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Casada con Baltasar Rodríguez. Fue criada de Catalina Suárez Marcaida, mujer de Hernán Cortés, en Baracoa o México, o quizá en los dos lugares.

Hija de Elvira Hernández y Juan Coronel. Estaba casada con el italiano Tomás Ecijoles o Rijoles, intérprete.

Pasó de Cuba a México con el ejército de Pánfilo de Narváez para castigar a Cortés pero, como la mayoría de los soldados se unieron a él, viendo las fabulosas posibilidades que ofrecía el Imperio Mexica. Se casó dos veces, primero con Pedro Valenciano y tras quedar viuda, con Benito de Cuenca.

Participó en la conquista de México con Hernán Cortés. Tenía una hija llamada Mariana. En 1522 solicitó a Son Hernán una encomienda para sí.

Acompañó a Pedrarias Dávila en 1514 a Santa María la Antigua del Darién, tomando parte en la fundación de Panamá. En 1524, Dávila le encomendó la conquista de Nicaragua, sin conocer que ya era reclamado por Gil González Dávila. Durante la travesía se apartó de la autoridad de su jefe, proclamándose gobernador de la región. Una expedición de Pedrarias Dávila le derrota, siendo ejecutado en 1526.

Como conquistador, en 1551 se situó a las órdenes de Francisco Pizarro en el Perú y posteriormente a las de Núñez de Vela. Dirigió la sublevación de la región cuzqueña contra las Leyes Nuevas (1542) en 1553, considerando injustas las disposiciones referentes a las encomiendas y las mercedes otorgadas a los primeros conquistadores. Durante un enfrentamiento fue apresado y condenado a la pena capital.

Casada hacia 1484 con Juan Coronel. Tuvieron al menos una hija, Beatriz Hernández, que también participó en la empresa de México. Al consolidarse la conquista, formó parte de las mujeres que servían a Catalina Suárez Marcaida en su casa de Coyoacán. En la noche de su muerte -tal como declaró después- vio sangre en su rostro y cuello, y cómo tenía este amoratado.