Manet realizó numerosos retratos femeninos al pastel en sus últimos años - Madame Jacob o Madame Zola, por ejemplo - y algunos masculinos como Jean de Cabannes o éste que contemplamos. El doctor Materne era un famoso médico que atendió al pintor en Bellevue; entre sus clientes estaba Luis Napoleón, lo que indica su elevada reputación. Manet se interesa por mostrar la personalidad del médico a través de sus ojos. La factura rápida y suelta es común a todas los obras realizadas por el maestro al pastel, siendo más oscuras las protagonizadas por personajes masculinos.
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En el espectáculo romano circense, era la persona encargada de establecer las reglas, sortear las parejas y examinar las armas.
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Santos cuyos escritos sobre las doctrinas de la Iglesia han sido reconocidos por el Sumo Pontífice.
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"Es único en su eternidad; no hay nada con él más que él, ni se encuentra más que él, ni tierra, ni cielo, ni agua, ni aire, ni vacío ni lleno, ni luz ni tinieblas, ni noche ni día, ni perceptible ni audible, ni sonido ni ruido, sino el UNICO, el omnipotente. No tiene igual en su eternidad, en su poder y en su divinidad... Es el primero, no limitado por ninguna prioridad y el último, no limitado por una posteridad", decía al-Mahdi Ibn Tumart en un tratado sobre la unicidad de Allah... Estos calificativos de Dios único expresan la creencia religiosa de la comunidad de los Muwwahiddun (de la raíz árabe w. h. d., que significa uno), los almohades, los unitarios, que hicieron florecer un gran Imperio en al-Magreb y al-Andalus desde 1130 hasta 1269.La creencia religiosa almohade emana de la teología racionalista del bereber Abu Abdallah Muhammad Ibn Tumart, conocido como al-Mahdi, el guiado por Allah, de la tribu de los masmuda, que había nacido a finales del siglo XI en la región del Sus, entre el Atlántico y la cordillera del Anti-Atlas, en el noroeste de Marruecos. De su infancia y primera juventud apenas se tienen noticias. Era inteligente y aplicado en el estudio del Corán y de las ciencias religiosas y probablemente del árabe, ya que demostró gran habilidad oratoria tanto en este idioma como en el bereber, su lengua vernácula.Como hicieran muchos estudiosos en período de formación, Ibn Tumart, a una edad indeterminada entre los dieciocho y los treinta años, visitó los países árabes de Oriente con el fin de profundizar en el estudio del Islam. El viaje duró quince años y le llevó a los centros de enseñanza del Islam, a Córdoba primero, luego a La Meca, Damasco, Bagdad... En estas ciudades tuvo la oportunidad de conocer muy de cerca obras, pensamiento y teorías de filósofos, místicos y teólogos.De vuelta al Sus, emprendió la tarea de difundir su doctrina por medio de literatura epistolar, tratados, sermones y prédicas. Esta doctrina siguió la ortodoxia sunni, basada en la exégesis coránica y de los hadit (las tradiciones del Profeta y sus compañeros) y se caracterizaba por sintetizar lo que más le había impresionado de cuanto había oído y estudiado en sus viajes. Tal fue la mezcla, que se hace arduo reconocer en ella la influencia de cada corriente.Las líneas generales de la teología de Ibn Tumart se podrían resumir en tres grandes apartados:1) La ciencia y el saber: A lo largo de varios tratados, Ibn Tumart disertó sobre la importancia capital de la ciencia y el saber, de todo el saber y no sólo del religioso. "La ciencia es una luz en el corazón que sirve para distinguir las realidades y las particularidades..." El saber, que Allah ponderó en su Libro Sagrado, es el fundamento de la fe porque sin el conocimiento hay desconcierto y dudas que llevan al mal y no a la verdad; el saber cultiva la razón para llegar a comprender la Revelación. La ciencia se adquiere por tres vías: la mente, el tacto y el oído, siendo la primera la más noble. Por tanto, la mente es necesaria para la fe.2) La existencia de Dios: No hay ninguna duda sobre la existencia de Dios. Su existencia se percibe a través de la razón y en ella está la satisfacción del hombre inteligente. Dios es el agente indispensable que puso en marcha el primer movimiento y es la condición sine qua non para la existencia del ser humano. Por tanto, Ibn Tumart prueba la existencia de Dios por la existencia de sus criaturas.3) La unicidad de Allah: Es la piedra angular de la doctrina de Ibn Tumart, la unicidad de Allah como Ser Absoluto. Al-Mahdi reservó gran parte de sus escritos y predicaciones a este dogma para erradicar la tendencia existente en el Occidente musulmán a creer en los atributos antropomórficos de Allah, igualándolo al ser humano, su criatura. Niega rotundamente la existencia real en Dios de más de un ente (es inasociable), de acciones, cualidades y atributos y de limitaciones temporales y espaciales. La interpretación de las referencias antropomórficas de Dios en el Corán y la Tradición como el poderoso, el sabio, el que lo ve todo, el que lo oye todo... tiene que ser absolutamente figurativa. Niega toda semejanza entre Dios y sus criaturas y proclama la creencia