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Personaje
Una noche de julio de 1762 ocurrió un suceso admirable: una joven mujer derrotó a un grupo de feroces piratas. Esta historia transcurrió en el fuerte El Castillo de la Inmaculada Concepción de María, un punto clave que defendía la ciudad colonial de Granada, en la actual Nicaragua, estratégico por constituirse en la salida al Océano Pacífico. Aquella muchacha de nombre Rafaela Herrera, había nacido en Colombia mucho antes de llamarse Colombia, en una época en que las mujeres no tenían muchas oportunidades de protagonismo. El nombre de Rafaela Herrera en Nicaragua es símbolo de valentía y audacia femenina, es consideda un referente nacional y su historia es aún recordada: El 29 de julio de 1762 se libra una desigual lucha entre una fuerza de filibusteros ingleses con más de cincuenta barcos y dos mil hombres enviados desde Jamaica, contra un fuerte ubicado en el río San Juan, defendido por unos cuantos hombres al mando del capitán José Herrera y Sotomayor, quien durante el cerco de los británicos fallece, dejando en la orfandad no sólo a sus hijos, sino a sus subalternos. En ese momento, Rafaela, que contaba con diecinueve años, alcanza su grandeza superando la pérdida de su padre: toma el mando del fuerte, abofetea a un soldado que demuestra temor, arrebata el cañón que manipulaba un teniente, dispara y logra no sólo infringir graves bajas al enemigo, sino infundir valor a la tropa, que ya la respeta como comandante. El cerco sin embargo se mantiene, los ingleses envían un mensajero con un ultimátum: respetarán la vida de quienes se entreguen. Sin embargo, Rafaela pronuncia una frase clave: "Que los cobardes se rindan y que los valientes se queden a morir conmigo". Nadie se entrega, la batalla prosigue y los castellanos siguen disparando a los barcos invasores, diezmando la flota filibustera. Rafaela ordena enviar sábanas empapadas en alcohol sobre ramas flotantes creando una barrera de fuego, esta inesperada acción unida a las bajas en la tropa inglesa, deciden finalmente su retirada. Se dice que en la expedición británica se hallaba un joven marino llamado Horacio Nelson, quien años más tarde, siendo Almirante derrotaría a Napoleón en Trafalgar, su victoria y tumba marítima. El dato importante para Colombia, es que Rafaela Herrera nació en Cartagena de Indias un 6 de agosto de 1742. Su experiencia en el mundo de la defensa tras las murallas las había adquirido en aquella ciudad de la mano de su padre, oficial experto en el manejo de fuertes. Rafaela era hija natural, pues era fruto de la unión fugaz del castellano Herrera con una bella mulata que murió luego del parto. Por ello, Rafaela creció en medio del fragor de las batallas y con el estigma de su origen. Once años más tarde viajó a la ciudad nicaragüense de Granada, pues su padre había sido trasladado por las autoridades españolas para hacerse cargo del Fuerte del Castillo. Luego de su gesta heroica, la leyenda relata que a Rafaela se le otorgó una modesta pensión y murió pobre criando cerdos. Cartagena de Indias, la Heroica, puede sumar a la galería de bravos valientes a esta joven llamada Rafaela.
Personaje Literato
Nombrado cronista mayor de Indias en 1596, es considerado el primer autor que relata hechos ocurridos en América antes de su nacimiento. Accedió a las mejores fuentes historiográficas -Las Casas, Oviedo, Cieza o Bernal- y consultó numerosos documentos para realizar su obra más importante "Décadas" -donde no se interesa por la visión indigenista- así como otras obras sobre historia europea y española.
Personaje Pintor
Hijo de Herrera el Viejo, se marchó muy joven a Italia, al parecer incapaz de resistir el mal carácter de su padre. En Italia estudió pintura al fresco, muy de moda durante el Barroco decorativo allí, y que apenas se practicaba en España, por lo que los fresquistas italianos eran muy demandados. Completó sus estudios con la arquitectura, en la cual llegó a destacar por sus proyectos. Cuando regresó a Sevilla, su padre se había trasladado a la Corte madrileña. Fue nombrado co-presidente de la Academia de Sevilla con Murillo, uno de sus fundadores en 1660. Tras la muerte de su padre, Herrera también se trasladó a Madrid, donde consiguió ser Pintor del rey Carlos II, además de Maestro Mayor de las Obras Reales, por su condición de arquitecto. En el desempeño de esta función trazó los planos para la Basílica del Pilar de Zaragoza, que se inició en 1681. Al morir en 1685, el proyecto original se modificó.
Personaje Pintor
Herrera el Viejo se considera, junto con Roelas, un pintor de transición desde el Manierismo hasta el Barroco. Roelas era mayor que él y esto condicionó que su obra se viera influida por el estilo del primero. Ambos fueron preparando el terreno para la introducción plena del Tenebrismo, cuando Ribera comenzó a enviar sus cuadros masivamente a través del puerto sevillano. Herrera tenía un estilo vigoroso y dinámico, muy atrevido para el tono general del panorama artístico de Sevilla. Tal vez fuera esto lo que mejor enlazó con el dramatismo intenso que rezumaba la obra de la corriente caravaggesca. Trabajó en Sevilla hasta 1638, año en el cual se trasladó a Madrid, donde conoció a Velázquez. Es posible incluso que Velázquez, también de origen sevillano, hubiera sido durante un brevísimo período discípulo de Herrera, según nos cuenta en sus "Vidas" el historiador Palomino. Además, Herrera fue el padre de otro gran pintor, Francisco de Herrera el Mozo.
