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acepcion
Esta figura empleada en más de una ocasión por Homero, como dios o deidad, es recordada en el Nuevo Testamento con un sentido negativo como "mensajero y ministro del mal" o "espíritu malo".
contexto
Las primitivas comunidades vivían en demos, asentamientos donde se explota la tierra repartida, dasmós, que entran en relaciones complejas con los señores, en el proceso acumulativo que se refleja en el poema hesiódico de "Los trabajos y los días". Su capacidad de supervivencia como demos libre resultó variable a lo largo del espacio geográfico griego. En algunos lugares se convirtieron en comunidades dependientes, en otras forzaron los agrupamientos en comunidades urbanas donde asentaron su identidad como comunidad, con funciones militares y capacidad para disfrutar de parcelas de tierra, siempre en relaciones conflictivas con los poderosos y de resultado variable. Al margen de las comunidades, los acontecimientos de la edad oscura permitieron la aparición de personas o grupos marginales, carentes de identidad como grupo, sólo capaces de subsistir cuando se alquilaban como mano de obra a cambio de la manutención o de un salario, misthós. Son los thetes, los que carecen de arraigo en la comunidad y con la tierra, que se encuentran en las condiciones adecuadas para caer en formas de dependencia individual que se orientan hacia la esclavitud, fenómeno que poco a poco se ve favorecido por el desarrollo de los viajes con intenciones comerciales y de las expediciones bélicas que tendían, no ya a controlar las tierras vecinas, sino a la captura de hombres para someter a los incipientes mercados de esclavos.
obra
En época helenística surge el empeño de representar a los grandes intelectuales de la cultura griega, individualizando, cada vez más, sus rasgos. Demóstenes es uno de los oradores que simbolizaron el nacionalismo ateniense frente a Filipo II, y que por tanto hubieron de esperar años, una vez muertos, hasta recibir el homenaje de unas estatuas en su ciudad. Las copias de cuerpo entero que nos han llegado de su imagen revelan una obra maestra, perfectamente fechada (280 a. C.), y la única conocida de un escultor llamado Polieucto; aquí sí que podemos ver los avances del realismo, desde las telas a la fláccida musculatura, pasando por la reconcentrada frente. El artista hizo un canto a la paradójica figura del orador y político de mente fuerte y cuerpo débil; su obra es la perfecta ilustración del epigrama que para sí compuso el retratado: "Si hubieras tenido, Demóstenes, fuerza pareja / a tu alma, en Grecia el Ares macedón no imperara."
Personaje
Político
Demóstenes lideró el partido antimacedonio ateniense y defendió la democracia y la libertad frente a los que apostaban por el liderazgo de Macedonia para poner fin a la preponderancia persa. Durante su juventud ejerció como abogado hasta su participación en política durante el año 355 a.C., momento en el que pronunció sus famosos discursos llamados "Olintinas" al apoyar a Olinto frente a Filipo de Macedonia. Posteriormente pronunció las célebre "Filípicas" contra la política del rey macedonio. Demóstenes pasó de las palabras a los hechos al organizar una coalición contra Macedonia integrada por Tebas, sufriendo una contundente derrota en Queronea (338 a.C.). Filipo quiso congratularse con los atenienses y no fue especialmente duro en su trato a la ciudad vencida pero Demóstenes continuó con su campaña contraria a la hegemonía macedonia, contando con el apoyo del pueblo ateniense que le regaló una corona de oro. La desaparición del tesoro de Harpalo, ministro de Alejandro, de la ciudad de Atenas provocó el destierro de Demóstenes que regresó a la muerte de Alejandro. Una vez más el orador fue mandado al destierro por el gobernador Antípater, envenenándose en el templo de Poseidón de Calauria.