Adèle-Zoë-Marie-Marquette Tapié de Céleyran tenía 23 años cuando dio a luz a Henri. Procedía de una ilustre familia emparentada con los Toulouse-Lautrec desde el siglo XVIII, poniendo en práctica la política matrimonial imperante en la época para unificar fortunas y evitar intromisiones en la nobleza. El carácter tranquilo e incluso melancólico de la condesa contrastaba con el dinamismo y arrogancia de su esposo lo que motivaría la separación de la pareja tras el fallecimiento de su segundo hijo en 1868. Son numerosos los retratos realizados por Henri a su madre, mostrando en todos ellos su aspecto dulce y apacible. En esta ocasión aparece al aire libre, posiblemente en el jardín del castillo de Malromé donde ella vivía, sentada en un banco azulado. La figura se sitúa de perfil, recortando su cabeza ante los arbustos y las flores, vestida con un blusón blanco y una larga falda oscura, sujetando entre sus manos una sombrilla. La composición está ejecutada gracias al empleo de una pincelada vibrante y empastada, aplicando el color en algunas zonas con cierta violencia, resaltando la utilización de sombras coloreadas como hacían los impresionistas, especialmente Pissarro. Los contornos del personaje están trazados con firmeza y maestría demostrando Henri la seguridad de su dibujo, elemento característico de sus trabajos maduros que deja su papel protagonista al color en esta admirable escena.
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obra
Renoir y Aline Charigot se conocieron en los últimos años de la década de 1870. La relación se estrechó y fruto de ella nació Pierre en 1885. En 1890 se casaron y cuatro años después nació un segundo hijo, Jean, el futuro director de cine. Para cuidar al pequeño contaron con la ayuda de Gabrielle Renard, una prima de Aline, permaneciendo con la familia hasta 1914, año en el que Gabrielle se casó. La joven se convertirá en una de las modelos favoritas para el artista, posando en esta escena de maternidad junto al pequeño Jean, componiendo una de las escenas favoritas del pintor.Ya en la década de 1890 nos encontramos con un estilo diferente al impresionista, ya que Renoir se interesa especialmente por el dibujo y el modelado, renunciando a la luminosidad y el cromatismo de las obras de Monet. Las tonalidades rojizas dominan un conjunto en el que el espacio se limita al máximo, apareciendo sólo las figuras en primer plano y ocultando cualquier referencia espacial. De la época impresionista aún quedan algunos elementos como las sombras coloreadas.
obra
En 1885 nace Pierre, el primer hijo de Renoir y Aline Charigot. El nacimiento del pequeño llevará al pintor a tratar los asuntos de maternidad con mayor frecuencia en estos años, un momento en el que el impresionismo está atravesando un periodo de crisis y Renoir reacciona empleando un mayor modelado en sus figuras, un acertado dibujo y colores fríos y suaves, tal y como podemos observar en esta intimista escena. Pero también continúa utilizando aspectos habituales del impresionismo como la importancia de la luz, las sombras coloreadas o los efectos atmosféricos creados en la estancia, resultando una obra de transición hacia el estilo final definido por las famosas bañistas. Las pinceladas son largas y fluidas, renunciando a los detalles. La sensación que el espectador experimenta contemplando estos trabajos es de tranquilidad y quietud, haciéndonos partícipes del tierno momento de vestir al pequeño mientras éste juega con el gato. La composición está estructurada de manera clásica al utilizar una pirámide como figura compositiva, recordando a las Madonnas renacentistas que el pintor admiró durante su viaje a Italia en 1881, especialmente las pintadas por Rafael.
obra
La madre ha cedido su ración diaria a su hija y no ha podido aguantar más el hambre. Unos hombres llevan su cadáver en volandas acompañado como único cortejo por la niña, llorando dramáticamente ante su orfandad. La intensidad de la escena la convierten en una de las más impactantes de la serie.
