Desde la catedral se entra al claustro por una puerta gótica del siglo XIII, con dos hojas decoradas con elegantes relieves realizados en el siglo XV posiblemente por Gil de Siloé. Edmundo de Amicis la llegó a considerar la "Puerta del Paraíso".
Busqueda de contenidos
obra
Hacia 1240 se realiza en la catedral de Burgos una de las portadas más interesantes del Gótico peninsular: la portada del Sarmental. En el tímpano se representa a Cristo sentado, bendiciendo con su mano derecha y sosteniendo en la izquierda el Libro de la Vida. Se rodea de los símbolos de los Evangelistas: el ángel de san Mateo, el león de san Marcos, el toro de san Lucas y el águila de san Juan. Estos símbolos se acompañan de los propios evangelistas sentados en sus pupitres, una escena cargada de realismo. En las tres arquivoltas se representan los veinticuatro ancianos del Apocalipsis y los coros angélicos, junto con algunas figuras de difícil identificación. El dintel está ocupado por los apóstoles sentados, realizados de manera naturalista, cargados de belleza. Las figuras de las jambas pertenecen a siglos posteriores, concretamente al XVIII.
obra
Burgos es una de las catedrales de la Península Ibérica donde el influjo francés es innegable. Aunque la reducción de las tres naves usuales a la nave única resta belleza a la fachada del brazo sur del transepto de la catedral burgalesa, la puerta que se abre allí, constituye el testimonio más antiguo de la escultura gótica en la Península. La puerta del Sarmental, nombre por el que se la conoce, se fecha en torno a 1230-1240. La escultura se concentra en el tímpano, arquivoltas, mainel y jambas (esta última zona de factura más tardía). Responde a pautas estilísticas foráneas y son perceptibles diferencias entre unas zonas y otras que han llevado a considerar la presencia de tres maestros distintos en ella. Uno habría realizado el tímpano con la Maiestas y el Tetramorfos; un segundo un dintel, y otro más, las esculturas de las arquivoltas. Las conexiones con el arte francés inmediatamente anterior son indudables, hasta el punto que se ha llegado a hablar directamente del Maestro del Beau-Dieu de Amiens. No es así, pero el escultor de la Maiestas conoce muy bien las realizaciones de esta catedral francesa, lo mismo que el artífice del dintel está familiarizado con las portadas del transepto norte de la catedral de Reims. El programa desarrollado en la Portada del Sarmental de la catedral de Burgos es Apocalíptico y puede parangonarse con el modelo que deriva de la Puerta Real de Chartres. La Maiestas rodeada por el Tetramorfos preside el tímpano. Los cuatro evangelistas acompañados por sus símbolos, aparecen sentados ante atriles, escribiendo, de acuerdo con una tradición que se puede rastrear en el arte bizantino y en el carolingio. En las arquivoltas se combinan los Ancianos con ángeles y serafines y el mainel lo preside la figura de un santo obispo, de acuerdo con una tradición que tiene sus precedentes en Francia, aunque en Burgos resulta difícil su identificación exacta.
obra
En el tímpano de la Puerta del Sarmental de la catedral de Burgos se representa a Cristo sentado, bendiciendo con su mano derecha y sosteniendo en la izquierda el Libro de la Vida. Se rodea de los símbolos de los Evangelistas: el ángel de san Mateo, el león de san Marcos, el toro de san Lucas y el águila de san Juan. Estos símbolos se acompañan de los propios evangelistas sentados en sus pupitres, una escena cargada de realismo. En las tres arquivoltas se representan los veinticuatro ancianos del Apocalipsis y los coros angélicos, junto con algunas figuras de difícil identificación. El dintel está ocupado por los apóstoles sentados, realizados de manera naturalista, cargados de belleza.
obra
En el segundo cuerpo de la puerta del Sarmental de la catedral burgalesa se sitúa un amplio rosetón, fechado hacia 1260, en el que su autor pone de manifiesto un auténtico alarde de geometría. La policromía de sus vidrieras da luz al interior de las naves del crucero. Las esquinas superiores del rectángulo están decoradas por dos trilóbulos que se encierran en sendos círculos. Desde aquí arrancan dos pirámides, sobre el final de los contrafuertes.
obra
Las figuras de las jambas de la puerta del Sarmental de la catedral de Burgos pertenecen a siglos posteriores, concretamente al XVIII. Se trata de san Pedro, san Pablo, Moisés, Aarón y dos figuras más.
obra
Desde este punto de la calle de Fernán González se pueden contemplar dos de las puertas de la catedral de Burgos: la de la Coronería, gótica del siglo XIII, y de la Pellejería, realizada por Francisco de Colonia en el siglo XVI.
obra
A partir de su asociación con Silóe, la obra de Felipe Vigarny se orienta definitivamente hacia los ideales de la escultura clasicista a la que permanecerá fiel hasta su muerte. Frente a las extravagancias manieristas de Alonso de Berruguete, las figuras de Vigarny permanecerán ligadas a los modelos clásicos del Renacimiento. El retablo de Burgos, frente al sistema de compartimentación elaborado por Vigarny en obras precedentes, se concibe como una gran abertura central donde se presenta, mediante un grupo de figuras clásicas y proporcionadas, la escena de la Presentación en el Templo, configurando una de las principales piezas del clasicismo español.Con Vigarny y Silóe también trabajó en Burgos el pintor León Picardo, que ya había colaborado con Vigarny anteriormente en los retablos, hoy desaparecidos, de la Magistral de Alcalá de Henares y del convento de la Madre de Dios de Torrelaguna.