en un solo Dios en el sentido más sutil y metafísico de creer en la unidad casi abstracta, sin atributos accesorios. Es la concepción intelectual de Dios adquirida por la razón. Por tanto, el dogma almohade se refería a la creencia en un solo Dios, fundamento principal de la religión musulmana monoteísta, pero son los atributos que la mente humana ha creído auténticos. Calificó estas creencias antropomórficas de supersticiones y consideró hereje a quien se mantenía en ellas.La teología de Ibn Tumart encontró su sublimación filosófica con el jurista y filósofo cordobés Abu al-Walid Ibn Rusd (Averroes) que vivió toda su vida bajo el dominio almohade.Aparte de su teología racional unitaria, Ibn Tumart difundió sus propias ideas respecto de varios conceptos islámicos que sirvieron de soporte a su propaganda política:1.- El Imam: Es el jefe religioso de toda comunidad musulmana, sea pequeña, en un barrio alrededor de una mezquita, o grande, que puede ser toda la Umma, la nación islámica. La importancia del papel que le es asignado depende de las escuelas y las doctrinas. Para Ibn Tumart, el Imam es el jefe absoluto, a quien todo el mundo debe seguir, obedecer e imitar. Y va más allá: es infalible e intachable; es el Imam Impecable, protegido por Dios del pecado, del error y de la injusticia... "porque un injusto no sabría impartir justicia y un corrompido no sabría defender la verdad..." Es un Imam conocido, en oposición al culto imam chiíta. Su primera misión es interpretar los versículos ambiguos del Corán según el método alegórico, en conformidad con la profesión de fe unitaria, y la elaboración positiva del Derecho. Es, sobre todo, un jefe religioso y político. Para Ibn Tumart, él mismo era este Imam y, tras él, sus sucesores.2.- al-Mahdi (el guiado por Allah): Tanto entre los ortodoxos musulmanes como entre los heterodoxos, los chiítas, es el que vendrá al final de los tiempos a restablecer el bien y la justicia en el mundo que se desvió del camino recto trazado por la misión profética de Mahoma. Ibn Tumart, que había adquirido una destreza y una habilidad extremas en el manejo de las fuentes y en la oratoria, proclamaba que los hadices -manipulados a su antojo- habían demostrado que el-Mahdi esperado vendría a finales del siglo V de la hégira, llevaría el mismo nombre que el Profeta, se parecería a él en su comportamiento y surgiría en al-Magreb. Sin atribuirse a sí mismo este papel directamente, Ibn Tumart motivó a sus compatriotas, con su verbo encendido y su taumaturgia, para que le proclamaran el-Mahdi esperado. Famoso es, de cualquier manera, el anhelo que tenía la gente del Occidente musulmán de que surgieran de entre ella santos y varones venerados por su virtud. De hecho, la tumba de Ibn Tumart se convirtió en lugar de peregrinación para gran parte del Imperio almohade.En sus tratados doctrinales, Ibn Tumart no distinguió entre la figura de al-Mahdi y la del Imam Impecable y Conocido. Él era la personificación de estas dos figuras y exigió fe ciega, imitación de sus actos y obediencia total, ya que él era el protegido de Dios y sus órdenes provenían de Él. Lo mismo se aplicaría a sus sucesores que, en principio, tendrían que ser elegidos colegiadamente. Pero ya con su discípulo y sucesor, Abd al-Mumin ibn Alí, se cambió esta elección por una sucesión hereditaria, hecho que no significó el debilitamiento del cargo, pues los imames almohades mantuvieron firmemente el sentido religioso de su autoridad, que les llevó al liderazgo político.3.- La Profecía: El profeta verdadero confirma su misión por milagros extraordinarios, como resucitar a los muertos o convertir un palo en serpiente. Esta fuerza le ha sido dada por Dios. Sabida es la práctica taumatúrgica que ejerció Ibn Tumart y que impresionaba muchísimo a sus seguidores.4.- La Predestinación: Todo lo que acontece es designio divino. Nada ocurre que no sea marcado por Dios. Pero admite, a la vez, lo que podría llamarse "el encargo". Allah distribuye responsabilidades, pero depende de la capacidad de cada uno para entender este encargo. Nunca la orden superará la capacidad del encargado. De ello resulta el premio o el castigo.5.- Censor de costumbres: "Ordenar hacer lo reconocido como bueno y prohibir hacer lo reconocido como reprobable", fue para Ibn Tumart la primera tarea que se impuso a sí mismo desde que emprendió su vuelta de Oriente al Magreb y no la reforma religiosa unitaria que surgió más tarde. De hecho, ya durante su viaje, desempeñó el papel de censor morum, censor de costumbres, en La Meca y en Alejandría y en el mismo barco que le traía de regreso. El compromiso de atajar toda infracción a la ley religiosa del Islam es uno de los deberes fundamentales de cada musulmán, como el rezar o el peregrinar a La Meca, y tiene que emplear en ello todos los medios a su alcance: la mano o la lengua. Y no es sólo un papel individual, sino que incumbe a las autoridades religiosas, a los alfaquíes y al Estado en su totalidad, representado en su jefe. A lo largo de la historia del Islam este precepto fue muchas veces la espada de la revolución que hizo caer el poder establecido: con Ibn Tumart lo fue nuevamente.
