Prolífico autor, dejó más de medio centenar de tratados. Abordó desde asuntos filológicos e históricos hasta temas relacionados con la teología. Entre los títulos que escribió cabe citar su "Libro del que desee noticias sobre la historia de España" o "Historia de los juriconsultos de Córdoba". Es una de las fuentes más importantes para el estudio de al-Andalus.
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Personaje
Literato
Político
Amigo y compañero de lbn Suhayd, con el que comparte el efímero visirato de cuarenta y siete días del califa al Mustazhir, es el también cordobés Ibn Hazm. Hijo de un ministro de Almanzor, la caída de la dinastía amirí y la ruina y persecución que a causa de ello sufrió su familia lo convierten en un inconformista e incómodo intelectual trashumante al que su feroz defensa del legitimismo omeya y su militancia en la escuela literalista zahirí, opuesta a la malikí imperante en al-Andalus, lo hacen indeseable en todos los reinos de taifas y lo sitúan al margen de la ortodoxia. Tras un largo peregrinar plagado de sinsabores y desengaños, entre los que no se puede olvidar la pública quema de sus libros en Sevilla por orden del abbadí al-Mutadid, se retira a su casa familiar de Huelva, donde muere. Poeta, literato, genealogista, historiador, jurista, exégeta, filósofo, polemista, este gran polígrafo es, sin duda, uno de los representantes más significativos y fecundos de la literatura andalusí y un genuino producto de la etapa califal. Destacamos entre sus obras el Fisal, primera historia crítica y comparada de las diversas opiniones religiosas, o su Epístola en elogio de al-Andalus, en la que, con claro sentido autodefensivo, recoge una aguda observación respecto al trato que al-Andalus da a sus sabios: "Lo que ocurre en nuestro país confirma plenamente el proverbio usual: Nadie hace menos caso de un sabio que su propia familia. Yo he leído en el Evangelio que Jesús ha dicho: Nadie es profeta en su tierra". Pero entre todas sus obras, la que más fama le ha dado en Occidente es El collar de la paloma, traducida a un buen número de lenguas. Obra de juventud, sus treinta capítulos constituyen el más completo tratado sobre el amor y los amantes que se haya escrito en la Edad Media. Algunos de sus capítulos, como los dedicados a describir la esencia del amor o los síntomas que lo acompañan, confirman la universalidad y vigencia de la obra. No menos interesantes son sus alusiones a los personajes que se mueven en torno a los enamorados: el mensajero (safir), relacionado con la celestina o trotaconventos; el espía /guardador (raqib), de clara similitud con el guardador provenzal; el calumniador (wasi) y el censor (adil).
Personaje
Científico
También conocido como Abenjardúl, desciende de una noble familia originaria de al-Andalus. Desempeñó una destacada labor política durante una etapa de su vida. Ocupó cargos en los gobiernos de Túnez, Argelia y Marruecos y durante el periodo nazarí fue embajador en Granada, estando en el poder Pedro I el Cruel. Al final de esta etapa se instaló en Argelia y se dedicó por completo a escribir. Durante cuatro años escribió "Prolegómenos". Este trabajó le propició una gran fama como historiador. En 1400 se estableció en El Cairo. Allí fue miembro de una expedición que se dirigió a Damasco para frenar el avance de Tamerlán, aunque fracasó en Damasco y hubo de someterse. Gracias a la fama de Ibn Jaldún como historiador logró salvarse, siendo invitado de honor de Tamerlán. Pasado un tiempo pudo regresar a El Cairo. Una de sus creaciones más importantes es Kitab al-Ibar, donde recoge información de todas las dinastías musulmanas. Aunque, sin duda, los prolegómenos a su historia universal son la obra que mayor prestigio le propició. Una de las ideas que destaca es su interpretación de la religión como un elemento unificador de la comunidad.
Personaje
Militar
Natural de Arabia, Mohamed ibn-Kasim fue el conquistador de la India para el Islam. Con sus tropas llegó al Beluchistán y al valle del río Indo, conquistando Sind, donde creó un reino con capital en Multán.
Personaje
Literato
Político
Su educación discurre en el seno de una familia de elevando rango social. Estudió en Córdoba la cultura árabe y hebrea, pero debido a la situación social y los conflictos de la época se trasladó a Málaga. Cuentan los anales de la historia que debido a sus dotes como calígrafo fue seleccionado para entrar en la corte de al-Mutasim. Experto en teología y filología, fue uno de los granes pensadores de su tiempo. Recibió el título de "Nagid", nombramiento que le elevó a representante legal de los judíos andalusíes. Este personaje también estuvo al servicio de los reyes beréberes de Granada y desarrolló algunas importantes cuestiones financieras. Es necesario además destacar su faceta como literato. Fue un gran poeta. Cultivó la poesía hebrea e, incluso, en los momentos de mayor actividad bélica dedicó su tiempo a componer versos en agradecimiento por ganar en combate. Con estas composiciones dio lugar a un género único. Samuel escribió más de 1.700 versos de tema secular. Sus poemas aparecen recopilados en tres libros "Continuación de los Salmos", "Continuación de Proverbios" y "Continuación de Qohelet". Su legado se complementa con escritos filológico y asuntos de derecho judío. Su fallecimiento se produjo durante el célebre pogrom granadino de 1066, en el que fue asesinado junto a centenares de judíos.