Personaje
Religioso
Nacida en Skopje, Albania, actualmente capital de Macedonia, su nombre original era Agnes Gonxha Bojaxhiu. Realizó estudios en Dublín y en Darjeeling, trasladándose a la India en 1928 como novicia de Las Hermanas de Nuestra Señora de Loreto. En Calcuta, impartió la docencia en la St. Mary's High School, escuela de la Orden. En 1937 tomó los votos definitivos. Jefa de estudios del colegio durante varios años, en 1946 decidió cambiar de actividad y dedicarse al cuidado de los más desfavorecidos de Calcuta, tras comprobar que era más importante la labor que podía desempeñar en una de las ciudades más pobres de la tierra. Dos años más tarde marchó a París, para estudiar enfermería y atención al paciente, volviendo poco más tarde a la India para fundar una escuela para niños. En 1950 decidió fundar una congregación que denominó Misioneras de la Caridad, recibiendo el visto bueno de la diócesis de Calcuta. Su objetivo era dedicarse exclusivamente al cuidado de los enfermos, los pobres y los desvalidos de Calcuta. La regla de la orden se basaba en los votos tradicionales, es decir, pobreza, castidad y obediencia, a los que añadía un cuarto que era la promesa de servicio a los menesterosos, en quienes Teresa de Calcuta veía la encarnación de Jesucristo. Poco tiempo más tarde la orden fue aprobada por Roma, abriendo en 1952 la primera Casa de los Moribundos indigentes, llamada en hindú Nirmal Hriday (Corazón puro). Cinco años más tarde, en 1957, se dedicó también al cuidado de los leprosos. Con el tiempo, la labor de la Congregación fue haciéndose cada vez mayor y más eficaz, extendiendo su trabajo no sólo a Calcuta sino a otras ciudades de la India y aun a los cinco continentes. Su labor abnegada, su entrega incondicional y la defensa constante de los más pobres le valió ser reconocida con varios premios, como el Premio Internacional de la Paz Juan XXIII, que le entregó Pablo VI, el Premio Buen Samaritano (Boston), o el Premio Nobel de la Paz, que le fue concedido en 1979. Su precario estado de salud no le impidió trabajar a favor de los más pobres hasta sus últimas fuerzas, al punto que el mismo papa Juan Pablo II le solicitó que disminuyera su ritmo de trabajo debido a su precario estado físico. Nacionalizada india, falleció en Calcuta el 5 de septiembre de 1997, siendo reconocida como una de las personalidades más influyentes, con su ejemplo, de finales del siglo XX.
obra
El final de la etapa dorada de Klimt se produce hacia 1909, entrando en un breve periodo caracterizado por colores oscuros, como se pone de manifiesto en la Dama con sombrero y boa o esta triste escena protagonizada por una madre y sus dos hijos, uno de los trabajos más curiosos del pintor vienés al alejarse del decorativismo e interesarse por la crítica social. El estilo empleado por el maestro enlaza con Toulouse-Lautrec, aunque el tema no enlace con las divertidas escenas del París pintadas por el neo-impresionista francés.Las tres figuras aparecen adormiladas, cubiertas con una triste manta oscura, sobresaliendo sólo los tristes rostros de los protagonistas. Fondo y primer plano se funden en un todo cargado de melancolía.Podía tratarse de Mizzi Zimmermann, la amante del pintor, y sus dos hijos, utilizados como modelos para realizar Klimt esta imagen cargada de tristeza.
lugar
El origen de Madrid, al igual que sucede con otras muchas ciudades, está envuelto en el misterio y la leyenda. Las investigaciones históricas han llegado a la conclusión de que el nombre "Madrid" nace con la fundación árabe de la ciudad y significaría "madre de agua abundante". Fue Alfonso VI quien logró tomar la ciudad, punto desde el que se controlaba, como si de una avanzadilla se tratara, la defensa de Toledo. Durante el reinado de Felipe II las modificaciones urbanísticas van a ser importantes. Dos razones las justifican; de una parte el traslado de la Corte a Madrid en 1561 con el consiguiente aparato burocrático que ello conllevaba; de otro lado, el incremento constante de la población que desbordaba sus posibilidades espaciales. El Madrid del siglo XVII es sede de la corte real española y centro artístico junto con Sevilla del barroco español, así como una ciudad en pleno crecimiento y desarrollo debido a su capitalidad. De los monarcas borbónicos, será Carlos III quien tenga mayor influencia sobre la fisonomía de la capital. Su consonancia con las ideas ilustradas imperantes en la época le llevan a promover la construcción de obras públicas, para uso y disfrute de los ciudadanos, a veces continuando la labor iniciada por sus predecesores. Durante el siglo XIX, la ciudad y la población de Madrid participaron activamente en los distintos hechos y acontecimientos que jalonaron la centuria. Madrid conoció el levantamiento contra los ocupantes franceses -el famoso 2 de mayo, inmortalizado por Goya-; sus calles y cafés fueron escenario privilegiado para la difusión de las distintas ideologías políticas, cuando no de pronunciamientos; su población creció, gracias a la inmigración, por encima de los 200.000 habitantes, al tiempo que su contorno urbano se ensanchaba con nuevos barrios como el de Salamanca. Durante el siglo XX, Madrid es el escenario en el que se desarrolla buena parte de la vida económica, política y social nacional, convirtiéndose además en un foco de atracción para una gran mayoría de los emigrantes de la España interior. A la muerte de Franco, en 1975, comienza una etapa apasionante, la transición, en la que poco a poco en Madrid y en España se van ganando las libertades democráticas. Restaurada la monarquía en la persona de Juan Carlos I, el 19 de abril de 1979 se constituye el primer Ayuntamiento de Madrid votado por los ciudadanos, siendo su alcalde Enrique Tierno Galván. Son estos unos años presididos por el ansia de libertad y ruptura con el pasado, espíritu de renovación que se plasma a todos los niveles, pero especialmente en el campo de las artes, la música y el cine. Son los años de la "movida", que significarán una apertura al exterior y a la modernidad.