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Hasta después de la crisis y guerra de Suez, Washington no había tenido intervenciones políticas sustantivas, salvo su decisivo apoyo a la partición de Palestina y a la caída del iraní Mossadeqh. Entre los árabes buscó amigos, proporcionó armas, dinero y poco más. En la crisis del Canal, el presidente Eisenhower fue contrario a la intervención anglo-francesa y forzó su retirada (1956). Sin embargo, en enero de 1957, formuló la doctrina que lleva su nombre: "Estados Unidos ayudará a todo país que se sienta en peligro a causa de la amenaza comunista" y obtuvo del Congreso la aprobación para utilizar la fuerza en el Próximo Oriente contra cualquier país dominado "por el comunismo internacional". Aquella herramienta no fue utilizada contra el comunismo, sino contra el nacionalismo árabe. En 1958, tras el pronunciamiento de Kassem en Irak, Eisenhower envió 14.000 marines a Líbano para salvar la presidencia de Camille Chamoun, acosado por las demandas musulmanas de un reparto democrático del poder. Hussein de Jordania sintió tambalearse su corona cuando supo que su pariente, Feisal II, había sido ejecutado. Para estabilizar su trono, llegaron a Jordania fuerzas británicas, con apoyo logístico y aéreo norteamericano. Pero la escalada de la implicación estadounidense en la política regional tiene dos momentos estelares: primero, la Guerra de los Seis Días (junio 1967), tras la que el mundo árabe casi en pleno rompió sus relaciones diplomáticas con Washington y se echó en brazos de la URSS. Estados Unidos, aparte de otras consideraciones, contó con Israel como primer aliado regional y dotó a la aviación judía de aparatos que permitían una penetración profunda en el mundo árabe. En la Guerra del Yom Kippur (1973), USA y URSS suministraron una impresionante cantidad de material bélico a israelíes y árabes. Tras ese conflicto, la URSS perdió la batalla de la influencia política en el mundo árabe, del que se iría retrayendo paulatinamente hasta su final; por el contrario, EE UU afianzó sus posiciones en Egipto y Jordania. El segundo momento fue la Guerra del Golfo (1990-91). Inicialmente, tuvo un condicionamiento económico-político: impedir que Saddam controlara una parte sustancial del mercado y de las reservas de petróleo y amenazara al resto de los productores de la región. Esa intervención subió de nivel con la presencia militar de Washington, que decidió el control estratégico y político de la zona. El terrorismo integrista wahabí, con su terrible actuación el 11 de septiembre de 2001, mostró lo insuficiente de aquella implantación para sus propósitos hegemónicos. Eso condujo a la crisis actual, que en su capítulo militar ha concluido. A la hora de su solución política, lo que cabe desear es que no se repitan los disparates que han condicionado la terrible historia de los ochenta últimos años.
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Hay un nexo muy estrecho entre reflexión teológica y elaboración del pensamiento jurídico tanto en su teoría como en la práctica de aplicación social ya que todas ellas son realidades que parten del estudio de la misma fuente, la ley islámica. La ciencia de la ley (ilm) se desarrolló mucho en época abbasí por obra de los ulemas (ulama), completada por las reflexiones de quienes creaban un derecho positivo o fiqh, derivado de los grandes principios, (faquíes o fuqaba) y por la práctica de los jurisconsultos (mufti) que emitían dictámenes (fatwa) y de los jueces (qadi, en plural, qudat) que aplicaban el derecho a los litigios concretos. Nunca hubo una jurisprudencia única aplicada en todo el espacio musulmán sino elaboraciones privadas a partir de finales del siglo VIII y a lo largo del IX, dentro del ámbito sunní, muy relacionadas con la llamada ciencia de las tradiciones que fijaba la pureza y fiabilidad de los hadit. Las escuelas jurídicas clásicas fueron cuatro, denominadas por el nombre de sus fundadores. La de Malik (m. 795) en Medina, y la de Abu Hanifa (m. 767), en Kufa, otorgaban a los jueces gran capacidad de decisión para interpretar la ley en favor del interés general o en busca de la mejor solución posible (istihsan), mientras que las escuelas de al-Safi´i (m. 820), en Fustat, e Ibn Hanbal (m. 855), también originaria de Medina, restringían aquella capacidad del juez al simple razonamiento analógico pero sin salirse de la literalidad del texto ni del consenso general, cuando lo hubiera: no hay que olvidar que en aquel tiempo, siglo IX, gana fuerza la fijación de las tradiciones (hadit) y la autoridad que se las atribuye. El hanbalismo era, sin duda, la postura más tradicional y, desde luego, hostil al mu'tazilismo, mientras que el malikismo podía ser entendido de manera muy tradicional, como ocurrió en el Magreb y al-Andalus, pero también estuvo abierto en los siglos X y XI a las posturas del as'arismo, lo mismo que la escuela de al-Safi´i, mientras que el hanifismo admitió influencias mu'tazilíes y maturidíes. Aquellos contactos se comprenden mejor teniendo presentes las principales áreas de expansión de cada escuela, aunque todas