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monumento
Esta iglesia está dedicada a San Felice, mártir muerto en el año 266. Algunos estudiosos consideran que la primera construcción data del año 1000, apareciendo referencias documentales en el siglo XI. En el siglo XIII se convirtió en un importante centro religioso, artístico y cultural, momento en que se vio reformada por primera vez, reformas que se han continuado a lo largo del tiempo, aportando algunas mejoras o alterando su equilibrio original. Entre las reformas más perniciosas debemos hacer referencia a la que tuvo lugar entre 1790-96, llevada a cabo por Giovanni Rivani. La restauración que se realizó en 1966 dotó al edificio de gran parte de su primitiva belleza. La fachada está construida en piedra y presenta un cuerpo central y dos espacios laterales que coinciden con las tres naves que configuran el templo. En cada uno de los cuerpos se abre una puerta, coronada con un luneto semicircular, románico el central con primitivos elementos de mármol. Esta fachada ha sido atribuida a Michelozzo. En el interior, la iglesia presenta tres naves separadas por pilastras sobre las que se levantan arquerías.
museo
Esta iglesia está dedicada a San Felice, mártir muerto en el año 266. Algunos estudiosos consideran que la primera construcción data del año 1000, apareciendo referencias documentales en el siglo XI. En el siglo XIII se convirtió en un importante centro religioso, artístico y cultural, momento en que se vio reformada por primera vez, reformas que se han continuado a lo largo del tiempo, aportando algunas mejoras o alterando su equilibrio original. Entre las reformas más perniciosas debemos hacer referencia a la que tuvo lugar entre 1790-96, llevada a cabo por Giovanni Rivani. La restauración que se realizó en 1966 dotó al edificio de gran parte de su primitiva belleza.
monumento
El núcleo original de la iglesia es una construcción antigua del siglo XIV. Al igual que otras iglesias de la localidad, San Felipe se asienta sobre una antigua mezquita musulmana. La iglesia actual fue finalizada en 1562. Cuenta con una portada principal construida en 1470, mientras las laterales fueron finalizadas unos años más tarde. Se trata de un admirable ejemplo de monumento mudéjar andaluz, con portada enmarcada por un alfiz, sobre la que se levanta la torre-fachada. El frontal está construido con azulejos del siglo XVI y posee un retablo mayor. El techo es un artesonado que cubre las naves.
obra
Construcción de estilo renacentista con ornamentación barroca realizado por Melchor de Aguirre en 1695, tiene planta de cruz latina.
monumento
Desde su origen, este monumental edificio ha estado dedicado fundamentalmente a la actividad evangelizadora de las Misiones. En 1671, la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri comienza a desarrollar su labor pastoral en la ciudad de Granada. Edificaron un templo nuevo, dedicado originalmente a la Virgen de los Dolores, bajo la dirección de Melchor de Aguirre (1695), maestro mayor de la Catedral, que murió antes de que finalizaran las obras. La desamortización de Mendizábal de 1836 cerró el convento y expulsó a los Religiosos Filipenses. Iglesia y convento sufren abandono y son utilizados posteriormente como almacén de materiales y escuela de Bellas Artes, hasta la llegada de los Redentoristas. Durante estos años la iglesia va deteriorándose, llegando a perder parte de sus elementos originales. El 4 de julio de 1912, los Redentoristas adquieren la iglesia de San Felipe, en el centro de la ciudad. La comunidad redentorista se instala el 6 de febrero de 1913 y la iglesia es consagrada de nuevo el 12 de diciembre del mismo año como Santuario de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. La fachada es sobria y austera, antiguamente coronada por dos torres demolidas en el siglo XIX. La construcción es de estilo renacentista con ornamentación barroca. Tiene planta de cruz latina. El templo es de cantería, de buena factura, decorado en el interior con grandes pilastras corintias, que sostienen el cornisamiento y las bóvedas de crucería. A cada lado de las bóvedas se abren tres capillas y, encima de ésta, tribunas, repetidas en el crucero. La nave central está rematada por una bóveda de crucería y, en el crucero, por la cúpula de inferior calidad al resto del edificio. Todos los retablos son obra de Francisco Romero, fabricados en pino rojo. El retablo mayor está dedicado a santa María del Perpetuo Socorro, que preside el Santuario desde el espectacular Camarín. Es un icono pintado por Encarnación González, artista popularmente conocida como "la pintora de la Virgen", sobre plancha de cobre. Los dos retablos laterales están dedicados a san Alfonso María de Liguori, obispo de Santa Águeda de los Godos (Italia) y fundador de los Misioneros Redentoristas, y al Corazón Eucarístico de Jesús.
monumento
<p>El 15 de noviembre de 1867 se otorgó escritura de fundación de este colegio en las casas que para ello había adquirido en la calle Ancha D? Clara Cortés Jurado, y que había de regentar la Congregación de Madres Escolapias Hijas de María. Aceptada la fundación por la M. General de la Orden, se tomó posesión del edificio el 22 de marzo de 1871. Algunos años más tarde, en 1885 se finalizó la obra de la iglesia que fue inaugurada solemnemente el 26 de diciembre de dicho año. A principios del siglo pasado la fundación escolapia lucentina se trasladó a Cabra, donde subiste, encomendándose el colegio a la Congregación de MM. Felipenses. En la actualidad es la sede de la Cofradía del Sagrado Encuentro. En lo externo, la fachada de este templo es de una gran sobriedad, recurriéndose a un gran paramento rectangular de ladrillo, coronado por un frontón recto y partido, sobre tacos en cuyo centro se alza la espadaña, de un solo cuerpo y con dos huecos para campañas. Adosada al muro exterior se encuentra la portada, de piedra y también de un solo cuerpo, con arco de medio punto, rematada por frontón partido que, en su centro, ostenta el emblema petro, timbrado con corona de la Congregación Escolapia. Sobre la portada un gran óculo permite la iluminación del coro. Interiormente es un templo de sentido longitudinal, cubierto con bóveda de medio cañón, presentando en sus paramentos algunas hornacinas sin retablos, excepto el muro de la cabecera, donde se sitúa el retablo mayor. Éste es de madera dorada. Procedía originariamente de la desaparecida iglesia conventual de Santa Ana, siendo trasladado a la iglesia de San Martín, donde ocupó la capilla de los pies de aquel templo, en el lado del evangelio, siendo posteriormente cedido para el destino actual. Se organiza en dos cuerpos: el principal, sobre un estrecho banco en que se incluye el sagrario, dividido en tres calles marcadas por columnas salomónicas sobre ménsulas rematadas por capiteles corintios; la calle central se prolonga hasta el ático, mostrando sucesivamente un manifestador, una hornacina con arco de medio punto ocupada por una Dolorosa de influjo granadino, genuflexo y de vestir, tal vez procedente de un grupo escultórico más amplio, y el coronamiento propiamente dicho, con un lienzo representando un Calvario de afortunada factura, entre pilastras y rematado por un frontón curvo. Las calles laterales presentan dos magníficas tablas de pintura representando a Santo Tomás de Aquino y a San Buenaventura. Se prolongan estas calles por medio de dos pequeños tondos, enmarcados en dos raros marcos coronados por angelillos, con las cabezas de San Pedro y San Pablo. Completan el tránsito del principal el ático, dos imágenes de talla y pequeño tamaño que prolongan las salomónicas de la calle central. Fechable en torno a 1700, no parece ajena su traza al lucentino Leonardo Antonio de Castro, a quien se pueden atribuir las pinturas, muy semejantes a las que ocupan el coronamiento del retablo mayor de San Francisco de Asís.</p>