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Miembro de una ilustre familia de la nobleza polaca, fue uno de los candidatos a la corona polaca, saliendo elegido en 1704 con el apoyo de Suecia. Reinó brevemente para ocupar el trono de nuevo en 1733, oponiéndose a Augusto II de Sajonia y Polonia. A pesar de la primera derrota consiguió mantenerse en el poder gracias a la ayuda de Francia. Durante su reinado se enfrentó a la Guerra de sucesión Polaca que finalizó con la victoria de Augusto III, quien contó con el apoyo de Rusia. Entonces fue proclamado duque de Lorena.

Tras su matrimonio con Maria Bicknell, la familia Constable se trasladó a Londres, alquilando una casa en la cercana localidad de Hampstead donde el maestro se interesó especialmente por el paisaje de la región. Uno de sus lugares favoritos era el estanque de Branch Hill realizado desde un punto de vista elevado para mostrar el estanque en la zona central y el valle en profundidad. La zona será para el pintor un lugar muy atractivo por los efectos lumínicos que se producían, especialmente durante las frecuentes tormentas veraniegas con las que consigue alcanzar sensacionales efectos de claroscuro. Al tratarse de un boceto, observamos la pincelada rápida y compacta que caracteriza buena parte de los trabajos preparatorios pintados por Constable, trabajos que para algunos especialistas son más interesantes que los lienzos definitivos al anticiparse en ellos al estilo impresionista de maestros como Monet, Renoir o Pissarro.

El actor cómico Jack Bannister deseaba una pintura con la que pudiera "sentir el viento soplando en su rostro" por lo que Constable le regaló esta pequeña obra pintada tomando como modelo un boceto realizado en 1819. La escena está tomada desde un punto de vista elevado que nos permite contemplar el estanque en el centro de la composición y el amplio valle en la zona del fondo mientras que en la zona de la derecha observamos la loma con un niño que contempla la espectacular vista. Esta referencia pintoresca -con la que pretendía atraerse el éxito popular- se acentúa con los caballos que beben en el estanque, reducidos a pequeñas notas de tonalidades oscuras. Pero, a pesar del pintoresquismo de estos elementos, el verdadero interés de Constable se centra en los aspectos lumínicos y atmosféricos, distribuyendo las luces y las sombras de la manera más naturalista posible ya que el propio pintor afirmaba: "la pintura es una ciencia y debe practicarse como una investigación en las leyes de la naturaleza". El cielo de la tormenta domina la composición, ocupando más de la mitad del lienzo, referencia ésta tomada de los paisajistas holandeses del Barroco. Las nubes toman vida propia se convertirán en elementos favoritos para el maestro realizando numerosos estudios. El resultado es una obra que anticipa al impresionismo.