Personaje
Literato
Siendo muy joven fue nombrado poeta en la corte del rey Motawákkil de Badajoz. Gracias a su posicionamiento, intervino en tertulias de intelectuales y fue obsequiado con grandes dadivas. Pero cuando este monarca fue derrocado su vida sufrió un giro inesperado y se convirtió en un vagabundo errante. Como un trovador recorría las ciudades cantando sus poemas. Compuso más de 190 zejeles escritos en árabe vulgar y llenos de realismo. Abordó temas de todo tipo y consiguió reproducir el ambiente de la sociedad de su tiempo.
Personaje
Literato
Ibn Said fue miembro de la culta y poderosa familia de los Banu Said de Alcalá la Real (la antigua Alcalá de Benzaide), donde nació, en 1214, para morir seguramente en Túnez, en 1286, tras muchos viajes, más de una vez hasta La Meca. Buen poeta, con voz propia en su nostalgia de al-Andalus, excelente prosista en relatos históricos y geográficos, antólogo ultimador de la selecta enciclopedia histórico-literaria de tradición familiar, titulada al-Mugrib, y seleccionador de exquisitas piezas poéticas en su famoso Libro de las banderas de los campeones, donde está representada la poesía andalusí hasta los años 40 de aquel siglo XIII, pues en 1241 Ibn Said abandonó para siempre al-Andalus, continuando su reputada actividad literaria en Egipto y Túnez, siempre añorando su patria y hermoseándola en sus referencias y en su recuerdo.
Personaje
Político
Exiliado cuando los turcos se apoderaron del reino de Nejdz (1891), propiedad de su familia, se encargó de la organización militar de los beduinos. Reconquistó Riad en 1902 siendo proclamado poco después imán. Ibn Saud logró ampliar sus dominios expulsando a los turcos (1915), ocupando Asir (1920) y derrotando a Husayn de Hedjaz, protegido de los británicos (1924). En 1932 logró para su país la independencia del dominio de Gran Bretaña, que a partir de ese momento pasó a llamarse Arabia Saudita. Ibn Saud fue el iniciador de las grandes prospecciones petrolíferas en Arabia Saudita mediante un sistema de concesiones a compañías norteamericanas. Los grandes ingresos provenientes del petróleo fueron configurando, poco a poco, un cambio sustancial en la vida y costumbres de los beduinos de Arabia Saudita. Ibn Saud se convirtió pronto, gracias al petróleo, en uno de los dirigentes árabes más influyentes.
Personaje
Literato
Cordobés de pura cepa, vivió de lleno los sucesivos cambios y destronamientos que precedieron a la abolición del califato. Como resultado, lo mismo lo encontramos en prisión con el califa Ali ibn Hammud que encumbrado al cargo de visir durante los cuarenta y siete días que duró el mandato del omeya al-Mustazhir (2 de diciembre de 1023-17 de enero de 1024). En Córdoba transcurrió su vida, salvo una breve estancia de un año en Málaga. Cultivador de la poesía de corte clasicista, considera que la inspiración es un don innato y defiende que el talento literario no reside en la profesionalización ni en la imitación servil, sino en las aptitudes naturales de la persona, y que es Dios, y no los libros ni los maestros, quien lo comunica. La aplicación de estos principios hace de Ibn Suhayd el primer poeta de importancia y auténtica originalidad de al-Andalus. Afectado por un ataque cerebral que le produce una parálisis progresiva y le lleva a la muerte siete meses más tarde, sus versos se cargan de la más desgarrada y humana sinceridad. Sin ninguna duda, los últimos meses de su vida constituyen su período creador más fructífero; compone no menos de diez poemas, algunos verdaderamente insuperables, y desde luego los mejores. Como crítico literario es autor de una de las obras más interesantes de la España musulmana, tanto por el planteamiento general de la misma como por la teatralidad de sus cuadros. Se trata de la Epístola de los genios, en la que el autor, a través de un viaje imaginario, se traslada en compañía de su genio inspirador, Zuhayr, y a lomos de una yegua negra, al mundo de los genios. Una vez allí, le pide a Zuhayr -que actuará de guía- que le presente a los genios inspiradores de los poetas y prosistas más afamados, con los que entabla conversación, les recita composiciones propias y obtiene su aprobación. A continuación se vierte una serie de críticas tomando como pretexto una tertulia literaria de genios y, finalmente, es invitado a arbitrar en una justa poética. El origen de este planteamiento (viaje a otro mundo, conversación con los personajes que encuentra, existencia de un guía, etcétera), que ofrece además bastantes puntos comunes con La Divina Comedia de Dante, podría encontrarse en la visión escatológica surgida en el mundo islámico en torno a las leyendas del mirach o ascensión de Mahoma a los cielos, a partir del viaje nocturno mencionado en el Corán (Sura 17, 1).
Personaje
Militar
Político
Elegido rey de los almorávides en 1061, fue uno de los caudillos que asentó el dominio almorávide en la península Ibérica y norte de África. Derrotó en 1086 a Alfonso VI de León y Castilla, lo que le permitió dominar todo el territorio de la España musulmana hasta Toledo.