Municipio situado al sureste de la provincia de Albacete, en la zona se han encontrado restos de ocupación desde la Prehistoria, ejemplificables en el abrigo grande de la Minateda. Por aquí pasaron cartagineses, iberos y romanos. La verdadera fundación de Hellín se produce hacia el año 753, llevada a cabo por los árabes. Éstos dejaron su impronta en la ciudad, siendo posible en la actualidad visitar el llamado barrio árabe, junto con el judío. Tras ser conquistada por los cristianos, se sabe que en el siglo XV pasa a ser propiedad del marqués de Villena, Juan Pacheco, valido de Enrique IV. Por esta misma fecha comienzan a celebrarse las primeras procesiones, estando determinado que por aquí predicó San Vicente Ferrer. La nueva religiosidad que imponen los cristianos pronto comienza a tomar forma, levantándose la iglesia de Santa María de la Asunción, el convento de los Franciscanos y la ermita del Rosario. Ya en el siglo XIX, Hellín conoció muy de cerca los efectos negativos de las guerras carlistas. Una nueva guerra, la Civil, afectó de lleno a la ciudad con su carga de horror y destrucción. A pesar de ello, los años centrales del siglo XX fueron de lento pero constante desarrollo, gracias al impulso de los regadíos en su agricultura y a su emplazamiento como nudo de comunicaciones.
Busqueda de contenidos
contexto
La provincia de Salamanca registra restos de ocupación desde hace más de 20.000 años, pues se conocen pinturas en las Batuecas y en la desembocadura del río Uces, junto al Pozo de los Humos. Previamente a la llegada de los romanos, parece ser que el asentamiento de la ciudad fue fundado por pueblos de cultura indoeuropea, hacia el siglo V antes de Cristo. La ciudad ya aparece citada por Diodoro como Helmantiké o "lugar de adivinación". Otra explicación para este nombre afirma que la ciudad tomó el nombre de un dios pre-romano llamado Helman. Las noticias más rigurosas afirman que, en el 220 a.C., en el curso de una expedición del cartaginés Aníbal por la Meseta, éste sitió la ciudad. Así, Plutarco dice que "Anibal la sitió y sus moradores, por evitar mayores daños, se le sometieron ofreciéndoles trescientos talentos de plata y otros tantos rehenes, alzando el sitio, los Helmantiqueses, faltaron a sus promesas y protegidos por sus mujeres que habían escondido las armas y lograron vencer a las tropas de Anibal". Sin embargo, finalmente fueron apresados por el general cartaginés quien, según Polibio, "admirado por la valentía de sus mujeres, por ellas devolvió a sus hombres la patria y la riqueza". Tras la victoria romana en la II Guerra Púnica y su posterior expansión por buena parte de la península Ibérica, Salamanca comenzó a experimentar una intensa romanización, siendo anexionada a la provincia lusitana. El proceso de romanización dio a Salamanca un importante lugar, al estar situado en la Vía de la Plata, que cruzaba la actual provincia en dirección norte-sur, enlazando con las ciudades de Asturica Augusta y Emerita Augusta. Para cruzar el río Tormes, los romanos construyeron un puente hacia el año 27 a.C., quince de cuyos arcos originales aun hoy pueden observarse.
Personaje
Científico
En 1738 es designado recaudador de rentas reales, abandonando el cargo debido a la corrupción manifestada por sus colegas. Consigue el cargo de administrador de la cocina de la reina Marie Leszczynska, mujer de Luis XV, dedicándose a la elaboración de obras literarias entre las que destaca "Del espíritu" (1758). En esta obra lleva la teoría hedonista hasta el último extremo, afirmando que las facultades humanas son atributos de las sensaciones físicas. Se defendía que el interés es el único motivo de la actividad humana. Este trabajo sería condenado por la Sorbona de París, siendo quemada en 1789. En el "Tratado sobre el hombre: sus facultades intelectuales y su educación" (publicado póstumamente en 1772) intentó echar por tierra las doctrinas de Rousseau. La obra siguió el mismo camino que la anterior.
Personaje
Literato
Cursó estudios secundarios en su ciudad natal. En 1917 trabajó como reportero en Kansas City, enrolándose en la Cruz Roja para poder participar en la Primera Guerra Mundial, donde resultó herido. De vuelta a Estados Unidos, se dedicó al periodismo en Chicago y Toronto. En 1923 publicó Tres cuentos y diez poemas y En este mundo, que pasaron inadvertidas. En 1926 apareció su primera novela, Aguas primaverales, y Fiesta, sobre un grupo de turistas norteamericanos en Pamplona. Instalado en su residencia de Cayo Hueso publicó Adiós a las armas (1929), una historia de amor y muerte, sobre su experiencia en la guerra. Hemingway vino a España durante la guerra civil como corresponsal. Escribió en el Madrid asediado La quinta columna (1938) y, ya concluida la guerra, su famosa novela Por quién doblan las campanas (1940). Corresponda] de guerra en Inglaterra, tomó parte en el desembarco de Normandía y en la liberación de París. En 1952 publicó El viejo y el mar, una de sus obras más admiradas. Hemingway fue el creador de un estilo narrativo sencillo y directo fruto, sin embargo, de una rebuscada elaboración. Premio Nobel de Literatura en 1954.