¿Quién no ha oído alguna vez una canción de The Beatles? El grupo musical más importante del siglo XX ha compuesto decenas de canciones que se han vendido a lo largo y ancho del Mundo. Nadie como ellos ha sido capaz de crear composiciones (Let It Be, Yesterday, Lucy in the Sky with Diamonds, Michelle y un larguísimo etcétera) capaces de traspasar fronteras y épocas, gustando a jóvenes y mayores. Nadie ha dado tantos éxitos a la industria musical, nadie ha despertado tantos fervores y adhesiones, nadie ha sido tan versionado. The Beatles supieron, con su música, su forma de vestir, sus actuaciones, imponer modas y estilos de comportamiento. Héroes de una generación que, más que ninguna otra anteriormente, estaba necesitada de ellos, éste grupo musical es identificado como ningún otro -quizás los Rolling Stones, dirán los amantes de un rock menos dulcificado y con mayor base instrumental- con la década de los sesenta, una etapa revolucionaria y rompedora. Lo cierto es que los Beatles no fueron la misma formación desde el principio hasta el final. Los comienzos, como en la mayoría de los grupos, fueron difíciles, siendo diferentes los componentes del principio con los de la etapa final. Sus orígenes, su antecedente, hay que buscarlo en un grupo llamado "Quarry Men" compuesto por Pete Shotton, Nigel Whalley, Ivan Vaugham y John Lennon, quien comienza a desarrollar su talento compositor. Éste sólo tiene dieciséis años y era un ferviente admirador de Elvis Presley. Tras incorporar un bajo, Stuart "Stu" Sutcliffe, surge la idea de cambiar de nombre, no estando muy claros los motivos. Parece ser que Lennon lo vio en un sueño, si bien otras veces se cuenta que fue Sutcliffe quien lo tomó tras ver la película "El Salvaje", en la que aparecía una motocicleta con éste nombre. John Lennon y Stuar Sutcliffe fichan para el grupo en 1962 a Paul McCartney y George Harrison. Los cuatro intentan buscar locales donde tocar y hacerse un hueco en el mercado discográfico. Lo cierto es que no les va demasiado bien. Tras tocar en algunos bares de Liverpool, su ciudad de origen, consiguen un contrato para actuar en Hamburgo, en un local ya mítico: "La Caverna". Aquí encuentran la pieza que les falta para alcanzar el estrellato: George Martin, productor musical de la compañía EMI, les ficha para su discográfica. Con el cambio, incorporan también un nuevo batería, Richard Starkey, más conocido como Ringo Starr, con el que ya alcanzan su configuración definitiva. El 11 de febrero de 1963 graban su primer album, "Please, Please Me", que incluye su gran éxito: "Love me do". En sólo dos días alcanzan el puesto 17 de las listas británicas y se convierten en el mayor impacto musical del año. Ya son todo un fenómeno, sucediéndose las apariciones en televisión, las entrevistas, los conciertos. Un año más tarde ya son recibidos por una multitud entusiasta en el aeropuerto de Nueva York, siendo también reclamados para participar en varias películas cinematográficas: Hard Day's Night, Can't Buy Me Love, Help, Magical And Mistery Tours, Let It Be... Por supuesto, se convierten de inmediato en un éxito de taquilla. Muchos "beatlemaníacos" no olvidarán nunca lo ocurrido el 20 de marzo de 1969. Ese día John Lennon se casa con Yoko Ono, su segunda esposa, en Gibraltar. Para muchos, la influencia de Yoko, a la que había conocido tres años antes, es decisiva en la decisión de John de separarse del grupo, lo que significa el principio del fin. Para disgusto de sus seguidores, la ruptura definitiva se produce en enero de 1975. Son muchos los que lloran y sienten que, a partir de entonces, la música ya no será lo mismo. Tras la ruptura, cada uno de los componentes sigue carreras en solitario. John Lennon, el más carismático, continúa creando composiciones de gran belleza, como "Imagine", su canción más conocida y un himno generacional de los setenta, "Woman" o "Give the Peace a Chance". Sin embargo, una nueva desgracia sucede el 8 de diciembre de 1980, en Nueva York, cuando cae asesinado por los disparos de Mark David Chapman, un fanático admirador. Por su parte, Paul McCartney también continuó su carrera posterior a los Beatles, primero con el grupo The Wings y después en solitario, que llega hasta la actualidad. En su haber hay composiciones como Uncle Albert/Admiral Halsey" o "Live and Let Die". George Harrison y Ringo Starr, éste en mayor medida, han tenido posteriormente una menor repercusión, dedicándose a colaborar con otras bandas e interpretes. Harrison falleció en la tarde del jueves 29 de noviembre de 2001, tras una larga lucha contra el cáncer.