monumento
Antes de llegar a la población de Compludo se encuentra esta Herrería, declarada Monumento Nacional en 1968. Es un mecanismo de cierta complejidad, que sirve para utilizar la energía hidráulica de los arroyos cercanos y hacer funcionar la maquinaria de la fundición. El mecanismo es de época medieval, con una primitiva rueda motriz, un martillo pilón y una fragua con trompa catalana, a la que inyecta aire según el principio de Venturi. Existían más herrerías de este tipo diseminadas por todo el valle, pero sólo se ha conservado casi intacta la de Compludo, utilizada hasta las décadas centrales del siglo XX.
obra
Discípulo de Carpaux, Jules Dalou estuvo comprometido con el socialismo militante hasta tal punto que hubo de huir de Francia en 1871 al caer la Comuna, desarrollando parte de su carrera en Inglaterra. Amnistiado en 1879, regresó a su país, presentándose a un concurso para la ejecución del monumento al Triunfo de la República, encargo que le llevó veinte años (1879-1899). Una obra grandiosa en la que la República está representada por una figura femenina, aupada en actitud triunfante a un carro conducido por el genio de la libertad y al que acompañan representaciones alegóricas del trabajo, la justicia y la prosperidad. Este Herrero es uno de los modelos preparatorios para este Triunfo de la República, simbolizando al Trabajo al presentar a un hombre musculoso que nos muestra su torso desnudo, portando en su hombro un martillo y vistiendo el habitual delantal protector que identifica su profesión. El realismo imperante en la época tiene en esta figura a uno de sus máximos exponentes.
obra
Cuando Fortuny llegó a Marruecos en febrero de 1860 se sintió impresionado con la luz y el ambiente africano de tal manera que será uno de los artistas más interesados en mostrar en sus trabajos la vida marroquí en sus más variados aspectos. En este lienzo apreciamos a dos hombres en el momento de herrar a un burro en una amplia plaza cerrada al fondo por una pared blanca donde impacta una cegadora luz. Las gallinas pululan sin orden ni concierto por el lugar mientras al fondo se insinúan varias figuras. La factura es muy suelta, sin un aparente virtuosismo, a pesar del seguro dibujo que se manifiesta en las figuras, creando un estilo particular en el que conjuga el ambiente con la luz y el color, anticipándose al Impresionismo y a Sorolla. La escena está cargada de alegría y vitalidad, alejándose de elementos exóticos típicos del Romanticismo.
Personaje Político
Estudió la carrera de Derecho, obteniendo el doctorado, y también se licenció en Filosofía y Letras. Se dedicó a labores docentes y en 1976 comenzó a trabajar para la Administración como Secretario Técnico del Ministerio de Justicia. Afiliado a UCD fue nombrado diputado por Madrid en 1975. En representación de esta fuerza política también fue Portavoz del Hemiciclo. A comienzos de los ochenta abandonó esta fuerza política para inscribirse en AP -Alianza Popular-. En nombre de esta fuerza volvió a ejercer como portavoz del Congreso hasta 1987. Herrero de Miñón fue uno de los que intervinieron en la redacción de la Constitución. En 1989 se retiró de la vida política, para proseguir su labor docente. Eventualmente publica colaboraciones en prensa. En 19991 ingresó en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.
Personaje Literato Político
A partir de 1905 inicia su trayectoria política como alcalde de Lyon y en 1910 es nombrado Consejero general. Dos años después llegó al senado y desde 1916 hasta 1917 encabezó el Ministerio de Obras Públicas. En la década de los años veinte encabeza el comité ejecutivo del Partido Radical y le piden que forme gobierno. En 1926 ocupó la cartera de Educación. Entre 1934 y 1936 fue Ministro de Estado y, desde 1936 hasta 1942, presidente de la Cámara. Un año después de dejar este cargo fue detenido por el Gobierno de Vichy y permaneció en prisión hasta 1945. A partir de 1947 presidió la Asamblea Nacional, donde estuvo hasta 1953. En 1951 dejó de liderar el Partido Radical. Dentro de su producción literaria hay que destacar "Madame Récamier y sus amigos", "La vida de Beethoven", "En la selva normanda" y "Lyon ya no existe".
Personaje Pintor
Inició su aprendizaje con Jean-Baptiste Regnault, realizando rápidos progresos. En 1797 obtuvo la segunda plaza en el Prix de Roma . Una enfermedad le llevó a abandonar temporalmente la pintura, momento aprovechado por sus padres para introducirle en la carrera comercial, por lo que Hersent perdió 18 meses en su formación artística, teniendo que pintar los domingos. Debutó en el Salón de 1802 con Narciso y dos años después envió Aquiles y Briseida, consiguiendo elevar su posición artística al tomar como modelo la pintura de Anne-Louis Girodet. Con Atalo obtuvo una medalla de oro en el Salón de 1806, interesándose desde ese momento por los indios americanos, tan atractivos para él como los modelos griegos, con la ventaja de que eran más interesantes. La mayoría de sus obras maduras están realizadas en un estilo académico, tanto en la composición como en las iluminaciones empleadas, empleando héroes modernos en lugar de griegos y romanos, aportando mayor sentimiento y anecdotismo a sus asuntos. Este estilo le convirtió en uno de los pintores más demandados del Primer Imperio, llegando a adquirir alguno de sus cuadros la propia emperatriz Josefina.