ellas podían estar presentes a través de unos u otros jueces y jurisconsultos: el hanbalismo predominó en el Iraq, mientras que el hanifismo, también presente allí, tenía muchos seguidores en Irán. Arabia, Egipto y Siria eran de predominio safi'í y malikí, y, en fin, el malikismo dominaba netamente en el Magreb y al-Andalus. Los textos de los ulemas y faquíes, las fatwas, las sentencias de jueces, son una fuente de conocimiento de primer orden sobre los ideales y las realidades de las sociedades musulmanas. Entre los primeros se contaba en lugar destacadísimo la idea de comunidad o umma, que igualaba la condición de todos los creyentes más allá de las persistentes diferencias, unas de origen tribal, otras entre árabes y conversos, otras, a medida que el Islam se extendía, entre los diversos pueblos que aceptaron la nueva fe. Desde luego, la superioridad otorgada a todo lo árabe, y más si se relacionaba con la familia de Muhammad (sarif), fue incuestionable y favoreció la permanencia de las solidaridades y antagonismos tribales y la expansión de la onomástica árabe a las masas de mawali que se incorporaban al sistema a menudo integrándose o reproduciendo las viejas querellas entre árabes o enfrentándose a ellos en busca de la igualdad de consideración social o para reivindicar raíces culturales autóctonas caso de los iranios en los siglos IX y X, y de diversos movimientos bereberes y andalusíes, o bien para exigir preeminencias por razón de la fuerza militar o política alcanzada, como ocurrió desde el siglo X con diversos grupos mercenarios del ejército. El Islam no se cuestionaba en aquellas actitudes pero sí, a veces, la primacía de lo árabe. Los infieles sujetos al dominio islámico tenían que elegir entre convertirse o pasar a la condición de esclavos, salvo si eran hombres del Libro, es decir, adeptos a religiones que profesaban ya la fe en una parte de la verdad revelada, por lo que se consideraba que estaban en camino de alcanzarla completa, cuando islamizaran, y que merecían un estatuto de protegidos (dimmí) y seguir con la práctica de su religión siempre que no hubieran opuesto resistencia y que se comportaran con lealtad hacia los poderes musulmanes, lo que implicaba la ausencia de proselitismo. En aquella situación se hallaban los mazdeos en Persia, los cristianos y los judíos, pero la protección comportaba también su inferioridad, expresada en las capitulaciones y en los más diversos aspectos de su vida: su régimen administrativo era peculiar y el fiscal más gravoso, pues pagaban los impuestos territorial y personal (jaray, yizya) de los que los musulmanes estaban en principio exentos, y no formaban parte de la comunidad política con pleno derecho aunque algunos de ellos hayan actuado en la administración, sobre todo en época omeya. La vida en barrios propios, no siempre, y las limitaciones fortísimas a las uniones mixtas señalaban también la condición marginal de aquellas poblaciones. Pero la conversión al Islam y la entrada en la plena ciudadanía religiosa era suficiente para romper aquellas barreras y facilitar un proceso de fusión que podía superar o modificar otras diferencias. Y esto era aplicable también a los esclavos, especialmente numerosos en unas sociedades escasas en hombres, como fueron las del Islam clásico, y abiertas a tantas conquistas y corrientes comerciales exteriores. La conversión hacía del esclavo un hombre libre, porque ningún musulmán podía ser sujeto a servidumbre, aunque continuara siendo liberto o cliente de su antiguo dueño. Por aquella vía, antiguos esclavos pudieron medrar en los medios urbanos y en el ejército, e incluso alcanzar el poder, como sucede con los eslavones en al-Andalus durante el siglo XI o con los mamelucos en Egipto, por citar dos ejemplos. La mayor parte de los esclavos eran de origen eslavo, turco o africano: hacia estos últimos (zany) había una mayor segregación racial y social, aunque no hubiera exclusiones tan marcadas como en otros sistemas sociales. La ley islámica tocaba también muchos puntos de Derecho civil, de familia, penal y procesal que han tenido amplia permanencia histórica. Apuntaremos algunos aspectos: la poligamia, hasta cuatro mujeres por varón, y el repudio de la mujer por el marido eran legales, lo que no quiere decir que fueran prácticas extendidas. El castigo de los principales delitos alcanzó un tratamiento homogéneo: los más graves, como eran la apostasía o el bandidismo, se penaban con la muerte y, en algunos casos, se permitía la venganza privada en delitos de sangre, aunque no se consideraban cosa propia de la piedad del musulmán. Se admitía, en otras ocasiones, la multa compensatoria, y se aplicaban también penas ejemplares, como la amputación de la mano derecha al ladrón. En otros casos el margen de actuación del juez era mayor, así como, en faltas menores o administrativas, el del almotacén (muhtasib) que actuaba dependiendo de él. Cosa diferente, discrecional y a menudo muy dula, era la fuerza aplicada para el mantenimiento del orden público y la represión de sus alteraciones, que corría a cargo de la guardia a las órdenes del poder político.
