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En esta escena del Beato mozárabe de Valcavado se narran los acontecimientos que se producen al abrirse el sexto sello según el texto del Apocalipsis (VI, 12-15): se produce un gran terremoto, el sol se tiñe de negro y la luna de sangre, y todos los hombres de las diferentes clases sociales se refugian en las cuevas. Las ranas y el Cordero sobre el monte Sión son otras de las imágenes de este sensacional Beato.
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El "Beato de Valcavado" es un códice de estilo mozárabe, hecho en pergamino, con 87 miniaturas de coloraciones muy intensas. Se trata de uno de los más ricos y completos ejemplares de la serie que versa sobre los "Comentarios al Apocalipsis de San Juan", escritos por Beato recogiendo comentarios de los Padres de la Iglesia. Los cuatro caballos que aparecen en la visión a medida que el cordero va abriendo cada uno de los cuatros primeros sellos, aparecen aquí representados en el Beato de Valcavado siguiendo el texto del Apocalipsis de San Juan (VI, 2-8). El caballo blanco está montado por un jinete con arco que recibe una corona; el caballo alazán con jinete con espada con la que quitará la paz de la tierra; el caballo negro con un jinete que porta una balanza y, el caballo macilento con un jinete que lleva una espada y que es conocido como "muerte", tras él, el abismo. El Cristo juez y Las Ranas son otras de las imágenes de este sensacional Beato.
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El Beato de Burgo de Osma proceden de monasterio desconocido, si bien tampoco puede descartarse la zona burgalesa, incluido el oeste de Castilla. El manuscrito fue realizado en 1086 por un clérigo llamado Pedro y algún otro copista, y miniado por Martino. Desde el punto de vista de la tradición textual pertenece a la segunda redacción, pero su ilustración sigue las características de la familia I, aunque con innovaciones iconográficas tales que ha llevado a los estudiosos a preguntarse si son invención de su autor o éste se ha inspirado en alguna otra copia del Comentario hoy perdida.
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El Beato de Burgo de Osma proceden de monasterio desconocido, si bien tampoco puede descartarse la zona burgalesa, incluido el oeste de Castilla. El manuscrito fue realizado en 1086 por un clérigo llamado Pedro y algún otro copista, y miniado por Martino. Desde el punto de vista de la tradición textual pertenece a la segunda redacción, pero su ilustración sigue las características de la familia I, aunque con innovaciones iconográficas tales que ha llevado a los estudiosos a preguntarse si son invención de su autor o éste se ha inspirado en alguna otra copia del Comentario hoy perdida. También constituye un unicum iconográfico la introducción en la ilustración del incendio de Babilonia (Apoc. XVIII, 1-20) de los marineros que se lamentan de la caída de la ciudad y que aparecen figurados, junto a los mercaderes, en la parte inferior de la miniatura. Aparte de las peculiaridades iconográficas señaladas el Beato de Burgo de Osma ofrece el interés de ser el primer Beato románico hispano. Su estilo se ha relacionado con el de las pinturas murales del panteón de San Isidoro de León.
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Los ocho cuadros representando a monjes jerezanos que formaban la serie completa a la que pertenece este beato -pintados por Zurbarán para la Cartuja de Nuestra Señora de la Defensión- están todos en el mismo museo. Fueron concebidos como un conjunto que habría de adornar un largo y oscuro pasillo que conducía al sagrario de la Cartuja. Por este pasillo sólo cabía una persona, por lo que estos santos y beatos eran una compañía celestial que anticipaba el lugar sagrado al que se iba a acceder. El efecto de corte acompañante está subrayado por su tamaño cercano al natural y por el realismo con que Zurbarán consiguió pintar a cada uno de ellos, individualizados como si fueran auténticos retratos. La serie representa a santos de la orden general, y no sólo a la rama jerezana, como exaltación de todos los conventos del mundo cristiano. En este John Houghton encontramos los mismos rasgos que definen a sus compañeros: sostiene en su mano su propio corazón a modo de atributo que lo identifica. Lo ofrece a Dios, hacia quien se vuelve apasionadamente. Viste un purísimo hábito blanco lleno de sombras y gamas blancas y grises que confieren variedad a la casi bicromía del lienzo. La blanca figura destaca con efectismo sobre un fondo muy oscuro de paisaje crepuscular, siguiendo las pautas del tenebrismo que Zurbarán aplicó a la gran mayoría de su obra. Otros lienzos destacados de la serie por su calidad son San Bruno y San Antelmo.
Personaje Político
Descendiente de Fernando I de Portugal, contrajo matrimonio con Juan I de Castilla. Sus intenciones eran legar a sus descendientes los dos reinos. Sin embargo, su madre intervino en esta cuestión, donde también se mezclaron intereses ingleses. Todo ello desembocó en la batalla de Aljubarrota. Al final del conflicto, cuando falleció Fernando I, el reino luso quedó en manos del maestro de Avis, descendiente bastardo de Pedro I.