo XI, posterior al período mozárabe clásico, pero es índice del empleo de recursos similares, es decir, el aprovechamiento de las técnicas y la mano de obra que operan en la España islámica al servicio de una construcción cristiana. Es una clara muestra de independencia artística en zonas marginales de los reinos cristianos, por ausencia de un estilo oficial bien desarrollado, que sólo llegará con el románico.