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DOCUMENTO I RELACIÓN DE LOS TRIPULANTES DE LA ARMADA DE MAGALLANES Nao Trinidad Capitán Mayor de la Armada...................................................... Piloto de S. A................................................ Escribano...................................................... Maestre ......................................................... Alguacil .................................................................... Contramaestre............................................... Cirujano ............................................................... Barbero............................................................. Carpintero......................................................... Despensero.................................................... Calafate ........................................................ Tonelero........................................................ Marineros................................................................. Lombarderos................................................... Grumetes............................................................ Pajes .............................................................. Criados .............................................................. Sobresalientes................................................... Pajes del Capitán ..................................................... Criados del Capitán.................................................. Capellán................................................................... Merino .................................................................... Criado del Alguacil............................................... Armero ................................................................ Lenguaraz..................................................... Hernando de Magallanes. Esteban Gómez. León de Ezpeleta. Juan Bautista de Punzorol. Gonzalo Gómez de Espinosa. Francisco Albo. Juan de Morales. Marcos de Bayas. Maestre Antonio. Cristóbal Ros. Felipe de Troa. Francisco Martín. Francisco de Espinosa. Ginés de Mafra. León Pancaldo. Juan Ginovés. Francisco Piera. Martín Ginovés. Antón Hernández Colmenero. Antón Ríos. Bartolomé Sánchez. Tomás de Natia. Diego Martín. Domingo Barrutia. Francisco Martín. Juan Rodríguez. Maestre Andrés, Condestable. Juan Bautista. Guillermo Tañegui. Antonio de Goa. Antón Noya. Francisco de Ayamonte. Juan de Santandrés. Blas de Toledo. Antón (negro). Basco Gómez Gallego. Luis de Beas. Juan Gallego. Juan de Grijol. Gutiérrez. Juan Genovés. Andrés de la Cruz. Cristóbal Rabelo. Fernando Portoguez. Antonio Lombardo (Pigafetta). Joan Minez. Peti Joan. Gonzalo Rodríguez. Diego Sánchez Barrosa. Luis Alfonso de Gois. Duarte de Barbosa. Álvaro de la Mezquita. Francisco. Jorge Morisco. Nuño. Diego. Lázaro de Torres. Pedro de Balderrama. Alberto Merino. Pero Gómez. Pero Sánchez. Henrique de Malaca. Nao San Antonio Capitán y Veedor de la Armada................................ Contador......................................................... Escribano........................................................ Piloto de S.M................................................. Idem de S. A................................................... Maestre.......................................................... Contramaestre............................................... Barbero.......................................................... Despensero................................................... Carpintero.................................................... Calafates........................................................... Tonelero............................................................... Marineros................................................................. Lombarderos............................................................... Grumetes.......................................................... Pajes................................................................ Capellán.............................................................. Sobresalientes......................................................... Criados del Capitán............................................... Criados del Contador.......................................... Juan de Cartagena. Antonio de Coca. Hierónimo Guerra. Andrés de San Martín. Juan Rodríguez de Mafra. Juan de Elorriaga. Diego Hernández. Pedro Olabarrieta. Juan Ortiz de Gopejar. Pedro de Sabtua. Pedro de Bilbao. Martín de Goytirolo. Juan de Oviedo. Sebastián de Olarte. Lope de Uguarte. Joanes de Segura. Joan de Francia. Jacome de Mecina. Cristóbal García. Pero Hernández. Hernando de Morales. Antonio Rodríguez Calderero. Francisco Marinero. Francisco Ros. Pedro de Laredo. Simón de Asio. Maestre Jacques, Condestable. Rojer Dupiet. Joan Jorge. Luis Grumete. Martín de Aguirre. Columbazo. Lucas de Mecina. Lorenzo Rodríguez. Miguel. Joanes de Irún. Joan de Orue. Alonso del Puerto. Diego, hijo de Cristóbal. García. Diego, hijo de Juan Rodríguez de Mafra. Bernardo Calmeta. Joan de Chinchilla. Antón de Escobar. Francisco de Angulo. Francisco del Molino. Roque Polea. Rodrigo Nieto. Alonso del Río. Pedro de Balpuerta. Joan de León. Gutierre de Tuñón. Joan de Sagredo. Joan de Minchaca. Antonio Hernández. Juan Gómez. Pedro de Urrea Nao Concepción Capitán........................................................... Escribano..................................................... Piloto de S. A.................................................. Maestre.......................................................... Contramaestre............................................................ Barbero.......................................................... Calafate.......................................................... Carpintero...................................................... Despensero...................................................... Tonelero......................................................... Marineros....................................................... Lombarderos.................................................. Grumetes.................................................................. Pajes..................................................................... Sobresalientes...................................................... Criados del Capitán..................................... Merinos........................................................ Herrero.................................................................. Gaspar Quesada. Sancho de Heredia. Joan López Caraballo. Joan Sebastián de Elcano. Joan de Acurio. Hernando de Bustamante. Antonio de Barazaval. Domingo de Iraza. Joan de Campos. Pero Pérez. Francisco Rodríguez. Francisco Ruiz. Mateo de Gorfo. Joan Rodríguez. Sebastián García. Gómez Hernández. Lorenzo de Iruna. Joan Rodríguez (el sordo). Joan de Aguirre. Joan de Ortega. Hans Vargue, Condestable. Maestre Pedro. Roldán de Argote. Joan de Oliver. Guillermo de Lole. Cristóbal de Costa. Guillén. Gonzalo de Vigo. Pedro de Muguartegui. Martín de Isaurraga. Rodrigo Macías. Joan Navarro. Joanes de Tuy. Juanillo. Pedro de Churdurza. Martín de Magallayns. Joan de la Torre. Luis del Molino. Antonio Fernández. Alonso Cota. Francisco Díaz de Madrid. Martín de Indicibus. Juan de Silla. Gonzalo Hernández. Nao Victoria Capitán y Tesorero de la Armada.................... Piloto de S. A................................................. Escribano....................................................... Maestre ......................................................... Contramaestre............................................... Alguacil ........................................................ Despensero.................................................... Calafate ........................................................... Carpintero....................................................... Marineros......................................................... Lombarderos................................................... Grumetes......................................................... Pajes................................................................ Criados del Capitán........................................ Tonelero.......................................................... Herreros .............................................................. Luis de Mendoza. Basco Gallego. Martín Méndez. Antón Salomón. Miguel de Rodas. Diego de Peralta. Alonso González. Simón de la Rochela. Martín de Griate. Miguel Benesciano. Diego Gallego. Lope Navarro. Nicolao Ginovés. Miguel Sánchez. Nicolás de Capua. Benito Genovés. Felipe de Rodas. Esteban Villón. Joan Griego. Jorge Alemán, Condestable. Filiberto de Torres. Hans. Joanico. Joan de Arratia. Ochote. Martín de Ayamonte. Pedro de Tolosa. Sebastián Ortiz. Antonio. Bernal Mahuri. Rodrigo Gallego. Domingo Portugués. Joan de Zubileta. El hijo de Basco Gallego. Francisco de Carvajal. Joan Martín. Simón de Burgos. Bartolomé de Saldaña. Joan Villalón. Alonso de Mora. Diego Díaz. Joan de Córdoba. Gonzalo Rodríguez. Pero García de Herrero. Nao Santiago Capitán, Piloto de S. A................................... Escribano....................................................... Maestre......................................................... Contramaestre................................................. Despensero.................................................... Calafate........................................................... Carpintero...................................................... Marineros........................................................ Lombarderos.................................................. Grumetes......................................................... Pajes............................................................... Merino............................................................ Sobresalientes.................................................. Joan Serrano. Antonio de Costa. Bastasar Ginovés. Bartolomé Prior. Gaspar Díaz. Joan García. Ripart. Antonio Flamenco. Luis Martínez. Bartolomé García. Joan García. Agustín. Bocacio Alfonso. Pedro Gascón. Domingo. Diego García Trigueros. Lorenzo Corrat. Joan Macía. Pedro Díaz. Antonio Hernández. Juan Negro. Joan Bretón. Pedro Bello. Hierónimo García. Pero Arnat. Pero García. Joan Flamenco. Francisco Paxe. Joan de Aroche. Martín de Barrena. Hernán Lorenzo. Además de los individuos que expresan las anteriores relaciones, hay constancia de que embarcaron otros, pero se ignora a qué nao fueron destinados. Son los siguientes: Carpintero...................................................... Despensero..................................................... Calafates........................................................... Marinero......................................................... Grumetes..................................................... Clérigos ............................................................ Sobresalientes................................................. Hombre de Armas............................................ Herrero............................................................ Criado de Luis de Mendoza............................ Aroca. Blas Alfonso. Juan Gutiérrez. Maestre Pedro. Bautista Genovés. Perucho de Bermeo. Domingo Álvarez. Domingo González. Domingo de Zubillán. Andrés Blanco. Antonio Gómez. Joan Portugués. Juan Bras. Gonzalo Gallego. Rodrigo de Hurrira. Pero Sánchez de Reina. Licenciado Morales. Sebastián Portugués. Juan de Ircepais. Hernando Rodríguez. Hartiga. Diugurria. Diego Arias. Juan Hernández. Hernando de Aguilar. RESUMEN En la nao Trinidad............................................................................................................................................. 