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La conquista de la ciudad de Cuenca en el año 1177 por el rey Alfonso VIII motivó la sustitución de la mezquita aljama por una nueva iglesia cristiana. La consagración del nuevo templo se produjo en 1208 por el entonces obispo Rodrigo Jiménez de Rada. Si bien el grueso de la fábrica es del siglo XIII, posteriormente se hicieron modificaciones como la girola del siglo XV, el claustro durante el Renacimiento o la fachada en 1902. La iglesia constaba en un primer momento de tres naves y crucero. Al iniciarse la segunda mitad del siglo XV el obispo, don Lope de Barrientos, decidió dotar a la catedral de una amplia girola de dos naves, a imitación de la toledana; ello supuso la demolición de los ábsides laterales y, por tanto, la transformación de la primitiva fábrica de su cabecera. Lo único que de ella nos queda hoy es el polígono central, de siete paños, enmascarado al interior por una profusa decoración barroca y semioculto al exterior -en su cuerpo bajo- por la serie de capillas que se fueron abriendo entre sus contrafuertes en época moderna. Pueden verse aún algunos de sus sencillos, pero elegantes vanos alancetados, ahora ciegos. La fachada fue realizada por Vicente Lampérez en 1902.

La primitiva fachada de la catedral conquense fue realizada en el siglo XVII pero sufrió importantes destrozos que llevaron a Vicente Lampérez a rehacerla en el siglo XX, empleando un estilo neogótico aunque aún no ha sido finalizada. Presenta tres calles con portadas formadas por arquivoltas sin decoración en los tímpanos.

La iglesia constaba en un primer momento de tres naves y crucero. Al iniciarse la segunda mitad del siglo XV el obispo, don Lope de Barrientos, decidió dotar a la catedral de una amplia girola de dos naves, a imitación de la toledana; ello supuso la demolición de los ábsides laterales y, por tanto, la transformación de la primitiva fábrica de su cabecera.

De la primitiva fábrica románica de la catedral de Cuenca quedan algunos restos, entre ellos el arranque de la torre del Ángel.

La organización en tres niveles de la nave central de la catedral de Durham sigue la pauta constante de la teoría anglonormanda. La utilización del zigzag se generalizará a partir de este modelo. El obispo Guillermo comenzaba la construcción de la catedral de Durham en 1093, con la solemne disposición de la primera piedra el 29 de julio. Se trata del primer gran edificio totalmente abovedado del románico inglés. La primera campaña de obras se prolongaría hasta 1104, año en que se trasladaron las reliquias de san Cutberto al coro de la nueva catedral. Un segundo periodo de construcción concluiría con la dedicación del año 1133. Es un característico templo de tres naves, con un profundo presbiterio de igual estructura, y un gran transepto. Lo más significativo del edificio son sus curiosas e imperfectas bóvedas de ojivas. Tan sólo las de las naves colaterales corresponden a la construcción original, así como el especial cuidado con que se aborda la articulación de los paramentos de los muros de la nave central, con los consabidos tres niveles -intercolumnio, tribuna y orden de ventanas con ándito-. Un desmedido afán decorativo lleva al constructor a doblar todos los arcos y aplicarles una continua ornamentación denticular. La catedral de Ely sigue el estilo apuntado en Durham.

Las medidas de la catedral son 71,80 m. de longitud por 41,80 m. de crucero y 19,80 m. de altura en su nave mayor. En el extremo meridional del crucero se abre la Portada principal.

La torre de la catedral es el emblema de El Burgo de Osma. Fue construida en estilo barroco, finalizándose en el año 1767, alzándose hasta los 72 metros de altura.