Estudia en el taller de Joan Baptista Ravanals, para luego trasladarse a Roma. Allí estaría a las órdenes de Sebastiano Conca (1724). A su regreso a España se instala primero en Madrid y trabaja para fray Vicent Ripoll. Poco después vuelve a su localidad natal y allí entra al servicio del marqués de Dos Aguas. Como grabador realizó obras de gran calidad como la estampa del sermón de Las tres púrpuras de Alcira de Jaume Cervera o los retratos del conde de Alcira y el marqués de Busianos. De su faceta como pintor cabe destacar la decoración del camarín de San Luis Beltrán del monasterio de Santo Domingo en Valencia. A él también se debe el diseño de la ornamentación del palacio de Dos Aguas de Valencia.
Busqueda de contenidos
Personaje
Arquitecto
Escribió interesantes artículos que publicó en el "Boletín enciclopédico de nobles artes". A finales de la década de los años sesenta es nombrado arquitecto municipal en Barcelona. En sus escritos propone la eliminación de las murallas. Los proyectos que realizó sobre este tema fueron conocidos como el famoso ensanche de Barcelona. Con este proyecto desbanco a Cerdá que era el otro aspirante en el concurso que se celebró en 1859 para reformar la ciudad. En este puesto permaneció hasta 1870 interrumpidamente. De las obras que dejó cabe destacar el campanario de Gràcia y el mercadillo de Sant Antoni de Barcelona.
Personaje
Otros
Esposa de Alejandro Magno desde el 326 a.C. hasta la muerte de éste. Era una princesa persa y ambos contrajeron matrimonio en un país llamado Sogdiana. Ésta no fue la única esposa que tuvo el monarca macedonio, pues estuvo casado con otras mujeres asiáticas, como Estateira, hija de su enemigo Dario III. Roxana era hija del sátrapa de Bactriana, Oxiartes y murió hacia el año 311 a.C. El motivo principal de los matrimonios de Alejandro Magno no era tanto el amor como el conseguir un heredero para su inmenso imperio. Tras su muerte, Casandro encarceló a Roxana y su hijo, heredero al trono, haciéndose con el poder.
contexto
Ya a finales de los años cincuenta, Lichtenstein hacía cuadros de expresionismo abstracto en los que incluía personajes de Disney como Mickey, Donald o Buggs Bunny. Poco después, a comienzos de los sesenta, conoció a Allan Kaprow y, a través de él, entró en contacto con el grupo de happenings formado por Oldenburg, Dine y Segal. A partir de entonces hizo sus primeras pinturas pop con personajes de comic y de envoltorios de chicle. En sus cuadros, como este Whaam! (1963, Londres, Tate Gallery), Lichtenstein utiliza de manera sistemática la trama tipográfica de la imprenta como base -como estilo- y las tiras de cómic como motivo iconográfico. "Los acepto -dice el pintor- como cosas que están ahí, en el mundo... Los signos y las tiras de comic son interesantes como tema. Hay algunas cosas en el arte comercial que son útiles, están llenas de fuerza y de vitalidad".Su interés por el comic viene del contraste entre la fuerza emocional de los temas que tratan -el amor, el odio, la guerra...- y la técnica distanciada, fría, estándar e impersonal. Lo mismo hace él en sus pinturas: temas emotivos presentados de un modo frío y formalista, simplificando al máximo el color y la forma, dando la misma importancia a las cualidades abstractas y decorativas de la pintura, sin que, aparentemente, se pueda detectar la personalidad del artista.Aparentemente sólo, porque Lichtenstein no quiere reproducir -de hecho, cuando se ven los dibujos que le han servido de base las diferencias son de bulto- sino recomponer y, si bien todas sus operaciones están destinadas a conseguir el efecto de un proceso industrial, él, lejos de trabajar de una manera mecánica -como algunos críticos le reprocharon, y como se piensa habitualmente-, es un pintor en el sentido más tradicional de la palabra. Un pintor al que le gusta hacer sus propias pinturas y además quiere que sean obras de arte. A partir de un dibujo dado, de un cómic, hace un boceto con las formas básicas y los colores, lo traslada con un proyector sobre un lienzo de gran tamaño y, una vez allí, utilizando las tintas de la imprenta -la cuatricromía de amarillo, rojo, azul y negro sobre blanco-, hace primero los puntos, después las zonas de color y, por último, los contornos, con un ayudante, como hacían los clásicos.El interés por las imágenes banales reproducidas ha llevado a Lichtenstein hacia los pintores -y sus obras- convertidas también en objetos de consumo: Picasso, Cézanne y los movimientos de vanguardia. No parece equivocarse cuando escribe: "Picasso es de alguna manera un objeto popular: uno tiene la impresión de que debe haber una reproducción de Picasso en cada hogar". Un problema que preocupa también a la figuración narrativa francesa (Adami, Aillaud...) y a algunos artistas españoles como Arroyo o el Equipo Crónica.
