La fama de Rubens va a llegar a todos los rincones de Europa. Para la corte francesa va a trabajar con especial dedicación entre 1622 y 1624, realizando la decoración de un importante palacio parisino, el del Luxemburgo. Para entregar algunos lienzos se trasladó personalmente a París en 1623. Posiblemente fue en este momento cuando realizó este retrato de la reina-madre de Francia, quien verdaderamente gobernaba el país dejando a un lado a su hijo Luis XIII y a su nuera Ana de Austria. Doña María de Médicis viste un elegante traje negro con cuello blanco, destacando ante un fondo neutro realizado con largas pinceladas de tonalidades claras. El maestro centra la atención en el rostro de la dama, de singular belleza pese a sus 50 años, para mostrar al espectador su personalidad a través del gesto y de la mirada. La libre ejecución del retrato indica que se hizo del natural, existiendo entre pintor y modelo una admiración mutua. La influencia de Tiziano queda de manifiesto en este excelente retrato.
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obra
Hacia 1794 Goya - ya sordo desde la enfermedad del otoño de 1792 - entra en el círculo de la Duquesa de Alba, la noble más importante de su tiempo, protectora y amiga de actrices, literatos, pintores y toreros. Debido a este importante contacto, Goya va a realizar un buen número de retratos de los personajes del entorno de la Duquesa como Pedro Romero, José Romero o la Tirana, la famosa actriz que aquí contemplamos. Se trata de una imagen de medio cuerpo en la que la figura viste un elegante traje de gasa blanca, lleva el cabello suelto y adornado con una rosa. Una transparente mantilla cubre sus hombros e impide observar el pronunciado escote muy a la moda. Su expresiva mirada tiene cierta relación con el apodo de doña María del Rosario: la Tirana. Su esposo, también actor, hacía de "malo" en todos sus papeles por lo que se le empezó a llamar el Tirano. Los bordados del vestido resultan sorprendentes al igual que el gesto de la dama, verdadero punto de referencia de la obra. Cinco años después Goya ejecutará un nuevo retrato de esta actriz, ahora de cuerpo entero.
obra
Una de las mejores actrices que ha dado el teatro español es María Guerrero, nacida en Madrid en 1867, ciudad que la vio triunfar y que en la actualidad posee un teatro con su nombre. Llegó a formar compañía propia con su marido, Fernando Díaz de Mendoza, en la que interpretó a todas las damas importantes del teatro clásico y de la época. Cuando Sorolla la retrató, en 1906, tenía la actriz 39 años y estaba en su momento más álgido. Parece como si la hubiésemos sorprendido durante su interpretación, por el gesto con el que se muestra al espectador y por el vestuario empleado, un bello traje rojo. Pero, sin duda lo más importante es como el pintor ha sabido captar su gracia y su expresividad, destacando la familiaridad con que la retrata. Hace uso de una pincelada suelta y empastada que va a caracterizar toda la obra del pintor valenciano, cuyas principales preocupaciones serán la luz y la verdad, dejando a un lado la imaginación para captar lo que realmente ve.
Personaje
Político
Descendiente de José Manuel y María Victoria, contrae matrimonio en 1760 con su tío Pedro. Durante este tiempo gobiernan, siendo su madre todavía regente. En 1777, fecha en la que fallece su padre, son nombrados monarcas de Portugal. La muerte de su esposo y su primogénito le costaron una seria enfermedad. La incapacidad de la reina obliga a su hijo menor, Juan VI, a ocupar el puesto de regente. La reina María I de Portugal muere en Brasil en 1816.
