Francisco Javier Parcerisa es el más importante representante catalán seguidor de la corriente romántica de vistas de monumentos de nuestro pasado medieval, al estilo de David Roberts y Pérez Villaamil. Litógrafo primero y pintor al óleo después, es conocido fundamentalmente por su colección litográfica "Recuerdos y bellezas de España".
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monumento
<p>La catedral de Burgos no puede desligarse de la personalidad de su más directo promotor: el obispo Mauricio, familiarizado con Francia, de donde debió de traer al maestro que se hizo cargo de la dirección de los trabajos. Aunque se poseen datos sobre los artífices que se sucedieron en la maestría maestro Enrique, Juan Pérez, ignoramos el nombre del primero de ellos. En 1222 se procedió a la colocación de la primera piedra. Las obras avanzaron con una cierta rapidez, pues, en 1238, al morir el prelado, se le entierra ya en el coro. Entre 1243 y 1260 se documentan nuevas peticiones de indulgencias a la Santa Sede para la contribución a la fábrica. Indudablemente deben corresponder a la continuación de las obras, aunque en la última fecha sólo quedarían pendientes las bóvedas y ciertas zonas de las partes altas.La planta adoptada en Burgos es mucho más simple que la de Toledo. Corresponde a una iglesia de tres naves en la zona de los pies, con un transepto marcado hacia el exterior de una sola nave y girola. Si en la concepción general, la cabecera de Burgos recuerda la francesa de Coutanges, en el alzado de las naves la proximidad mayor se establece con Bourges. Se ha insistido, por ello, en identificar al primer maestro anónimo de Burgos como francés y se le ha supuesto conocedor, por su itinerancia, de las diversas fábricas a las que habría recurrido para organizar la de la catedral castellana, mucho más francesa en líneas generales que la de Toledo, en especial por las proporciones del alzado.En la catedral de Burgos existieron tres portadas: dos en los brazos del crucero y una triple en los pies. Las primeras se integraron en un hastial organizado según las pautas más genéricas del norte. Había que partir del profundo desnivel existente entre el lado norte y el sur, de modo que en este último, se dispusieron tres niveles: puerta con una zona ciega superior bastante amplia, rosetón y parte alta; en el norte, la distribución fue la que sigue: puerta, sobre la que inmediatamente se sitúa un gran ventanal, y parte alta. En lo concerniente a la fachada occidental, fue concebida según el modelo francés canónico. Incluía torres a ambos extremos integradas en la fábrica. Desgraciadamente ha perdido sus puertas primitivas.Los viajes a que se vieron obligados muchos prelados en el intento de resolver el gran Cisma pusieron a los más sensibles ante lo que entonces se hacía en Europa. El obispo Alonso de Cartagena, humanista medieval, debió traer a Hans o Juan de Colonia. En Burgos se convertirá en el arquitecto más importante. Al margen de otras obras, fue el que transformó la fachada tan francesa de la catedral del siglo XIII en otra ascensional, merced al añadido de esos esbeltos cuerpos que llamamos agujas de piedra calada, luego reforzadas con metal, culminadas en estatuas que luego habrá que apear. El origen de esta fachada está en los planos entonces no realizados de la fachada de la catedral de Colonia.</p>
obra
El origen de esta fachada de la catedral de Burgos está en los planos entonces no realizados de la fachada de la catedral de Colonia.
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El estilo germánico es el dominante en la edificación de las torres de la catedral de Burgos, comenzadas por Juan de Colonia en 1442, especialmente en el último cuerpo con el remate de agujas caladas cuyo origen está en los planos entonces no realizados de la fachada de la catedral de Colonia.
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Burgos, más que el propio Toledo, es el gran centro del último gótico hispano. A Hans de Colonia le sucede su hijo Simón, que será el arquitecto con mayor actividad de Castilla la Vieja. La capilla del Condestable de la catedral de Burgos, en este caso para uno de los miembros de la familia Velasco, tiene en su origen el mismo propósito que la toledana que le sirvió de modelo. La fecha más avanzada y la diferencia de tamaño, así como el sistema de cubiertas, le concede una personalidad propia. Presenta planta octogonal, permitiendo apreciar un mayor concepto espacial vinculado a la arquitectura gótica alemana. En esta obra se anticipan los modelos del gótico flamígero de la centuria siguiente como observamos en la plementería calada de la bóveda de crucería, con precedente en modelos almorávides.
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Los arquitectos Simón y Francisco de Colonia son los artífices de la construcción de esta capilla funeraria del condestable de Castilla, don Pedro Fernández de Velasco, y su esposa, doña Mencía de Mendoza, hija del marqués de Santillana y duquesa de Frías. La capilla ocupaba el espacio de la primitiva capilla de San Pedro, que se abría al ábside catedralicio, y el de unas casas adyacentes. Las obras se iniciaron en 1482 y se finalizaron hacia 1517. En la decoración interior trabajaron los mejores maestros de la época: Gil y Diego de Siloe, Felipe Vigarny y León Picardo.