62 San Antonio....................................................................................................................................... 57 Concepción........................................................................................................................................ 44 Victoria.............................................................................................................................................. 45 Santiago............................................................................................................................................. 31 Suman............................................................................................................................................... 239 Se ignora en qué naos embarcaron.................................................................................................... 26 _____ TOTAL de tripulantes ........................................................................265 (De Fernández de Navarrete, Martín: Colección de los viajes y descubrimientos que hicieron por mar los españoles desde fines del siglo XV. Tomo II, B.A.E., Madrid, 1964, pp. 421-429). (Extracto del documento).
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DOCUMENTO II PORTE DE LAS NAOS Y SU COSTO. ARMAMENTO Y MUNICIONES CON QUE SE DOTARON. ENSERES DE USO GENERAL. CARTAS O INSTRUMENTOS. MERCADERÍAS PARA RESCATE. BASTIMENTOS NAOS. Trinidad San Antonio Concepción Victoria Santiago Toneles de porte. 110 120 90 85 75 Toneladas de porte. 132 144 108 102 90 Coste que tuvieron. Maravedises. 270.000 330.000 228.750 300.000 187.000 Los vizcaínos usaban el tonel para medida de capacidad de los barcos; los sevillanos de la carrera de Indias, la tonelada, cuyas medidas estaban en la razón de cinco a seis, de modo que diez toneles hacían doce toneladas. En el costo de cada nao iba comprendido el batel y aparejos correspondientes a ella; se compraron en Cádiz de orden de S.M. por el factor Juan de Aranda. Las naos tenían una obra muerta alterosa en cada extremo de popa y proa del buque y les llamaban castillos. Se carenaron en Sevilla; se dotaron del velamen y número correspondiente de anclas, cables, ayustes y orinques y se habilitaron con el armamento y útiles siguientes: Artillería 58 Bersos. 7 Falcones. 3 Lombardas gruesas. 3 Pasamuras. Además de la artillería que tenían las naos. Otras armas 100 Coseletes con sus armaduras de brazos, espalderas y capacetes. 100 Petos con sus barbotes y casquetes. 60 Ballestas con 360 docenas de saetas. 50 Escopetas. 1 Arnés y 2 coseletes con todas sus piezas para el Capitán. 200 Rodelas. 6 Hojas de espada que tomó el Capitán. 95 Docenas de dardos. 10 Idem de gorguces. 1.000 Lanzas. 200 Picas. 6 Chuzas y 6 astas de lanzas. 120 Ovillos de hilos para las ballestas. 7 Piezas de dantas. 4 Cueros para guarecer las armas. 6 Libras de esmeril para limpiarlas. 3.000 Tachuelas. 200 Hebillas de resguardo. 50 Frascos para las espingardas. 50 Rascadores. 150 Varas de mecha. Pólvora y municiones 50 Quintales de pólvora embarrilada. Dados y pelotas de fierro y de piedra. 6 Moldes para hacer pelotas de pasamuras, falcones y bersos. Pelotas de plomo para la artillería y espingardas. Planchas de plomo. Varios útiles 5 Ollas grandes de cobre que pesaron 280 libras. 5 Calderas de cobre que pesaron 132 libras. 2 Hornos de cobre del peso de 171 libras. 1 Caldera que pesó 27 libras. 1 Caldera grande para cocer brea del peso de 55 libras. 10 Cuchillos grandes. 42 Cuartillos de palo para dar raciones de vino y de agua. 50 Arrobas de candelas de sebo. 20 Libras de pávilo para hacer candelas, si fuere menester. 89 Linternas. 40 Carretadas de leña. 40 Varas de cañamazo para manteles en que coma la gente, a 8 varas cada uno. 94 Gamellas. 1 Cadena para el pañol. 12 Foniles con sus cascos de fierro. 22 1/2 Libras de cera para encerar el hilo de velas y para el ballesto. 12 Calabozos de fierro. 5 Cucharadas grandes de fierro. 100 Galletas. 200 Escudillas. 100 Tajadores. 66 Platos de palo. 12 Morteros. 20 Lantias para las lámparas. 12 Embudos de hoja, seis grandes y seis pequeños. 5 Martillos. 1 Almirez con su mano para cosas de botica. 35 Candados. Grillones, esposas y prisiones de fierro. 8 Aferravelas de fierro. 20 Libras de acero para calzar picos y herramientas. 1 Arroba de pesas de fierro marcadas. 50 Azadas y azadones. 20 Barras de fierro y pies de cabra. 56 Faroles grandes de fierro. 8 Pares de tenazas. 12 Barrenas, grandes y pequeñas. 6 Gabietes. 5 Ganchos de batel. 50 Quintales y 20 libras de fierro en barras, grandes y pequeñas. 128 Esteras para los pañoles. 87 Espuertas para el servicio de las naos. 22 Serones en que van las armas. 2 Chinchorros con sus corchos para pescar. 6 Anzuelos de cadena. Linas y cordeles aparejados para pescar. Arpones y fisgas. 10.500 Anzuelos. 1 Fragua con su aparejo; unos barquines grandes; yunques y tobera. 2 Muelas y un molejón para los barberos. 5 Tambores y 20 panderos para diversión. Clavazón. Estopa. Brea. Sebo. Lonas. Masteles y entenas. Un esquife para la nao Trinidad. Zurrones, mangueras y cueros para chapas de bombas. 6 Broznos para poleas y una polea de broznos. 3 Gurbias. Poleame. 3 Cucharas para brea. Sacos de cáñamo para el servicio de las naos. 8 Sierras grandes y pequeñas. Escoperos para embrear y ensebar. Jarcia. 417 Pipas para el vino y agua. 253 Botas para idem. 45 Toneles para idem. Vasijas para el aceite. 129 Botijas para el vinagre y otras cosas. Barriles para los quesos. 250 Liazas de mimbres de respeto. 43 Fexes de arcos de idem. Medicinas, ungüentos, aceites, aguas destiladas, cosas todas de botica. El ornamento para decir Misa, con todo su aderezo. 15 Libros blancos guarnecidos, los cinco para tener la cuenta del gasto de la Armada y los diez para que los oficiales de ella tengan las cuentas. 80 Banderas y una bandera Real de tafetán. Instrumentos 23 Cartas de marear, hechas en pergamino por Nuño García. 