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acepcion
Feliz o bienaventurado. Entre los cristianos, puede ser sujeto del proceso de beatificación, aunque también se aplica a personas que visita mucho los templos.
acepcion
Códice miniado que recoge los comentarios del Beato de Liébana sobre el Apocalipsis (siglos VIII y XIII).
Personaje
Pintor
Guido di Pietro, que tras entrar en la orden de los dominicos recibió el apelativo de Fra Giovanni da Fiesole, artísticamente conocido como Fra Angelico, ha sido considerado por la crítica especializada, un artista indudablemente religioso, capaz de pintar visiones celestiales de gran espíritu místico. Esta traducción del imaginario divino hábilmente combinada con su maestría técnica, ha contribuido a que sea reconocido hoy en día, como uno de los más relevantes pintores florentinos del segundo cuarto del siglo XV. Aunque se conoce su ciudad natal, Vicchio di Mugello, resultan inciertos los inicios y la formación artística de Fra Angelico debido a la escasa documentación existente. En 1417, cuando todavía era laico, fue recomendado por el ilustrador Battista di Bragio Sanguini para ingresar en la hermandad de San Nicolás, pero esta relación no es suficiente para garantizar una vocación de ilustrador. Quizás sea factible que, posteriormente, habiendo entrado joven en la orden, se iniciase en el campo de la miniatura ya que era muy practicada por los monjes doctos. Menos aún se puede asegurar su vínculo formativo con los posibles maestros Ambrosio di Badese y Lorenzo Monaco a los que se les relaciona por afinidades estilísticas. En este sentido, si atendemos a las "Vidas de los ilustres pintores, escultores y arquitectos" publicadas en 1550 por Vasari, donde se menciona su estudio y admiración por Masaccio, podremos confirmar una clara influencia de la vía del arte-conocimiento en sus primeras obras. A esta fuente de inspiración se suman los ecos recibidos de Gentile da Fabriano, durante su estancia en Arno, y de Sasseta. Entre 1420 y 1423 se fecha su ingreso en el convento de Santo Domingo de Fiesole. Decisión tomada junto con su hermano Benedetto, dedicado por entonces a la escribanía, que le serviría para desarrollar su inclinación artística, puesto que allí se ocuparía de la decoración pictórica del claustro y realizaría el retablo del altar mayor. La rama principal de la orden de los Predicadores ponía mucho énfasis en los estudios, en cambio, a los Observantes, aunque se dedicaban a la predicación y salvación de las almas, les estaba permitido dedicarse a otras actividades. Así, Fra Angelico como fraile mendicante, no estaba sujeto a la clausura estricta, codición que le permitió participar activamente en la transformaciones de su tiempo. Los novicios no tenían el consentimiento de trabajar salvo en su preparación espiritual, por ello suponemos que en 1423, el artísta ya había superado este inicio, ya que en una nota fechada en aquel año haciendo referencia a una obra actualmente desaparecida, se corrobora su autoría. Diez años más tarde, simultáneamente al reconocimiento como gran pintor de su época, tenía cargos de gran responsabilidad dentro de la orden y contaba con la amistad de San Antonino, arzobispo de Florencia (también dominico), y de los papas Eugenio IV y Nicolás V. A partir de esa momento, comenzó a desarrollar su estilo naturalista, a la vez que idealizado, en colaboración con el miniaturista Zanobi Strozzi, reflejándolo tanto en la famosa Anunciación del Museo del Prado como en los numerosos encargos recibidos del círculo social que rodeaba a los dominicos Observantes. En 1437 comenzó una nueva orientación productiva en su arte, al dotar a sus principios doctrinales de un claro aire intimista y esencialista que aplicó a su obra de mayor envergadura, la decoración del convento de San Marcos, que había sido donado a los dominicos por el papa Eugenio IV. Con las obras de remodelación y ampliación del convento, el humanista y mecenas Cosme de Médicis, confió a Fra Angelico la realización pictórica