Busqueda de contenidos

Personaje Político
Cursó estudios de derecho en Madrid y Salamanca y se trasladó a Inglaterra donde tradujo "La muerte de César" de Voltaire. La Inquisición le ordenó detener por esta traducción, salvándose gracias a la intervención de Floridablanca. Inicia su carrera diplomática y administrativa y en 1792 es nombrado oficial de la primera secretaría de Estado, ocupando interinamente dicha secretaría en 1798 y posteriormente en propiedad. Apoyó el viaje científico de Humboldt y eliminó un buen número de privilegios inquisitoriales. Napoleón le señaló como causante de la negativa a la petición de recursos hecha a España por el emperador, lo que le llevó a firmar un tratado por el que la Luisiana y otros territorios pasarían a depender de Francia a cambio del reino de Etruria. El 13 de diciembre de 1800 fue destituido de su cargo por mediación de Napoleón, Godoy y el Papado. La Inquisición volvió a acusarle y le encerró durante año y medio, acudiendo de nuevo a la cárcel en 1804. La llegada al trono de Fernando VII supondrá la liberación del político ilustrado. Durante el reinado de José Bonaparte será nombrado secretario de la Junta de Notables y secretario de Estado. En 1809 será declarado reo de alta traición por los patriotas contrarios al rey francés y Urquijo huyó en 1813, tras la derrota en la batalla de Vitoria. Obtuvo la nacionalidad francesa y falleció en París.
Personaje Político
Heredó de su padre -Fernando I- derechos sobre los monasterios zamoranos. Se alzó en Zamora en contra de su hermano Sancho II, a quien intentó desbancar del poder, y en cuyo asedio murió asesinado. Algunas fuentes historiográficas la califican de reina de Castilla y de León en compañía de su hermano Alfonso VI. Retirada a un convento, pasó allí el resto de sus días.
Personaje Militar Político
Hija de Alfonso VI, casó primero con Raimundo de Borgoña y, al morir éste, lo hizo con Alfonso I el Batallador. Fue coronada reina de Castilla y de León en 1109 con la oposición de los nobles, quienes preferían como rey a Alfonso Raimúndez, hijo de su primer matrimonio. El matrimonio con Alfonso I provocó la división de burgueses por un lado, en apoyo de Alfonso, y de nobleza y clero por otro, a favor de Urraca. En 1114 se separó de Alfonso I, repartiendo los dominios y posesiones de ambos: Aragón será gobernada por Alfonso I, mientras que Urraca reinará en Castilla y León. A la muerte de Urraca en 1126, heredó el trono su hijo Alfonso con el título de Alfonso VII.
Personaje Militar
También llamado Urre o Utre, al servicio de la familia Welser exploró territorios al norte de Sudamérica. Con Jorge Spira partió en busca de El Dorado entre 1535 y 1538 y posteriormente en 1541. Junto a Bartolomé Welser intentó localizar el territorio de los onaguas junto al río Guaviaré. Fue gobernador de Venezuela, sucediendo a Rodrigo Bastidas. Falleció en Quirube en 1546.
