Un ejemplo de las modificaciones que sufre la imagen clásica cuando se inserta en un conjunto hiperdecorativo alejado de la sencillez y claridad propia del clasicismo lo constituye este monumento al Tostado, donde la prolijidad de la decoración y la multiplicación de figuras alegóricas minimizan la figura serena y proporcionada del Obispo difunto, donde se manifiestan ecos más que evidentes de la influencia de otros escultores más clásicos. La figura sedente del protagonista, plena de resonancias clásicas, se confunde en un conjunto de escenas, pequeñas esculturas y motivos decorativos, más prolijos todavía en el Sagrario de la misma catedral. El acercamiento, por tanto, del estilo de Vasco de la Zarza hacia formas próximas al clasicismo se establece desde un punto de vista puramente formal sin comprender adecuadamente la relación entre espacio y figuración establecida por artistas más clasicistas como Ordóñez.
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Como ocurre en buena parte de los templos andaluces, el origen de esta catedral está en la mezquita fundada por los musulmanes, posiblemente levantada ésta sobre el terreno ocupado anteriormente por un templo pagano y uno posterior cristiano. Será en 1147 cuando Alfonso VII convierta la mezquita al culto cristiano, poniendo el tempo bajo la advocación de san Isidoro. La conquista definitiva de la ciudad de Baeza por los cristianos en 1227 supondrá el cambio en la denominación del templo ya que Fernando III le añadió el título de la Natividad de Nuestra Señora. El primitivo templo será reformado en profundidad en el siglo XVI, adquiriendo un aspecto totalmente renacentista. La renovación se realiza en un primer momento siguiendo un lenguaje goticista, que se manifiesta en sus tres naves cubiertas por bóvedas de crucería, pero un derrumbe ocurrido en 1567 motivaría el cambio de dirección, siendo Andrés de Vandelvira el encargado del nuevo proyecto. A la muerte del arquitecto le sustituye Cristóbal Pérez, bajo la dirección de Francisco del Castillo, maestro de obras de la catedral jienense. La obra se finaliza en 1593. Adosado a la catedral se conserva el claustro gótico, de planta cuadrada, con sencillos arcos apuntados y contrafuertes de prisma. En su panda sur se abren cinco capillas antiguas, cuatro mudéjares y una gótica.
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El Kaiser Enrique II instauró en Bamberg su imperio y levantó una imponente catedral con el fin de extender el cristianismo a las regiones orientales. Bamberg era entonces poderosa y rica, en ella se daban cita monarcas y altos representantes de la Iglesia de todo el mundo y Enrique II le dio el nombre de "capital del globo terrestre", la "Roma franca". La gran obra arquitectónica fue finalizada en 1237 y es una de las más bellas del Medievo alemán. En su interior se halla el famoso "Jinete de Bamberg", una magnífica muestra de la escultura de la época.
obra
Conocida universalmente como El Caballero de Bamberg, esta estatua ecuestre ha sido objeto de numerosas hipótesis. Algunos creen que representa a Conrado III, otros afirman que se trata de Esteban de Hungría. También se ha identificado con San Jorge, afirmación que se basa en que la capilla mayor de la catedral está dedicada a este mismo santo. La técnica escultórica presenta una clara influencia de los talleres franceses y especialmente de Reims donde, probablemente, se formaron los artistas germánicos que realizaron esta figura.
monumento
En el área de la Corona de Aragón, a finales del siglo XIII y principios del XIV se comienzan las fábricas góticas de las catedrales de Barcelona, Gerona y las de numerosas iglesias parroquiales de variable importancia. El modelo que se sigue en los proyectos más monumentales es el de tres naves con deambulatorio, transepto marcado sólo espacialmente, y capillas entre los contrafuertes a lo largo de todo el perímetro. La catedral de Barcelona es la que responde más a este modelo porque se concluye según el plan previsto. El interior es poco luminoso y resulta sombrío si lo comparamos con Santa María del Mar.Las obras de la actual catedral gótica se iniciaron el 1 de mayo de 1298, durante el pontificado del obispo Bernat Pelegrí y el reinado de Jaime II. Fueron prácticamente acabadas a mediados del siglo XV, en tiempos del obispo-patriarca Climent Sapera, siendo rey de Aragón Alfonso V.Presenta planta de salón, con 91 metros de largo y 40 de anchura, tres naves y cabecera con girola a la que se abren nueve capillas. Entre los contrafuertes se ubican dobles capillas; en los brazos del crucero se sitúan los campanarios octogonales y otra torre a los pies, evocando la posición de los clavos de Cristo en la Cruz. En el costado meridional se dispone un claustro rectangular rodeado de 22 capillas, sumando con las 27 del interior del templo un total de 49 capillas, nota característica de esta catedral que indica la compleja estructura de la sociedad catalana de la época.La fachada es la parte más reciente del edificio ya que se construyó a fines del siglo XIX y principios del XX. El cimborrio presenta una altitud de 70 metros y se encuentra sobre el atrio de la entrada principal. La fachada fue proyectada por el maestro Carlí en 1408 y continuada, siguiendo términos similares, a principios del siglo XX por el arquitecto José Oriol Mestres, gracias a la colaboración económica del señor Girona y sus hijos. En 1913 se concluyó el cimborrio, las torres laterales y la fachada principal que presenta cinco puertas.