contexto
El Surrealismo en el núcleo madrileño, en el que confluyen personajes procedentes del resto de España, se halla indefectiblemente ligado a la Residencia de Estudiantes. En dicha institución se dieron cita, a comienzos de los años veinte, Federico García Lorca, Luis Buñuel, Salvador Dalí, José Bello, Emilio Prados y José Moreno Villa, convirtiéndose además en punto de referencia obligado para cuantos poetas y pintores, fuera de ella, se aventuraban por derroteros artísticos similares. En aquel ambiente juvenil en el que se rendía culto a la imaginación más desaforada y se potenciaban toda clase de juegos mentales, se gestaron imágenes, bromas y conceptos que luego, a través de Dalí y Buñuel, se incorporarían al acervo del Surrealismo internacional. Tampoco faltaron en este medio los contactos con el núcleo parisino, bien por la estancia de alguno de sus componentes en Madrid, como fue el caso de Louis Aragon, que pronunció el 18 de abril de 1925 una conferencia en la residencia de la calle del Pinar, o bien por los viajes de los pintores a la capital francesa. Benjamín Palencia, Maruja Mallo, Ponce de León o Alfonso Olivares, por citar sólo unos ejemplos, fueron testigos directos, a mediados de los años veinte, de la eclosión del Surrealismo francés. Federico García Lorca (1899-1936) fue el primero en elaborar una obra gráfica de carácter surreal, hecho en el que sin duda influyó su estrecha relación con Dalí y el grupo catalán de L'Amic de les Arts. De 1927 datan sus primeros dibujos automáticos, dados a conocer en las GaleríaS Dalmau de Barcelona en ese mismo año, pero será a partir de 1929 cuando, al igual que acontece en su producción literaria con "Poeta en Nueva York", el Surrealismo estalle de forma violenta en una serie de dibujos de resonancias letales y abundante iconografía sexual. José Caballero (1916-1991), el mejor ilustrador de la poesía lorquiana, y al que se deben también notables escenografías de carácter surreal, como la realizada para "Bodas de sangre" y otras montadas por el teatro universitario La Barraca, es uno de nuestros más caracterizados surrealistas. Dibujante extraordinario, Caballero puso entre 1932 y 1936 a disposición de la imaginación más arrebatada todos sus recursos técnicos, creando una serie espléndida de dibujos, en los que el absurdo, la ironía y la provocación concitan constantemente la aparición de lo maravilloso. En el contexto madrileño y a partir de las experiencias desarrolladas por Alberto (1895-1962) y Benjamín Palencia (1894-1980), en el seno de la Escuela de Vallecas, se configuró un surrealismo peculiar de carácter telúrico y rural. Al parecer fue el escultor el inspirador de un nuevo concepto del paisaje, el impulsor de una nueva sensibilidad ante los elementos atmosféricos y la dura orografía del páramo castellano, rápidamente asimilada por los pintores. Este surrealismo bronco de obras realizadas con abundante materia, en sobria gama de ocres, que en Maruja Mallo (1909) se ensombrece aún más y en los que predominan las referencias vegetales y minerales, es una de las formulaciones más originales de la pintura surreal española. Alberto, Maruja Mallo, Palencia y Rodríguez Luna abandonaron en estas obras la exploración de los ámbitos personales para profundizar en el trasmundo de un subconsciente de resonancias colectivas. Espantapájaros, uno de los cuadros de Maruja Mallo que responde a esta inspiración, fue adquirido por André Breton en 1932, durante la estancia de la pintora gallega en la capital francesa. En la nómina de pintores surrealistas deben ser incluidos además Alfonso Ponce de León (1906-1936); el poeta ultraísta y creador del collage Adriano del Valle (1895-1957); Nicolás Lekuona (1913-1937), una de las figuras mas prometedoras de la vanguardia, muerto durante la guerra civil; el poeta José Moreno Villa (1887-1955), autor de una estimable producción gráfica y pictórica; Alfonso Olivares (1898-1936); Luis Castellanos (1915-1946); Luis Fernández (1900-1973), que realizó la casi totalidad de su obra en Francia y Eugenio Granell (1912), entre otros. Granell, que une a su condición de pintor infatigable una espléndida obra literaria y escultórica, es uno de los surrealistas españoles de mayor proyección internacional, al haber realizado la mayor parte de su obra en Centroamérica.