contexto
La invasión alemana de 1941, con su profundo avance, hace surgir tras las filas enemigas grupos espontáneos y otros oficiales, que acabarán convirtiéndose en destacamentos guerrilleros. Entre otros, los de P. Ignatov, V. Liventsov y Medvedev oficiales o los de Sabúrov, o Náumov -espontáneos-, que a veces, se unían entre sí o desaparecían por la acción alemana. En la estrategia soviética de anteguerra estaban previstos lanzamientos de guerrilleros sobre la retaguardia como parte de las operaciones del propio Ejército, por lo que existía ya una doctrina y unos planes, que se ponen en práctica ahora (17). "En la URSS, la clandestinidad no sustituye a un poder derrotado ni a un ejército vencido; no discute el régimen político (...). Es simplemente un elemento más en la "lucha patriótica (...)" (H. MIchel), Por otro lado, el hecho de la invasión, la ideología y las brutalidades alemanas -ejecuciones en masa, deportaciones, etc.- confieren a la resistencia un carácter ideológico y popular. Los intentos alemanes de atraer a la población tienen un éxito escaso; la supresión del sistema colectivista no mejora mucho la situación. Con los colaboracionistas se formarán unidades antipartisanas de mediocre valor combativo. En 1942 las guerrillas son ya bastante numerosas en Bielorrusia, Ucrania y Rusia occidental, donde hay Estados Mayores regionales. En ese año pasan a depender del Estado mayor Central del Movimiento Guerrillero, adjunto al Alto Mando. Desde 1943, tras el Congreso del PCUS en Zhitomir, aumenta el control, pero se insistirá en que lo primordial es la defensa de la patria, más que la del régimen, y se crea el Estado Mayor de las actividades de diversión en la retaguardia alemana, se adiestran saboteadores, informadores y se imparten clases de guerrilla incluso por la radio. Los alemanes -Guderian- reconocerán que la guerra de guerrillas se convirtió en una "verdadera plaga", que ejercía gran influencia sobre la moral de los soldados en el frente. Las guerrillas participaron activamente en la ofensiva de Stalingrado. Luego, en la segunda mitad de 1943, la guerrilla bielorrusa frustró entre el 40 y el 50 por 100 del movimiento de trenes alemanes; entre 1941 y fines de 1943 destruyeron en Bielorrusia 812 carros de combate y 255 aviones. En Ucrania, hasta 1944, causaron más de 100.000 bajas al ocupante. En el otoño de 1943 había ya unos 360.000 partisanos en los territorios ocupados. A fines de 1942 algunas áreas quedaron liberadas -Leningrado, Smolensko, Briest, etc,-, ya antes de iniciarse lo que puede definirse como nueva etapa de la resistencia. Esta comienza a partir de la victoria de Stalingrado, en febrero de 1943 y se prolonga hasta las grandes ofensivas del Ejército Rojo de 1944 y la expulsión de los alemanes. Ahora las unidades partisanas colaboran directamente con las tropas regulares, en coordinación con ellas. Desde comienzos de 1944 es cada vez mayor el número de grupos partisanos que son dotados de armamento pesado. A medida que eran liberados los territorios donde operaban, los partisanos quedaban incorporados al Ejército regular.
Personaje Militar
Nacido en Baztán, arriba a Cartagena de Indias en 1545, acompañando a su tío el visitador Armendáriz. Este mismo lo nombrará gobernador de Santa Fe de Bogotá, fundando Pamplona (1549) y Tudela (1553) tras someter a los muzos. Intentó hacer lo mismo con los taironas siendo Justicia Mayor de Santa Marta. Hizo frente en 1556 a una sublevación de los esclavos negros de Panamá, siendo nombrado en 1559 Gobernador y Justicia Mayor de Omagua y El Dorado. Desde Lima emprendió una expedición en busca de El Dorado, en 1560, navegando por el río Marañón. Su mala dirección y el desánimo de los expedicionarios condujo a la sublevación de Lope de Aguirre y a su asesinato.
termino
Uru
acepcion
Entre los sumerios, ciudad o comunidad urbana.
contexto
En Uruguay, tras el estallido de la Gran Depresión el país fue gobernado por el militante del Partido Colorado y seguidor de Batlle, Gabriel Terra. Sus poderes estaban limitados por la Constitución de 1917 y debía cohabitar con un Consejo de Administración de signo opuesto. Con el argumento de la crisis Terra reclamó más poderes y con el respaldo de la mayoría del Partido Blanco, de algunos grupos minoritarios del Colorado y de los terratenientes se convirtió en dictador en 1933. En 1934 se sancionó una nueva Constitución que repartía el Senado entre blancos y colorados y se proclamó la ley de Lemas (aún vigente), que permite a los grupos organizados de cada partido presentarse en solitario a las elecciones, aunque luego se suman los cómputos del conjunto. En 1938 Terra cedió la