museo
La primitiva catedral de Barcelona existía ya cuando en el 559 se celebró el Concilio de Barcelona. Dedicada a la Santa Cruz, perduró hasta que fue destruída por Almanzor en el 985. El conde Ramón Berenguer el Viejo en 1046 inició las obras de la posterior catedral románica, que se consagró en el 1058 La situación era la misma que la actual pero la orientación inversa, es decir, con la entrada principal donde ahora está el ábside. Cuando años después se construyó la catedral gótica la puerta de la antigua catedral románica se conservó y fue reconstruída en el claustro. En 1298 se inauguraron las obras de la actual catedral gótica al haberse quedado insuficiente la anterior a la que sustituía en el mismo emplazamiento. No se conoce el nombre del maestro que trazó los planos e inició la construcción. La mayor parte de la obra data del siglo XIV, se continuó durante el siglo XV y quedó detenida en el siglo XVI. Carlos I quiso reunir en ella a la Orden del Toisón de Oro, lo que sucedió en marzo de 1519, para lo que se dió preferencia a la terminación del coro, faltando aún la fachada y el cimborio. Todavía en las sillas del coro pueden verse los escudos de los caballeros que participaron, incluso el del emperador. Posteriormente se detuvieron todas las obras y la catedral quedó en situación de semiabandono hasta finales del siglo XIX. La Exposición de 1888 determinó el avance de la ciudad. Su promotor, el financiero Manuel Girona decidió en 1882 terminar a sus expensas la obra de la catedral. Existían los planos originales del proyecto pero se decidió encargar a dos arquitectos (José Oriol Mestres y Augusto Font) un proyecto neogótico original aunque basado en el antiguo. La fachada se terminó en 1888 y el cimborio en 1909. El Museo está situado en la antigua escuela catedralicia, junto al hermoso claustro gótico y en él se conservan algunas piezas destacables como una pila baustimal del siglo XI y una importante colección de pintura que abarcan desde el siglo XIV al XVIII, como una Piedad de Bermejo de 1490 o los fragmentos del retablo de San Miguel y San Bernardino realizado en la misma época por Jaime Huguet. Una sala contigua a la sacristía conserva una espectacular custodia del siglo XIV montada sobre un trono y labrada en oro y plata a la que, a lo largo de los años, se le han añadido piedras preciosas, esmaltes y joyas.
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En el área de la Corona de Aragón, a finales del siglo XIII y principios del XIV se comienzan las fábricas góticas de las catedrales de Barcelona, Gerona y las de numerosas iglesias parroquiales de variable importancia. El modelo que se sigue en los proyectos más monumentales es el de tres naves con deambulatorio, transepto marcado sólo espacialmente, y capillas entre los contrafuertes a lo largo de todo el perímetro. La catedral de Barcelona es la que responde más a este modelo porque se concluye según el plan previsto. El interior es poco luminoso y resulta sombrío si lo comparamos con Santa María del Mar. Las obras de la actual catedral gótica se iniciaron el 1 de mayo de 1298, durante el pontificado del obispo Bernat Pelegrí y el reinado de Jaime II. Fueron prácticamente acabadas a mediados del siglo XV, en tiempos del obispo-patriarca Climent Sapera, siendo rey de Aragón Alfonso V. La fachada es la parte más reciente del edificio ya que se construyó a fines del siglo XIX y principios del XX. El cimborrio presenta una altitud de 70 metros y se encuentra sobre el atrio de la entrada principal. La fachada fue proyectada por el maestro Carlí en 1408 y continuada, siguiendo términos similares, a principios del siglo XX por el arquitecto José O. Mestres, gracias a la colaboración económica del señor Girona y sus hijos. En 1913 se concluyó el cimborrio, las torres laterales y la fachada principal que presenta cinco puertas.