Las capas altas de la sociedad neoasiria demandaban piezas en marfil a los artistas y orfebres. De fina labra, gran belleza y perfección técnica, parece muy probable que esta pieza sea de factura fenicia o siria.
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obra
La escultura fenicia presenta un fuerte eclecticismo que muestra primero una fuerte influencia egipcia y más adelante se deja ver la impronta del arte griego. De factura un poco tosca y rasgos muy esquematizados esta esfinge sobre una base plana procedente de Chipre porta sobre sus alas un recipiente seguramente con fines religiosos.
monumento
Junto al templo del valle de la pirámide de Kefrén está agazapada su gran esfinge. Con la expresión "agazapada" queremos dar a entender que está como oculta, en medio de rocas que la rodean por tres lados y de donde únicamente la cabeza sobresale. Podría decirse también que es como un altorrelieve de dimensiones colosales. La esfinge no es una parte preceptuada de las pirámides y, de hecho, aunque parezca guardar el templo del valle y otro más pequeño que tiene a sus pies, está concebida en realidad como centinela de toda la necrópolis de Gizeh. No sabemos a quién se le ocurrió la idea de hacerla. Los canteros de Keops habían dejado allí, como residuo de una cantera, una masa rocosa que alguien pensó en convertir en escultura. Y el empeño fue tan afortunado, que la esfinge de Gizeh se ha convertido en una de las estatuas más célebres del mundo, celebridad bien merecida por la magia fascinante que de ella emana. Observemos sus dimensiones: longitud, 57 m; altura, 20 m. Pero quizá una medida parcial resulte más expresiva: cada oreja mide 1,37 m de alto. La roca original debería de tener ya una cierta forma de león acostado, pues en la mayor parte de ella bastó con una capa de yeso recubierta de pintura para darle la forma deseada. La cabeza, inspirada en la de Kefrén, lleva el nemes, el velo regio con el ureus sobre la frente y la barba postiza en el mentón, barba que ha desaparecido al igual que la nariz y que una estatua de Kefrén de píe, que mostraba delante del pecho. La esfinge, inventada probablemente en ese momento, representa, pues, a Kefrén, identificado con el sol, en guardia permanente de toda la necrópolis.
obra
Junto al templo del valle de la pirámide de Kefrén está agazapada su gran esfinge. Con la expresión "agazapada" queremos dar a entender que está como oculta, en medio de rocas que la rodean por tres lados y de donde únicamente la cabeza sobresale. Podría decirse también que es como un altorrelieve de dimensiones colosales.