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En el pueblo jienense de Fuerte del Rey se descubrió una pieza singular que recibe el nombre de Danza bastetana y que hoy se conserva en el Museo Arqueológico de Jaén. Se trata de una placa de piedra con una escena de siete personajes silueteados, hombres y mujeres cogidos de la mano en acción de danzar. Hay que contar en este relieve, como en toda la escultura ibérica, con una base orientalizante y un fuerte componente griego, con matices que pueden derivarse de influjos etruscos o púnicos, portadores, a su vez, de un lenguaje artístico helénico, asumido y trasformado por la idiosincrasia propia de sus respectivas culturas. Y por supuesto, hay que contar con la personalidad que a todo lo recibido o heredado imprimen las mismas sociedades ibéricas. Es, por ejemplo, una nota común de su arte escultórico la ausencia de la obsesiva preocupación por el canon y la symmetria -proporción y armonía- propia de la escultura griega. Es una cuestión de mentalidades y no sólo de pericia; poco o nada estorbaba a un ibero la inorganicidad que ofrecen incluso obras de gran empeño, como la Dama de Baza. Interesará más el cuidado de los detalles que el conjunto, ajeno, a menudo, a las estrictas normas compositivas de los griegos.
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El expresionismo de este relieve de Amenofis IV viene marcado por un semblante muy chupado, ojos oblicuos a medio entornar, nariz de aletas carnosas y con fosas nasales desmesuradas, labios prominentes de contorno tajante y bajo ellos una barbilla redonda, caída hacia abajo. Es una muestra evidente de como la idealización anterior ha dado paso a la expresividad.
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Este fragmento de relieve que se descubrió en Baena bien puede proceder de Madinat al-Zahra ya que, tras la destrucción de la ciudad fundada por Abd al-Rahman III, buena parte de sus elementos decorativos se dispersaron por los alrededores. Tanto el material empleado, como la delicada ejecución y el excelente dibujo hacen pensar que fue diseñado para decorar una importante habitación de algún palacio califal. El diseño consiste en un sistema de sinuosas ramas simétricas que parte de un tallo que hace de eje de simetría, ocupando las ramas todo el espacio, junto a flores y palmetas. El diseño se enmarca con una cenefa de ataurique.