Personaje
Político
Tras el cisma abierto por Enrique VIII con Roma, María Tudor deseaba recuperar la confianza del papado y regresar al redil del catolicismo, como buen hijo pródigo. Este será el objetivo primordial de su política, no dudando en realizar algunas persecuciones y ejecuciones de protestantes, lo que le valdrá el apelativo de Bloody Mary, María la sangrienta. María era hija de Enrique VIII y Catalina de Aragón por lo que apenas contaba con posibilidades de ocupar el trono de Inglaterra. Había nacido el 18 de febrero de 1515 y pasó una infancia feliz. Pronto se pensó en casarla, eligiendo como marido a su primo, el emperador Carlos V. Cuando los preparativos se iniciaron, en 1522, María tenía siete años y el novio 22. Desde ese momento su educación cuidadosa, aprendiendo latín, francés, castellano e italiano. Así mismo, aprenderá solfeo y canto. Pero Carlos cambió de planes y en 1526 se casaba con Isabel de Portugal, dejando a María compuesta y sin novio. Para colmo, el enlace de Enrique VIII con Ana Bolena provocaba la declaración de María como hija bastarda, quitándole el título de princesa de Gales y viendo como su madre era encerrada en el castillo de Kimbolton. Es de suponer que todos estos trances provocaron una gran tristeza en la joven María, conocida desde ahora como lady Tudor. Con el ascenso al trono de su hermano Eduardo VI (1547), hijo de Enrique y su tercera esposa, Jean Seymour, el gobierno queda en manos de lord Eduardo Seymour, tío del rey. María es acusada de provocar revueltas para volver al catolicismo lo que motivará su encarcelamiento. Tras el fallecimiento de Eduardo VI en 1553, y a pesar de nombrar heredera a lady Jean Grey, María contó con el apoyo popular para acceder al trono. En la política por recuperar el catolicismo como religión oficial del país debemos entender su matrimonio con Felipe II, el 25 de julio de 1554, incluso contando con la oposición del pueblo y del Parlamento. Felipe no aceptaba de buen grado este enlace, llegando a decir "que partía para Inglaterra como el que parte para una cruzada". La pareja pasó la luna de miel en el castillo de Windsor, recibiendo la bendición del tálamo nupcial del obispo de Winchester. El cronista nos dice al respecto: "Lo demás de esta noche júzguenlo los que han pasado por ello". A los tres meses María empieza a sospechar que está embarazada, viendo como su vientre aumentaba de volumen, lenta pero progresivamente. El parto se espera para abril del año 1555, llegándose incluso a repartir las invitaciones para el bautizo. Pero el alumbramiento no llegaba y el tiempo se dilataba por lo que los médicos atribuyeron la inflamación del vientre real a una hidropesía, vulgar retención de líquidos Será en 1555 cuando Roma levante la excomunión a Londres, provocando una abierta caza de protestantes a pesar de las recomendaciones contrarias del propio papa Paulo IV, Carlos I o su esposo Felipe. Las persecuciones se hicieron más contundentes tras la marcha del monarca español, aconsejada la reina por el obispo Bonner quien consideraba que el no quedarse María encinta era culpa de la escasa persecución de herejes. Convencida también de ello, María decidió quemar vivas a más de 50 personas en los próximos tres meses. Felipe partió para Flandes el 29 de agosto de 1555 con el fin de acudir a la ceremonia de abdicación de su padre. Tras dos años de estancia en Flandes y ansiando su regreso, María recibía a su esposo de nuevo en Londres en marzo de 1557, ahora como rey de España y las Indias, de Nápoles y Sicilia, señor de Flandes y duque de Milán. La estancia inglesa del rey de España será breve pero María vuelve a manifestar síntomas de embarazo. Desde Madrid Felipe da instrucciones al conde de Feria para que averigüe la veracidad de las noticias referentes al embarazo. El conde escribe a su rey para comunicarle que los síntomas son igual de falsos que la vez anterior. Profundamente enamorada de Felipe, María decidió unilateralmente apoyar a su marido en las guerras contra Francia. La pérdida de Calais provocó el distanciamiento con su pueblo, indicando que la política de María no era aceptada, motivando su inmediata sustitución tras su fallecimiento, el 17 de noviembre de 1558, posiblemente víctima de una peritonitis tuberculosa, dejando abierto el camino para el ascenso al trono de Isabel I.
Personaje
Político
Entre los mártires del Renacimiento encontramos a María Estuardo, reina de Escocia. Muy pronto recibió el título, tras el fallecimiento de su padre Jacobo V en 1542, ocupando la regencia su madre, María de Guisa. A los seis años fue enviada a la corte francesa para recibir educación y el apoyo de una de las potencias del continente. Con este fin se celebró el matrimonio de María con el delfín Francisco quien reinó entre 1559 y 1560. Al quedarse viuda, María regresó a Escocia donde se enzarzó en una continua lucha con los nobles, partidarios del calvinismo para independizarse de la corona y tomar las riquezas de la Iglesia. En 1565 vuelve a casarse, eligiendo como esposo al jefe del partido católico, lord Darnley. El nacimiento de su hijo Jacobo - futuro Jacobo I de Inglaterra - trajo grandes complicaciones ya que María pretendió la corona inglesa para él. El conflicto escocés tomó dimensiones internacionales al apoyar Carlos IX de Francia a la Corona e Isabel de Inglaterra a los nobles. Los asesinatos de nobles se convirtieron en una práctica común, alcanzando los acontecimientos un terrible cariz. Lord Darnley fue asesinado, acusándose a la propia reina, quien volvió a contraer matrimonio, ahora con el conde Bothwell. El Parlamento, dirigido por los nobles, se rebeló, deponiendo y encarcelando a la reina. María consigue escapar, refugiándose en Inglaterra donde encabezó el partido católico contrario a Isabel I. Su participación en la conspiración de Babington le costó la vida ya que Isabel ordenó su decapitación, no sólo por su enemistad religiosa y política sino porque era una peligrosa rival en la cuestión sucesoria: María era bisnieta de Enrique VII, convirtiéndose en la heredera de la corona inglesa si Isabel no tenía descendencia. La ejecución de María Estuardo sirvió como detonante para que Felipe II enviase la Armada de Inglaterra con la intención de invadir la isla.