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Esta espada posiblemente fue la capturada a Boabdil en la batalla de Lucena del año 1483, entregada por los Reyes Católicos a Diego Fernández de Córdoba. Presenta una exquisita decoración en la que se combinan estrellas de ocho puntas y crucetas que se enmarcan con bandas de filigrana. El blanco y el rojo son los colores principales que aparecen en la zona central mientras que el negro y el verde se emplean como fondos. Resulta curiosa la ausencia de emblemas y la presencia de inscripciones en las que se alaba a la divinidad.

Campanario de una sola pared, en la que están abiertos los huecos para colocar las campanas.