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Muy cerca del puente de los Roncaleses se levanta la ermita de Santa María, un templo de época medieval que tiene sus orígenes en un hospital para los peregrinos que se dirigían a Compostela a través del Camino de Santiago.

Pequeña ermita situada en la plaza que lleva su mismo nombre y que destaca por su blancura. Tanto la plaza como la ermita forman uno de los rincones más hermosos y con mayor embrujo de Espejo. En el centro, hay un farol.

Aunque la ermita de Otero de Santiago es de origen gótico, en ella se aprecian reformas posteriores de corte barroco. Su estructura se levanta sobre una sola nave y en su interior se venera una talla románica del siglo XIII que representa a la patrona de la villa.

La ermita románica de Sarsa fue construida inicialmente en las faldas de la Peña Oroel de Jaca, pero en 1970 se procedió a su traslado y reconstrucción en la Avenida de Oroel. Como muchas otras iglesias que se levantan a lo largo del camino jacobeo, su arquitectura se identifica con el modelo de las pequeñas ermitas típicas del románico rural. Parece ser que en los trabajos de reconstrucción se modificaron algunos elementos de su estructura original.