presidencia a su cuñado, el general Alfredo Baldomir, pero la alternativa entre neutralidad o intervención en la Senda Guerra dividió al Partido Colorado. En 1942 Juan José Amezaga reunificó a los colorados y logró una rotunda victoria electoral. Las elecciones de 1946 las ganó el candidato colorado y batllista Tomás Berreta, gracias a la ley de Lemas, pese a que el blanco Luis Alberto de Herrera había sido el candidato más votado. Sin embargo, su gran elección le permitió a Herrera reunificar el partido, dividido desde 1931. Las tensiones se agravaron en las filas del gubernamental Partido Colorado. Por un lado estaba el vicepresidente, Luis Batlle Berres, sobrino del caudillo, que se hizo cargo del ejecutivo a la muerte de Berreta. Batlle favorecía la modernización con industrialización y proteccionismo y la coyuntura iniciada en la Guerra de Corea ayudó a Uruguay en el logro de sus intenciones. En el otro lado estaban los hijos de Batlle, y si bien pretendían ser los legítimos herederos del batllismo, en la práctica seguían una política más conservadora. En 1952 una nueva reforma constitucional introdujo un Ejecutivo colegiado, que a partir de 1954 fue controlado por Batlle Berres. En ese momento cedía el auge de Corea y surgían nuevos problemas en el horizonte económico. Los grandes ganaderos preferían exportar sus productos de contrabando a través de Brasil que someterse a una política de control de precios de inspiración peronista. Los pequeños agricultores se veían representados por Benito Nardone, un periodista radiofónico, que hablando del "hombre olvidado" sentó las bases del movimiento ruralista, que terminaría en el Partido Blanco. En las elecciones de 1958 los blancos, con el apoyo ruralista y el de numerosos descontentos de la capital, recuperaron el gobierno después de largas décadas en la oposición. Pese a las promesas electorales, los blancos no reformaron la burocracia ni liquidaron la industria en crisis, sino todo lo contrario, aumentando el descontento popular. En Paraguay, comenzaron en 1928 una serie de enfrentamientos militares en la frontera con Bolivia. En 1932, esperando una rápida victoria que le permitiera apoderarse del Chaco paraguayo, vía de salida a la red fluvial del Plata, Bolivia declaró la guerra. Se trataba de una reivindicación geoestratégica, vital después de la pérdida territorial con Chile, que le permitiría al ejército boliviano reconquistar la honra. Sin embargo, tras una breve ofensiva boliviana el ejército paraguayo comenzó a recuperar terreno y en 1935 había llegado a los pies de los Andes. El inicio de conversaciones de paz impidió la derrota total. La victoria paraguaya reforzó la posición política de los altos jefes militares. Cuando se vio que la paz no reportaría los beneficios territoriales que esperaban recibir de Bolivia el malestar se extendió y un golpe militar (la revolución febrerista), orquestado por oficiales de segundo nivel, entregó la presidencia al coronel Rafael Franco, quien logró aglutinar a un heterogéneo grupo de partidarios del cambio, desde nazis a comunistas. La imposibilidad de lograr la paz provocó un nuevo golpe, en 1939, que permitió la restauración liberal, bajo la presidencia del general Marshal José Félix Estigarribia, líder máximo de la guerra del Chaco. La Constitución de 1940 recogió las principales banderas de la revolución febrerista y dio un marco institucional a la hegemonía militar. Tras la muerte accidental de Estigarribia, en 1941, su sucesor, el general Higinio Morínigo, cambió radicalmente sus alianzas, y desplazó a los liberales para unirse a los seguidores del opositor Partido Colorado. En 1945 Morínigo intentó democratizar el régimen con el apoyo colorado y febrerista, pero el ensayo liberalizador duró pocos meses. En 1947 un nuevo intento revolucionario apoyado por liberales, febreristas y comunistas, con un importante respaldo militar, fue reprimido con el auxilio de Perón. Tras las elecciones, se eligió presidente a Natalicio González, el ideólogo y líder máximo del Partido Colorado, favorable a ciertos aspectos del aprismo. González intentó reemplazar la dictadura militar por la dictadura de su partido, para lo cual creó una serie de organizaciones coloradas que pretendían reforzar el control político y social. El ejército favoreció el relevo de González por Federico Chaves, un moderado del Partido Colorado, que insistió en el rumbo ya trazado. La solución seguía sin ser del agrado del ejército y un golpe liderado por el general Alfredo Stroessner inauguró una dictadura militar de muy larga duración. El régimen vació de contenido al Partido Colorado y reprimió duramente cualquier