museo
La colección permanente de la Royal Academy es una de las más importantes de Gran Bretaña, conservando obras desde el siglo XVIII -época de su fundación- hasta la actualidad, desde sir Joshua Reynolds hasta Gary Hume. En su librería se pueden consultar 45.000 volúmenes relacionados con la actividad artística. La Royal Academy es una institución privada que tiene como objetivo apoyar las bellas artes y a los artistas contemporáneos, realizando para ello un ambicioso programa. Su sede está en Burlington House. La R.A. es completamente autónoma, políticamente independiente y autosuficiente. Recibe el patrocinio de importantes empresas y personas, contando con una Asociación de Amigos formada por 85.000 miembros. La R.A. está gobernada por los académicos, todos ellos eminentes pintores, grabadores, escultores y arquitectos en activo. Son un total de 80 académicos elegidos en cada una de las siguientes categorías: pintura, escultura y arquitectura. Se trata de una de las instituciones de mayor prestigio en el Reino Unido desde su fundación en 1768, siendo sir Joshua Reynolds su primer presidente. La famosa Summer Exhibition es una de las más importantes muestras de arte desde 1769, atrayendo en la actualidad a más de un millón de personas, por lo que es una de las mejores citas culturales de Londres.
museo
Formada por el gusto personal de los reyes y de las reinas de Inglaterra desde hace más de 500 años, la colección real incluye pinturas, dibujos, acuarelas, muebles, cerámicas, relojes, objetos de plata, esculturas, piezas de joyería, libros, manuscritos, mapas, textiles, etc. La responsabilidad administrativa de la colección es llevado a cabo por el departamento de colección real, parte de la casa real. La colección se ha formado en gran parte desde la restauración de la monarquía en 1660. Algunas obras u objetos que pertenecieron a monarcas anteriores, por ejemplo Enrique VIII, también sobreviven. La colección real se exhibe en las residencias reales principales, que están abiertas al público. Se hacen prestamos a instituciones de todo el mundo, para hacer la colección extensamente disponible y para demostrar obras de arte en nuevos contextos.
museo
Cerca de Eton y de Londres encontramos el castillo de la ciudad de Windsor. Es un enorme castillo real del siglo XVIII, con vistas a la capilla de San Jorge, del siglo XV, y a los State Apartments, residencias reales. En los State Apartments se conservan impresionantes obras de arte, con artistas como Memling, Durero, Holbein, Canaletto, Rubens, Van Dyck, etc. El conjunto más coherente es la galería de retratos de la familia real y sus antepasados. Pero la sala más importante es la Print Room, donde se conserva la mayor colección de dibujos y manuscritos de Leonardo da Vinci. Una selección de los mismos puede contemplarse en una pequeña galería aneja a la sala.
fuente
Gran Bretaña, aunque los innovadores deberían doblegar muchas voluntades conservadoras, optó claramente por el desarrollo de la Marina: en 1940 disponía de un total de 1.917.178 toneladas, integradas por 15 acorazados y cruceros de batalla en servicio (de 30.000 a 42.000 toneladas) y siete en construcción (de 35.000 toneladas), 7 portaaviones en servicio y 6 en construcción, 15 cruceros pesados (10.000 tons.), 50 cruceros ligeros en servicio y 19 en construcción, 191 destructores y torpederos y 32 en construcción y 54 submarinos en servicio, más diez anticuados y otros cuatro en proceso de construcción. Una diferencia aplastante a favor de los aliados y en contra del Eje, desde el punto de vista cuantitativo y cualitativo, porque los portaaviones terminaron decidiendo; y también porque los británicos disponían de dos grandes avances; el radar -detección en superficie y en el aire- y el asdic -detección submarina-. Y si apabullante era la ventaja franco-británica en las escuadras en activo, también lo era en la construcción naval: tenían en los astilleros buques de guerra por 650.000 toneladas, mientras que los italiano-germanos no alcanzaban la mitad de esa cifra.