En 1895 el magnate de la industria química A. Solvay encargó a Victor Horta su casa en una de las avenidas más importantes de Bruselas, junto con un laboratorio que se construiría un año más tarde. Solvay no dudó en escoger "el arquitecto más caro de la ciudad" y Horta no defraudó a su cliente, realizando una de sus mejores obras hasta la fecha. Su fachada de 15 metros de anchura está enmarcada por dos altos intercolumnios sobre unos balcones de atrevida rejería. La primera y la segunda planta constituyen un magnífico saledizo mientras que los muros curvos y el perfecto acoplamiento de vidrio, piedra y hierro permiten superar a la propia Casa Tassel. En el interior del edificio predomina la línea curva, dejando la estructura a la vista, empleando una profusa decoración modernista.
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Se suele considerar la Maison Tassel, construida entre 1892 y 1893 por Victor Horta en la rue de Turín de Bruselas, como la primera obra de arte total en el continente. Supone una global revisión de la organización espacial y un diálogo continuo entre la flexibilidad del hierro y la dureza de la piedra, característica que se evidencia en toda su obra. Como diría Benévolo, no se trata sólo de un nuevo vocabulario, sino de una nueva sintaxis, aunque la casa repita una tipología de edificio tradicional en Bruselas. Victor Horta había usado el hierro colado para la Maison Tassel, que posibilitará la prolongación en el espacio de los motivos decorativos aprendidos por él en Inglaterra. La fachada recibe esa fluidez interior y la traduce en un movimiento flexible: abombamientos y retrocesos, juegos de tensas membranas vítreas, piedra y hierro se compaginan en ese juego rítmico. No sólo el ritmo de la línea produce esa idea de totalidad; la importancia del color también es fundamental: los marrones de las maderas, el dorado del bronce, las taraceas, las cerraduras y picaportes, los tonos caramelo y melocotón crean una atmósfera especial que puede culminar en muchos casos en una cúpula de cristal que corona la escalera central del hall.
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La única casa que se construyó de toda la urbanización fue la del abogado Martín Trias Domènech, quien encargó en 1906 al arquitecto J. Batllevell su construcción en una de las parcelas más elevadas del complejo. Para ello el arquitecto optó por una solución claramente modernista. El lugar, que había aconsejado Gaudí, disfrutaba de maravillosas vistas y disponía de salidas directas al bosque desde la parte inferior y la terraza posterior, que significó una innovación gaudiniana.
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Fotografía cedida por la Sociedade Anónima de Xestión do Plan Xacobeo
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<p>Txiki Polit, cuyo nombre en lengua vasca significa "pequeña hermosa". Declarada monumento arquitectónico por el Gobierno de Navarra, esta casa es el mejor ejemplo de la arquitectura vasco-pirenaica, ubicada en el corazón de Auritz-Burguete</p>
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No es una casualidad que durante la construcción de esta casa, Venturi estuviera escribiendo una de las obras fundamentales de la teoría arquitectónica del siglo XX, su "Complejidad y contradicción en Arquitectura", publicada en 1966. De hecho, podría afirmarse que esta pequeña construcción se ofrece como una imagen unitaria que integra complejidades y contradicciones intencionadas, dando así un paso fundamental en la crítica al Movimiento Moderno y estableciendo un punto de partida nuevo para el desarrollo de la arquitectura posterior, aunque no exento de aspectos polémicos y cuestionables. La casa tiene una apariencia unitaria, incluso sencilla y simétrica. Sin embargo, entre esa apariencia y su centro compositivo se establecen toda una serie de alteraciones, cambios geométricos e itinerarios insospechados. Su concepto unitario no es, a pesar de todo, un instrumento historicista, sino, como él mismo afirmó, la comprensión de la silueta como un todo.
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La casa Vicens es la primera obra de Gaudí, tomando como fuente de inspiración las plantas y las flores que crecían en el solar antes de iniciarse la construcción, ubicado en la calle de las Carolinas del barrio de Gracia, en Barcelona.
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La Casa Vicens tiene una planta baja, semisótano y piso alto, rodeándose de un pequeño jardín. En la entrada nos encontramos con una reja de hierro forjado con decoración de hojas de palma.
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En la fachada de la Casa Vicens se combinan diversos materiales -ladrillos y azulejos- que se distribuyen horizontalmente en bandas rectangulares.