intento de oposición. Stroessner fue plebiscitado en 1958 y reelegido en seis oportunidades, hasta que en 1989 tuvo que dejar el poder tras un golpe militar encabezado por el general Andrés Rodríguez. En Chile, los efectos de la crisis fueron gravísimos, especialmente los políticos. A la caída de Ibáñez, la unión de partidos constitucionales fue incapaz de responder a la gravedad del momento. En 1932 la fuerza aérea impulsó un golpe militar, liderado por el coronel Marmaduke Grove, quien junto con un grupo de jóvenes oficiales proclamó la "república socialista". A las pocas semanas fue desplazado por sus colegas más conservadores y las elecciones presidenciales de octubre las ganó Arturo Alessandri, el candidato de una coalición centro derechista. El Partido Comunista de Chile (PCCh), una vez reorganizado, impulsó una política frente-populista, con socialistas y radicales. Estos últimos se habían apartado del gobierno en marzo de 1936 ante la implantación del estado de sitio. El apoyo radical posibilitó la elección de Pedro Aguirre Cerda como presidente en representación del Frente Popular, en una elección muy reñida que ganó gracias al apoyo de los nazis chilenos y del más influyente movimiento ibañista. Su temprana muerte, en 1941, impidió completar su obra de gobierno. En 1942 parecía que el frentepopulismo había concluido. La derecha tradicional, que no había logrado recomponerse de las anteriores derrotas, apoyó a Ibáñez en las elecciones, pero el candidato radical, José Antonio Ríos, del ala derecha del partido, se impuso con el apoyo comunista. El PCCh veía alarmado la política neutralista de Ibáñez, que encontraba un importante eco en la sociedad chilena. La muerte de Ríos permitió que el gobierno pasara a manos de Alfredo Duhalde, de la extrema derecha radical, por lo que el PCCh marchó a la oposición, desde donde intentó rehacer la alianza con la izquierda radical. Pese a los contratiempos, el sistema de partidos chileno seguía mostrándose capaz de ampliar la base social del juego político. El nuevo triunfo del Frente Popular pareció abrir el proceso democratizador. En las elecciones de 1946 el jefe del ala izquierda del Partido Radical, Gabriel González Videla, apoyado por el PCCh, fue el candidato más votado y luego venía el candidato conservador, Cruz Coke y, al no tener mayoría absoluta, el Congreso lo eligió presidente. Para ampliar su respaldo parlamentario decidió incluir en el gabinete, junto a ministros radicales y comunistas, a militantes del Partido Liberal, el más conservador pese a su nombre. El presidente fue derechizando su política, por lo que los comunistas abandonaron el gabinete y luego le retiraron el apoyo parlamentario. Al tiempo, los sindicatos comunistas radicalizaban su postura y el PCCh avanzó en las elecciones de 1947. Ante la guerra fría y para ser visto con buenos ojos por la administración norteamericana, González Videla reprimió duramente la huelga general declarada por los comunistas, confinó a muchos de sus líderes y posteriormente ilegalizaría al PCCh. El suceso iba a tener una gran repercusión por la fuga del entonces senador comunista, Pablo Neruda. El Frente Popular había desaparecido. El giro conservador del Partido Radical lo convirtió en mayoritario. Ante la falta de respuesta por parte de los partidos tradicionales, el populismo comenzó a ganar terreno. Carlos Ibáñez se presentó a las elecciones de 1952 con las banderas de la lucha contra la inflación, la reforma agraria, la modernización rural y la industrialización, con las que ganó a importantes sectores de las clases medias y populares. Con el único apoyo de los socialistas, Ibáñez fue el candidato más votado y el Congreso lo hizo presidente. La situación económica se hizo asfixiante y el crecimiento del déficit de la balanza de pagos llevó a Ibáñez a aplicar las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional, con el aumento del malestar popular. A fin de apaciguar los ánimos, el presidente legalizó al PCCh, mientras los socialistas se reunificaban bajo la dirección de Salvador Allende, el nuevo líder de la izquierda, al converger electoralmente socialistas y comunistas. La Democracia Cristiana, convertida en la expresión reformista de los sectores medios, surgió en 1957 a consecuencia de la incorporación a Falange Nacional (una organización socialcristiana de los años 30) del ala izquierda del conservadurismo. En las elecciones de 1958, el demócrata cristiano Eduardo Frei quedó tercero por delante de los radicales y fue electo Jorge Alessandri, el candidato de la derecha, que era partidario de una política económica ortodoxa y de la apertura de la economía.