del monasterio. El enorme encargo, que incluía las celdas de los frailes, numerosos claustros y el retablo para el altar mayor, hace indudable la colaboración de un taller personal que siguiese las normas volumétricas y espaciales que Fra Angelico captaba de las nuevas corrientes renacentistas. Gracias a su buena relación con el papa Eugenio IV pudo trabajar en la basílica de San Pedro de El Vaticano desde 1445, primero decorando la capilla del Santísimo Sacramento, desaparecida durante el pontificado de Pablo III, y más tarde, por encargo de su sucesor Nicolás V, continuará pintando en colaboración con Benozzo Gozzoli entre 1447 y 1449, en los frescos de la capilla de San Esteban y San Lorenzo,conocida como Capilla Niccolina. Este trabajo fue combinado con el inicio de la capilla de San Brizio de la catedral de Orvieto, ciudad a la que tuvo que trasladarse durante tres veranos consecutivos, pero no llegó a concluirla, dejando esa labor a Luca Signorelli. Con estas obras que marcan la culminación de su evolución pictórica, pudó transmitir el poder alcanzado por la Iglesia a través de un simbolismo plenamente clásico. En1450, al ser nombrado prior del convento de Fiesole, decidió volver a Florencia por dos años para, en 1452, poder regresar a Roma donde moriría el 18 de febrero de 1455. Fra Angelico, que nunca había empezado una obra sin rezar una oración previamente, fue canonizado por Juan Pablo II en 1984, pero ya antes, su sepultura en Santa Maria sopra Minerva se había convertido en un verdadero lugar de culto y peregrinación, no tanto debido a su genialidad artística como a su carácter sencillo cargado de profunda espiritualidad.
obra
Zurbarán recoge en este cuadro una imagen que apenas ha sido representada por los pintores religiosos, como es la figura del Beato Cirilo. Este personaje vivió en el siglo XII; era griego y muy devoto de la Virgen María. Trabajó como embajador entre la Iglesia romana y la Iglesia ortodoxa, que se había independizado. Decepcionado por las discusiones entre ambas, marchó a Armenia donde profesó como carmelita y murió nada menos que a los 98 años, una edad milagrosa si tenemos en cuenta que la media de vida en el siglo XII apenas alcanzaba los 50. El cuadro forma pareja con la figura de San Pedro Tomás, del mismo tamaño y estilo. Fue un encargo para el Colegio de San Alberto en Sevilla y lo raro de la iconografía, puesto que ambos santos son poco conocidos, señala que fueron un encargo muy concreto de los carmelitas de esa institución.
obra
El magnífico Beato de El Escorial procede del "scriptorium" de San Millán de la Cogolla. La belleza de su disposición cromática, presidida por los amarillos, los verdes y los ocres, y la originalidad de sus composiciones, así lo atestiguan, haciendo de este Códice uno de los Beatos más admirados de entre la veintena de ejemplares que se conservan.
obra
Esta miniatura mozárabe del llamado Beato de El Escorial representa una escena apocalíptica en la que Juan entrega el mensaje divino a uno de los ángeles de las Siete Iglesias. La Iglesia de Esmirna está representada con una forma abstracta, a modo de marco cuadrado que sirve como escenario de las figuras. Este magnífico Beato de El Escorial procede del "scriptorium" de San Millán de la Cogolla. La belleza de su disposición cromática, presidida por los amarillos, los verdes y los ocres, y la originalidad de sus composiciones, así lo atestiguan, haciendo de este Códice uno de los Beatos más admirados de entre la veintena de ejemplares que se conservan.
obra
Sobre un fondo de bandas horizontales con un intenso colorido y luminosidad, el Beato de Facundos -nombre por el que también se conoce al Códice de don Fernando I y doña Sancha ya que lo hizo un pintor llamado Facundus- representa aquí el momento en que "adoran a la Bestia y al Dragón". Llaman la atención la singularidad e imaginación con las que se representan los monstruos, así como la simetría y esquematismo de las figuras humanas, características habituales de la miniatura mozárabe.