6 Pares de compases. 21 Cuadrantes de madera. 6 Astrolabios de metal. 1 Idem de madera. 35 Agujas de marcar. 4 Cajas grandes para cuatro agujas. 18 Relojes de arena. Mercaderías para rescate 20 Quintales de azogue. 30 Idem de bermellón. 100 Idem de alumbre. 30 Piezas de paños de colores, de a precio de 4.000 maravedises la pieza. 20 Libras de azafrán. 3 Piezas de veintenes, plateado, colorado y amarillo. 1 Pieza de grana de Valencia. 10 Quintales de marfil. 2 Piezas de terciopelos de colores. 200 Bonetes sencillos colorados. 200 Segías coloradas. 10.000 Anzuelos. 1.000 Maravedís de peines. 200 Quintales de cobre en pasta. 10.000 Mazos de matarmudo amarillo. 2.000 Manillas de latón. 2.000 Idem de cobre. 200 Bacias de latón pequeñas, de dos suertes. 2 Docenas de bacias grandes. 20.000 Cascabeles de tres suertes. 400 Docenas de cuchillos de Alemania. 40 Piezas de bocacines de colores. 50 Docenas de tijeras. 1.000 Espejos chicos, los 100 de ellos mayores. 500 Libras de cristalino, que son diamantes de todos colores. Bastimentos . BIZCOCHO. La nao Trinidad lleva San Antonio Concepción Victoria Santiago Quintales. 519 434 428 493 297 Arrobas. 2 1 3 3 3 Libras. 14 3 15 24 19 2.174,3 VINO. La nao Trinidad lleva San Antonio Concepción Victoria Santiago Pipas 94 1/2 90 89 82 60 415 1/2 ACEITE. La nao Trinidad lleva San Antonio Concepción Victoria Santiago Arrobas. 100 105 100 100 70 475 VINAGRE. La nao Trinidad lleva San Antonio Concepción Victoria Santiago Arrobas. 40 50 40 40 30 200 PESCADO SECO Y BASTINA. La nao Trinidad lleva San Antonio Concepción Victoria Santiago Docenas. 50 50 50 50 45 245 BASTINA SECA PARA PESCADO. La nao Trinidad lleva San Antonio Concepción Victoria Santiago Arrobas. 4 4 4 4 2 18 TOCINO AÑEJO. La nao Trinidad lleva San Antonio Concepción Victoria Santiago Arrobas. 60 54 41 41 31 Libras. 0 12 2 12 11 228,12 HABAS. La nao Trinidad lleva San Antonio Concepción Victoria Santiago Fanegas. 8 1/2 8 1/2 8 1/2 8 1/2 8 1/2 42 1/2 GARBANZOS. La nao Trinidad lleva San Antonio Concepción Victoria Santiago Botas. 2 2 2 2 1 Fanegas. 18 18 18 18 10 82 1/2 LENTEJAS. La nao Trinidad lleva San Antonio Concepción Victoria Santiago Celemines. 6 6 5 5 2 2 HARINA. La nao Trinidad lleva San Antonio Concepción Victoria Santiago Pipas. 1 1 1 1 1 5 AJOS. La nao Trinidad lleva San Antonio Concepción Victoria Santiago Ristras. 55 55 50 50 40 250 QUESOS. La nao Trinidad lleva San Antonio Concepción Victoria Santiago 232 246 181 144 - Arrobas. 27 29 20 19 16 Libras. 24 06 05 05 02 112,17 MIEL. La nao Trinidad lleva San Antonio Concepción Victoria Santiago Botijas. 10 8 7 7 5 Arrobas. 13 1/2 12 1/2 10 1/2 10 1/2 7 1/2 Libras. - 2 - - - 54,2 ALMENDRA CON CASCO. La nao Trinidad lleva un serón con San Antonio otro idem Concepción otro idem Victoria otro idem Santiago una sera grande con Fanegas. 2 2 2 2 1 Celemines. 8 8 8 8 4 12 ANCHOBAS. La nao Trinidad lleva San Antonio Concepción Victoria Santiago Barriles. 150 SARDINA BLANCA PARA PESQUERÍA. La nao Trinidad lleva San Antonio Concepción Victoria Santiago Jarras. 1 1 1 1 1 Sardinas. 2.000 2.000 2.000 2.000 2.000 5 jarras PASAS DEL SOL Y LEJÍA. La nao Trinidad lleva San Antonio Concepción Victoria Santiago Arrobas. 221/2 15 15 15 71/2 75 CIRUELAS PASAS. La nao Trinidad lleva San Antonio Concepción Victoria Santiago Libras. 128 22 20 20 10 200 HIGOS. La nao Trinidad lleva San Antonio Concepción Victoria Santiago Seras. 4 4 3 3 2 Quintales. 4 4 3 3 2 16 AZÚCAR. La nao Trinidad lleva San Antonio Concepción Victoria Santiago Libras. 121 95 20 191/2 161/2 272 CARNE DE MEMBRILLO. La nao Trinidad lleva San Antonio Concepción Victoria Santiago Cajas. 55 4 4 4 3 70 MOSTAZA. La nao Trinidad lleva San Antonio Concepción Victoria Santiago Jarras. 5 4 4 3 2 18 ALCAPARRAS. La nao Trinidad lleva Jarra. 1 VACAS. La nao Trinidad lleva San Antonio Concepción Victoria Santiago Vacas. 2 1 1 1 1 6 ARROZ. La nao Trinidad lleva San Antonio Concepción Victoria Santiago Libras. 100 50 30 30 12 222 Las cosas de botica van todas en la Trinidad. Van dos ornamentos con todo su aderezo: uno en la nao Trinidad y otro en la San Antonio. Original, en el Archivo de Indias de Sevilla.-Copiado de la Colección de viajes, etc., de Navarrete (M.), tomo IV, páginas 3 a 9 y 182 a 187. Gastos que ocasionó la Armada de Magallanes RESUMEN. Coste de las cinco naos de la Armada, con sus aparejos, artillería, pólvora, coseletes, ballestas, espingardas y lanzas Cosas de despensa y aparejos para la pesquería y gastos de correo que se hicieron durante la Armada; cartas de marcar, cuadrantes, estrolabios, compases, relojes, agujas de marear y otras muchas mercaderías Costo del bizcocho, vino, aceite, pescado, carne, quesos y legumbres; los toneles, botas y pipas para el vino y agua Sueldo de cuatro meses que se pagaron a 237 personas con los Capitanes y oficiales que van en la Armada Costo de las mercaderías para rescate y las ropas de seda y paño y otras cosas para dádivas TOTAL Así parece monta en todo el gasto de la dicha Armada, ocho millones setecientos cincuenta y un mil ciento veinte maravedises. De los cuales se rebaten cuatrocientos dieciséis mil setecientos noventa maravedís que montaron las cosas que quedaron de la dicha Armada, las cuales quedaron en la casa de la Contratación de Sevilla, que rebatidas resta ha costado la dicha Armada, según parece. de cuya cantidad resulta que forneció S.M. Forneció en la dicha Armada Cristóbal de Haro con las condiciones que S.M. le concedió. Suma Maravedís 3.912.241 415.060 1.585.551 1.154.504 1.683.769 8 751.125 8.334.335 6.454.209 1.880.126 8.334.335 Fernández Navarrete, Martín: Colección de las viajes y descubrimientos..., tomo II, B.A.E., Madrid, pp. 415-420 y 517 -519 (Documento extractado. Tomado del apéndice publicado por Wolls y Merino, Madrid, pp. 174-185). Se han suprimido las citas documentales dadas por F. de Navarrete.